La semana pasada me encontré con mi amiga Erika en el centro comercial. Erika siempre ha sido de contextura delgada, sin importar lo que coma, nunca sube ni un gramo. Ella se lo atribuye a su metabolismo rápido.

Luego de charlar con Erika por un par de horas, me detuve a pensar si es cierto que el tener un metabolismo rápido hace a las personas naturalmente delgadas y esbeltas.

Es posible que esto sea cierto. Sin embargo, esta predisposición genética no hace que estas personas delgadas sean además saludables. Puesto que, su predisposición a no engordar muchas veces los lleva a dietas poco saludables y a ser algo sedentarias.

Por todo ello, hoy quiero hablarte sobre el metabolismo. Ese proceso tan importante que obviamente contribuye tanto al peso de tu cuerpo como a otras funciones esenciales del cuerpo que ayudan a mantenerte sano.

¿Qué es el metabolismo?

Si te estás preguntando qué ese en si el metabolismo, aquí te lo explico. El metabolismo no es más que el conjunto de todas las reacciones químicas que suceden en tu cuerpo a diario para mantenerte vivo.

En este proceso, el cuerpo transforma eficientemente las calorías que consumes en energía utilizable. Si no lo sabías, las calorías también se conocen como kilo joules, y son una unidad de medida para la energía. Para que nuestro cuerpo funcione apropiadamente necesitamos consumir una cantidad necesaria de calorías, sin excedernos.

Como ya deberías saberlo, tener un metabolismo fuerte no es solamente el tener un cuerpo esbelto. También es beneficioso para el sistema inmunológico, limita el riesgo de padecer de enfermedades infecciosas y degenerativas. También ayuda a la fertilidad y a la libido, mejora la masa muscular, la longevidad y las funciones cerebrales, te da más energía y vigor en general.

Todo ello se debe a que cada sistema dentro del cuerpo, desde el sistema endocrino hasta el sistema digestivo, se encuentran vinculados con el proceso de producción de energía a nivel celular.

Y aunque no lo creas, tu cerebro es el que más se beneficia de un buen metabolismo. Y es que su demanda de energía es la más alta de todo tu cuerpo. ¡Necesita aproximadamente 16 veces más energía para trabajar óptimamente que la que necesita el esqueleto para moverse!

Por lo general, luego de los 40 años el metabolismo se estabiliza a un ritmo lento. Es por ello que necesitas potenciarlo proactivamente dentro de tu rutina para que te sigas sintiendo sano y fuerte.

¿Necesito potenciar mi metabolismo?

Esta es una pregunta válida. Tu metabolismo se encuentra determinado por varios factores, incluyendo tu herencia genética. Además,  tu composición corporal (porcentaje de grasas y masa muscular), tu género, salud hormonal, nivel de actividad y la edad.

Algunos de estos factores puedes controlarlos fácilmente, como tu nivel de masa muscular y la actividad corporal. Obviamente, tu edad, género y herencia genética se salen de tu alcance.

Pero no te preocupes, afortunadamente hoy contamos con varios potenciadores naturales que te ayudarán a tener un metabolismo saludable. Ellos te ayudarán a usar las calorías más eficientemente. Protegiendo a tu cuerpo de enfermedades y ralentizando el proceso de envejecimiento.

Si sientes que no has sido lo suficientemente afortunado y que tu metabolismo es lento, no te preocupes. Varios estudios han demostrado que incluso en aquellas personas que creen tener un metabolismo rápido, la quema de calorías no se comporta de manera diferente a la de los que creen tener un metabolismo lento.

Lo que sí es importante saber es que, ciertamente; tus procesos metabólicos determinan cuan bien quemas caloría. Esto que causa un gran impacto tanto en tu apariencia como en tus cambios de humor y en tus niveles de energía.

Señales que debes tener en cuenta

A continuación te presento algunas señales que son importantes que tengas en cuenta. Ellas te advertirán si necesitas potenciar tu metabolismo ya que no está funcionando de la mejor manera.

Si tu metabolismo falla, puedes estar experimentando lo siguiente:

• Fatiga permanente.
• Sensación de frío constante.
• Adelgazamiento capilar.
• Piel seca y con apariencia maltratada o envejecida.
• Libido baja y poca actividad sexual.
• Períodos menstruales irregulares.
• Uñas quebradizas y que crecen lentamente.
• Hinchazón luego de comer.
• Cambios de humor bruscos, ansiedad y depresión.
• Micción frecuente.
• Dificultad para bajar de peso.
• Sed excesiva, boca seca.
• Problemas de concentración.
• Alergias e hipersensibilidad.
• Bajos niveles de energía.
• Motivación baja para realizar actividades físicas.
• Te enfermas frecuentemente.

Si presentas varios de estos síntomas, no te descuides. Tu metabolismo podría no estar funcionando como debería.

¿Mi dieta podría afectar mi metabolismo?

Tu dieta y tu ingesta alimenticia pueden llegar a ser una de las causas por las cuales presentas problemas metabólicos. No es que quieras hacerte daño, pero algunas veces ese deseo por perder peso puede tener un efecto negativo si no consumes las calorías necesarias.

Recuerda que el cuerpo se escuda en una función metabólica saludable como último mecanismo de protección. Si cortas la ingesta de calorías no podrá realizarlo de manera adecuada. Por lo tanto, una buena alimentación conjuntamente con períodos regulares de descanso son esenciales para el metabolismo.

Tu cuerpo necesita producir energía que luego será usada para sintetizar tejidos nuevos y proteínas en forma de ácidos nucleicos. Por lo tanto, la ingesta de proteínas, carbohidratos, grasas saludables, minerales, vitaminas, así como de otros nutrientes es esencial. El metabolismo le confía sus funciones a esta ingesta a través de los alimentos.

Debido a esto es que muchas veces por más dieta y ejercicios que hagas, te cuesta perder peso. Es una reacción natural del cuerpo para protegerte y mantener con vida.

Es muy necesario que conozcas las necesidades de tu cuerpo, puesto que no todos necesitamos el mismo consumo de calorías. De esta manera, le podrás proveer la ingesta necesaria de químicos que necesita para construir, mantener y reparar todos tus tejidos.

Te aconsejo que no dejes descender tus niveles de energía. Aliméntate bien y refuerza tu organismo con las calorías necesaria para que pueda llevar a cabo sus funciones esenciales todos los días.

¿Por qué me cuesta bajar de peso si consumo pocas calorías?

Una dieta muy baja en caloría puede afectar estas funciones. Esto es debido a que no permite la ingesta necesaria de nutrientes y minerales puros que son esenciales para el cuerpo. Entre ellos están el carbón, hidrógenos, oxígeno, nitrógeno, fósforo y sulfuro. Todos ellos provienen de los carbohidratos, lípidos, proteínas y agua.

Por contradictorio que parezca, si tu cuerpo siente que estás padeciendo hambre y no consumes las calorías necesarias, te lo pone más difícil para que pierdas peso, ya que no puede diferenciar si es por una falla en tu organismo o si lo haces por medio de dietas y ejercicios para perder peso.

Esto causa una reacción de autoprotección natural del organismo, el cual envía señales a tus procesos metabólicos y hormonales de que estás famélico, por lo que el cuerpo naturalmente conserva cada una de las calorías que ingieres para asegurar tu sobrevivencia.

Mientras menos calorías consumas, menos energía tiene el metabolismo para realizar sus funciones. Es por ello que se incrementa la dificultad para perder peso, además de que acelera el envejecimiento y baja las defensas, por lo que te enfermas más seguido.

Esto se debe a que si el metabolismo se encuentra en un estado como de letargo, tus mecanismos de defensas naturales y tus niveles de inmunidad descienden. Es porque no cuentan con la energía suficiente para realizar todas sus funciones. Por lo que eres más propenso a pescar virus, hongos, levaduras, parásitos y bacterias.

De esta forma, si tu ingesta de calorías es muy baja, tu metabolismo no contará con las energías que necesita para trabajar de manera óptima. Debido a ello te enfermarás más a menudo, presentarás problemas reproductivos, experimentarás cambios de humor y padecerás de varios tipos de infecciones.

5 Formas naturales de potenciar tu metabolismo

1. ¡No más dietas!

Como ya te lo dije, las dietas no controladas no te benefician. Debes darle a tu cuerpo la cantidad de calorías que necesita para que pueda realizar sus funciones de la mejor manera posible.

Al igual que casi todo el mundo, de seguro has hecho dietas y habrás notado que durante las mismas te sientes de mal humor, cansado y posiblemente más enfermo que nunca. Estos son síntomas de que tu metabolismo está llegando a un estado de letargo.

Como ya habréis leído, el cuerpo entra en un estado catabólico o de autoprotección, conocido como “estado famélico”. Este estado causa cambios en tus hormonas y células para que se centren un tus sensaciones de hambre y sed. Reduciendo así la capacidad de tu organismo para quemar grasas y aumentar la masa muscular.

Te recomiendo entonces que dejes de contar las calorías que consumes, no seas tan estricto contigo mismo. En lugar de ello, concéntrate en la densidad de los nutrientes que ingieres y así te estarás alimentando de forma más saludable.

Uno de los peores daños que puedes hacerle a tu cuerpo es saltarte las comidas. En especial el desayuno, creyendo que de esta forma pueden controlar el consume de calorías. Recuerda que el desayuno es fundamental para adquirir la energía necesaria ya que el cuerpo viene de un período largo sin ingesta de alimentos.

Desayunar habitualmente te ayudará a mantener un peso regular y a tener un mejor estado ánimo. Bien sea que comas 3 buenas comidas al día, o hagas varias comidas de pequeñas proporciones. Ambas formas son buenas maneras de mantener tu metabolismo saludable siempre y cuando te sientas bien y mantengas  estables tus niveles de azúcar y energía, sin que sientas hambre.

2. Descansa apropiadamente

Como ya lo habréis adivinado, un buen descanso es esencial para ayudarte a superar varias enfermedades. El vínculo existente entre el descanso y un buen funcionamiento de los procesos metabólicos ha sido probado en varios estudios.

La falta de sueño o la sensación de quedarse sin energías puede dificultarte la pérdida de peso ya que aletargas tu metabolismo y cuando el cuerpo comienza a sentirse fatigado, almacena las calorías que tanto deseas quemar como mecanismo de defensa.

Es muy importante que duermas entre 7 y 9 horas cada noche. Ello contribuye a tu balance hormonal, incluyendo al cortisol, responsable del almacenamiento de grasa en el cuerpo. Si duermes poco, tus niveles de cortisol se elevan, elevando tu peso corporal, tus niveles de glucosa en la sangre y causándote un mal desempeño de las funciones cerebrales.

Asimismo, es importante que descanse entre los días de entrenamiento y ejercicio. Si entrenas muy seguido sin descansar, fatigarás tu cuerpo. Causando así un desequilibrio hormonal, pérdida de masa muscular y bajo funcionamiento de los procesos metabólicos.

Aunque creas que esto puede ser bueno, un bajo funcionamiento de estos procesos no es beneficioso para ti. Como ya te lo dije, el realizar ejercicios en exceso eleva tus niveles de cortisol, impactando de forma negativa tu equilibrio hormonal.

Todo ello conlleva a que seas más sensible a la insulina, lo que hará que tu cuerpo se recupere más lentamente luego de ejercitarte. Esto ralentiza los procesos de reparación y creación de tejido muscular saludable.

3. Haz entrenamiento con pesas

Si quieres perder peso y ganar masa muscular de forma rápida, te aconsejo un entrenamiento pesado con pesas. Regularmente hazlo 5 días a la semana, con un tiempo de entre 45 a 75 minutos, con series de 6 a 12 repeticiones.

El entrenamiento con pesas puede ayudar a incrementar la velocidad de tu metabolismo. Esto es debido a que se construye masa muscular magra, que requiere más calorías por ser más activa que la grasa corporal.

Encuentra algún tipo de entrenamiento de resistencia que se adapte mejor a tus necesidades. Bien sea practicando crossfit o entrenamientos con mancuernas en casa. Te sentirás más sano, saludable y lleno de energías en muy poco tiempo.

4. No consumas alimentos que te causen inflamación

Esto es indispensable para los procesos de envejecimiento. El organismo detecta los alimentos procesados y los causantes de inflamación, identificándolos como toxinas. Esto causa un retardo en los procesos digestivos e incrementa el daño de los radicales libres, que son los que causan el envejecimiento.

Al consumir estos alimentos, tu sistema inmunológico se pone en alerta para combatir cualquier dolencia. Incrementando la producción de hormonas del estrés, limitando el funcionamiento de los procesos metabólicos.

Inclusive, algunos alimentos que creemos son saludables, pueden ser los causantes de la ganancia de peso, disfunción tiroidea, fatiga permanente, desequilibrio hormonal y malestar digestivo.

Elimina en lo posible las bebidas edulcoradas, – sodas y zumos-  alimentos procesados – incluyendo cereales con gluten: pan, pastas, galletas, postres – aceites vegetales refinados. También los edulcorantes artificiales y productos de origen animal de mala calidad – alimentados artificialmente -.

5. Consume alimentos buenos para el metabolismo

Al contrario del punto anterior, existen alimentos que mejoran tu metabolismo. Estos ayudan al cuerpo a usar y gastar la energía de mejor manera. Esto se debe a que algunos alimentos causan un efecto térmico al organismo. El consumir estos alimentos hace que el cuerpo trabaje más duro para desintegrar y metabolizar la grasa.

Existe evidencia científica de que la ingesta alta de proteínas afecta de forma positiva al metabolismo. Alimentos como algunas comidas picantes, el café o el té, siempre y cuando los comas con moderación.

También, comer meriendas saludables durante el día como pescados naturales, huevos orgánicos, carne de res orgánica y productos lácteos naturales, te ayudarán a darle más energía a tu cuerpo, mejorando tu metabolismo.

Al consumir alimentos que poseen proteínas naturales le obligan a tu cuerpo a trabajar más fuerte para quemar las calorías durante el proceso de digestión. Incluso mucho más fuerte que cuando comes carbohidratos.

La ingesta de calorías es en definitiva un elemento fundamental para mantener estable tus niveles de energía y azúcar. Al mismo tiempo, te ayuda a construir masa muscular magra que es la quema las calorías en sí.

¿Qué alimentos puedo consumir?

Varios alimentos pueden ayudarte a conseguir estos beneficios, como ajo y el té verde. Por un lado, el ajo actúa como un alimento termorregulador en el organismo. Revirtiendo los efectos productores de calor. También baja los niveles de azúcar en la sangre y ayuda a acumular menos grasas gracias a un compuesto llamado alicina.

Por otro lado, el té verde ha sido considerado desde hace muchos siglos como un potenciador del metabolismo, debido a sus antioxidantes especiales y a sus bajos niveles de cafeína.

De igual forma, el vinagre de sidra de manzana – como ya lo sabes – ayuda naturalmente en los procesos digestivos y a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre. Lo cual es muy beneficioso para el metabolismo.

La actividad física es vital

Ya ves que es muy fácil mantener tu metabolismo en óptimas condiciones. Tan sólo debes descansar bien, ingerir la cantidad suficiente de alimentos y hacer ejercicios.

Realizar deportes o ejercitarte de cualquier manera es fundamental para mantener tu metabolismo en niveles óptimos y evitar el envejecimiento. Varios estudios científicos han concluido que las funciones metabólicas disminuyen con el pasar de los años. Puedes revertir este efecto si te mantienes activo y conservas tu masa muscular.

De hecho, un estudio publicado en la Revista Americana de Psicología en el año 2001, demostró que no existen diferencias significativas en cuanto a los niveles metabólicos entre diferentes grupos etarios. Entre los que se incluían grupos de personas jóvenes y adultas físicamente activos.

Estos grupos fueron evaluados en cuanto a la cantidad de ejercicios que realizaban diariamente y a su ingesta de alimentos para satisfacer sus necesidades calóricas.

En realidad, se ha notado que la reducción de los procesos metabólicos está más vinculada con la falta de ejercicios y disminución en la ingesta de calorías asociadas con la edad. Claro esta que esto varía en cada persona.

Entrenamiento a intervalos de alta intensidad

Asimismo, puedes mejorar tu metabolismo con entrenamientos a intervalos de alta intensidad. Este se compone de varios ejercicios que varían en intensidad con pequeños períodos de descanso.

Hoy en día se ha demostrado que este tipo de entrenamiento es mucho más beneficioso para el metabolismo que los ejercicios estáticos. Los ejercicios de acción rápida como el ciclismo ayudan al cuerpo a seguir quemando calorías incluso luego de haber terminado de ejercitarte.

Además, se requiere de menos tiempo al realizar este tipo de entrenamiento que por ejemplo, el tiempo que conlleva realizar ejercicios de cardio. Se han realizado muchos estudios sobre los efectos que tienen estos ejercicios en la expansión de calorías y la pérdida de peso. Se ha demostrado que aportan mejores beneficios al metabolismo en general que los ejercicios regulares.

Tal vez, esto sucede debido a que  el cuerpo usa niveles de oxígenos más altos para recuperarse. Puesto que se quema una mayor cantidad de grasas y se construye más masa muscular. Mejorando así las funciones metabólicas, las funciones cardiovasculares, la sensibilidad a la insulina, la reducción del colesterol y la resistencia respiratoria.

Consume alimentos termorreguladores

La ingesta de alimentos termorreguladores naturales como la pimienta de cayena, los chiles, la canela, el jengibre y otros productos picantes ayudan a incrementar el calor del cuerpo. Esto es debido a un compuesto activo llamado capsaicina, esto ayuda a la oxidación de lípidos.

Este proceso es el que realiza tu cuerpo para quemar las grasas y convertirlas en energía, que es el principal objetivo en la pérdida de peso. Estos condimentos de igual forma pueden ayudarte a disminuir tu apetito y ralentizar el crecimiento de las células de grasa.

De igual manera, si te ejercitas en exceso y comes muy poco, tu metabolismo envías señales de alerta al cuerpo para que conserve todas las calorías y así poder seguir funcionando.

Es por ello que debes consumir a diario las calorías necesarias que tu cuerpo necesita. Trata de consumir alimentos de varias fuentes y mejor si son productos orgánicos y naturales. Ello beneficiará a tu salud hormonal, cognitiva, digestiva y sexual.

Las personas que se alimentan adecuadamente y evitan las dietas severas, por lo general se sienten mejor. Experimentan una mejor digestión, estados de humor positivos y se sienten más motivados.

También se sienten con más deseos de estar activos, poseen una salud mental saludable, niveles de azúcar estables y una libido más intensa.

Cambia tu ritmo de vida

Estoy segura que si sigues estos consejos, rápidamente tu metabolismo trabajará de manera óptima.

Es posible que mi amiga Erika tenga un metabolismo lento. Pero de igual forma se alimenta bien, come lo necesario y hace ejercicios diariamente. No sólo es delgada y tiene una figura esbelta sino que también tiene una relación sana con su alimentación.

Erika aprendió a llevar una dieta sana y saludable y al no preocuparse por su consumo de calorías. Se alimenta bien y se siente llena de energía durante todo el día.

La relación entre su consumo de energías y la cantidad de ejercicios que realiza le permite tener intervalos de meriendas más prolongados, siempre anda de buen humor y se ve mucho más joven.

Seguramente que con estos pequeños cambios en tu vida, tú también lograrás que tu metabolismo trabaje en condiciones óptimas. Te sentirás más joven y revitalizado. Inténtalo.

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