☑️ Los 6 Mejores Antipiréticos Naturales【Conócelos】

En muchas ocasiones hemos tenido que acudir a medicamentos de uso común como los antipiréticos. Por lo general son nuestra luz al final del túnel para el tratamiento de la fiebre. Sn embargo, aún a pesar de los adelantos científicos, existen muchas controversias relacionadas con este tema.

De acuerdo a muchas investigaciones realizadas, se ha visto que la fiebre juega definitivamente un papel protector de nuestro organismo. Incluso se ha determinado que una fiebre de menos de 40°C resulta beneficiosa en muchos casos.

Este tema de los antipiréticos, que a todos en algún momento nos ha afectado, lo pongo sobre el tapete, debido a una consulta que me realizó una lectora de mi blog llamada Raquel.  Ella me comentó, sí existía la posibilidad de que le informara acerca de ciertos medicamentos naturales que sirvieran para controlar la fiebre.

Fui muy receptiva con su solicitud y elaboré un sencillo material, el cual le hice llegar a la brevedad.  Ella me comentó que ella y ninguna persona en su casa tenían fiebre en ese momento, solo que ella necesitaba contar con algunos medicamentos naturales.

Su inquietud, en ese momento estaba relacionada con información adversa acerca de los antipiréticos tradicionales. Y siendo sincera, no deja de tener razón en preocuparse. Todo lo que logré trasmitirle, me pareció importante. Por eso, pensando que, en algún momento pueda servir para solventar una situación, tome la esencia de lo que le preparé a mi vecina y lo entrego en este post.

¿Qué es la fiebre?

De acuerdo a las múltiples investigaciones realizadas, el aumento febril de la temperatura corporal es considerado un componente de una respuesta compleja. Se sabe, que existe un centro que regula la temperatura de nuestro cuerpo de forma constante. Este centro se ubica en el hipotálamo, el cual se encuentra en la base del cerebro. Este mecanismo, es realizado mediante el control de la frecuencia respiratoria y la sudoración. Gracias a esa regulación somos homeotermos.

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Es decir, somos capaces de mantener un rango estable de temperatura corporal. Cuando estamos sanos, esta temperatura se mueve en el rango de 36,6-36,7 grados centígrados. Si esta temperatura asciende, pero se mantiene menor de 38 grados centígrados, se denomina febrícula. Cuando supera los 38 ºC, se habla entonces de fiebre.

¿Por qué se produce la fiebre?

Es importante mencionar que son muchas las causales de los estados febriles. Encabezando esa lista, están:

  • Enfermedades infecciosas.
  • Factores patológicos: infecciones, vacunas
  • Respuestas de trastornos metabólicos o del sistema inmunológico.
  • Se incluyen dentro de las causales, ciertos medicamentos con propiedades antibióticas, anticonvulsionantes, cardiovasculares y antineoplásicas (sustancias que impiden el crecimiento de células tumorales malignas).
  • Aunque ocurre con menos frecuencia, los procesos malignos, así como las metástasis, pueden generar procesos febriles.

¿Que son los antipiréticos?

Son medicamentos que disminuyen la fiebre activando ciertos mecanismos del hipotálamo. Como ya lo vimos anteriormente,  es la zona encargada de regular la temperatura en nuestro organismo. Estas sustancias, también reciben el nombre de antifebril o antitérmico. Entre los más comunes destacan: ácido acetilsalicílico, ibuprofeno y paracetamol.

Se inscriben dentro de los fármacos denominados Antiinflamatorios No Esteroideos.  Aquí se incluyen los medicamentos más conocidos para el tratamiento de la inflamación, el dolor y la fiebre.

Debemos considerar en todo momento, que la decisión de qué tipo de antipirético usar se fundamenta en su mecanismo de acción, farmacodinamia, efectividad y efectos secundarios. Es por ello, que estos medicamentos, deben ser recetados exclusivamente por un médico.

¿Existen antipiréticos naturales?

Es una buena noticia, que quiero dar, que, si existen antipiréticos naturales, sin tratar de desmerecer los antipiréticos tradicionales. Sobre todo, si consideramos que los efectos secundarios de estos medicamentos, golpean en primer lugar nuestro sistema digestivo. Sus efectos producen irritación directa o indirecta.

Por lo general se producen cuadros de esofagitis, gastro duodenitis, úlceras, lesiones tópicas y diarrea. Hasta donde se sabe, su incidencia se estima en alrededor del 10% de los usuarios de estos medicamentos. Lamentablemente la cifra asciende aún más en las personas ancianas.

Me gustaría por tanto hablar un apoco acerca de algunos antipiréticos naturales, bien reconocidos.

1. Neem

En otra ocasión, ya he hablado de las propiedades de esta planta. Azadirachta indica, es el nombre científico de ella. Pertenece a la familia Meliácea y es conocida mundialmente como Neem. Es originaria de la zona sur de la India, en donde goza de enorme reputación en la cura y tratamiento de enfermedades oculares, diabetes, fiebre y tos.

Es empleada con frecuencia en el tratamiento de ulceraciones y asma. Las hojas producen quercetina (flavonoides) y nimbosterol (β-sitosterol). La quercetina (un flavonoide polifenólico) tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas, antioxidantes y antipiréticas.

Los principales constituyentes de las hojas de esta planta son: proteínas (7.1%), carbohidratos (22.9%), minerales, calcio, fósforo, vitamina C, y caroteno. De acuerdo a múltiples estudios, se ha encontrado que posee altos niveles de varios aminoácidos como: ácido glutámico, ácido aspártico, prolina, tirosina, alanina, glutamina y cistina.

De acuerdo a muchos de los ensayos clínicos realizados, el potente efecto antipirético es debido en gran parte a la presencia de compuestos flavonoides. Aparte por la presencia de dos compuestos muy importantes el nembutal, el cual reduce la fiebre y el nimbi que reduce la elevación secundaria de la fiebre.

Infusión de hojas de Neem

Ingredientes

  • Doce hojas frescas de Neem
  • Dos tazas de agua filtrada

¿Cómo lo realizo?

  • Lavar muy bien las hojas y colócalas en una jarra de vidrio
  • Hervir el agua y añadirsela a las hojas
  • Dejar actuar unos siete minutos
  • Beberlo aún tibio
  • Beberlo por sorbos una taza por vez
  • En caso de estados febriles es recomendable tomar dos tazas al día

Nota

No es recomendable administrar en mujeres embarazadas, en proceso de lactancia y niños menores de 12 años.

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2. Albahaca morada (Tulsi)

Muy conocida dentro de la medicina ayurveda, de la India con los nombres de “El Incomparable”, “Madre Medicina de la Naturaleza” y “La Reina de las Hierbas”. En la India, su uso es ancestral y solo en la actualidad se comienzan a clarificar un poco, a la luz de la ciencia, sus múltiples propiedades. Es considerada un adaptógeno.

Esta planta contiene muchos nutrientes y compuestos biológicamente activos. Dentro de ellos destacan: eugenol, ácido eugénico, ácido ursólico, carvacrol, linalool y estragol. Posee además catequina, kaenferol, rutina y luteolina. Todos estos flavonoides le confieren propiedades antioxidantes, antibacterianas, antialérgicas, antiproliferativas y antipirética.

Decocción de hojas de Albahaca morada (Tulsi)

Ingredientes

  • Diez hojas tiernas de Abahaca morada (Tulsi)
  • Una taza de agua filtrada

¿Cómo lo preparo?

  • Poner a hervir el agua en un envase pequeño
  • Colocar las hojas de Tulsi dentro del envase cuando comience a hervir
  • Dejarlo hervir por diez minutos a fuego lento
  • Separar del fuego y filtra
  • Beber esa decocción dos veces al día para combatir la fiebre y prevenir malaria y dengue

Nota 

No es conveniente administrar esta decocción en personas que estén sometidas a tratamientos con anticoagulantes o que presenten hipoglicemia.

3. Hinojo

El hinojo es una hierba de uso milenario. La planta de hinojo se originó en la región del sur del Mediterráneo, gracias a su introducción por los colonizadores, crece en muchos sitios de Norteamérica, Europa y Asia. De acuerdo a USDA sus frutos o semillas comestibles son una de las fuentes más altas de potasio, sodio, fósforo y calcio. Muchos estudios han demostrado que esta planta contiene numerosos compuestos valiosos, entre ellos compuestos volátiles, flavonoides, compuestos fenólicos, ácidos grasos y aminoácidos.

Se sabe actualmente que posee propiedades antimicrobianas, antivirales, antiinflamatorias, anti mutagénicas, antipiréticas y antiespasmódicas. Sus usos más generalizados son como antiemético, depurativo y antipirético. Posee una serie de compuestos importantes que hacen posible todas estas propiedades. Dentro de ellos destacan, el anetol, la fenchona y estragol. Requieren que el calor se libere en el agua en la que se encuentran. Incluso con la remoción nocturna en la nevera, dudo que el agua de hinojo sea tan efectiva como el hinojo regular en té.

Decocción de semillas de hinojo

Ingredientes

  • Dos cucharaditas de semillas de hinojo orgánicas
  • Una taza de agua filtrada

¿Cómo lo realizo?

  • Colocar a hervir  el agua en un recipiente pequeño
  • Cuando comience a hervir añadir las semillas de hinojo
  • Dejar que hierva a fuego lento por cinco minutos
  • Separar del fuego y dejar reposar por quince minutos
  • Colar y tomar esta decocción, que puede ser  endulzada con Stevia

Nota

No utilizar la decocción en mujeres embarazadas o en lactancia

4. Saúco

El saúco es una valiosa planta, que ha sido utilizada desde hace muchos años como materia prima en la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética. De acuerdo a las caracterizaciones realizadas, posee una serie de principios activos muy importantes. Entre ellos destacan el ácido clorogénico, la quercetina y la rutina, polifenoles que poseen una serie de efectos positivos sobre la salud.

Además contiene vitamina C y minerales. Gracias a estos compuestos, las flores de esta planta demostrado propiedades diaforéticas o de promoción de la sudoración, antipiréticas, diuréticas, antibacterianas y antiinflamatorias.

Decocción de flores de saúco

Ingredientes

  • Dos cucharaditas de flores de saúco
  • Una taza de agua filtrada

¿Cómo lo realizo?

  • Colocar el agua en un recipiente pequeño
  • Poner a hervir el agua
  • Colocar las flores en una taza
  • Añadir el agua caliente a las flores
  • Tapar y dejar reposar por diez minutos
  • Colar la infusión y bebe tibio
  • Este procedimiento puede ser realizado hasta tres veces al día mientras continúe la fiebre

Nota

Esta decocción no debe administrarse en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

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5. Milenrama

La milenrama es una de las mejores hierbas diaforéticas y antipiréticas adecuadas para infecciones virales febriles, resfriados. Tiene propiedades desinfectantes tónicas, sedantes, antiespasmódicas y antiinflamatorias. Ayuda a reducir la presión arterial alta y los coágulos de sangre. Los constituyentes farmacológicos de las hojas y flores de esta planta, son numerosos y complejos, destacando los siguientes: flavonoides, vitamina C, taninos, alcaloides, esteroles, y ácidos fenólicos, incluyendo el salicilato.

Aunque tiene un sabor picante, amargo y astringente, aporta excelentes niveles de flavonoides. Sus cualidades impulsan la sudoración profusa, esto hace que, sea considerada desde hace mucho como un medicamento natural de primera línea para el control de la fiebre. Promueve la regulación de la temperatura del cuerpo, ayudando a regular los líquidos y a evitar los escalofríos propios de algunos estados febriles.

Infusión de hojas de milenrama                                                                        

Ingredientes

  • Una cucharadita de hojas de milenrama secas o dos de hojas frescas
  • Una taza de agua filtrada

¿Cómo lo realizo?

  • Colocar el agua en un recipiente pequeño y ponla a hervir
  • Colocar las hojas de milenrama en una taza
  • Añadir al agua caliente a las hojas de milenrama
  • Dejar reposar por diez minutos
  • Colar la infusión y beber aún tibio
  • Si no se tolera su fuerte sabor añadir unas gotas de limón y endulzar con miel orgánica o stevia

Nota

No utilizar esta infusión si va a ser sometido a una operación, pues posee también propiedades anticoagulantes. No administrar tampoco en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

6. Salvia

Esta interesante planta, fue descubierta por el botánico Linneo en 1753, en la región del Mediterráneo oriental. Ella al igual que algunas de las plantas pertenecientes a la familia Lamiácea, se utilizan para la obtención de aromas de uso generalizado en alimentos. Se han realizado múltiples estudios, a través de ellos, se sabe que muchos de sus compuestos fenólicos, poseen actividad antibacteriana, antioxidante y antipirética. Dentro de los compuestos presentes en esta planta, los más conocidos son eugenol, carvacrol y timol.

Decocción de hojas de salvia

Ingredientes

  • Veinticinco gramos de hojas frescas de salvia
  • Una taza de agua
  • Medio limón orgánico
  • Una cucharadita de miel orgánica

¿Cómo lo realizo?

  • Colocar el agua en un recipiente pequeño
  • Apenas comience a hervir, añadir las hojas de salvia
  • Dejar que hierva a fuego lento durante diez minutos
  • Separar del fuego y deja reposar por quince minutos
  • Servir y añadir el zumo de limón y la miel
  • Se puede tomar hasta tres tazas al día si es necesario para que la fiebre desaparezca

Nota

No utilizar esta decocción en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. No debe ser utilizado por personas que sufran de epilepsia o de hipertensión.

Concluyendo

Realmente, el tema de la terapia por efecto de los antipiréticos es muy interesante. A ciencia cierta, se desconoce el origen de ella. Sin embargo, la utilización de estos medicamentos, se adentra en tiempos inmemoriales.

Se sabe, por ejemplo, que las tablillas de arcilla que datan del período sumerio describen el uso de hojas de sauce para el tratamiento de enfermedades reumáticas inflamatorias. Además de ello, el papiro de Ebers, que data del año 1500 AC, reseña que los antiguos egipcios conocían muy bien las propiedades antipiréticas de dichas hojas, utilizándolas en procesos inflamatorios.

La utilización tradicional de los diversos antipiréticos utilizados por muchas civilizaciones, se develó fue a partir de 1971. Antes de 1971 se sabía poco de los mecanismos por los cuales los medicamentos como la aspirina ejercían sus efectos antipiréticos y antiinflamatorios. A partir de allí, se sabe que poseen un efecto de bloqueo sobre la síntesis de prostaglandinas.

Todas estas cosas no las menciono por abarrotarlos, por el contrario, seguir despertando la curiosidad sana por la salud. A propósito de esto, mi fiel seguidora Raquel quedó muy entusiasmada con la información que prepare para ella y ahora comparto en el post. Me cuenta, que hace un par de semanas, su esposo presentó un cuadro febril, por efecto de una ligera inflamación bronquial y me comenta que le fue de maravillas utilizando la decocción de la “Reina de las hierbas”.

Como siempre, invito a mirar un poco más allá de lo superficial. Es importante saber apreciar toda la riqueza que nos ofrece la naturaleza. Y hay algo interesante para tener presente, una constante en las plantas que presenté como una alternativa natural, es la presencia de gran variedad de compuestos fenólicos.

“La naturaleza es grande en las grandes cosas, pero es grandísima en las más pequeñas”

  Jacques Henri de Saint Pierre

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