Hace algunas semanas en un jardín botánico de la ciudad me conseguí a Carmen, una señora de 70 años a quien conozco desde hace unos 5 años. Me preocupó un poco verla, se nota que su cuerpo no responde de la misma manera y que le cuesta efectuar sus actividades. De hecho, tiene un temblor que la inhabilita.
Me estuvo comentando que le diagnosticaron mal de Parkinson y que eso la ha afectado mucho a nivel emocional, porque cree que ha perdido todo. Sin embargo, sus hijos han estado incondicionalmente para ella y han estado buscando alternativas naturales para controlar su patología y que pueda llevar nuevamente una vida normal.
Yo le dije que tenía algunos datos y alimentos que la podían ayudar con su condición. Sus hijos motivados, me pidieron que se los hiciera llegar vía email para ellos ayudarla a seguir esos consejos al pie de la letra.
Según la enciclopedia médica, Medline Plus, es una patología en la que la motricidad de la persona se ve comprometida debido a que sus neuronas no son capaces de generar la dopamina. Un neurotransmisor que le envía señales al cuerpo para que ejecute los movimientos.
Al haber una carencia, empiezan a aparecer temblores (brazos, piernas, mandíbula y cara), puede presentarse rigidez, lentitud, dificultad para mantener el equilibrio o controlar los movimientos corporales.
Usualmente se presenta a partir de los 60 años de edad. Aunque hay casos en los que puede aparecer antes. Se trata con fármacos, estimulación cerebral profunda y en casos más graves con cirugía.
Aunque el mal de Parkinson es una enfermedad difícil de diagnosticar, existen una serie de características que van apareciendo progresivamente antes de su detección.
No obstante, lo mejor siempre será consultar con un neurólogo que le haga una evaluación completa para determinar si en efecto posee esta patología.
Es uno de los primeros síntomas de la enfermedad. Va apareciendo progresivamente y te impide percibir bien los olores. Aunque debes tomar en cuenta que los cuadros virales o la nariz congestionada puede ocasionar estas molestias.
Es la pérdida del balance natural del cuerpo. Se puede presentar cuando estas durmiendo o en la posición de tu preferencia.
Tu cuerpo empieza a presentar rigidez y no te puedes mover de la misma forma que lo hacías antes.
Si bien es una condición que se puede presentar por otras patologías, también es un signo temprano del Parkinson. Va acompañado de una dificultad para poder hacer sus deposiciones.
Se presenta de forma repentina en tus brazos, piernas y manos. Además va acompañado de contracciones en las extremidades.
Ocurre cuando el tamaño de tu escritura no presenta el mismo tamaño y sufre un cambio abrupto. De igual modo, varia la calidad del trazado debido a que es tembloroso e inconsistente.
Estos se dan de manera recurrente y pueden estar relacionados con el Parkinson. Se presentan por una baja en la presión arterial del paciente.
Sucede cuando tus rasgos faciales no tienen ningún tipo de expresión ante una determinada situación o emoción. En algunos casos está asociado a otras patologías o cambios bruscos de humor, pero también puede ser una señal de alerta de esta enfermedad.
Recientemente un grupo de investigadores comprobó que los pimientos tienen la capacidad de contrarrestar y prevenir las enfermedades crónicas o neurodegenerativas. Esto se debe a su alto contenido de antioxidantes y vitaminas.
De acuerdo a lo que arroja una investigación, las personas que consumieron este fruto al menos dos veces por semana tenían un 30% menos de riesgo de contraer la enfermedad en comparación a aquellas que lo incorporaron menos veces en su dieta alimentaria.
Se cree que los pimientos rojos son los más efectivos porque protegen a las células del estrés degenerativo. Aunque también sirven para fomentar la absorción del hierro, reducir las inflamaciones cerebrales, combatir los déficits de memoria o eliminar el colesterol malo.
Este hallazgo lo obtuvieron unos investigadores de la Universidad de Washington analizando a un grupo de 490 personas con Parkinson y contrastándolo con un lote de 644 individuos que no poseían la enfermedad.
Para hacer ese análisis le efectuaron una encuesta a cada uno de los participantes sobre el tipo de hábitos alimentarios que habían tenido a lo largo de su vida y si poseían algún vicio como el tabaco.
Esto arrojo que el consumo de verduras no tiene mayor incidencia en alguien que puede contraer Parkinson, pero que aquellas que ingerían alimentos como el pimiento(de la familia Solanaceae) vieron disminuido los riesgos y los síntomas.
Según el análisis, los pimientos se convirtieron en el fruto de esa categoría que mayores beneficios le aportaba al organismo. Principalmente porque es rico en nicotina, una sustancia que sirve inhibir los efectos neurodegenerativos.
De acuerdo a lo que explica la científica, Searles Nielsen, “la aparente protección se produjo principalmente en hombres y mujeres con poco o ningún uso previo del tabaco” y no en aquellos que tenían como vicio el cigarrillo.
Los investigaciones de la Universidad de Washington plantean que el consumo de nicotina puede contribuir a aliviar o prevenir los síntomas del mal de Parkinson, porque protege las células y los nervios.
En el caso de los pimientos cumplen esa función. Son unos frutos naturales ricos en vitamina C, betacaroteno, vitamina B2, E y nicotina. De hecho, esta comprobado científicamente que aquellas personas que consumen este alimento han sido menos vulnerables al Parkinson.
Según Searles Nielsen, “si bien es intrigante pensar que comer pimientos puede proteger contra la enfermedad de Parkinson, tenemos que considerar que hay otras explicaciones”.
Es importante mencionar, que no debes abusar de este fruto porque puede ocasionar irritación en el sistema digestivo.
Los pimientos no son los únicos alimentos que están dotados de nicotina natural. Según la investigación hecha por la Universidad de Washington, también se encuentra presente en:
Como he comentado a lo largo del artículo, esta enfermedad se presenta por un daño a nivel de las células del sistema nervioso central. Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para que se manifieste en nuestras vidas.
Según el neurólogo, Webster Ross, uno de los principales paliativos es tener una dieta rica en antioxidantes porque evita que se degeneren las estructuras intracelulares. Para eso puedes consumir algunos de estos alimentos:
Si bien el mal de Parkinson no tiene cura, se puede controlar con tratamientos farmacológicos y naturales. A la señora Carmen, le resultó muy bien cambiar sus hábitos alimenticios e incorporar los pimientos rojos dentro de sus recetas.
Ya los temblores y la rigidez no son tan fuertes. Ha podido retomar varias de sus actividades favoritas, como por ejemplo: ir a conversar con sus amigas, tejer o leer. Incluso sus hijos la auparon a asumir el reto #YoPuedo para seguir mejorando su condición de salud.
Luego de tomarlo ella misma, se pudo dar cuenta que los resultados han sido maravillosos y que los tratamientos naturales son una buena alternativa para gozar de una excelente salud.
Así que los invito a ser partícipes también de este cambio. Recuerden que “un exterior saludable comienza desde el interior” Robert Urich.
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