Desde hace siglos el ser humano ha entendido, que las plantas son laboratorios químicos, fuente de fármacos naturales. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos los compuestos sintetizados no superan en eficacia ni seguridad a los producidos por las plantas.
Por ello, cada día se afianza el empleo de plantas medicinales, especialmente en dolencias propias de la mujer.
De este tema tan apasionante les voy a hablar a solicitud de Mildred, una seguidora de California. Ella está próxima a cumplir cincuenta años, y desde hace más de un año ha venido experimentando ciertos cambios importantes.
Estos cambios propios de la finalización de la edad reproductiva de la mujer acarrean una serie de molestias. Entre ellas sofocos, dolores y cambios de estado de ánimo.
Mildred me comentaba, que al igual que muchas mujeres ella había optado por tomar ciertos analgésicos para aliviar los dolores abdominales y de cabeza. No obstante, ella sentía que se estaba descontrolando su digestión y muchas noches las pasaba desvelada.
Dada esta situación, decidió comunicarse conmigo a los fines de que yo le sugiriera algunos tratamientos alternativos naturales. l considerar la situación de Mildred, rápidamente le preparé un material donde le mostré ciertas alternativas empleando plantas medicinales.
Las plantas medicinales han sido utilizadas a lo largo de muchas generaciones e incluso han formado parte de diversas medicinas centenarias.
Al considerar, que esta información puede coadyuvar a mejorar la calidad de vida de muchas mujeres, decidí compartirlo en mi página.
Esta planta nativa el mediterráneo y Asia menor fue traída al nuevo mundo por parte de los primeros colonos europeos.
La gran mayoría de los principios activos de esta planta se concentran en sus flores. Dentro de ellos destaca su aceite esencial, el cual contiene: cubenol, alfa-pineno, gamma-cadineno y metilinoleato. Contiene además, ácido salicílico, carotenoides, flavonoides, taninos, saponósidos, alcoholes, ácidos fenólicos, carbohidratos, cumarinas y tocoferoles.
Todos estos compuestos le otorgan propiedades antioxidantes, cicatrizantes, analgésicas, antibacterianas, antinflamatorias, emenagogas (favorece la menstruación), analgésica y tonificante.
Suele emplearse para mejorar la dismenorrea, la amenorrea y la inflamación abdominal.
Evitar su empleo durante el embarazo, la lactancia y en niños menores de diez años.
Esta planta, que forma parte de la medicina tradicional China, recibe el nombre botánico de Angelica sinensis. En Asia es también conocida como ginseng hembra por sus excelentes propiedades sobre la salud femenina. Los principios activos de esta planta se encuentran en el rizoma y raíz.
La raíz deshidratada de esta planta se ha empleado de forma generalizada para tratar la dismenorrea y alivio de síntomas menstruales.
Esta planta posee un principio activo denominado ligustilida. Este componente, presenta propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas. Por ello, es capaz de mejorar la microcirculación y disminuir las contracciones del útero.
Es importante no emplear esta infusión en mujeres embarazadas o en época de lactancia. Debe dejar de emplearse una semana antes de cualquier intervención quirúrgica.
La infusión de manzanilla posee propiedades antiespasmódicas. Esto permite, que actúe efectivamente sobre el alivio de calambres dolorosos asociados a los períodos menstruales. Se cree, que gran parte de este efecto se debe a la presencia de apigenina.
Se ha determinado, que este compuesto posee la capacidad de reducir el efecto de ciertos neurotransmisores como la serotonina y dopamina. Ello permite disminuir la excitación mental, depresión y calmar la mente.
La manzanilla también posee efectos antiinflamatorios y analgésicos. Se sabe, que puede reducir la respuesta inflamatoria asociada al síndrome premenstrual. Incluso, puede ayudar a aliviar los periodos dolorosos y de abundante flujo.
De acuerdo a los especialistas, es preferible evitar la ingesta de manzanilla durante el embarazo.
Esta planta considerada una especia tradicional en países asiáticos, hoy en día es empleada a nivel mundial sobre determinadas dolencias. De acuerdo a los estudios se sabe, que el rizoma de esta planta contiene más de 60 compuestos bioactivos. Dentro de ellos destacan los compuestos volátiles como hidrocarburos monoterpenoides y sesquiterpenos.
A su vez, los compuestos no volátiles están representados por gingeroles, shogaoles, paradoles y zingerona. Los resultados de acuerdo a un estudio publicado el 2018 en Journal of the Chinese Medical Association, resaltaron la importancia del jengibre como antioxidante, analgésico y antiinflamatorio.
Así, se demostró se efecto positivo sobre el funcionamiento celular y homeostasis de los ovarios y endometrio. Incluso demostró efectos antiangiogénicos, pudiendo actuar como un factor de prevención para el padecimiento de cáncer de ovario.
El jengibre puede incrementar el riesgo de hemorragias. Por ello, no es conveniente emplearlo en pacientes con afecciones cardíacas. Se sugiere además, dejar de tomarlo unas dos semanas antes de cualquier cirugía programada a fin de evitar procesos de hemorragia.
Este antiquísimo remedio natural, se extrae del escaramujo de la flor de la rosa. Esto hace referencia al receptáculo maduro y seco, donde se encuentran las semillas. De acuerdo a los estudios se sabe, que posee elevadas cantidades de vitamina C.
Asimismo, posee diversos compuestos polifenólicos, entre ellos los flavanoles (quercetina, hesperidina, rutina y kaempferol).
Contiene además flavonas (tilirósido), pectinas, azúcares (glucosa, fructosa, sacarosa), taninos, proantocianidinas, leucoantocianinas y catequinas. Además de ello, presenta cantidades importantes de caroteno, luteína, licopeno, ácido málico y ácido cítrico.
El cáliz de la flor contiene igualmente cantidades significativas de vitaminas A, B, C, E y minerales como potasio y fósforo.
La infusión de escaramujo se ha utilizado ancestralmente en el alivio del dolor menstrual. También, la infusión de rosa mosqueta posee propiedades mucilaginosas, que protegen y alivias las membranas mucosas.
No debe emplearse en mujeres embarazadas o en fase de lactancia. Tampoco debe emplearse en niños menores de diez años.
Esta planta se denomina también menta verde y su nombre botánico es Mentha spicata. De acuerdo a las investigaciones, es originaria de Europa y Asia, encontrándose actualmente en todos los continentes. La hierbabuena presenta una serie de compuestos polifenólicos, especialmente el ácido rosmarínico, luteolina, hesperidina y eriocitrina.
Posee además, limoneno, dihidrocarvona, cineol y cierto contenido de mentol.
De acuerdo a ensayos realizados en humanos, la infusión de hierbabuena mostró efectos positivos sobre los niveles de andrógenos femeninos. Asimismo, presentó impactos positivos sobre el hirsutismo en mujeres y también sobre el síndrome de ovarios poliquísticos. De acuerdo a ciertos estudios, esta planta puede mejorar el sueño y reducir la ansiedad.
Dosis elevadas de hierbabuena pueden dañar el útero. Evite consumir grandes cantidades de menta verde durante el embarazo o en etapa de lactancia. No administrar en personas con trastornos renales.
Esta conocida planta originaria de Asia, Oriente Medio y el sur de Europa posee siglos de empleo como saborizante y medicina. Según los especialistas, posee la capacidad de producir efectos antiinflamatorios y mejorar los procesos digestivos.
Asimismo, se ha empleado ampliamente en el control de problemas vinculados con la menstruación y menopausia.
Se debe resaltar, que estudios recientes han permitido determinar que un compuesto presente en esta planta denominado liquiritigenina posee potentes propiedades estrogénicas sin exponer al cuerpo a la incidencia de tumores de mama.
Según los expertos, este compuesto podría resultar potencialmente en una alternativa más segura que las terapias hormonales actuales con estradiol. Cabe destacar, que la raíz de regaliz ha sido empleada ampliamente para el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico.
No administrar durante el embarazo, en mujeres amamantando ni en niños menores de doce años o que pesen menos de 50 libras.
El hinojo, cuyo nombre botánico es Foeniculum vulgare ha sido empleado tradicionalmente como alimento y medicina. Sus usos principales han sido como tratamiento para incrementar la producción de leche materna y corregir los procesos digestivos.
Asimismo, posee propiedades estrogénicas y favorece el control de la dismenorrea. De acuerdo a diversos estudios clínicos se ha corroborado su efecto sobre diversos síntomas posmenopáusicos.
De acuerdo a un estudio publicado el 2018 en Journal of Menopausal Medicine, el hinojo posee diversos efectos positivos. Entre ellos destacan, el alivio de diversos síntomas vasomotores, sequedad y picor vaginal, dispareunia, calidad del sueño, función y satisfacción sexual.
No se recomienda, que las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia empleen esta infusión. Tampoco debe ser consumida por las personas que poseen ciertos tipos de cáncer sensibles a los estrógenos. Evitar su empleo en niños menores de dieciséis años.
Las raíces de esta planta, cuyo nombre botánico es Withania somnifera, posee propiedades adaptógenas, antiinflamatorias, neuroprotectoras e inmunoestimuladoras. Se sabe además, que presenta efectos sobre la potenciación de la memoria, inducción del sueño y disminución de la ansiedad.
Un estudio reciente publicado en The Journal of Obstetrics and Gynaecology Research, realizó ciertos hallazgos importantes. Mediante este estudio, se evaluó la eficacia y la tolerabilidad de un extracto de raíz de Ashwagandha sobre los síntomas climatéricos, calidad de vida y parámetros hormonales en mujeres perimenopáusicas.
Según los resultados, la ashwagandha posee potencialidad para convertirse en una opción segura y eficaz, especialmente en el alivio de los síntomas climatéricos leves a moderados durante la perimenopausia.
No debe administrarse durante el embarazo y el periodo de lactancia. No se recomienda su empleo en niños menores de doces años ni en personas que padecen hipertiroidismo. Tampoco debe administrarse en pacientes con tratamiento por procesos de ansiedad o depresión.
Esta distinguida planta, cuyo nombre botanico es Hypericum perforatum, ha sido bien reconocida por sus efectos antidepresivos. De acuerdo a los estudios contiene diversos compuestos bioactivos. Entre ellos destacan: cloroglucinol, naftodiantronas, proantocianidinas, xantonas, flavonoles y bioflavonoides.
De acuerdo a un estudio publicado el 2019 en Complementary Therapies in Medicine, se obtuvieron resultados muy prometedores. En este estudio participaron ochenta mujeres iraníes en edades comprendidas entre 45 a 60 años. El estudio se realizó a lo largo de ocho semanas.
Al finalizar el estudio, las mujeres que recibieron el tratamiento obtuvieron una disminución significativa de los sofocos y el 80% de ellas disminuyó sus niveles de depresión.
No debe emplearse en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Tampoco puede emplearse en niños menores de doce años. No debe emplearse en quienes tienen tratamiento por tumores, VIH o estén tomando píldoras anticonceptivas.
Existen una serie de dolencias que son recurrentes en las mujeres. A saber dismenorrea, inflamación pélvica aguda, dispareunia, hipogalactia, leucorrea, menopausia, quistes ováricos, vaginitis, cefaleas y procesos depresivos.
Existen infinidad de fármacos, que se emplean a menudo para contrarrestar estos efectos negativos. Sin embargo, los efectos secundarios son reportados constantemente.
Esto ha llevado a los investigadores a intensificar la búsqueda de alternativas naturales para abordar muchas de estas anomalías propias de la fisiología femenina. Dentro de las que se han considerado relevantes destacan: hierba de San Juan, Ashwagandha, hinojo, regaliz, hierbabuena y caléndula.
Se consideraron también la manzanilla, rosa mosqueta, Dong quai y jengibre.
Para Mildred la información recibida, la cual comparto con vosotros en el post, fue considerada un excelente apoyo. Ella realmente se emocionó al conocer, que existen plantas de uso común que pueden mejorar la calidad de vida.
Ella me comentaba muy contenta, que logró romper la dependencia de ciertos fármacos que estuvo empleando durante mucho tiempo. Considero que este tipo de cambios positivos, son uno de los mejores premios intangibles que puedan percibir los científicos.
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