Adoptar estrategias para mantener un cutis sano sin acné, puede ser clave para prevenir imperfecciones. El acné es un trastorno cutáneo inflamatorio crónico que daña los poros de la piel.
Este proceso conduce a diversos tipos de lesiones, que incluyen comedones, quistes y cicatrices. De acuerdo con los expertos, afecta al 9% de la población mundial, ocasionando un fuerte impacto negativo en quienes lo padecen.
De este tema que preocupa a muchas personas jóvenes y algunos adultos, voy a hablar a solicitud de Alexandra, una seguidora de Carolina del Norte. Ella es una joven universitaria con muchas responsabilidades académicas y laborales, ya que en sus ratos libres se desempeña como niñera.
Alexandra me comentaba, que decidió pagar sus estudios a través del trabajo como niñera, ya que por ser la hermana mayor contaba con experiencia cuidando niños. Ella me explicaba, que debido a sus compromisos agobiantes, prácticamente no tenía tiempo para cuidar adecuadamente su apariencia personal.
Desde su adolescencia Alexandra ha padecido de acné, una situación que le preocupaba mucho por cuanto afectaba su autoestima y seguridad. Había probado desde cremas, medicamentos, recetas, pero poco mejoraba, lo que le impedía sentirse bien y desarrollar su potencial.
Ella decidió ponerse en contacto conmigo porque en ocasiones su cutis tiende a cobrarle su falta de atención. De hecho, además de los brotes que solían ocurrirle unos días antes del período menstrual, también presentaba pústulas ocasionalmente. Alexandra me relató, que aunque muchas veces trataba de ignorar la situación, siempre alguien cercano se lo recordaba.
A fin de encontrar una salida a su problema, le envié un informe con algunas sugerencias para combatir el acné. En él, destaqué varias estrategias con efectos positivos comprobados.
Dada la prevalencia de esta dolencia en muchas personas, consideré importante compartir este artículo en mi blog.
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Generalidades acerca del acné
El acné es una condición que afecta la piel cuando los poros se tapan con grasa, células muertas y bacterias. Esto produce granos o espinillas, sobre todo en la cara, la espalda, el pecho y los hombros.
Se origina de un proceso inflamatorio en las glándulas sebáceas, que desarrollan la grasa de la piel. Estas glándulas están conectadas con los folículos pilosos, conductos donde crece el pelo. Cuando la piel se renueva, las células viejas se desprenden y salen por los poros.
Pero si hay mucho sebo o células muertas, estos se quedan atrapados dentro del folículo, imposibilitando su salida. Este efecto ocasiona que las bacterias que normalmente viven en la piel se multipliquen y desarrollen inflamación.
A su vez, el poro se hincha y enrojece, generando calor y dolor. De hecho, en ciertos casos el poro se rompe, contaminando de líquido áreas cercanas, lo cual conduce a una mayor aparición de lesiones.
Según los especialistas, el acné suele mejorar con el tiempo, sin embargo, puede prolongarse hasta la edad adulta.
Efectivamente, lesiona a personas de todas las edades y razas, pero es más común en adolescentes y adultos jóvenes. De igual forma, en la adolescencia, el acné es más frecuente en los hombres, mientras que en la adultez, es más frecuente en las mujeres.
El acné puede causar diferentes tipos de granos, como puntos blancos, puntos negros, pápulas, pústulas, nódulos o quistes. Estos granos pueden inflamarse, infectarse o dejar cicatrices en la piel.
Durante la pubertad, las hormonas sexuales (andrógenos) se incrementan en ambos sexos y hacen que las glándulas que producen grasa en la piel se vuelvan más grandes y activas.
Esto puede favorecer la aparición de acné. Asimismo, algunas mujeres durante el embarazo suelen presentar acné por efecto de los cambios hormonales.
Factores que pueden exacerbar el acné
Son diversos los factores que pueden contribuir al desarrollo o al empeoramiento del acné. Entre ellos se señalan:
Desequilibrios hormonales
Las hormonas intervienen en la producción de sebo, la inflamación y la renovación celular de la piel. Al estar desequilibradas, pueden exacerbar el acné, ya que tienden a obstruir los poros, provocando brotes debido al aumento de la producción de sebo. Los estrógenos, la progesterona y el cortisol son hormonas que afectan la piel.
Genética
La genética puede desempeñar un rol importante en el desarrollo del acné. Determinados estudios han demostrado que las personas con antecedentes familiares de acné tienen más probabilidades de padecerlo.
Un estudio reveló que hasta el 80% de las personas con acné crónico tienen hijos o hermanos con esta afección. Si los padres o familiares tuvieron acné, es más probable que los hijos también lo tengan.
Estrés
El estrés actúa como un impulsor del acné al alterar el equilibrio hormonal, desencadenar la inflamación y aumentar la producción de grasa en la piel. Este proceso puede dar lugar a brotes.
Alimentación
Algunos alimentos pueden estimular reacciones inflamatorias o alérgicas en la piel que favorecen el acné y varían según la persona. Diversos estudios han demostrado que el consumo de determinados alimentos puede empeorar el acné como los derivados lácteos y comida procesada.
Higiene
Mantener la piel limpia es fundamental para prevenir la obstrucción de los poros y la aparición de acné debido a bacterias y polvo. Sin embargo, es crucial encontrar un equilibrio, ya que la limpieza excesiva o inadecuada puede irritar y resecar la piel, estimulando una mayor producción de grasa. Incluso, los expertos sugieren evitar tocar, rascar o exprimir los gramos, por cuanto puede infectarlos o dejar cicatrices.
Cosméticos
Algunos productos de maquillaje, cremas o lociones pueden obstruir los poros o contener ingredientes que irritan la piel o causan alergias. Es recomendable usar productos no comedogénicos y que sean orgánicos, que no favorezcan la formación de comedones o granos.
Condiciones ambientales
Ciertas condiciones ambientales (contaminación y niveles elevados de humedad relativa) favorecen los brotes de acné en pieles grasas y mixtas. Incluso ciertos contaminantes ocasionan procesos inflamatorios.
Importancia de tratar el acné
Por lo general, el acné comienza durante la etapa de la pubertad. De acuerdo con los especialistas, el 85% de los jóvenes de 12 a 24 años experimentan signos acnéicos.
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Es oportuno señalar, que el acné puede también persistir en la edad adulta, pudiendo afectar hasta al 15% de las mujeres y al 3% de los hombres. De hecho, el acné tiende a desmejorar de forma sustancial la calidad de vida y bienestar psicológico de quienes lo padecen.
Por esta razón, los dermatólogos deben conocer que existe un trastorno conocido como dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal. Esta anomalía podría afectar a quienes sufren de acné y conservan las cicatrices ocasionadas por él. Este trastorno consiste en una preocupación exacerbada por la presencia de un defecto leve o imaginario de un rasgo físico.
Según los expertos, este proceso negativo podría dañar sustancialmente el desempeño psicosocial y la calidad de vida de estas personas.
De igual manera, la patogénesis del acné es multifactorial. Dentro de los factores involucrados destacan el incremento de la producción de sebo, la queratinización anormal del epitelio folicular, la colonización por Propionibacterium acnes y la inflamación.
Existen diferentes tipos y grados de acné, desde el leve hasta el grave, y cada uno requiere un tratamiento adecuado. Estos tienen como objetivos: controlar la producción de sebo, reducir la inflamación, eliminar las bacterias y prevenir o mejorar las cicatrices.
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Este último objetivo es crucial, por cuanto el impacto psicológico de las cicatrices puede ser profundo. De hecho, pueden desarrollarse como consecuencia de los daños cutáneos durante el proceso de curación del acné activo.
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SILK FACE® es un suero libre de químicos, hecho con ingredientes 100% naturales. Contiene aminoácidos, fibras y proteínas de la seda. Esta formulación especial es hipoalergénica y puede ser empleada por hombres y mujeres de todas las edades.
Las propiedades de la proteína de seda han venido siendo aplicadas para la regeneración cutánea. Este singular producto mejora la apariencia y salud de la piel, gracias a sus propiedades hidratantes, antioxidantes y antiinflamatorias.
Silk Face Serum para el acné ayuda a reducir el exceso de sebo, que es una de las causas principales de los granos y espinillas. Además, estimula la regeneración celular y la producción de colágeno.
Este suero antioxidante tiene una potencia 300 veces más que la vitamina C. Hace frente a los padecimientos cutáneos, especialmente melasma, acné y manchas. Contribuye a crear una piel más uniforme y luminosa y sus resultados se notan desde la primera aplicación.
Sus efectos permiten optimizar la elasticidad y firmeza de la piel. Este producto natural es apropiado y efectivo para quienes sufren de psoriasis, rosácea, acné, melasma y otras afecciones cutáneas.
Con el uso del Silk Face Serum se obtendrán cambios como la piel más lustrosa, la disminución de líneas finas alrededor de los ojos, la cara y el cuello, asimismo solución a problemas de psoriasis y acné.
Estrategias sugeridas por los expertos para mantener un cutis sano sin acné
Para prevenir y tratar el acné es necesario seguir algunas estrategias básicas, que pueden ayudar a mantener la piel limpia, sana y libre de acné. Estos son algunos consejos a seguir:
1. Conservar una alimentación equilibrada
De acuerdo con los expertos, mantener una alimentación saludable, con cantidades adecuadas de nutrientes, es muy importante para el organismo y también puede ser beneficioso para la piel. Efectivamente, algunos estudios han mostrado la importancia de suprimir algunos alimentos problemáticos como los lácteos.
Productos como: lácteos, carbohidratos refinados, azúcar o chocolate, pueden desencadenar o empeorar el acné en algunas personas. Por lo que se recomienda limitar estos alimentos y optar por una dieta que incluya más frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables.
Beber suficiente agua es fundamental para mantener la hidratación y eliminar las toxinas del organismo, promoviendo así una piel más saludable.
Según un estudio publicado en Clinical Nutrition, se mostró una relación directa entre la leche y el acné. Esto se debe posiblemente a ciertos compuestos y hormonas de crecimiento que contiene la leche.
No obstante, no todos los alimentos ocasionan las mismas reacciones sobre las personas.
2. Lavarse la cara dos veces al día con un limpiador suave y agua tibia
Esto puede ayudar a eliminar el exceso de grasa, suciedad, sudor y bacterias de la piel. Se debe evitar frotar o utilizar productos agresivos que puedan irritar la piel y empeorar el acné. De hecho, la Academia Americana de Dermatología recomienda lavarse dos veces al día y repetir el procedimiento después de sudar.
3. Evitar tocarse la cara o hurgarse los granos
Esto puede introducir más bacterias y ocasionar inflamación en la piel, incrementando el riesgo de procesos infecciosos y cicatrices.
De acuerdo con los expertos, un grano indica la presencia de grasa, sebo y bacterias. También, puede considerarse como una señal de que el mecanismo de curación natural del cuerpo está funcionando. Sin embargo, al apretar y reventar el grano, se interrumpe este proceso de curación, incluso los líquidos liberados pueden contaminar la piel circundante con bacterias.
Esto podría ocasionar que se forme una mayor cantidad de granos e incluso generar cicatrices en los granos expuestos.
4. Mantenerse hidratada
Todas las células del organismo requieren agua, de hecho, las de la piel son las que están más en contacto con el ambiente, ya que corren mayor riesgo de deshidratarse por efecto de estos elementos. Los especialistas consideran importante beber agua a lo largo del día, para mantener sanas las células de la piel.
5. Utilizar protección solar a diario
Es esencial aplicarse protector solar todos los días, ya que la exposición al sol puede dañar la piel y hacer más visibles las cicatrices del acné. Efectivamente, los rayos ultravioleta (UV) del sol ocasionan daños sobre la piel. Los expertos recomiendan emplear aquellos que tengan un FPS mayor de 30. Incluso, es necesario su uso cada vez que la piel se exponga a la intemperie.
6. Controlar los niveles de estrés
Estudios indican que el estrés puede aumentar la producción de hormonas que estimulan las glándulas sebáceas, desencadenando brotes de acné. Por consiguiente, es importante intentar relajarse y hacer frente al estrés realizando actividades placenteras. Estas incluyen hacer ejercicio, escuchar música, meditar o leer.
7. Evitar el consumo de antinutrientes
Existen algunos antinutrientes que deben evitarse:
- Gluten: Debilita el sistema inmunológico, aumenta la probabilidad de contraer infecciones y es inflamatorio, por lo tanto, promueve los problemas en la piel.
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- Lactosa: Es el azúcar que hay en la leche. Contiene caseína, pudiendo tener efectos negativos para la piel al crear inflamación.
- Grasas malas: Lesionan el cutis, son grasas proinflamatorias y aceites hidrogenados procesados en refinerías como el aceite de canola, palma, maíz y algodón.
Concluyendo
El acné es una afección cutánea común que afecta a muchas personas, en especial a adolescentes y adultos jóvenes. Se produce cuando los poros de la piel se obstruyen con grasa, células cutáneas muertas, bacterias e inflamación. Además de sus manifestaciones físicas, el acné puede causar malestar emocional y dejar cicatrices en la piel.
Para prevenir y tratar esta afección, es necesario seguir algunas estrategias básicas que pueden ayudarte a mantener la piel limpia, sana y libre de acné. Dentro de estas sugerencias destacan: lavar el rostro dos veces al día; evitar productos agresivos que puedan irritar la piel y emplear una crema hidratante sin aceite.
Asimismo, evitar tocarse la cara o hurgarse los granos, emplear protección solar, controlar los niveles de estrés, y seguir una alimentación saludable, además de mantener un nivel adecuado de hidratación.
Para Alexandra, la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad práctica. De hecho, se sintió muy contenta porque descubrió que mantener su cutis en buen estado y libre de acné no requiere más que una adecuada disciplina. Ella decidió acatar los consejos de los expertos y además emplear mi exclusiva fórmula Silk Face Serum.
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