¿Por Qué Se Alteran Los Movimientos Peristálticos?

Los movimientos peristálticos son contracciones ondulatorias de los músculos que recubren el tubo digestivo. En condiciones normales, este mecanismo funciona adecuadamente, desplazando los alimentos a lo largo de todo el tracto digestivo.

No obstante, existen una serie de factores que ocasionalmente afectan este mecanismo. De allí, la importancia de conocer por qué se alteran los movimientos peristálticos.

De este tema, que puede afectar a personas de todas las edades, les voy a hablar a solicitud de Brinley, una seguidora de Arkansas. Ella es una maestra jubilada, que actualmente se dedica a realizar las labores domésticas, con la ayuda de su esposo. 

Para ellos, es una alegría recibir a su numerosa familia que acude a reunirse cada fin de semana. La gran ventaja, es que todos viven relativamente cerca de su casa e incluso algunos acuden a pie.

Brinley me dijo, que por algunos comentarios realizados por sus nietos, ella tuvo que aprender nuevas destrezas. Entre ellas, a conectarse adecuadamente por su teléfono inteligente y hacer un mayor uso de las redes sociales, para mantener un mayor contacto con sus nietos.

A pesar de ello, cuando se inició en estas nuevas habilidades que prácticamente fueron impuestas, comenzó a presentar algunos problemas digestivos. Debido a esta situación, me contactó para que le mostrara mi opinión profesional frente a esta situación.

Al comunicarme con ella, le destaqué que el estrés puede tener muchos efectos negativos sobre nuestro organismo. De hecho, uno de ellos, está relacionado con el desequilibrio del proceso digestivo, por interrupción de los movimientos peristálticos.

Así, a fin de profundizarle acerca de este tema, le envié un dossier sobre este proceso y estrategias para combatirlo.

Esta anomalía digestiva es más frecuente de lo que pensamos. Por ello, estimé adecuado compartir esta información en mi página.

Generalidades acerca de los movimientos peristálticos

El peristaltismo es un tipo de movimiento muscular involuntario que se produce en el aparato digestivo. Se caracteriza por contracciones ondulatorias de los músculos circulares y longitudinales que recubren el tubo digestivo.

El peristaltismo mueve los alimentos y los líquidos a través del aparato digestivo, desde la garganta hasta el ano. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, dicho movimiento podría ser similar al de una banda transportadora.

El peristaltismo es fundamental para la digestión, ya que permite que los alimentos se mezclen con los jugos gástricos. Además de ello, permite que se descompongan en trozos más pequeños.

Ello permite, que ciertos nutrientes puedan absorberse a lo largo del tracto gastrointestinal. Incluso, el peristaltismo también ayuda a eliminar las bacterias y los productos de desecho del tubo digestivo.

Causas frecuentes de la alteración del movimiento peristáltico

Infección o inflamación local

Según los especialistas, las infecciones o inflamaciones locales pueden alterar el movimiento peristáltico. Ello ocurre, por la afección que ocasionan sobre los nervios y músculos que controlan las contracciones ondulatorias del tubo digestivo.

Por ejemplo, la gastroparesia es una afección en la que el estómago tarda en vaciarse debido a lesiones nerviosas. Dicho efecto puede provocar náuseas, eructos, distensión abdominal, ardor de estómago, indigestión, regurgitación o vómitos.

La acalasia es otra afección en la que el esfínter esofágico inferior no se relaja correctamente. Ello impide que los alimentos ingresen al estómago, pudiendo causar dificultad para tragar, regurgitación o dolor torácico.

Estas afecciones pueden estar causadas por diversos factores, como diabetes, trastornos autoinmunitarios, infecciones víricas, cirugía o medicamentos.

Las infecciones o inflamaciones, también pueden alterar el movimiento peristáltico, al desequilibrar los niveles de determinadas hormonas y neurotransmisores que regulan el proceso digestivo.

Por ejemplo, la serotonina (5-HT) desempeña un papel clave en la modulación del peristaltismo al actuar sobre distintos tipos de receptores en el intestino.

Nuestro sistema digestivo es como un complejo sistema de tuberías que transportan alimentos a través de nuestro cuerpo. Hay pequeños “interruptores” llamados receptores 5-HT3 y 5-HT4 que pueden afectar cómo funciona este sistema.

Cuando activamos los interruptores 5-HT3, se ralentiza el movimiento de las tuberías, lo que podría compararse con la disminución de la velocidad a la que los alimentos se desplazan por nuestro sistema digestivo.

Por otro lado, si activamos los interruptores 5-HT4, se acelera este movimiento. Esto puede afectar a los nervios o músculos que controlan el peristaltismo, provocando espasmos, calambres o reducción de la motilidad. Algunos ejemplos son la gastroenteritis, apendicitis y diverticulitis.

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Estrés

El estrés puede causar problemas peristálticos en distintas partes del aparato digestivo. Cuando el estrés afecta a los nervios o a las hormonas que controlan estos músculos, puede provocar un aumento o una disminución del peristaltismo, dando lugar a diversos síntomas.

Una enfermedad frecuente que afecta al peristaltismo del estómago es la gastroparesia, es decir, el retraso del vaciado gástrico. El estrés puede ser uno de los factores que contribuyen a la gastroparesia, junto con la diabetes, infecciones, medicamentos y cirugía.

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Otra afección que afecta al peristaltismo del esófago es la acalasia, siendo el estrés uno de los desencadenantes bastante estudiado, al igual que las infecciones, trastornos autoinmunitarios y lesiones nerviosas.

El estrés puede estimular la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina, que pueden acelerar o ralentizar la motilidad intestinal.

Cirugía

Cualquier intervención quirúrgica que afecte a los músculos, nervios u hormonas que controlan el peristaltismo puede alterar este proceso. Dicho efecto podría ocasionar síntomas como náuseas, vómitos, ardor de estómago, distensión abdominal, estreñimiento o procesos diarreicos.

Algunos ejemplos de cirugías que pueden alterar el peristaltismo son:

  • Gastrectomía: se trata de la extirpación quirúrgica de una parte o la totalidad del estómago. Puede afectar a la motilidad gástrica al reducir la capacidad y la función del estómago. Ello puede inducir la presencia de gastroparesia.
  • Esofagectomía: consiste en la extirpación quirúrgica de una parte o la totalidad del esófago. Puede afectar a la motilidad esofágica al alterar la función del esfínter esofágico inferior.

Dicho anillo muscular, situado en la parte inferior del esófago, impide el reflujo ácido. También puede afectar a la motilidad gástrica al alterar la anatomía y fisiología del estómago. Dicho desequilibrio, podría afectar el vaciado gástrico y causar gastroparesia.

  • Colectomía: es la extirpación quirúrgica de una parte o la totalidad del colon. Puede afectar a la motilidad colónica al reducir la longitud y la función del colon. Esto afecta, de forma directa, la absorción de agua y la formación de heces. También puede afectar a la motilidad intestinal al alterar el equilibrio de bacterias y hormonas intestinales, afectando el peristaltismo.

¿Cómo evitar problemas de peristaltismo después de una cirugía?

Para evitar problemas de peristaltismo postoperatorios, se deben tomar en consideración algunas recomendaciones. Ellas se relacionan principalmente con la dieta y el estilo de vida. Dentro de ellas podemos señalar:

  • Realizar ingestas de porciones de comida más pequeñas y frecuentes, evitando así, sobrecargar el estómago o los intestinos.
  • Evitar alimentos ricos en grasa, fibra, azúcar o especias, ya que pueden provocar indigestión, gases, diarrea o estreñimiento.
  • Beber suficientes líquidos para mantenerse hidratado, evitando empeorar el estreñimiento o la diarrea.
  • Tomar los medicamentos prescritos para controlar las náuseas, vómitos, reflujo ácido, el dolor y las infecciones.
  • Hacer los ejercicios suaves que le recomiende su médico o fisioterapeuta para estimular la circulación sanguínea y el peristaltismo.

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  • Acudir al médico si experimenta síntomas graves o persistentes. Entre ellos podemos señalar: fiebre, hemorragias, vómitos con sangre, hinchazón, dolor abdominal, e incapacidad para evacuar heces o gases.

Deficiencias electrolíticas

Las deficiencias electrolíticas pueden alterar el movimiento peristáltico de varias maneras. Los electrolitos son minerales que tienen carga eléctrica y desempeñan un papel en la regulación de la función muscular y nerviosa, entre otras cosas.

Algunos de los electrolitos que afectan al peristaltismo son el sodio, potasio, calcio, magnesio y cloruro.

El sodio y el potasio intervienen en la generación de los impulsos eléctricos que desencadenan las contracciones musculares. Una carencia de cualquiera de estos electrolitos puede alterar el ritmo y la fuerza normales del peristaltismo, provocando estreñimiento o diarrea.

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El calcio y el magnesio también son importantes para la contracción y relajación muscular. Los niveles bajos de calcio o magnesio pueden provocar espasmos o calambres musculares, que pueden interferir en el peristaltismo.

El cloruro ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y ácidos en el organismo. La falta de cloruro puede causar deshidratación o acidosis, lo que puede afectar a la fluidez y al pH del contenido del tracto gastrointestinal. Esto puede alterar la velocidad y la eficacia del peristaltismo.

Las deficiencias electrolíticas pueden deberse a diversos factores, como la deshidratación, vómitos, diarrea, enfermedades renales, desnutrición, medicamentos o trastornos hormonales.

Para prevenir o tratar los desequilibrios electrolíticos, es importante beber suficientes líquidos. En especial, los que contienen electrolitos, como las bebidas deportivas o las soluciones de rehidratación oral.

También puede ayudar seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en electrolitos, como frutas, verduras, productos lácteos, frutos secos y semillas. En algunos casos, pueden ser necesarios suplementos electrolíticos o líquidos intravenosos.

Enfermedad tiroidea

La enfermedad tiroidea es una afección que afecta a la función de la glándula tiroides, que produce hormonas que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo.

La enfermedad tiroidea puede causar hipotiroidismo (función tiroidea baja) o hipertiroidismo (función tiroidea alta), lo que puede tener diversos efectos en diferentes órganos y sistemas del cuerpo. Uno de los posibles efectos de la enfermedad tiroidea son los problemas de peristaltismo.

El hipotiroidismo puede causar problemas de peristaltismo al ralentizar la motilidad gástrica, que es el movimiento de los alimentos desde el estómago hasta el intestino delgado.

Esto puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, hinchazón, ardor de estómago, indigestión y saciedad precoz. El hipotiroidismo también puede causar estreñimiento al reducir la motilidad del intestino grueso.

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Igualmente puede causar problemas de peristaltismo al acelerar la motilidad gástrica, lo que puede provocar diarrea, mala absorción y pérdida de peso.

El hipertiroidismo igualmente puede ocasionar dismotilidad esofágica, que es un trastorno del esófago que afecta a la deglución y provoca síntomas como disfagia (dificultad para tragar), odinofagia (dolor al tragar) y regurgitación.

Trastornos neurológicos

Los trastornos neurológicos pueden causar problemas de peristaltismo en distintas partes del aparato digestivo.

Algunos de los trastornos neurológicos que pueden afectar al peristaltismo son:

  • Ictus: esto puede afectar a la capacidad del cerebro para enviar señales a los nervios que controlan el peristaltismo, provocando disfagia (dificultad para tragar), gastroparesia o incontinencia intestinal.
  • Enfermedad de Parkinson: la enfermedad de Parkinson puede causar temblores, rigidez, lentitud y problemas de equilibrio. También puede afectar al sistema nervioso autónomo, que regula funciones involuntarias como la digestión. Ello podría ocasionar, disfagia, gastroparesia, estreñimiento o retención fecal.
  • Esclerosis múltiple: la esclerosis múltiple puede causar disfunción neurogénica de la vejiga o el intestino. Ello ocasiona, la pérdida del control normal sobre la micción o la defecación, provocando incontinencia urinaria o fecal. Puede acarrear además procesos de retención, frecuencia, urgencia o estreñimiento.
  • Espina bífida: la espina bífida puede causar daños en los nervios que afectan la función de la vejiga e intestinos. Ello ocasiona una disfunción neurogénica de la vejiga o los intestinos, similar a la esclerosis múltiple.

Tratamientos para problemas de peristaltismo causados por trastornos neurológicos

El tratamiento de los problemas de peristaltismo causados por trastornos neurológicos depende del tipo y la gravedad del trastorno y de sus síntomas. Algunos de los posibles tratamientos son:

  • Medicamentos: existen varios medicamentos que pueden ayudar a mejorar el peristaltismo o aliviar síntomas como las náuseas, vómitos, ardor de estómago o el estreñimiento.
  • Cambios en la dieta: hay algunos cambios en la dieta que pueden ayudar a mejorar el peristaltismo o reducir los síntomas. Por ejemplo, comer menos cantidad y con más frecuencia. También, es importante evitar los alimentos grasos, picantes o ácidos, además de aumentar la ingesta de fibra y líquidos. Se sugiere incluso, limitar la cafeína, alcohol y edulcorantes artificiales. GALL BLADDER, ha sido formulada con enzimas digestivas de alta potencia, sales biliares purificadas y hierbas digestivas. Este suplemento puede ayudar mucho en tu proceso digestivo.
  • Fisioterapia: existen algunas técnicas de fisioterapia que pueden ayudar a mejorar el peristaltismo o a fortalecer los músculos implicados en la digestión. Por ejemplo, masaje abdominal, ejercicios del suelo pélvico, la biorretroalimentación y estimulación eléctrica.
  • Cirugía: ciertos procedimientos quirúrgicos, pueden ayudar a tratar los problemas de peristaltismo causados por trastornos neurológicos. Por ejemplo, insertar una sonda de alimentación en el estómago o intestino, colocar un marcapasos gástrico o realizar una fundoplicatura. También puede emplearse una colostomía o una ileostomía para desviar las heces del colon o del íleon a una bolsa externa cuando se pierde el control intestinal.

Trastornos del tejido conjuntivo

Los trastornos del tejido conjuntivo son un grupo de enfermedades que afectan la estructura y función de los tejidos conjuntivos. Entre ellos destacan, el colágeno y la elastina, que proporcionan soporte y fuerza a diversos órganos y tejidos del cuerpo.

Algunos ejemplos de trastornos del tejido conjuntivo son el síndrome de Ehlers-Danlos, el síndrome de Marfan, la esclerodermia y el lupus.

Estos trastornos pueden afectar a distintas partes del aparato digestivo, como el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso, y causar problemas de peristalsis.

Según los expertos, uno de los posibles efectos de los trastornos del tejido conjuntivo sobre el peristaltismo es la gastroparesia. Dicha afección puede causar síntomas como náuseas, vómitos, hinchazón, ardor de estómago, indigestión y saciedad precoz.

Otro posible efecto de los trastornos del tejido conjuntivo sobre el peristaltismo es el espasmo esofágico distal o esófago hipercontráctil.

Dicha afección se caracteriza por la presencia de contracciones anormales del esófago, ocasionada por una disfunción del esfínter esofágico inferior. Dichos trastornos ocasionan, dificultad para tragar, dolor torácico, regurgitación o ardor de estómago.

Un tercer posible efecto, de los trastornos del tejido conjuntivo sobre el peristaltismo es la pseudoobstrucción intestinal crónica.

Esta afección se caracteriza por una motilidad intestinal reducida o ausente, ocasionado por daños en músculos o nervios que controlan el peristaltismo. Ello acarrea dolor abdominal, hinchazón, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento o desnutrición.

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Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado, el peristaltismo es la contracción rítmica de los músculos que recubren el tracto gastrointestinal. Dicho movimiento ondulatorio mueve los alimentos y líquidos a través del aparato digestivo.

Este efecto favorece la digestión, porque ayuda a descomponer los alimentos, mezclarlos con los jugos gástricos y absorber los nutrientes. El peristaltismo, inicia en la garganta al tragar y continua por el esófago, estómago e intestinos durante la digestión.

Dentro de los síntomas más frecuentes de la alteración de los movimientos peristálticos, destacan: dificultad para tragar y ardor estomacal. Se produce además, ardor estomacal, eructos, reflujo ácido, regurgitación, gastroparesia, dolor de estómago, náuseas, vómitos, distensión abdominal, diarrea y estreñimiento.

Los movimientos peristálticos pueden verse alterados por diversos factores. Entre ellos destacan el estrés, ciertos medicamentos y algunas enfermedades. Dentro de las causas más estudiadas de la alteración peristáltica resaltan las infecciones, inflamaciones, cirugías, estrés y deficiencias electrolíticas.

También se incluyen la enfermedad tiroidea, trastornos neurológicos y del tejido conjuntivo. Los tratamientos varían en función de la afección y pueden incluir terapias, medicamentos, cambios de estilo de vida y cirugía.

Para Brinley la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda. De hecho, pudo comprobar que su estrés era infundado, pues ella ya sabía manejar esa tecnología.

Ella me comentó, que al considerar la importancia de estar en contacto con sus nietos pudo controlar el estrés. De hecho, me dijo que hoy posee una percepción más positiva de algunas de las redes sociales más utilizadas.

“Nuestros hallazgos revelan una anormalidad en la fase de distensión del peristaltismo (un esófago de luz estrecha) en pacientes con disfagia. Proponemos que la contracción esofágica que fuerza el bolo tragado a través de un esófago de luz estrecha es la causa de la sensación de disfagia en pacientes con una fase de contracción normal del peristaltismo”.
Kazumasa Muta
Universidad de California San Diego

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