La parosmia es un trastorno que afecta a algunas personas que han perdido el sentido del olfato. Esto ocasiona, que los olores familiares se vuelvan desagradables y distorsionados, a veces hasta el punto de ser irreconocibles.
Es importante conocer acerca de esta condición y cómo tratarla empleando ciertos tratamientos naturales.
De este tema, que afecta a un porcentaje importante de la población, les voy a hablar a solicitud de Bridgette. Ella es una madre de familia y abuela de Arkansas, a quien le encanta recibir familiares y amigos en casa.
Bridgette me comentaba, que hace unos seis meses su esposo sufrió un resfriado muy fuerte. A raíz de esta enfermedad, él llegó incluso a perder por completo el olfato. Su médico tratante, le informó que esta recuperación, le llevaría algunos meses.
No obstante, a pesar de que había recobrado el olfato, este no le estaba funcionando adecuadamente. Bridgette me comentó, que a raíz de ello muchos alimentos que desde siempre habían sido sus favoritos como el huevo, la carne y café ahora los rechazaba.
Ella me dijo, que su esposo sentía un olor muy desagradable al entrar en contacto con ellos. Por eso, Bridgette decidió comunicarse conmigo, a fin de ayudar a su esposo. Él, a raíz de este problema olfativo estaba deprimido, retraído, había rebajado excesivamente y socializaba muy poco.
Ella básicamente quería que le aclarara si esto que le sucedía a su esposo era algo normal y si existían algunas estrategias naturales para su control. A fin de honrar su solicitud, le envié información acerca de los síntomas, causas y formas alternativas para tratar este trastorno.
Al caer en cuenta que existe un porcentaje significativo de la población que enfrenta esta situación, consideré importante compartir esta información en mi página.
Generalidades acerca de la parosmia
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La parosmia es una afección que distorsiona el sentido del olfato, haciendo que algunos olores parezcan desagradables o incorrectos.
La parosmia suele producirse por daños en el neuroepitelio y los bulbos olfativos, que son los responsables de detectar y procesar los olores. Estas neuronas recubren la nariz y le indican al cerebro cómo interpretar la información química que compone un olor.
Los daños en estas neuronas alteran el modo en que los olores llegan al cerebro. Ello ocasiona, que los olores familiares se vuelvan desagradables y distorsionados, a veces hasta el punto de ser irreconocibles.
Por lo general, suele aparecer en las primeras fases de recuperación de la anosmia, unos dos o tres meses después de perder el sentido del olfato. Este trastorno ocasiona, que actividades cotidianas como comer, lavarse los dientes, ducharse y socializar resulten muy difíciles y desagradables.
Quienes padecen de parosmia tienden a sentirse ansiosas, deprimidas y aisladas. De hecho, pueden tener problemas con su alimentación y su peso porque muchos alimentos les huelen mal.
De acuerdo a los estudios, existen ciertos alimentos que tienden a desencadenar la parosmia en comparación con otros. Dentro de ellos destacan, el café, chocolate, carne, cebolla, ajo, huevo y menta. Según los expertos, ello se debe a la presencia de compuestos aromáticos con umbrales de olor muy bajos.
Ello implica, que pueden olerse incluso en concentraciones muy bajas. Según algunos investigadores, estos compuestos podrían ser detectados por las neuronas olfativas recién regeneradas.
Ello podría ocasionar una percepción distorsionada de estos alimentos, debido a que dichas neuronas aún no están completamente maduras e integradas con el resto del sistema olfativo.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la parosmia?
Algunas de las posibles causas de la parosmia son:
Sinusitis aguda
La sinusitis aguda es una afección que hace que los espacios del interior de la nariz, conocidos como senos paranasales, se inflamen e hinchen. Esto dificulta su drenaje, ocasionando que la mucosidad se acumule, lo cual dificulta la respiración nasal.
Se cree que, la sinusitis aguda produce parosmia debido al desequilibrio que se ocasiona sobre los nervios olfativos. Ello acarrea una distorsión y disminución de su sensibilidad. Además, la infección que causa la sinusitis aguda, afecta los nervios olfativos, dañándolos o alterando su señalización.
El tratamiento de la parosmia depende de la causa subyacente. Si se debe a una sinusitis aguda, los antibióticos o descongestionantes pueden ayudar. Su empleo permitiría reducir la inflamación y mucosidad de los senos paranasales, permitiendo que los nervios olfativos se recuperen.
Traumatismos craneales
Un posible mecanismo por el que los traumatismos craneoencefálicos causan parosmia, es el cizallamiento de las fibras nerviosas olfatorias en la placa cribiforme.
Esto es una estructura ósea que separa la cavidad nasal del cerebro. Dicho evento, podría ocasionar una pérdida de conexión entre las neuronas olfativas y los bulbos olfatorios. Lo cual provocaría una alteración de la percepción del olfato.
Otro posible mecanismo es la lesión directa de los bulbos olfativos. Ello también puede incluir, las regiones cerebrales implicadas en el procesamiento olfativo, como el córtex orbitofrontal o la amígdala.
Esto podría alterar la forma en que el cerebro interpreta las señales químicas de la nariz. Por ello, es posible que algunos olores parezcan distorsionados o desagradables.
La parosmia también puede ser signo de una afección subyacente que requiera atención médica, como un tumor cerebral o un trastorno neurodegenerativo.
Infecciones virales
Las infecciones víricas, como el COVID-19, gripe o el resfriado común, pueden causar inflamación e hinchazón de la mucosa nasal. Dicho efecto, podría alterar la función de las células receptoras olfativas.
Estas células son responsables de detectar los olores y enviar señales a los bulbos olfativos del cerebro. Si estas células resultan dañadas o destruidas por el virus, pueden regenerarse de forma anormal y formar conexiones defectuosas con los bulbos olfativos.
Esto puede provocar un desajuste entre el estímulo oloroso y la percepción del olor. El daño que ocasionan las infecciones virales, altera la forma en que el cerebro interpreta las señales del sistema olfativo. Ello da lugar a olores distorsionados o desagradables.
Para ayudar en la prevención de infecciones virales, es fundamental mantener un sistema inmunológico fuerte. La vitamina C juega un papel clave en esta función. Mi fórmula especial VITAMIN C POWDER contiene una alta dosis de vitamina C y bioflavonoides cítricos, así como propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a fortalecer las defensas del cuerpo. Esto es especialmente importante para prevenir infecciones virales.
Pólipos nasales
Los pólipos nasales son crecimientos benignos que se desarrollan en el revestimiento de la nariz y los senos paranasales. Se asocian a la inflamación crónica de estas zonas, que puede estar causada por diversos factores. A saber, alergias, infecciones o trastornos inmunitarios.
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Los pólipos nasales pueden bloquear el flujo de aire y reducir la capacidad olfativa, ocasionando parosmia.
Según un artículo de revisión de la Academia Americana de Médicos de Familia, los pólipos nasales son una de las causas más comunes de disfunción olfativa. Allí también se inscriben las infecciones de las vías respiratorias superiores y rinitis alérgica.
El tratamiento de los pólipos nasales depende de su tamaño, localización y síntomas. Algunas opciones son los aerosoles nasales de corticosteroides, corticosteroides orales, antihistamínicos, antibióticos o cirugía. El tratamiento de la parosmia es más difícil, ya que no tiene cura específica.
Xerostomía
La saliva juega un papel importante en el sentido del olfato, ya que ayuda a transportar las moléculas odoríferas desde la boca hasta la nariz y a mantener húmeda la mucosa nasal. La falta de saliva puede dificultar este proceso y alterar la percepción de los olores.
Asimismo, la xerostomía puede provocar cambios en el pH y en la flora bacteriana de la boca, lo que puede generar mal aliento y afectar el sentido del gusto.
La xerostomía es un trastorno que se caracteriza por la disminución o ausencia de saliva en la boca. Ello ocasiona sequedad, ardor, dificultad para hablar, comer y alteraciones del gusto.
La xerostomía puede tener diversas causas, entre las que se encuentran:
- Empleo de ciertos medicamentos que afectan la producción o el flujo de saliva.
- Envejecimiento debido a su asociación con una menor secreción salival.
- Radioterapia, por el daño de las glándulas salivales o alteración de la composición de la saliva.
- Enfermedades autoinmunes: algunas de ellas, como el síndrome de Sjögren, produce inflamación y destrucción de las glándulas salivales y lacrimales.
- Problemas en las propias glándulas salivales: ello incluye, infecciones, obstrucciones por cálculos u otras causas que pueden disminuir la producción o el drenaje de la saliva.
- Trastornos del sistema nervioso: ellos afectan los nervios que controlan la producción de saliva. Dentro de estas patologías destacan, la enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple y neuropatía diabética.
- Otros factores: el tabaquismo, el alcoholismo, la deshidratación, el estrés y la ansiedad, también pueden contribuir a la xerostomía.
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Crisis del lóbulo temporal
Las convulsiones del lóbulo temporal son uno de los posibles trastornos neurológicos que pueden causar parosmia, así como fantosmia. Ésta última, se trata de una alucinación olfativa percibida cuando no hay odorantes presentes.
Las crisis del lóbulo temporal se originan en los lóbulos temporales del cerebro, que procesan las emociones. Ellas se consideran importantes, para la memoria a corto plazo.
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Algunos síntomas de las crisis del lóbulo temporal pueden estar relacionados con estas funciones, como experimentar sentimientos o emociones inusuales. Se incluyen también sensaciones de deja vu o jamais vu. Las crisis del lóbulo temporal pueden afectar a la percepción del olfato, gusto, sonido y visión.
El mecanismo exacto por el que las convulsiones del lóbulo temporal causan parosmia no se conoce del todo, pero puede implicar una actividad eléctrica anormal en el córtex olfativo, situado en el lóbulo temporal y responsable del procesamiento de la información olfativa.
Empleo de fármacos y radioterapia
Algunos fármacos también pueden causar parosmia como efecto secundario, ya sea por afectar directamente al sistema olfativo o por alterar la percepción de los olores en el cerebro. Este efecto es ocasionado por la radioterapia. Algunos ejemplos de fármacos que se han asociado con la parosmia son:
- Tratamientos para combatir el cáncer (principalmente la quimioterapia ).
- Antibióticos.
- Antidepresivos.
- Antihistamínicos.
- Relajantes musculares.
- Descongestionantes.
- Analgésicos.
Opciones de tratamiento de la Parosmia
El tratamiento de este trastorno depende de la causa subyacente y de la gravedad de los síntomas. Algunos tratamientos posibles son:
Medicamentos
Algunos fármacos pueden ayudar a reducir la inflamación o la infección en la cavidad nasal o el cerebro. Entre ellos destacan, los esteroides, antibióticos y antivirales. Otros fármacos, también pueden ayudar a modular la actividad del sistema olfativo o mejorar el estado de ánimo.
Dentro de ellos destacan, los antidepresivos, anticonvulsivos, vitamina A, ácido alfa lipoico y suplementos de zinc. El ZINC PICOLINATE, es la fórmula que se absorbe y emplea más eficazmente por nuestro organismo.
Cirugía
Ocasionalmente, hay que realizar cirugías para extirpar tumores cerebrales, pólipos nasales o reparar fracturas craneales que estén causando parosmia.
Este tipo de intervenciones quirúrgicas, también pueden implicar la implantación de electrodos en el cerebro. Dicho procedimiento puede estimular las regiones olfativas y restaurar la percepción normal del olfato.
Entrenamiento olfativo
Esta terapia conductual, consiste en exponerse a diferentes olores de forma regular, con el objetivo de reentrenar al cerebro. Este procedimiento ha sido bastante estudiado y permite que el cerebro vaya reconociendo y procesando correctamente los estímulos olfativos.
Según los especialistas, el entrenamiento olfativo puede ayudar a mejorar los síntomas de la parosmia. A lo largo del tiempo, esto permite potenciar la neuroplasticidad y la regeneración neuronal. Por lo general se emplean olores estandarizados de diversos aceites esenciales.
Estrategias de afrontamiento
Esta metodología permite una adaptación a la parosmia, logrando minimizar su impacto en la vida diaria. Algunos ejemplos de este tipo de tratamiento son los siguientes:
- Evitar los desencadenantes (como los olores fuertes o desagradables).
- Emplear señales sensoriales alternativas (como el sabor, la textura o la apariencia) para disfrutar de la comida.
- Utilizar aromas agradables (como los aceites esenciales) para enmascarar los malos olores y buscar el apoyo de familiares, amigos o profesionales.
Alternativas botánicas
Aceite de ricino
El aceite de ricino contiene ácido ricinoleico. Este compuesto bioactivo posee potentes efectos antiinflamatorios y antimicrobianos. El ácido ricinoleico puede ayudar a combatir bacterias, virus y hongos que pueden causar congestión e irritación nasal.
También puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación de los nervios y bulbos olfativos. Ello favorece la transmisión de las señales olfativas al cerebro.
Los expertos en medicina Ayurvédica recomiendan colocar una gota de aceite ricino tibio en cada fosa nasal. Debe realizarse dos veces al día durante seis semanas para obtener resultados favorables. También suele emplearse un bastoncito de algodón.
Es importante señalar, que esta terapia no debe ser empleada por mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Tampoco debe administrarse en niños o personas con obstrucción intestinal o trastornos hemorrágicos.
Limón
El limón es un cítrico de sabor y olor fuertemente ácidos. Algunas personas con parosmia, han descubierto que el limón les ayuda a hacer frente a olores y sabores desagradables.
Según algunos expertos, el limón puede funcionar como neutralizador natural de olores que enmascara o reduce la percepción de los malos olores.
El limón también puede estimular la regeneración de las neuronas olfativas activando el nervio trigémino, responsable de las sensaciones faciales. Sin embargo, el mecanismo exacto por el que el limón combate la parosmia no se conoce del todo y se necesitan más investigaciones para confirmar su eficacia.
Puedes emplearlo, añadiendo una cucharadita de zumo de limón y miel al gusto un vaso de agua filtrada. Debemos señalar, que la miel refuerza esta bebida al aportar sus propiedades antisépticas.
Jengibre
El jengibre es una especia que se utiliza desde hace siglos por sus propiedades medicinales.
De acuerdo a los expertos, algunas personas con parosmia han encontrado alivio bebiendo té de jengibre. Se cree que los principios bioactivos (gingerol y shogaol) del jengibre pueden ayudar a combatir la parosmia. Ello se logra estimulando los receptores olfativos y reduciendo la inflamación de las fosas nasales.
Algunos especialistas en Ayurveda, recomiendan incluso tomar un trozo de jengibre pelado y masticarlo lentamente. Se sugiere que se mastique a intervalos regulares. Esto debe realizarse a diario hasta obtener los resultados esperados.
Menta
Una posible forma de hacer frente a la parosmia es utilizar menta, que tiene un olor fuerte y refrescante. La menta puede ayudar a estimular los receptores olfativos y enmascarar los olores desagradables causados por la parosmia.
No existen suficientes pruebas científicas que respalden la eficacia de la menta para la parosmia. Esto aún es objeto de mayor investigación.
No obstante, en la medicina Ayurvédica suele emplearse una decocción de menta para tratar la parosmia. El principal compuesto activo de la menta es el mentol, con propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.
Solo debes hervir una taza de agua filtrada con diez hojas de menta orgánica. Cuando se enfríe, cuela y bebe con un poco de miel o puedes emplear Liquid Stevia.
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Concluyendo
La parosmia es una afección que distorsiona el sentido del olfato. Las personas con parosmia pueden experimentar una pérdida de intensidad olfativa, lo que significa que no pueden detectar toda la gama de olores que les rodean.
A veces, la parosmia hace que las cosas que se encuentran cotidianamente, ofrezcan un olor fuerte y desagradable.
La parosmia puede producirse tras un daño en las neuronas olfativas. Dichas células, son las que detectan y transmiten la información olfativa al cerebro.
Algunas de las causas del daño de las neuronas olfativas son: sinusitis aguda, traumatismos craneales, infecciones virales, pólipos nasales, xerostomía, crisis del lóbulo temporal y empleo de fármacos.
La parosmia suele ser temporal, pero en algunos casos es permanente. No existe un tratamiento específico para la parosmia.
Aunque existen algunas opciones que pueden ayudar: vitaminas y minerales, entrenamiento olfativo, cuidados de apoyo (evitar los olores desagradables, utilizar enjuagues nasales y evitar alimentos que exacerben la parosmia.
Para Bridgette la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran utilidad. Ella me comentó, que afortunadamente su esposo decidió emplear algunas de las estrategias naturales y poco a poco fue rescatando su sentido del olfato.
De hecho, le ayudó mucho el empleo de miel y limón, además del entrenamiento olfativo.
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