Neurogenética: Descubriendo Cómo el ADN Influye en Tu Mente

La ciencia cada día logra hazañas impensables. Recientemente, se han obtenido avances muy significativos en la comprensión de cómo influye nuestro ADN en la función cerebral.

Dichos avances se han realizado principalmente en el contexto de la salud mental y neurobiología. De allí la importancia de conocer cómo el ADN influye en nuestra mente.

De este tema desconocido por muchas personas, les voy a hablar a solicitud de Alice, una seguidora de California. Ella es una madre de familia de mediana edad, actualmente dedicada al cuidado de su suegra.

Alice me comentó, que a pesar de que existe una persona contratada para atender el baño, comida y ropa, ella decidió apoyarla.

Esta decisión no fue nada fácil, pero ella y su esposo decidieron acogerla en su casa a raíz del Alzheimer. Alice me comentaba que mantiene un contacto estricto con el médico tratante de su suegra.

De hecho, éste les sugirió que ella debía permanecer cerca de la familia más cercana. Y para Alice, constituyó un cambio drástico de vida, sin embargo, lo realizaba con mucho amor.

Y precisamente esta enfermedad despertó la curiosidad en Alice, por lo que decidió contactarme. Ella quería principalmente, que le aclarase sobre la influencia de la genética en el desempeño mental. Incluso, quería saber si esta enfermedad se heredaba.

Yo le manifesté que actualmente se están logrando obtener mapas de los genes que controlan la función cerebral. Y aunque en el sentido estricto el Alzheimer no es hereditario, podrían existir ciertas interacciones genéticas que predispongan su aparición.

De hecho, para honrar su solicitud le envié información reciente acerca de cómo el ADN puede influir en nuestra mente. 

Dado el desconocimiento sobre la neurogenética, consideré importante compartir este artículo en mi página.

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Generalidades acerca de la neurogenética

Vale destacar, que no es sino hasta este año (2024) que se logran hallazgos trascendentales sobre la regulación genética cerebral.

Podríamos decir, que el término neurogenética, surge como una ciencia que integra dos grandes ciencias y prácticas clínicas. Ellas son la neurología y la genética. Este campo emergente, estudia la correlación entre el código genético y el desarrollo y la función del sistema nervioso.

Debemos señalar, que una de las áreas de investigación más apasionantes es la cartografía de las redes de genes cerebrales. De hecho, el 2024 se logró trazar un mapa de las complejas redes de genes que controlan la función cerebral.

Estos mapas elaborados mediante estudios detallados muestran cómo se activan o desactivan los genes en diversas regiones del cerebro. Gracias a este avance, se podría explicar la base genética de trastornos mentales como la esquizofrenia y la depresión.

Ya el 2023 se habían logrado crear mapas celulares cerebrales. Ellos detallaron con precisión el cerebro humano y el de los cerebros de primates no humanos. Estos mapas revelaron cómo determinados genes regulan las células y los circuitos cerebrales.

Gracias a ello, podemos profundizar sobre las diferencias entre los cerebros humanos y los de los primates.

Debemos señalar, que los investigadores están especialmente interesados en determinar cómo cambia la expresión génica en los distintos tipos de células cerebrales. Este conocimiento, podría aportar pistas sobre ciertos trastornos comunes como el Alzheimer y el Parkinson.

Esta investigación es financiada por la Iniciativa de Investigación Cerebral de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). Gracias a estos hallazgos, podrían desarrollarse terapias de precisión para los trastornos mentales y neurológicos.

¿Cómo funciona el ADN en nuestro cerebro?

Aquí os muestro algunos puntos clave sobre cómo el ADN influye en la mente:

Genes y desarrollo cerebral

Los genes controlan el desarrollo del cerebro desde la etapa embrionaria. Durante el crecimiento, los genes dirigen la formación de estructuras como las neuronas, las sinapsis (conexiones neuronales) y las redes que permiten la comunicación dentro del cerebro.

Factores genéticos influyen en aspectos cruciales como el tamaño y forma del cerebro, lo que a su vez puede afectar nuestras habilidades cognitivas.

Genética y neurotransmisores

Muchos genes están involucrados en la producción, regulación y recaptación de neurotransmisores. Dichas sustancias químicas, son responsables de la comunicación entre neuronas.

Por ejemplo, los niveles de serotonina, dopamina y norepinefrina, que afectan el estado de ánimo, la motivación y el comportamiento, tienen una fuerte base genética.

Algunas personas pueden tener variantes genéticas que alteran el equilibrio de estos neurotransmisores, influyendo en su disposición emocional o susceptibilidad a trastornos como la depresión o ansiedad.

Una forma inteligente de lograr una adecuada producción de los mismos, es empleando ciertas estrategias para reducir el estrés. Por ello, os recomiendo STRESS RELIEF.

Epigenética: influencia del ambiente sobre los genes

La epigenética estudia cómo el ambiente (como el estrés, la dieta, las experiencias tempranas y el ejercicio) puede activar o desactivar ciertos genes sin alterar la secuencia genética en sí.

Esto significa que nuestras experiencias de vida pueden modificar la expresión genética, lo que a su vez puede influir en nuestras emociones, habilidades cognitivas y hasta en nuestra salud mental.

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Genética y predisposición a trastornos mentales

Diversos estudios han identificado variaciones genéticas, que pueden aumentar la predisposición a ciertos trastornos mentales. Entre ellos podemos señalar la esquizofrenia, trastorno bipolar y autismo.

No obstante, la genética por sí sola no es determinante, ya que los factores ambientales también juegan un papel crucial. Por ejemplo, dos personas con la misma predisposición genética pueden desarrollar distintos patrones mentales según su entorno y sus experiencias.

Herencia de rasgos psicológicos

Ciertos rasgos psicológicos y comportamentales como la inteligencia, extroversión o la sensibilidad emocional, tienen una base genética.

Los estudios con gemelos sugieren que alrededor del 40 al 60% de las diferencias individuales en inteligencia pueden ser atribuidas a la genética. Sin embargo, los genes solo marcan una tendencia, no determinan de manera absoluta cómo se expresarán esos rasgos.

Plasticidad cerebral y su interacción con los genes

El cerebro tiene una notable capacidad para cambiar y adaptarse a lo largo de la vida. Este proceso es denominado neuroplasticidad.

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Aunque los genes establecen una base estructural, nuestras experiencias, aprendizajes y hábitos pueden moldear la estructura y el funcionamiento cerebral. Ello sugiere, una interacción constante entre la genética y el entorno.

Factores genéticos en el comportamiento

Muchos comportamientos tienen una base genética. Por ejemplo, la impulsividad o la capacidad de autocontrol pueden estar influenciadas por ciertas variantes genéticas.

Las mismas podrían afectar la función de la corteza prefrontal, que es la parte del cerebro encargada de la planificación y el comportamiento controlado.

Efectos del ADN sobre el envejecimiento cerebral

A medida que envejecemos, tanto los genes como factores epigenéticos influyen en la forma en que el cerebro se adapta y se deteriora con el tiempo. Dentro de los mecanismos más relevantes destacan:

  • Acortamiento de los telómeros: los telómeros son secuencias repetitivas de ADN en los extremos de los cromosomas que protegen la información genética durante la división celular. Al envejecer, los telómeros se acortan progresivamente, favoreciendo un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia.
  • Expresión genética alterada: a medida que envejecemos, algunos genes relacionados con la plasticidad neuronal, disminuyen su expresión. Esto puede llevar a una reducción de la capacidad de aprendizaje, envejecimiento cerebral, memoria y procesamiento cognitivo.
  • Epigenética y envejecimiento cerebral: la epigenética, se refiere a los cambios en la expresión génica sin alterar la secuencia del ADN. Ello es fundamental en el envejecimiento. Por ello, ciertos factores ambientales como la dieta, el estrés y la exposición a toxinas pueden modificar los patrones epigenéticos. Sin embargo, la actividad física, dietas ricas en antioxidantes, control del estrés y el entrenamiento mental han demostrado ralentizar algunos de los procesos negativos asociados con el envejecimiento cerebral.
  • Predisposición genética a enfermedades neurodegenerativas: ciertos genes, como el APOE-ε4, están asociados con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, particularmente el Alzheimer.

Concluyendo

Según lo mostrado, a medida que envejecemos el ADN en nuestras células cerebrales puede sufrir daños. Dentro de ellos destacan la exposición al estrés oxidativo y otros factores. Además de ello, con el tiempo los mecanismos de reparación del ADN se vuelven menos eficientes.

De acuerdo a descubrimientos recientes de neurogenética, el envejecimiento mental está influenciado por una combinación de factores genéticos y epigenéticos.

Si bien los genes juegan un rol importante, el entorno y estilo de vida pueden mitigar algunos de los efectos del envejecimiento en el cerebro.

Es importante señalar, que las investigaciones también han logrado demostrar que es posible prevenir ciertas enfermedades neurodegenerativas. De hecho, se ha visualizado el importante rol de la epigenética.

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Por ello la importancia de realizar actividades físicas aeróbicas, dado su efecto sobre la producción de factores neurotróficos como el BDNF.

A su vez, las dietas ricas en flavonoides y antioxidantes presentes en frutas y vegetales, también han mostrado proteger el cerebro del envejecimiento.

Incluso, la meditación y el mindfulness no solo reducen el estrés, sino que también inducen cambios epigenéticos positivos.

Se ha observado, que practicar meditación regularmente reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede reducir la inflamación y proteger las células cerebrales a largo plazo.

Para Alice la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. De hecho, aunque no necesariamente existe una relación hereditaria directa del Alzheimer entre padres e hijos, su esposo decidió protegerse empleando la epigenética.

De hecho, Alice cuando me volvió a contactar, estaba muy feliz porque su esposo decidió incluir ciertas estrategias.

Entre ellas me señaló la inclusión de ejercicio a diario y una dieta equilibrada. De hecho, ella le recomendó mis fórmulas naturales ricas en antioxidantes y macronutrientes: VITA PROTEIN y VITAVERDE GREEN.

“Delinear los programas de regulación génica subyacentes a tipos celulares complejos es fundamental para comprender la función cerebral en la salud y la enfermedad. Este atlas epigenómico multimodal de células cerebrales proporciona nuevos conocimientos sobre la complejidad de la regulación génica específica de cada tipo celular en cerebros humanos adultos”.
Wei Tian
Instituto Salk de Estudios Biológicos, La Jolla, California

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