Hábitos Que Alargan La Vida: Secretos de las Zonas Azules

Existen ciertas regiones del mundo, que se caracterizan por la longevidad de sus habitantes. Gracias a las investigaciones, se ha logrado compilar una serie de hábitos que realizan los habitantes de estas zonas del planeta para superar los 90 años.

Por ello, es importante conocer acerca de las mismas, para adaptarlas a nuestra vida.

De este tema, que en los últimos años ha tenido mucha resonancia en algunos sectores, les voy a hablar a solicitud de Pamela, una seguidora de Carolina del Norte. Ella es una madre de familia de mediana edad, dedicada por completo al cuidado de sus hijos.

Pamela me comentaba, que la maternidad cambió su vida por completo y ahora tiene una visión más amplia acerca de lo que es ser responsable de un hogar.

Ella me comentó, que una amiga le habló sobre ciertas personas que lograban vivir muchos años, gracias al estilo de vida diferente al resto de los habitantes del mundo. Y precisamente por esta razón, decidió contactarme para corroborar si esta afirmación era cierta.

Al responderle, le comenté que actualmente, los lugares donde viven estas personas longevas, se denominan Zonas Azules. De esta forma, a los fines de ilustrarle en mayor profundidad, le envié un informe acerca de las generalidades de estos lugares y los hábitos comunes que realizan en ellos.

Al considerar que actualmente, mucha gente desconoce acerca de las Zonas Azules, consideré importante compartir esta información en mi página.

¿Cuáles son los lugares del mundo conocidos como Zonas Azules?

OREGANO OIL

Las zonas azules son una fuente de inspiración para una vida larga y saludable. Estas regiones del mundo, presentan una alta concentración de personas que superan los 90 y 100 años, manteniendo una salud adecuada.

Las principales zonas azules identificadas son:

  • Okinawa, Japón.
  • Sardinia, Italia.
  • Nicoya, Costa Rica.
  • Ikaria, Grecia.
  • Loma Linda, California (comunidad adventista del séptimo día).

Hábitos asociados a la longevidad observados en las zonas azules

Existen ciertos hallazgos científicos que respaldan los hábitos observados en las zonas azules. Dentro de ellos podemos señalar:

Alimentación basada en plantas

Diversos estudios han corroborado que, las dietas ricas en vegetales y legumbres, se asocian a una menor mortalidad, principalmente en los hombres.

De hecho, muchos investigadores han detectado que los patrones dietéticos con alta ingesta de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y bajos en productos animales, generan amplios beneficios.

Entre ellos, los relacionados con una reducción en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

Es importante señalar, que la ingesta elevada de carnes rojas y procesadas se asocia con un mayor riesgo de mortalidad por efecto de las enfermedades cardiovasculares y cáncer.

Esto se aprecia en las Zonas Azules, donde en algunas de ellas se consume pescado, aceites saludables vírgenes como el de oliva y el de coco, además del consumo moderado de vino tinto y productos fermentados como miso y natto.

Actividad física constante

La inactividad física es un factor de riesgo importante para la mortalidad global. Por ello, participar en actividades físicas moderadas, como caminar diariamente, realizar trabajos de jardinería y tareas domésticas, se asocia con menores riesgos de enfermedades crónicas y mortalidad prematura.

Es también importante realizar ejercicios de bajo impacto como Tai Chi o yoga, los cuales se pueden practicar sin acudir al gimnasio.

Conexión social y familiar

Se ha logrado establecer, que las personas con relaciones sociales sólidas tienen un 50% más de probabilidad de supervivencia, en comparación con quienes poseen relaciones sociales débiles.

De hecho, pasar tiempo con familiares y amigos de manera frecuente, es importante para una vida larga y la salud. Por ejemplo, existe en Okinawa el moai, un círculo de apoyo de grupos de amigos de por vida. 

Otro factor importante es el respeto por los ancianos y el papel de la comunidad en el bienestar individual.

Empleo de estrategias para reducir el estrés

Ciertas técnicas de relajación, como la meditación y la oración, se han asociado con una disminución de los niveles de cortisol y del riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés.

Incluso se ha corroborado que, la meditación puede mejorar la salud cardiovascular y reducir la mortalidad.

Es importante asimismo, tener un propósito de vida claro (ikigai en Japón, plan de vida en Nicoya). Además, se justiprecia tomar descansos estratégicos y desacelerar el ritmo de vida.

Alimentación moderada: la regla del 80%

Un factor observado de forma generalizada en estas zonas azules, es la realización de    cenas ligeras y a tempranas horas. Esta estrategia ayuda a la digestión y al descanso.

Algunas investigaciones sugieren que la restricción calórica sin malnutrición podría estar asociada con una mayor esperanza de vida. De hecho, prácticas como comer hasta sentirse 80% lleno han sido relacionadas con una posible reducción de enfermedades metabólicas y una mejor salud a largo plazo. En Okinawa, esta costumbre es conocida como Hara Hachi Bu.

Espiritualidad y fe

Investigaciones publicadas en Social Science & Medicine, indican que la participación regular en actividades religiosas se asocia con una mayor esperanza de vida. Esto puede deberse al apoyo social, promoción de comportamientos saludables y manejo efectivo del estrés.

De hecho, la mayoría de las comunidades longevas practican alguna forma de fe o espiritualidad. Ello demuestra que la conexión con algo superior ayuda a manejar el estrés y proporciona sentido de vida.

Sentido de comunidad y colaboración

Un estudio publicado en American Journal of Public Health, mostró que la cohesión social y la participación comunitaria están inversamente relacionadas con la mortalidad.

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STRESS RELIEF

De hecho se logró demostrar, que las comunidades unidas proporcionan apoyo emocional y recursos que promueven la salud y longevidad.

Se ha demostrado la importancia de vivir en sociedades que valoran la cooperación y la ayuda mutua. En Loma Linda, por ejemplo, los adventistas comparten hábitos saludables y apoyo espiritual.

¿Qué otros secretos guardan las Zonas Azules?

Conexión con la Naturaleza

En las zonas azules, no solo resalta el hecho de moverse al aire libre, sino la relación profunda con la tierra y los ciclos naturales.

Por ejemplo, en Nicoya y Okinawa, muchas personas cultivan sus propios alimentos, lo que les permite consumir productos frescos, libres de pesticidas y con mayor densidad nutricional.

A su vez, en Ikaria, el aire puro y la vida sin contaminación parecen contribuir a una menor incidencia de enfermedades crónicas. Es más, la exposición al sol en estos lugares proporciona vitamina D natural, clave para la salud ósea e inmunológica.

Desapego por la Riqueza Material

En estas comunidades, la acumulación de bienes materiales no es una prioridad. Para sus habitantes, la felicidad no proviene del consumo, sino de la conexión humana y el sentido del propósito.

De hecho, sus habitantes no experimentan ansiedad constante por “tener más”, lo que reduce los niveles de estrés. Esta vida sencilla parece ser un factor de protección contra la depresión y las enfermedades mentales.

Respeto por los Ritmos Biológicos

Como sabemos, nuestro cuerpo posee su propio reloj interno, y en las zonas azules lo siguen de manera natural. Las personas no viven con prisas, se levantan con el sol y se acuestan temprano sin la sobreestimulación de pantallas.

De hecho, las siestas que realizan los habitantes en Ikaria reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, la digestión nocturna es ligera, al cenar temprano y sin excesos, mejorando así, la calidad del sueño y la longevidad.

Plantas Medicinales y Tés Tradicionales

Las infusiones de hierbas juegan un papel clave en su salud, en las zonas azules. Por ejemplo, en Ikaria, beben té de romero, salvia y orégano, con efectos antiinflamatorios y neuroprotectores. Una forma inteligente de disfrutar de los beneficios del orégano es empleando OREGANO OIL.

A su vez, los Okinawenses consumen cúrcuma y té de jazmín, ambos con propiedades antioxidantes y antienvejecimiento. Nosotros podemos disfrutar de las propiedades de la cúrcuma, empleando MOLECULAR CURCUMIN, la cual te invito a conseguir visitando VitaTienda.com.

Y en Nicoya, la tradición del café y las infusiones de hierbas locales aportan polifenoles y otros compuestos beneficiosos.

Memoria Ancestral y Tradiciones

La ciencia ha logrado desvelar, que las comunidades longevas respetan y preservan el conocimiento de sus ancestros, creando sentido de identidad y pertenencia. De hecho, no se dejan arrastrar por la moda de lo “ultramoderno” si va en contra de su bienestar.

NASCENT IODINE

Capacidad de Reírse de la Vida

En las zonas azules, el buen humor es un pilar en su día a día. Se sabe que en Sardinia, los ancianos suelen bromear constantemente y compartir chistes. Se ha comprobado, que la risa y el optimismo fortalecen el sistema inmunológico y reducen la inflamación.

Incluso, el hecho de no tomar la vida tan en serio, los hace más resilientes ante los problemas.

Vivir sin “Jubilación” en la Mente

Es importante señalar, que el retiro no es sinónimo de inactividad, sino de redirección. En las zonas azules, los longevos siguen siendo activos, ya sea cultivando su huerto, enseñando o ayudando en la comunidad.

Realmente, no se sienten “viejos” porque no se ven como tal y mantienen una mentalidad juvenil. Incluso, poseen proyectos y sueños hasta el final de sus días, lo que los mantiene mentalmente despiertos.

Concluyendo

Según lo mostrado, las Zonas Azules nos muestran que la longevidad depende de diversos factores que podemos incorporar en nuestra vida cotidiana. Dentro de ellos resaltan, la alimentación basada en plantas, practicar actividad física constante y mantener una conexión social y familiar.

También destacan, ciertas estrategias para reducir el estrés, alimentarse moderadamente, practicar la espiritualidad y la fe, aparte de sentirse parte de una comunidad.

Vale destacar, que las Zonas Azules esconden otros secretos. Entre ellos podemos señalar, la conexión con la naturaleza, el desapego por la riqueza material, respeto por los ritmos biológicos y el empleo de plantas medicinales.

Resaltan además, el respeto por la memoria ancestral y tradiciones, capacidad de reírse de la vida y no pensar en jubilación.

Para Pamela la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran utilidad. De hecho le asombró observar, que muchas valoraciones de las personas que habitan en las zonas azules, contrastan sustancialmente con los demás lugares del mundo.

Por ello, tomó la decisión de invertir en su salud a largo plazo, comenzando por mantenerse activa permanentemente.

En efecto, también accedió a mejorar su alimentación, incluyendo algunos nutrientes mediante mi fórmula especial VITAVERDE GREEN. Incluso, quiso optimizar su descanso nocturno, incorporando STRESS RELIEF.

“La historia de las Blue Zones tiene su origen en el fundador Dan Buettner, becario de National Geographic (…) Las Blue Zones son lugares o regiones que presentan una elevada concentración de centenarios además de grupos de personas que han llegado a la vejez sin padecer enfermedades u otros problemas de salud como obesidad, cáncer, diabetes y problemas cardíacos”.
Hannah R Marston
Universidad Abierta, Milton Keynes
Buckinghamshire, Reino Unido

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