Estos Son Los Alimentos Y Suplementos Que Favorecen Un Buen Tratamiento Óseo

Alimentos y suplementos que fortalecen los huesos
Nutrientes clave para un buen tratamiento óseo

Una salud ósea adecuada se refiere a la fortaleza y densidad de los huesos, que es crucial para el bienestar y la funcionalidad general. Vale destacar, que además de un adecuado diagnóstico, el estado del tejido óseo puede tratarse adecuadamente.  

De este tema que afecta a muchos adultos mayores, les voy a hablar a solicitud de Marianne. Ella es una seguidora de Alabama, abuela y ama de casa con mucha actividad familiar. Para Marianne, no hay mayor alegría que poder ayudar a sus hijas con los nietos y atenderlos con frecuencia.

Ella me comentaba que sus hijas, cuando tienen algún compromiso social y deben acompañar a sus esposos, saben que pueden contar con ella para cuidar de los niños. Sin embargo, Marianne me comentaba que, en ocasiones llegó a sentir cierta debilidad al interactuar o jugar con ellos.

Este problema, le llevó a visitar a su médico de confianza. Él a su vez, le refirió a un traumatólogo, quien luego de diversos análisis detectó que Marianne presentaba osteopenia. Inmediatamente, le envió un tratamiento, para solventar sus problemas.

No obstante, a pesar de que el especialista le destacó que era un proceso gradual, ella quería saber si podría mejorarse de forma alternativa, y por ello fue que me contactó.

Marianne quería principalmente, que le indicara como apoyar el efecto del tratamiento para la osteopenia. Al responderle le comenté, que esta condición no es en sí una enfermedad, sino una disminución de la densidad ósea.

Por ello le envié información sobre algunos alimentos y suplementos, que pueden reforzar el efecto de los medicamentos para la osteopenia.

Muchas personas de la tercera edad, especialmente las mujeres, tienden a presentar fragilidad ósea. Por esta razón, consideré importante compartir esta información en mi página.

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Generalidades acerca del sistema musculoesquelético

El sistema musculoesquelético es una red extraordinaria que desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la integridad y el funcionamiento de nuestro cuerpo. Está formado por huesos, músculos, cartílagos, tendones, ligamentos, articulaciones y otros tejidos conjuntivos.

Todos ellos trabajan en armonía para dar forma, soporte, estabilidad y movimiento al cuerpo.

La parte esquelética del sistema no sólo da estructura al cuerpo, sino que también sirve como principal almacén de minerales esenciales como el calcio y el fósforo. Los músculos unidos a los huesos mediante tendones permiten el movimiento voluntario. Además, el intrincado diseño de las articulaciones facilita una amplia gama de movimientos.

La importancia del sistema va más allá del mero soporte físico, siendo esencial para la protección de los órganos internos. Así, la caja torácica protege el corazón y pulmones, y el cráneo protege la integridad del cerebro.

Desde un punto de vista científico, la importancia del sistema musculoesquelético resalta por su influencia en la homeostasis y la salud general del organismo.

Ello posee profundas implicaciones para la comprensión de enfermedades y trastornos. Las alteraciones en cualquier punto de la cadena cinética pueden afectar a tejidos y órganos de todo nuestro organismo. Esta interconexión significa, que una lesión o enfermedad en una parte puede tener efectos en cascada en otras partes.

Es importante señalar, que el sistema musculoesquelético interviene en la regulación del metabolismo y el gasto energético. Por ello, afecciones como la osteoporosis y artritis no solo afectan los huesos y articulaciones, sino que tienen implicaciones sistémicas e influyen en el equilibrio metabólico de nuestro organismo.

Por ello, comprender su función y fisiopatología es crucial para desarrollar tratamientos eficaces de los trastornos musculoesqueléticos.

VITA PROTEIN ENERGIA, puede favorecer un adecuado mantenimiento y fortalecimiento del sistema musculoesquelético.

¿Cómo mantener un sistema óseo en buen estado?

Tal como señalamos, los huesos son tejidos vivos que proporcionan soporte estructural al cuerpo. Dicho tejido protege los órganos vitales, facilita el movimiento al anclar los músculos, y sirve de depósito de minerales como el calcio y fósforo.

Con la edad la densidad ósea disminuye de forma natural. La osteopenia, una afección caracterizada por una densidad ósea inferior a la normal, es especialmente prevalente en las mujeres posmenopáusicas y puede ser precursora de la osteoporosis.

Un estudio exhaustivo publicado en PLOS ONE en 2023 examinó la prevalencia, y las tendencias de tratamiento de la osteoporosis y la osteopenia en mujeres posmenopáusicas. En dicho estudio se emplearon datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) recogidos durante varios años.

Este estudio permitió revelar, que la prevalencia global de osteoporosis diagnosticada por un médico era del 17,4%. A su vez, la osteopenia medida por la densidad mineral ósea (DMO) se detectó en el 59,6% de las mujeres encuestadas.

Esto indica que una porción poblacional significativa corre el riesgo de padecer problemas de salud relacionados con los huesos.

Fortaleciendo nuestro tejido óseo

Mantener un sistema óseo sano es crucial para el bienestar general. Por ello, debemos resaltar que ciertos alimentos y suplementos pueden desempeñar un papel importante en el apoyo a la salud de los huesos.

Gracias a las investigaciones se ha determinado que existen algunos minerales y vitaminas cruciales para tratar y combatir las deficiencias que se presentan a nivel óseo.

Dentro de ellas podemos resaltar:

Calcio

El calcio es un mineral vital, que desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud ósea. Es el mineral más abundante en el organismo, y se encuentra principalmente en huesos y dientes, donde proporciona soporte estructural.

La importancia del calcio para la salud ósea está bien documentada, ya que ayuda a construir y mantener unos huesos fuertes. El organismo también necesita calcio para otras funciones críticas como la función muscular, transmisión nerviosa, contracción y dilatación vascular.

La ingesta diaria recomendada de calcio varía en función de la edad, sexo y etapa de la vida. Sin embargo, en general se aconseja a los adultos consumir entre 1.000 y 1.200 mg de calcio al día. Esta ingesta puede lograrse a través de la dieta.

Las fuentes dietéticas de calcio incluyen productos lácteos como la leche, el queso y el yogur. Igualmente, también se encuentra en proporciones importantes en verduras de hoja verde, frutos secos y alimentos enriquecidos.

Fósforo

El fósforo es un elemento vital que se encuentra en abundancia en el cuerpo humano.

La mayor concentración del mismo, se encuentra en los huesos y dientes como parte de la hidroxiapatita, un mineral que les da fuerza y estructura.

Es esencial para la mineralización ósea, este proceso permite que el fósforo, junto con el calcio, forme cristales de hidroxiapatita. Ellos endurecen y fortalecen el sistema óseo. Esta mineralización es crucial para mantener la densidad ósea y la salud general del esqueleto.

El equilibrio del fósforo está estrechamente regulado en el organismo, lo que garantiza que se mantengan los niveles necesarios para apoyar estas funciones críticas. Sin embargo, tanto la deficiencia como el exceso de fósforo en la dieta pueden provocar problemas de salud.

Una deficiencia puede provocar dolor óseo, debilidad muscular y osteomalacia, o reblandecimiento de los huesos, mientras que un exceso puede provocar hiperfosfatemia, que puede causar problemas cardiovasculares y óseos a largo plazo.

El aporte dietético recomendado de fósforo varía según la edad, pero para los adultos suele ser de unos 700 mg al día.

El organismo absorbe el fósforo a través de la dieta y alimentos como la carne, aves, pescado, frutos secos, legumbres y productos lácteos son fuentes ricas en fósforo. Es de resaltar, que el organismo absorbe más fácilmente el fósforo de origen animal que el de origen vegetal.

Zinc

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VITAMIN D3 + K2

El zinc es un mineral esencial para el tejido óseo. De hecho, contribuye a la síntesis de la matriz de colágeno, que es crucial para la mineralización y recambio óseo. La participación del zinc en la salud ósea es polifacética.

Por una parte, estimula la actividad de los osteoblastos (células responsables de la formación de hueso nuevo). A su vez, también es capaz de inhibir la de los osteoclastos, implicados en la resorción ósea.

Esta doble acción contribuye a mantener el equilibrio necesario para la homeostasis ósea. Además, el zinc influye en la vía para la remodelación ósea. Este proceso consiste en la sustitución del tejido óseo viejo por tejido nuevo. Gracias a ello, se logra mantener la resistencia e integridad del hueso.

Una ingesta adecuada de zinc permite prevenir la degradación ósea y el aumento de la densidad ósea. Ello lo convierte en un nutriente clave para la salud ósea a largo plazo, especialmente a medida que se envejece y aumenta el riesgo de padecer enfermedades como la osteoporosis.

Para garantizar niveles adecuados de zinc para la salud ósea, se recomienda una dieta equilibrada. Ella debe incluir alimentos ricos en zinc. A saber, carnes, mariscos, legumbres, semillas, frutos secos y productos lácteos.

También puede considerarse la administración de suplementos, sobre todo en personas con restricciones alimentarias o mayores necesidades.

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Magnesio

El magnesio desempeña un papel crucial en la salud ósea, ya que es un componente fundamental para el desarrollo normal de los huesos. A su vez, interviene en la conversión de la vitamina D en su forma activa, permitiendo la absorción del calcio.

Así, una mayor ingesta de magnesio puede mejorar la formación de cristales óseos y reducir el riesgo de osteoporosis, sobre todo en mujeres posmenopáusicas. Os recomiendo MAGNESIUM CITRATE.

Según un estudio, las mujeres que consumían más de 422 mg de magnesio al día presentaban mayor densidad mineral ósea de la cadera y de todo el cuerpo. Dichos niveles son significativamente mayores, en comparación con las mujeres que tenían niveles de ingesta más bajos.

Igualmente, el magnesio es necesario para la síntesis de ADN y ARN. Dichos procesos son esenciales para la replicación y el crecimiento celular, incluidas las células que forman el tejido óseo.

Asimismo, es necesario para la síntesis del antioxidante glutatión. Ello protege las células óseas del estrés oxidativo. Entre los alimentos ricos en magnesio destacan:

  • Almendras: Aportan unos 80 mg de magnesio por onza.
  • Semillas de calabaza: Aportan 150 mg por onza.
  • Alubias negras: Aportan 60 mg por media taza hervida.
  • Quinoa: Media taza de quinoa cocida aporta 60 mg.
  • Leche descremada: Una taza aporta entre 24 y 27 mg de magnesio.

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Dentro de otros alimentos que poseen cantidades importantes de magnesio destacan acelgas, espinacas, brócoli, plátanos y patatas con piel. También se incluyen el salmón, caballa, salvado de trigo y arroz integral.

Vitamina D

La vitamina D puede sintetizarse en la piel mediante la exposición a la luz solar. Sin embargo, también puede obtenerse de fuentes dietéticas como el pescado graso, leche enriquecida, yemas de huevo y suplementos.

La interacción entre el calcio, fósforo y vitamina D está regulada por hormonas como la paratiroidea (PTH). Ello favorece el mantenimiento de niveles adecuados de calcio y de calcitonina en la sangre. De esta forma se ayuda a regular la forma en que el cuerpo utiliza el calcio.

Una ingesta inadecuada de estos nutrientes puede provocar diversos trastornos óseos. Por ejemplo, una carencia de vitamina D puede provocar raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos, ambos caracterizados por el reblandecimiento de los huesos.

Del mismo modo, una cantidad insuficiente de calcio puede contribuir al desarrollo de la osteoporosis. Por lo tanto, una dieta equilibrada que incluya cantidades suficientes de calcio, fósforo y vitamina D, posiblemente complementada con vitaminas y minerales adicionales, es esencial para mantener la salud ósea durante toda la vida.

Vitamina K

La vitamina K desempeña un papel crucial en la salud ósea, ya que es esencial para la activación de la osteocalcina. Dicha proteína ayuda a fijar el calcio en la matriz ósea. Este efecto es fundamental para una adecuada densidad mineral ósea y resistencia general de los huesos.

Asimismo, la vitamina K interviene en la regulación de los osteoblastos, las células responsables de la formación de hueso nuevo. Incluso participa en la regulación de los osteoclastos, células responsables de reabsorber el tejido óseo. Este equilibrio es vital para mantener un recambio y una estructura ósea sana.

Niveles más altos de vitamina K se asocian a una mayor densidad mineral ósea y a menores riesgos de fracturas. Por ejemplo, una revisión publicada en Calcified Tissue International destaca los efectos de la vitamina K en el metabolismo musculoesquelético.

Ello ha permitido establecer, que podría ser beneficiosa para afecciones como la osteoporosis y sarcopenia.

Por otra parte, la Clínica Cleveland ha señalado que la vitamina K fortalece los huesos al contribuir a la formación de osteocalcina, que es crucial para prevenir la baja densidad ósea. Incluso, algunos estudios sugieren que una mayor ingesta diaria de vitamina K puede reducir el riesgo de fracturas óseas.

Según los Institutos Nacionales de Salud, existen algunos alimentos que proveen cantidades importantes de vitamina K. Dentro de ellos podemos señalar: aceites vegetales, arándanos azules, higos, espinaca, col rizada (o berza), brócoli y lechuga. Destacan también, la soja, huevos, carne y queso.

Acerca de algunos suplementos para fortalecer los huesos

Mantener unos huesos sanos es crucial para el bienestar general, y ciertos suplementos pueden desempeñar un papel vital en la salud ósea.

La vitamina D es especialmente importante porque facilita la absorción del calcio y crecimiento óseo. Además, la vitamina K es esencial para el metabolismo óseo y la regulación del calcio en la sangre.

El magnesio contribuye al desarrollo estructural de los huesos, y el zinc interviene en su formación y mineralización.

Es importante tener en cuenta, que aunque los suplementos pueden ayudar a cubrir carencias nutricionales, no deben sustituir a una dieta equilibrada ni a factores del estilo de vida como el ejercicio regular, que son fundamentales para mantener la densidad ósea.

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Concluyendo

El paso de los años va mermando nuestra capacidad para absorber calcio. Por ello los adultos mayores, especialmente las mujeres posmenopáusicas, corren un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.

Cabe destacar, que es importante el chequeo temprano de la densidad ósea, a fin de detectar tempranamente la pérdida de densidad ósea denominada osteopenia.

Existen muchos fármacos empleados para el tratamiento de los huesos, como la terapia hormonal sustitutiva y los bifosfonatos. Sin embargo, se les atribuyen muchos efectos secundarios asociados a problemas cutáneos y gastrointestinales.

Afortunadamente, la ciencia ha logrado profundizar en ciertos beneficios que logran favorecer el tratamiento de las deficiencias óseas, al emplear ciertos alimentos y suplementos. Ello se debe principalmente a la presencia de ciertas vitaminas y minerales, que logran mantener y restablecer la integridad ósea.

Dentro de ellos destacan el calcio, fósforo, magnesio, zinc, vitamina D y vitamina K.

Para Marianne la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran utilidad. Ella había estado tomando unos fármacos para fortalecer su sistema óseo. Sin embargo, a las pocas semanas de haber comenzado a incorporar alimentos con las vitaminas y minerales adecuados, notó cambios.

Entre ellos destacaban una mayor cantidad de energía, menores dolores articulares y más fortaleza muscular. De hecho, le pareció muy útil mi fórmula especial VITAMIN D3 + K2.

“La ingesta de frutas y verduras se ha revelado como un importante factor protector modificable para la salud ósea. Las investigaciones actuales sobre la dieta y el estado óseo apoyan el fomento de dietas equilibradas con abundante fruta y verdura, una cantidad adecuada de lácteos y otros alimentos proteicos, y la limitación de alimentos con baja densidad de nutrientes”.
Katherine L Tucker
Tufts University, Boston

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