Estimula El Timo Y Activa Tu Sistema Inmunológico

Hace unas semanas atrás, Rebeca, la madre de uno de los amigos de mi hijo, vino a visitarme. La razón era para consultarme sobre qué podía estar sucediendo en ella, ya que había estado sintiendo algunos síntomas; se sentía cansada, con frecuencia tenía infecciones, y alergia a cualquier cosa, algo que ella pensaba que no era normal.

Luego de hacerle algunas preguntas, también descubrí que estaba en medio de una depresión. ¿Qué crees que puedo tener? Fue su pregunta, indudablemente, tenía signos de un sistema inmunológico débil; así que mi respuesta fue: “tienes que fortalecer tu timo”.

Parecía que era la primera vez que ella escuchaba esta palabra y quizás también para ti lo sea. Es por ello quiero hablarte de lo importante que es esta glándula en nuestro cuerpo y qué papel protector hace. Además de darte algunos consejos que también compartí con Rebeca para cuidar su timo y mejorar su condición física.

El timo, una glándula necesaria

Su nombre (thýmos) deriva del griego y su significado se refiere al “corazón, el alma, y deseo”. Interesantemente, este órgano está ubicado justo en el centro de nuestro pecho, detrás del esternón.

Así como las demás glándulas que hay en nuestro organismo, ella cumple un papel muy importante para nuestra salud. Dentro de ésta crecen un tipo de células muy importantes como lo son: los linfocitos T, los cuales son vitales para nuestro sistema inmunológico.

Funciones del timo

El timo es un órgano formado por dos lóbulos, ubicado delante de nuestro corazón. Él se encarga de recibir las células T de la médula ósea que están inmaduras. Una vez ellas están adentro, el timo permite un entorno en el que ellas pueden madurar para estar listas a responder de inmediato ante células extrañas, patógenos y virus que puedan atacarnos.

El timo, mediante un proceso, desecha aquellas células que no son aptas; toma las que sí lo son, las desarrolla por completo para que sean funcionales. Las libera al torrente sanguíneo para que trabajen “matando” patógenos.

Por otro lado, activa las células B, para que éstas produzcan más anticuerpos; y éstas puedan almacenar “recuerdos” sobre la manera en que han acabado determinadas infecciones.

El timo al paso del tiempo

Esta glándula durante nuestra niñez es de un mayor tamaño, sin embargo, cuando llegamos a la pubertad, el timo, poco a poco se va encogiendo. Sus tejidos se van reemplazando con tejido adiposo.

Es un proceso natural, sin ningún peligro ni riesgo para nuestra salud. La razón del por qué se reduce es porque la maduración de las células T, llamada “linfopoyesis T”, es llevada a cabo en todo momento; proceso importante para la respuesta inmunitaria de nuestro cuerpo.

Enfermedades asociadas con esta glándula

Así como cualquier otra glándula de nuestro cuerpo, el timo, puede llegar a inflamarse y perder funcionalidad. Por otro lado, puede llegar a tener el desarrollo de células cancerosas o sólo presencia de quistes.

Algunas enfermedades son:

  • El Síndrome de DiGeorge, es una enfermedad que no es muy común. Ella ocurre cuando la respuesta inmunitaria es sumamente débil y donde, además, le aparecen pequeños quistes en el interior del timo.
  • La Hiperplasia tímica, se da cuando aparecen folículos linfoides dentro del timo, en los pacientes. Esto es una enfermedad consecuencia del Lupus.
  • El timoma, es un tipo de tumor que puede ser benigno o maligno y por lo general aparece en las mujeres.

Cómo cuidar mejor nuestro timo

El timo es una glándula que muy pocos conocen o entienden, sin embargo, no deja de ser indispensable para nuestro bienestar, sobre todo para brindarnos un sistema inmunológico fuerte y con excelente capacidad de respuesta.

timo-y-sistema-inmunológico

A continuación, te propongo algunas estrategias sencillas, para que puedas potenciar su funcionalidad:

  • Consume frutas y verduras que sean frescas.
  • Cuida tu alimentación, que sea lo más natural posible.
  • Evita comida precocida, rica en conservantes, en grasas saturadas o azucaradas, entre otras.
  • Debes consumir alimentos ricos en vitamina E, el aguacate y el germen de trigo es una excelente opción.
  • Aumenta tu consumo de vitamina C, ya sea en frutas, vegetales o suplementos.
  • Come brócoli, ajo, cebolla y cúrcuma.
  • Bebe por lo menos a diario una taza de té verde.
  • Consume ácidos grasos omega 3 (pescados y mariscos).
  • Consume la vitamina D.
  • Realiza ejercicios por lo menos 7 minutos al día, para mejorar la buena circulación y la buena oxigenación.
  • Evita el estrés, procura realizar a diario algo que te genere placer, como leer un libro, escuchar música, realizar un hobby.

Volvemos al sistema inmunológico

Tu cuerpo dispone de un mecanismo para defenderse y es nada más y nada menos que el sistema inmunológico. Con éste, tu cuerpo se defiende de virus, bacterias y muchos tipos de enfermedades.

En ocasiones, tu sistema inmunológico se debilita, todo por llevar una mala alimentación, mucho estrés, u otro tipo de afección. Hay señales de aviso que pueden decirte que es necesario hacer ajustes porque el sistema inmunitario está débil.

¿Cómo saber si tu sistema inmunitario está débil?

Las células que defienden nuestro cuerpo, se encuentran no solo en el timo, sino que también las encontrarás en el bazo y la médula ósea. Estos son los que comúnmente llaman “órganos linfáticos”.

Cuando tu nivel de leucocitos es bajo, tu cuerpo dejará de poder hacer frente a esos elementos externos que te enferman. Es importante que estés alerta a un determinado tipo de señales, éstas pueden ser las siguientes:

1. Cansancio

Aunque el cansancio puede tener muchas causas. La verdad es que cuando es continuo, o con pequeños esfuerzos acabas rendida, tienes cambios de temperatura como bajones, mareos, entre otros, es un síntoma que debes tener en cuenta.

2. Infecciones continuas

Si ves que padeces a cada rato de infecciones de orina, en tu zona íntima, infecciones de estómago, encías inflamadas y enrojecidas o diarreas continuas, es un indicio de que tu sistema inmunológico no está actuando como debería ante los agentes externos que se introducen en tu cuerpo.

3. Alergias

Si bien es cierto que muchas personas sufren reacciones alérgicas más frecuente que otras. Puede ser por el polen, un perfume, el polvo, el humo, pero cuando es muy frecuente la alergia y casi que parece una esclavitud, es posible que tengas el sistema inmunitario débil.

4. Gripes, resfriados, dolores de garganta y oído

¿Eres de las que agarra rápido un resfriado?, ¿uno cada mes?, ¿te duele la garganta a menudo?, ¿los oídos te duelen?, si tu respuesta es afirmativa seguramente necesitas comprobar con un examen médico el nivel de glóbulos blancos. Quizás tu sistema inmunitario no te está defendiendo como debería hacerlo.

5. Cicatrizar una herida es un asunto lento

Si cuando te haces un corte o una simple rozadura, tarda en curarse, o se te infectan, se inflaman y te duelen. Esto se debe a que tu sistema inmunitario está débil.

El estrés, el enemigo del timo y de tus defensas

Cuando tu cuerpo está en estrés o tienes ataques de ansiedad, por lo general tu mente y tu cuerpo se va a agotar más de lo normal; padeces de insomnio, por ende, no descansas bien y en fin es una cadena que atrae un problema tras otro.

Es ahí cuando surgen pensamientos negativos o frustraciones que, aunque no lo creas, hacen reaccionar tu timo.  En realidad, no hay ninguna invasión de algún virus, haces que tu timo trabaje en balde y se debilite; sin embargo, los pensamientos positivos fortalecen el timo, ya que lo activan lo ponen en marcha en sus funciones defensivas.

Si ejercitas tu timo puedes mantener activo tu sistema inmunitario

Al mantener activo tu sistema inmunitario, vas a mantener alejado cualquier virus o bacteria intrusa que quiera dañar tu cuerpo.

si-ejercitas-tu-timo-puedes-mantener-el-sistema-inmunológico-activo

Para esto hay un ejercicio muy antiguo que realmente funciona para activar el timo. Sólo te tomará unos segundos:

  1. Separa los pies, que queden a la distancia entre los hombros.
  2. Dobla ligeramente las rodillas y apoya tu peso sobre los dedos de los pies.
  3. Una vez estés en esta posición, cierras una mano (de tu preferencia).
  4. Golpea con los nudillos el centro de tu pecho, encima del timo.
  5. Asegúrate de dar un toque fuerte seguido de dos más que sean débiles.

Repite éstos 3 golpes, unas 20 series. Aunque no lo creas, ésta pequeña estimulación revitaliza la glándula. Puedes hacerlo todas las mañanas al levantarte y antes de irte a dormir.

Cuidar el timo trae recompensas

Rebeca estaba sorprendida, no sabía de la existencia del timo, sé que como ella hay muchas que quizás hoy están leyendo por primera vez sobre esta glándula. Ella de inmediato dijo que iba tomar cartas en el asunto, que, al escuchar mi explicación, su problema radicaba en la alimentación.

Yo quedé en ayudarla, para hacer un plan de alimentación adecuado para ella, para que pudiera fortalecer así su sistema inmunológico y cuidar de esta glándula tan importante. Ya han pasado tres semanas, de aquella conversación. Rebeca ha mejorado y ya no siente los síntomas que presentaba la otra vez.

Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro #Yo Puedo con la Dra. Cocó.

Pulsa Aquí para tu E-book Gratis, llegará a tu email en unos momentos.

Compartelo en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

¡Inspirate!

Publicaciones Relacionadas