Posiblemente algunas mujeres no prestan atención a su salud intestinal, y por ello padecen diversos desequilibrios en su ciclo menstrual. Diversos estudios han logrado comprobar que una microbiota intestinal equilibrada posee mucha relación con un ciclo menstrual saludable.
De allí la importancia de prestar mayor atención al estilo de vida y evitar desmejoras en la salud. Estos descalabros podrían afectar la salud reproductiva, y también repercutir negativamente sobre la salud en general.
De este tema, que afecta a más mujeres de lo registrado estadísticamente, les voy a hablar a solicitud de Katie. Ella es una seguidora de Nueva York, madre de familia y una gran emprendedora.
Katie me comentó, que ella y su esposo, se han esforzado mucho por darles la mejor educación a sus hijos. De hecho, su hija mayor comenzó recientemente en la universidad.
Y precisamente, esto fue lo que motivó su acercamiento conmigo. Para Katie y su esposo, la disciplina en el hogar fue siempre un punto de honor. Sin embargo, desde que su hija comenzó sus estudios universitarios, modificó algunas de sus conductas.
Ella aducía, que la carga académica era muy exigente y por esto, modificó su horario e incluso su alimentación.
Esta situación comenzó a causarle algunos problemas a nivel de su ciclo menstrual. Katie me dijo, que ella en muchas ocasiones le advirtió que era inconveniente consumir tanta comida rápida y bebidas con cafeína.
Katie me solicitó principalmente información, que le permitiera demostrar fehacientemente a su hija los inconvenientes de un desbalance digestivo, en especial lo vinculado al ciclo menstrual.
Así, honrando la solicitud de Katie, preparé un dossier mostrando la importancia de la salud intestinal, sobre el adecuado desempeño del ciclo menstrual.
Esta anomalía es frecuente en muchas mujeres en edad reproductiva. Por esta razón, consideré importante compartir esta información en mi página.
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Generalidades acerca de la salud intestinal y su efecto sobre la menstruación
La salud intestinal se refiere al equilibrio y diversidad de los microorganismos que viven en nuestro sistema digestivo. Estos microorganismos, conocidos de forma general como microbiota, residen especialmente en el intestino grueso.
Ellos desempeñan un papel vital en muchos aspectos de la salud. Entre ellos destacan la digestión, inmunidad, estado de ánimo y equilibrio hormonal.
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino y desempeñan un papel importante en diversos aspectos de nuestra salud. Entre ellos destacan la regulación de las hormonas que afectan al ciclo menstrual.
La microbiota intestinal puede modular los niveles de estrógenos circulantes. Estas son las principales hormonas sexuales femeninas, responsables de controlar el desarrollo y función del sistema reproductor.
Los estrógenos son producidos por los ovarios y luego metabolizados por el hígado en diferentes formas. Estos compuestos pueden ser reabsorbidos por el intestino o eliminados por las heces.
La microbiota intestinal puede influir en este proceso, produciendo enzimas que activan o desactivan los estrógenos. Ello afecta su disponibilidad y actividad en nuestro organismo. El subconjunto de bacterias intestinales implicadas en el metabolismo de los estrógenos, se denomina estroboloma.
El equilibrio entre la producción, metabolismo y eliminación de estrógenos es esencial para mantener un ciclo menstrual regular.
¿Cómo influye la microbiota en el ciclo menstrual?
La microbiota intestinal puede afectar al ciclo menstrual alterando los niveles de estrógenos y otras hormonas. Además de ello, posee la capacidad de modular el sistema inmunitario e inflamación. Dichos factores, también intervienen en la salud reproductiva.
Diversos estudios han demostrado, que las mujeres con ciclos menstruales irregulares tienen una composición y diversidad de la microbiota intestinal diferente a la de las mujeres con ciclos regulares.
Por ejemplo, un estudio realizado en China descubrió que las mujeres con ciclos irregulares tenían una menor hidratación cutánea. Presentaban igualmente, mayor pérdida de agua, piel oscurecida y mayores proporciones de ciertas bacterias intestinales.
Entre ellas podemos señalar, Firmicutes, Acinetobacter, Staphylococcus y Cutibacterium. Ello en comparación con aquellas mujeres que presentaban ciclos menstruales regulares.
Otro estudio realizado en España, detectó que las mujeres con ciclos irregulares tenían proporciones más bajas de Bifidobacterium y Lactobacillus. Estas bacterias benéficas, a su vez, se encuentran en mayor proporción en la microbiota intestinal de mujeres con ciclos regulares.
Las investigaciones han arrojado que estas bacterias producen metabolitos beneficiosos. Entre ellos, ácidos grasos de cadena corta y lactato, logrando modular el metabolismo de los estrógenos y la inflamación.
Incluso, algunos estudios han sugerido que los probióticos, pueden conferir beneficios para la salud del huésped. Ello incluye, la mejora de la regularidad menstrual, restablecimiento del equilibrio de la microbiota y reducción de los síntomas premenstruales.
¿Cómo se interrelacionan la microbiota intestinal y la vaginal?
La microbiota intestinal y la microbiota vaginal son dos ecosistemas interrelacionados, que influyen en la salud reproductiva de las mujeres. De acuerdo a la ciencia, la microbiota afecta al correcto ciclo menstrual de varias maneras.
Para los expertos, la microbiota intestinal puede afectar la composición y el equilibrio de la microbiota vaginal. De hecho, ésta a su vez cambia a lo largo del ciclo menstrual debido a las variaciones hormonales.
En especial los niveles de estrógeno y progesterona. Ello afecta el grosor, lubricación y contenido de glucógeno del epitelio vaginal, lo cual afecta la composición y función de la microbiota.
Por ejemplo, los estrógenos favorecen el crecimiento de los lactobacilos, que son bacterias beneficiosas. Dichas bacterias logran mantener un pH bajo, evitando así, el crecimiento excesivo de otros microorganismos.
Vale destacar, que los lactobacilos también producen sustancias antimicrobianas y modulan el sistema inmunitario local.
Durante la menstruación, cuando los niveles de estrógenos son bajos, los lactobacilos disminuyen. Ello propicia el incremento de la diversidad microbiana, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones o disbiosis.
Las investigaciones, han demostrado que, una microbiota vaginal sana está dominada por lactobacilos. Ellos logran mantener un pH bajo, protegiendo nuestro organismo contra las infecciones y procesos inflamatorios.
Sin embargo, una alteración de la microbiota intestinal (disbiosis) puede provocar una alteración de la microbiota vaginal. Dicho desequilibrio podría acarrear consecuencias negativas para la normalidad de la menstruación.
Por ejemplo, se ha observado que algunas mujeres con disbiosis intestinal presentan síntomas premenstruales más severos. Además de ello, suelen padecer reglas dolorosas o sangrados abundantes.
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Es importante por lo tanto, conocer que la microbiota influye en el metabolismo y la excreción del estrógeno. Es decir, sobre una de las principales hormonas implicadas en el ciclo menstrual.
Otros efectos de la glucuronidasa que afectan el ciclo menstrual
Desequilibrios de estrógenos
Según la ciencia, la microbiota también influye en los niveles hormonales de nuestro organismo. Ello se realiza, a través de un proceso denominado circulación enterohepática.
Es importante señalar, que la microbiota produce una enzima llamada beta-glucuronidasa, que activa el estrógeno eliminándole un grupo glucurónido.
El estrógeno activado puede volver a entrar en el torrente sanguíneo y unirse a sus receptores, ejerciendo sus efectos en diversos tejidos y órganos.
El estrógeno interviene en la regulación del ciclo menstrual, así como en otros aspectos de la salud femenina, como los niveles de colesterol, densidad ósea y formación de colágeno.
Pero cuando existen desequilibrios, bien de la microbiota o disbiosis intestinal, se tiende a producir demasiada o muy poca betaglucuronidasa. Ello ocasiona la alteración de los niveles de estrógeno en el organismo, pudiendo afectar el ciclo menstrual.
Uno de los aspectos de mayor interés en relación con la glucuronidasa de la microbiota intestinal, es su posible papel en el desarrollo de la endometriosis. La endometriosis se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera del útero.
Un estudio reciente reveló que las mujeres con endometriosis tenían niveles más altos de β-glucuronidasa (GUSB) derivada de la disbiosis intestinal que los controles sanos.
Estos hallazgos sugieren que la GUSB puede contribuir a la patogénesis y progresión de la endometriosis modulando la biodisponibilidad del estrógeno y otras hormonas que se conjugan con el ácido glucurónico.
Para evitar la dominancia de estrógenos y mantener un ciclo menstrual saludable, es importante mantener una adecuada salud intestinal. Esto puede lograrse mediante algunas estrategias:
- Incorporar una dieta variada rica en fibra, frutas, verduras, alimentos fermentados y probióticos. Una forma inteligente de lograrlo es empleando VITAVERDE GREEN.
- Evitar los antibióticos, alimentos procesados, azúcar, alcohol y toxinas.
- Controlar el estrés. Puedes emplear mi fórmula especial STRESS RELIEF.
- Practicar ejercicio con regularidad.
Desequilibrios de la progesterona
Otro aspecto de interés lo constituye la posible influencia de la glucuronidasa de la microbiota intestinal en el ciclo menstrual.
El ciclo menstrual está regulado por fluctuaciones hormonales que afectan no solo al endometrio. Se sabe, que también puede incidir negativamente en otros tejidos y órganos, incluido el intestino.
Un estudio reciente propuso que la progesterona puede incrementar la permeabilidad de la barrera intestinal. Ello ocurre cuando esta hormona alcanza su punto máximo al final del ciclo menstrual.
Según los especialistas, esto puede aumentar la permeabilidad de la barrera intestinal. En especial, cuando se afectan las vías transcelular, paracelular y vascular.
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Podría afirmarse, que la progesterona ralentiza el tránsito intestinal. Ello puede causar estreñimiento, hinchazón o antojos de comida en la mitad del ciclo o antes de la ovulación.
Dicho efecto, podría generar el incremento de la población de bacterias Gram negativas comensales intestinales y sus lipopolisacáridos. De acuerdo a los expertos, estos constituyen potentes estímulos inflamatorios.
Dicho estudio, también descubrió hallazgos interesantes en las mujeres con niveles más elevados de lipopolisacáridos, al final del ciclo menstrual. Así, se observó que ellas presentaban más síntomas premenstruales como fatiga, síntomas fisio-somáticos, ansiedad, hinchazón mamaria y antojos de comida.
Por ello, es posible que la glucuronidasa de la microbiota intestinal pueda modular el ciclo menstrual. Ello puede ocurrir, al alterar el equilibrio entre hormonas conjugadas y desconjugadas e influir en la permeabilidad intestinal e inflamación.
Otros factores que afectan la microbiota y el ciclo menstrual
Productos de higiene
Según los expertos, los productos de higiene como tampones, compresas o copas pueden alterar el pH. Además de ello, pueden modifican los niveles de oxígeno y el equilibrio microbiano de la vagina.
Dicho efecto, estará supeditado al tipo de material, frecuencia de uso y duración. Existe un producto hipoalergénico y libre de químicos que puede ser tu solución: ELIXIR 100% ORGANIC COTTON PADS COMBO REGULAR + SUPER (28ct).
Actividad sexual
La actividad sexual por su parte, puede introducir microorganismos o sustancias extrañas en la vagina. Ello incluye el semen, lubricantes o espermicidas, pudiendo afectar a la microbiota y su funcionamiento.
Dieta
Los efectos de la dieta sobre la microbiota son complejos y polifacéticos. Ello se debe a las diversas maneras en que los diferentes alimentos modulan la función y composición de la microbiota.
Algunos ejemplos de cómo la dieta afecta la microbiota, son los siguientes:
Fibra dietética
La fibra es un tipo de carbohidrato resistente a la digestión por las enzimas. Sin embargo, puede ser fermentado por algunas bacterias intestinales, produciendo ácidos grasos de cadena corta (AGCC).
Dentro de dichos compuestos, destacan el acetato, propionato y butirato. Los AGCC tienen efectos beneficiosos sobre el epitelio intestinal, sistema inmunitario, endocrino y nervioso.
Las dietas ricas en fibra se asocian a una mayor diversidad y abundancia de bacterias beneficiosas, como Bifidobacterium y Faecalibacterium, y a niveles más bajos de bacterias proinflamatorias, como Proteobacteria.
La ingesta de fibra también puede modular la expresión genética asociada al metabolismo de los carbohidratos, inflamación e inmunidad intestinal.
Proteínas y grasas
Las proteínas y las grasas son importantes fuentes de energía y nutrientes esenciales. Sin embargo, podrían acarrear efectos negativos en la microbiota si se consumen en exceso o son de mala calidad.
Las dietas altas en proteínas y grasas, especialmente las ricas en productos animales, pueden aumentar la abundancia de Bacteroides. Este tipo de bacteria puede degradar la mucina y producir metabolitos tóxicos, como amoníaco y sulfuro de hidrógeno.
Estas dietas también pueden reducir la producción de AGCC al disminuir la disponibilidad de fibra para la fermentación. Incluso, este tipo de dieta puede provocar disbiosis, inflamación y trastornos metabólicos, como obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Polifenoles
Los polifenoles son un amplio grupo de compuestos de origen vegetal que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
Dichos compuestos, pueden modular la microbiota, inhibiendo el crecimiento de bacterias patógenas, como Helicobacter pylori y Clostridium difficile. Además de ello, pueden potenciar el crecimiento de bacterias beneficiosas, como Lactobacillus y Bifidobacterium.
Los alimentos ricos en polifenoles incluyen frutas, verduras, frutos secos, semillas, especias, té, café y vino.
Prebióticos y probióticos
Los prebióticos son carbohidratos no digeribles que estimulan selectivamente el crecimiento y actividad de bacterias beneficiosas intestinales. Los probióticos son microorganismos vivos que confieren beneficios para la salud del huésped, cuando se administran en cantidades adecuadas.
Tanto los prebióticos como probióticos, pueden modular la microbiota incrementando su diversidad y estabilidad. Además de ello, pueden potenciar su función metabólica y mejorar su resistencia a los factores estresantes.
Los prebióticos y los probióticos, también pueden influir en la salud, al modular la respuesta inmunitaria. Incluso, mejoran la función de barrera intestinal y previenen las infecciones.
Entre las fuentes habituales de prebióticos se encuentran la inulina, FOS (fructooligosacáridos), GOS (galactooligosacáridos) y almidón resistente. Las fuentes habituales de probióticos son los productos lácteos de soja y verduras fermentados y algunos suplementos. Por ejemplo PROBIOTICS 100 BILLION. Lo puedes adquirir en VitaTienda.com.
La dieta a su vez, puede influir en la microbiota a través de sus efectos sobre el tránsito intestinal, inflamación y disponibilidad de nutrientes. Por ello, mantener una microbiota sana y equilibrada es importante para garantizar un ciclo menstrual adecuado y la salud general de la mujer.
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Concluyendo
De acuerdo a lo mostrado, al cuidar la salud intestinal las mujeres pueden mejorar su equilibrio hormonal y experimentar menos molestias y más regularidad durante su ciclo menstrual. Un ciclo menstrual sano no sólo es importante para la salud reproductiva, sino también para el bienestar general.
Es importante recalcar, que los movimientos intestinales están influidos por hormonas como las prostaglandinas y progesterona. Dichas hormonas, están asociadas con la regulación del ciclo menstrual.
La salud intestinal igualmente puede afectar la absorción y eliminación de hormonas, especialmente de estrógenos. Un adecuado equilibrio de los estrógenos es muy importante. Por ejemplo, una deficiencia de ellos, puede provocar síntomas como periodos irregulares, sofocos, sequedad vaginal u osteoporosis.
Es relevante señalar, que el microbioma intestinal puede intervenir en la modulación de la inflamación, inmunidad, metabolismo y estado de ánimo. Además de ello, puede producir y regular hormonas como la serotonina, dopamina, cortisol y la melatonina.
Por ello, una microbiota intestinal sana puede favorecer un ciclo menstrual saludable. Este efecto, reduciría la inflamación, mejoraría la desintoxicación, equilibraría el estado de ánimo y promovería una adecuada calidad de sueño.
Por lo que es esencial para lograr un ciclo menstrual adecuado, el mantener una función intestinal saludable. Ello se logra siguiendo una dieta equilibrada rica en fibra, agua, probióticos, prebióticos y polifenoles.
Asimismo, es importante practicar ejercicio regularmente, controlar el estrés y evitar el tabaco, alcohol, cafeína y alimentos procesados.
Para Katie la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. De hecho logró compartirla pausadamente con su hija, y esta finalmente accedió a proteger su salud.
En efecto, le comentó a su madre que ella en algún momento quisiera casarse y tener hijos. Por ello, optó por preservar y mejorar su salud tanto general como reproductiva.
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