Cuando el cuerpo está sobrecargado de toxinas, es normal que sientas malestares con cierta frecuencia. Muchos de los padecimientos a los que te expones con un estilo de vida poco saludable y una dieta rica en grasas trans, se asocian a un hígado tóxico.
Aunque resulte ser el hígado el único órgano del cuerpo capaz de regenerarse por sí sólo, no quiere decir que no merezca de ciertos cuidados. Su óptimo funcionamiento depende del cuidado que le demos y de la mayor cantidad posible de toxinas que eliminemos para mantenerlo saludable.
Hace unos meses, Carol estuvo hospitalizada por a un par de semanas. Esto, a causa de una serie de síntomas ocasionados por un hígado tóxico. Frecuentes fatigas al despertar cada mañana, sumado a una especie de letargo como si no durmiera bien, fueron una razón de alerta.
Carol debía hacer un mayor esfuerzo por cumplir con sus compromisos diarios, en medio de la fatiga que sentía. A ese letargo se le sumarían luego dolores y rigidez muscular que llegaron a darle una sensación de parálisis. Fue entonces cuando, al acudir al médico, no hubo mayor sorpresa, pues Carol ya experimentaba una disfunción hepática.
Al principio ella tomó el diagnóstico a la ligera. Pero al indagar más acerca del tema, comenzó a preocuparse. La razón es muy simple: el funcionamiento hepático es altamente influyente en la salud.
Un hígado tóxico es capaz de catalizar algunos tipos de depresión, provocar cambios de humor radicales, y hasta sentimientos de desesperanza. Carol, por algún tiempo, estuvo manifestando cambios emocionales fuertes, pero no imaginaba la causa.
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Funciones del hígado
Al igual que en el filtro de un auto, el hígado en nuestro cuerpo cumple una función metabólica y desintoxicante natural. Esto influye directamente en el sistema inmune. Se trata de un órgano que se constituye como la glándula más voluminosa y también una de las más importantes.
Producir proteínas, metabolizar la glucosa, el hierro y el colesterol, son algunas de las tareas que cumple este importante órgano del cuerpo humano. Asimismo, alejar cualquier elemento tóxico o extraño del organismo, al igual que las siguientes funciones:
Producción de bilis
La bilis es un factor requerido para que el organismo digiera los alimentos. Las sales biliares se forman en el hígado a partir de lo que se conoce como ácido taurocólico y ácido glicocólico. La bilis se almacena en la vesícula y, gracias a ella, absorbemos las grasas de los alimentos.
Función metabólica
El hígado tiene la capacidad de metabolizar desde los carbohidratos hasta los lípidos y las proteínas. Todo ello se relaciona con la formación de glucosa, la síntesis de los ácidos biliares, la conversión de glúcido, la síntesis de las lipoproteínas, así como de factores de coagulación. También los aminoácidos no esenciales y algunas enzimas pueden ser sintetizados por el hígado.
Función inmunológica
El hígado es el órgano capaz de producir la mayor cantidad de proteínas que juegan un rol importante para el sistema inmunológico. En las sinusoides hepáticas se pueden encontrar un número de células residentes que fagocitan cuerpos extraños o dañinos como bacterias y virus al organismo.
Desintoxica la sangre
Gracias a la enzima alcohol-deshidogenasa, el etanol (una molécula toxica) puede ser metabolizado por el hígado. Dicha enzima, aunque está principalmente en el hígado, también se puede encontrar en otros tejidos. Dentro del proceso de desintoxicación de la sangre, el hígado también metaboliza la mayor parte de los fármacos. También logra transformar el amonio en urea y metabolizar la bilirrubina.
Almacenamiento
Es el hígado también capaz de almacenar importantes nutrientes, minerales y vitaminas. Hierro, cobre, vitaminas A, D y B12, son algunas de las que pueden ser almacenadas por este importante órgano.
Hematopoyesis
En las primeras 12 semanas de vida intrauterina, el hígado es el responsable de la reproducción de glóbulos rojos en el feto, que luego es asumida por la médula ósea.
Dolores ocasionados por un hígado intoxicado
Cuando tenemos un hígado tóxico, pueden aparecer algunas molestias y/o dolores que sirven de indicativo de que algo no está bien. Algunas de esas molestias son las siguientes:
- Calambres estomacales e hinchazón: Manos, tobillos, pies y hasta el abdomen pueden sufrir de calambres e hinchazón.
- Piel sensible: Sensación de comezón o de hormigueo por dentro de la piel es otra de las molestias a las que debes prestar atención. Este tipo de síntomas resultan producto de la acumulación de toxinas que no se han podido filtrar por el hígado.
- Reflujo gástrico: La sensación de llenura, gases y el reflujo gástrico causan dolor y son síntomas muy comunes de un hígado tóxico. Aunque también se pueden asociar a otras enfermedades de tipo gastrointestinal.
- Dolor estomacal y diarreas: Es probable que cuando consumas ciertos alimentos sientas pesadez y tu proceso digestivo se vea afectado. La sensación de presión y malestar acompañado de diarreas son producto de un mal funcionamiento del sistema digestivo y depurativo.
Señales de un hígado tóxico
Hay algunos síntomas que son claves de identificar cuando de un hígado tóxico se trata. Conoce las principales señales que te advierten sobre alguna anomalía en el funcionamiento de tu hígado:
Ictericia
Se considera uno de los síntomas más evidente, ya que se manifiesta con un tono amarillento en la piel, ojos y uñas. La ictericia es una de las principales características de las enfermedades hepáticas.
Cambio de color en orina y heces
Cuando tus desechos fisiológicos se tornan de un color más pálido o más oscuro de lo habitual, es posible que se deba a alguna enfermedad asociada a los riñones o al hígado.
Fatiga
Es mucho más que sentir cansancio. Se trata de debilidad y una sensación de letargo prolongada y permanente. La fatiga es uno de los indicativos de que el hígado hace un mayor esfuerzo por trabajar más de lo normal. Al estar copado de toxinas, el hígado requiere de mayor cantidad de energía, por lo que va restando fuerzas al resto del cuerpo.
Trastornos emocionales
Los cambios de humor radicales, aunque no lo creas, pueden tener su causa en un hígado toxico. La falta de energía y vitalidad, indudablemente influyen en nuestro sistema emocional y nos hace más irritables.
Trastornos digestivos
En ocasiones, no entendemos las razones por las cuáles no logramos bajar de peso, pese a que cumplimos a cabalidad con la dieta y la rutina de ejercicios. Un hígado tóxico tiene mucho que ver, ante la imposibilidad que tiene el órgano de eliminar las toxinas.
Tratamientos naturales para un hígado tóxico
En la misma medida en que exponemos a nuestro organismo a una serie de toxinas, es importante evitar su permanencia y lograr su eliminación. Existen plantas y alimentos que, por sus nutrientes y propiedades, pueden ayudarnos a depurar el organismo y combatir un hígado tóxico y graso. A continuación conoce algunas formas naturales de hacerlo:
1. Come más hortalizas de hojas verdes
Aumenta el consumo de espinaca, acelga, lechuga y acelga, entre otras hortalizas de hoja verde. Las puedes consumir cocidas, crudas o incluso en jugos. Estos vegetales eliminan las toxinas del cuerpo y protegen al hígado.
2. Come ajo para limpiar el hígado
El ajo contiene selenio y alicina. Ambas sustancias ayudan a limpiar eficazmente el hígado. Incluye el consumo de ajo en tu alimentación saludable.
3. Aumenta tu consumo de remolacha y zanahoria
Estos dos vegetales estimulan la función hepática. Tal propiedad se la deben a su alto contenido de flavonoides y beta-caroteno. Puedes preparar ensaladas con remolacha y zanahoria, o beber ricos zumos con ambos vegetales.
4. Consume aguacate
Esta fruta es un purificador hepático por naturaleza. Además, es rica en grasas saludable y su sabor es delicioso. El aguacate debe comerse sin cocinar, puede ser en ensaladas, como acompañante de algún platillo saludable, como salsa o en batido.
5. Toma té verde
El té verde es un gran aliado para purificar el hígado. Esto se debe a que entre sus componentes cuenta con importantes nutrientes como la catequina, la cual te ayudará a limpiar tu hígado.
6. Come frutas frescas
El alto porcentaje de fibra de algunas frutas es ideal para depurar el organismo de las sustancias toxicas. Te recomiendo comer pera, kiwi, papaya, higo, manzana, cerezas, ciruelas, entre otras. Pero recuerda no exagerar en su consumo, especialmente si se trata de frutas con alto contenido de fructosa. Ten en cuenta que la fructosa, consumida en exceso, puede causar resistencia a la insulina.
7. Raíz de diente de león
Es una de las plantas más recomendadas cuando se presenta alguna lesión en el hígado. La raíz de diente de león contribuye con el aumento de la secreción biliar, además de tener un efecto diurético.
8. Alcachofa
Las hojas de la alcachofa son excelentes para limpiar el sistema digestivo y el hígado de las toxinas que ingresan a nuestro organismo.
Como puedes ver, purificar, limpiar o desintoxicar el hígado debe ser tarea obligatoria. Carol ha modificado drásticamente su dieta y ahora incluye más frutas frescas y verduras de hojas verdes. Todo ello acompañado de una rutina de ejercicios que le permite mantenerse más activa y cumplir con sus compromisos diarios.
Grandes han sido los cambios en su estilo de vida. Gracias a ello ha podido eliminar algunas libras que tenía de más y que por muchos años no había podido eliminar. Es posible que te sientas identificada Carol, así que no dudes en actuar para promover los cambios que sean necesarios en tu vida.
Evita las comidas chatarras y el consumo exagerado de alimentos procesados que dificultan el proceso de desintoxicación del organismo.
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