“Lo que tu médico no te cuenta” es el slogan colocado en mi libro Un mundo sin Cáncer. Con esto quiero decir que los médicos en su deseo de querer lo mejor para sus pacientes, insisten en que la única vía que puede conducir a la erradicación del cáncer, es a través de los tratamientos oncológicos tradicionales. Quizás es porque es lo que conocen y han aprendido.
Los tratamientos oncológicos han salvado miles de vida, eso es sabido por todo el mundo. Sin embargo se debe tener claro que los responsables de la medicina tradicional han sido formados, tomando en cuenta todo lo que la industria farmacéutica ha querido que aprendan, destacando el interés más en cómo vencer la enfermedad que en como tener un buen estilo de vida y controlar la salud. Esta es la mejor manera de prevenir la enfermedad.
Precisamente el tener un buen estilo de vida y controlar la salud es esencial para mantenerla. Es sabido que el cáncer es la segunda causa de muerte en los Estados Unidos. Esto representa un 25% de todas las muertes. De los cánceres más comunes está el de próstata en los hombres y el de mama en las mujeres. Van seguidos por el cáncer de pulmón y el colorrectal. De acuerdo a estudios e investigaciones de expertos, el mal estilo de vida, juega un factor importante para el desarrollo de los cánceres comunes. Estos incluyen la mala alimentación, inactividad física, exposición al cigarrillo, consumo de azúcar entre otros.,
¿Por qué el buen estilo de vida es esencial para prevenir la aparición del cáncer?
En mi libro Un mundo sin Cáncer, lo que tu médico no te cuenta, realizo varios planteamientos. En uno de ellos expongo la necesidad de tener un buen estilo de vida para prevenir el cáncer. Esto basado en investigaciones realizadas por mi en los últimos años, apoyadas en procesos científicos
Los factores que han sido relacionados con el estilo de vida tienen mucha incidencia en la prevención del cáncer. Aun cuando muchas personas no lo han considerado, se debe seguir insistiendo y aportando información que permita la toma de conciencia y el accionar en función de vivir con salud, en buenas condiciones, sin inflamación, sin dolores y con pensamientos de optimismo para estar saludable.
El sistema inmunológico
Cuando un cuerpo esta sano y tiene un sistema inmunológico fortalecido, el sistema celular produce por si mismo la apoptosis, que es la muerte de las células, haciendo que éstas se sigan desarrollando naturalmente. Permite enfrentar cualquier elemento patógeno y toxinas que hace que las células cancerosas se inflamen y se oxiden. Al producirse la oxidación celular, estas células se mutan, duplicándose y desarrollando enfermedades inflamatorias como el cáncer. Al tener un organismo desequilibrado, es propenso a contraer enfermedades, ya que el cuerpo está lleno de toxinas, bacterias y otros elementos extraños que al multiplicarse se exponen a enfermedades crónicas como el cáncer.
Estas bacterias, microbios, hongos son microorganismos que habitan en el interior del organismo humano, desempeñando un rol tanto en la salud como en la enfermedad. Es esencial entonces que haya un equilibrio que actúe en consecuencia para tener un sistema inmunológico activo y bien fuerte, que pueda tomar acción cuando el organismo lo requiera.
¿Cual es la función del sistema inmunológico?
La función del sistema inmunológico es proteger al organismo de todos los daños que puedan afectarlo. Si se define etimológicamente la palabra “inmunológico”, ésta viene del latín “inmuns”, cuyo significado es “libre”. O sea “sistema que libera”. Posee muchas células que se encargan de defender el organismo de bacterias, hongos, virus, parásitos, y otros elementos patógenos que lo lesionan.
Al estar bien fortalecido el sistema inmunológico, detectará una célula cancerosa y la eliminará, pero si está deficiente no se podrá notar la movilización de la célula dañada. Si el sistema inmunológico no actúa en consecuencia, no puede tomar control de las células, multiplicándose estas, desarrollando así un tumor canceroso.
Para tener un sistema inmunológico fuerte, es imprescindible que reciba una alimentación equilibrada con los nutrientes necesarios para que pueda reaccionar en consecuencia y hacerle frente a las células dañadas.
Las cinco claves asociadas al estilo de vida para prevenir el cáncer
El cáncer viene a ser una importante carga mundial, con casos y más casos diagnosticados anualmente. De acuerdo a lo indicado por el Fondo Mundial para la Investigación Del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, alrededor de una tercera parte de los diagnósticos por cánceres comunes podrían evitarse si se modificara el estilo de vida y los hábitos alimenticios, especialmente en países desarrollados.
Para prevenir el cáncer es importante reducir la exposición a elementos químicos, situaciones ambientales. Por ejemplo, los alimentos procesados pueden contener carcinógenos que se desarrollan en el organismo. Estos generan los radicales libres que conducen a la oxidación celular, la mutación de las células e iniciación del cáncer. También el consumo de azúcar refinado conduce al estrés oxidativo. El consumo de carnes rojas ha sido asociado con ciertos tipos de cánceres como el de colon recto, mama y próstata.
Ahora todo lo contrario ocurre cuando se tiene una alimentación rica en frutas y vegetales, estas contienen una gran cantidad de antioxidantes que ayudan en la prevención y formación de los radicales libres y el cáncer. Asimismo, factores como dejar de fumar, reducir el estrés, dormir bien, mantener el peso adecuado y son básicos en la prevención de esta enfermedad que afecta al mundo entero.
1. Buen régimen alimenticio
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Evitar el azúcar
El azúcar es un veneno para el organismo. Se recomienda consumir solo 28 gramos al día, sin embargo las personas consumen mucho más de esa cantidad. Por eso muchas enfermedades han sido promovidas por el azúcar. Se mencionan el síndrome metabólico, la diabetes, el hígado graso, el cáncer.
La Asociación Americana del Corazón declaró en una publicación que recomendaba a las personas reducir la ingesta de azúcar añadida. Esto quiere decir, aminorar el consumo de bebidas azucaradas y evitar así riesgos calculados al organismo como son, obesidad, diabetes tipo2, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Las bebidas azucaradas por otra parte contribuyen al aumento de peso y eso trae consigo enfermedades visibles.
El Instituto Nacional del Cáncer asevera que existe una relación muy grande entre las bebidas azucaradas y su impacto con el cáncer. Se realizó un Estudio donde se estudiaron datos de personas, tomando en cuenta su tipo de alimentación, calidad de vida y consumo de bebidas azucaradas. Todo eso arrojó información precisa en cuanto a determinar que el excesivo consumo de azúcar es una consecuencia de la enfermedad del cáncer.
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Evitar las comidas ultraprocesadas
Las comidas procesadas preparadas con elementos químicos que conceden sabor a los alimentos, pero inflaman al organismo, tienden a aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer. Esto basado en informe generado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud.
En los últimos años, ha habido un gran aumento de consumo de alimentos ultraprocesados. Varios estudios a nivel mundial han evaluado el consumo de alimentos de las personas, así como los gastos de alimentación y las ventas en los supermercados. Toda esta compilación ha sugerido que los productos alimenticios ultraprocesados forman parte del 25 y 50% del total de la ingesta diaria de energía.
Consideran que es una tendencia dietética que debe ser profundamente investigada por la preocupación que genera. El consumo de este tipo de alimentos puede causar enfermedades. Estos tienen una mayor contenido de grasas malas, azúcar añadida, sal, sustancias químicas y poca cantidad de fibras y vitaminas.
Se puede afirmar entonces que los alimentos ultraprocesados contienen menor calidad nutricional y muchos aditivos que son dañinos por la cantidad de elementos químicos que poseen, por lo que es recomendable no incluir este tipo de comida en la alimentación cotidiana.
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Minimizar el consumo de carnes rojas y procesadas
Al hablar de carnes rojas se refieren a la carne fresca, esa que no es procesada, carne de vaca, de cordero, cerdo, que la pican o congelan y se suele comer cocida. Las carnes procesadas se refiere a la carne que se ha transformado mediante varios procesos como fermentación, ahumado, curado, salado, que usan para aumentar el sabor o para mejorar su conservación. Estas pueden ser preparadas a nivel industrial o a nivel casero.
Las carnes procesadas son muy utilizadas por las personas, produciendo un daño muy fuerte al organismo. Según investigaciones de expertos, el cáncer colorrectal puede ser desarrollado más comúnmente por el consumo muy frecuente de carnes procesadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Investigaciones del Cáncer son dos entidades autorizadas en materia de salud y enfermedad del cáncer respectivamente. En el año 2015 informaron que la carne roja puede ser carcinogénica para el consumo humano. La razón fundamental se debe principalmente a la cantidad de sustancias inflamatorias que posee que inflaman los tejidos de las células, provocando la oxidación celular que degenera el sistema celular, deteriorándolo y provocando la mutación de las células y la aparición del cáncer.
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Comer frutas y vegetales
EL consumo de frutas y vegetales son necesarios ya que contienen nutrientes que el organismo requiere para mantenerse saludable. Vitaminas, folato, carotenoides, minerales y muchos fotoquímicos.
Esto ha sido de suma avidez para investigadores, científicos, nutriólogos, médicos tanto alópatas como homeópatas, ya que tanto las frutas como los vegetales son beneficios para prevenir el cáncer, además según Estudios de expertos consideran que debido a su función antitumoral, antioxidante y antiinflamatoria, son capaces de reducir la mortalidad.
Estudios de expertos han revelado que el consumo de frutas y vegetales está conectado a la reducción de riesgo de cáncer colorrectal tanto en hombres como mujeres. Consideran que esto se debe al alto contenido de fibra, luteína, folato que las frutas y vegetales contienen. Que además inducen la apoptosis (muerte de las células) en las células cancerosas, impidiendo la aparición y desarrollo de células malignas.
Dentro del rango de las frutas, las de color amarillo y naranja son altamente efectivas, por ser ricos en carotenos, que les da el color amarillo y naranja y vitamina A.
Es el caso de algunos vegetales y frutas cuya actividad antioxidante ayuda a reducir el daño del ADN y cáncer. De igual forma como la cebolla con su principal componente la quercetina y el jengibre con su extracto gingerol ayudan a prevenir los riesgos de cáncer en las personas.
2. Evitar el tabaco
Está comprobado que el tabaquismo es una de las causas de cáncer en un 30%, pero en los casos de cáncer de pulmón, el porcentaje se incrementa hasta llegar a un 90%. Las personas que fuman tienden a padecer enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, enfisema pulmonar, cáncer. Es un alto impacto el que causa por la mortalidad a la que lleva con alrededor de 5 millones de muertes anuales en el mundo.
No fumar, evitaría las consecuencias de enfermedades como las que mencioné y los padecimientos conducentes a muertes sin necesidad. Solo en Estados Unidos más del 20% de la población aún fuma. A pesar de todas las medidas tomadas por las Organizaciones de Salud y los entes gubernamentales de prohibir el consumo de tabaco en sitios cerrados, oficinas y lugares públicos, aún persisten en mantener el “vicio que mata”.
Dejar de fumar es una manera de prevenir el cáncer. Se han demostrado grandes beneficios al evitar el tabaquismo. Solamente con dos años de dejar de fumar y una buen estilo de vida, se disminuye el riesgo de contraer enfermedades relacionadas. El riesgo de contraer cáncer de pulmón se minimizaría después de haber concurrido de 10 a 20 años de dejar de fumar.
No es fácil para las personas que fuman, pero entre contraer una enfermedad crónica y estar sano, siempre lo último representa la mejor alternativa.
3. Mantener un peso adecuado y realizar actividades físicas
La mejor forma de mantener un peso saludable es tener un buen régimen alimenticio y realizar actividades físicas. Esto se traduce en que es 70% lo que se come y 30% el ejercicio físico. Es importante saber que mantener un peso adecuado, evita la obesidad que conduce a grandes males. Cierto es que las actividades físicas aportan grandes beneficios a la salud. Esto implica que caminar diariamente ayuda a tener el cuerpo en movimiento, así como realizar ejercicios físicos impacta positivamente en la salud de cada uno.
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La obesidad
La obesidad es una enfermedad bastante compleja pero también prevenible. Su padecimiento afecta a un tercio de la población mundial. Es definida sencillamente como el exceso de peso corporal en comparación a la altura, pero aquí esta asociado el exceso de adiposidad o de acumulación de grasa corporal. La persona obesa corre el riesgo de contraer enfermedades crónicas..
Es una condición riesgosa y que puede promover algún tipo de cáncer. Este es un importante problema de salud pública en el mundo. La Organización Mundial de la Salud estima que existen más de 2000 millones de adultos con sobrepeso en el mundo. La publicación de Globalization and Health publicada en abril 2019, refiere que hay aproximadamente dos tercios de la población mundial de personas que mueren por sobrepeso y obesidad. Exponen igualmente que de seguir esta tendencia, en el año 2030, habrá una población mundial obesa de alrededor de 58%.
Un buen estilo de vida puede reducir y cambiar el problema de obesidad. Las cifras se siguen incrementando aun cuando los especialistas han expuesto el daño que la obesidad causa al organismo. Por eso, continuamente insisto y recalco la necesidad de un buen estilo de vida y buen régimen alimenticio para combatir la obesidad. Sé que muchísimas personas han sido entusiasmadas con el Reto Yo Puedo, contemplado en mi libro Yo Puedo, el cual se puede descargar fácil y gratuitamente Pulsa Aquí para tu E-book Gratis . Es la mejor forma de adquirir nuevos hábitos alimenticios y convertirse en personas sanas, provechosas y más útiles a la sociedad en general.
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El ejercicio y las actividades físicas
Una vida activa realizando cualquier tipo de ejercicio físico ayuda notablemente a prevenir enfermedades. La prevención en términos médicos implica la toma de medidas contra algo posible. Por lo tanto, el ejercicio es una forma de prevención, porque fomenta el bienestar general y promueve la salud. Además, reduce algunos factores de riesgo como son el padecimiento de enfermedades crónicas.
Expertos en la materia y médicos consideran que el ejercicio previene enfermedades, tales como el cáncer. Tener el cuerpo en movimiento con actividades físicas oxigena el cuerpo mientras se ejercita. Es muy sencillo, va desde caminar al aire libre hasta realizar ejercicios fuertes dirigidos.
Hacer ejercicios otorga muchos beneficios al organismo, activando las endorfinas y la serotonina. Estas son fundamentales para mejorar el estado de ánimo, minimizar el estrés y sentirse más relajado. Por otro lado el flujo sanguíneo se mejora, ya que la velocidad de la sangre aumenta. Esto hace que la sangre se transporte hacia los órganos y áreas más activas del organismo.
4. Calidad del sueño
El sueño es un componente básico para tener una buena salud física y mental. Por eso la importancia de la consistencia en las rutinas de sueño. Un sueño en un horario regular ayuda notablemente a la salud. Muchas veces la exposición a luces artificiales, televisión, teléfono celular, Tablet, computadora aíslan a las personas de un sueño reparador.
Según la National Sleep Foundation, existen evidencias que conectan la falta de sueño con el riesgo de cáncer. La razón fundamental es porque las personas con desorden en sus ritmos circadianos (disfunción del reloj biológico) aumentan ese riesgo. Estudios realizados por International Journal of Cancer, encontraron en el caso de las mujeres, una relación entre los horarios irregulares para dormir y la aparición de cáncer de seno.
Los investigadores apuntan a que las personas que realizan trabajos nocturnos por ejemplo, corren mayor riesgo. Esto debido a los trastornos del ritmo circadiano, ya que el reloj biológico se altera. De igual manera sospechan que una interrupción del ritmo circadiano puede generar un riesgo de desarrollo de cáncer. Esto debido a que este reloj interno del cuerpo humano afecta muchas funciones biológicas.
Por esa razón, la hora de dormir debe convertirse en un rito diario para conciliar un buen sueño, implicando que al día siguiente se tendrá suficiente energía para realizar las rutinas de trabajo, bien sea en la casa o en oficina. Es una decisión de hacer lo mejor posible para evitar enfermedades posteriores que pueden afectar el organismo.
5. Manejo del estrés
El estrés tiene muchísimas causas que lo originan. Entre ellas están las responsabilidades diarias, eventos o enfermedades propias o de entorno inmediato. Todas ellas afectan de una manera directa a las personas.
Existen dos hormonas que el estrés moviliza, una de ellas es la adrenalina porque aumenta la frecuencia cardiaca. Hace elevar la presión arterial para que las células tengan suficiente energía cuando están en ese estado de alerta. La otra hormona es el cortisol, llamada la hormona del estrés. Al elevarse aumenta la glucosa en el torrente sanguíneo que ocasiona una serie de reacciones químicas. Estas propician la aparición de enfermedades y entre ellas el cáncer. Esto sucede a nivel físico en el organismo.
Los sistemas endocrino y nervioso se presentan a nivel celular para enfrentarse a los peligros. Así aumentan el consumo de energía muscular y cerebral, para poder atender las situaciones que el estrés representa.
En los episodios de estrés presentados en las personas, el cuerpo deja de alimentar los sistemas. De esta manera, disminuye las defensas para enfrentar enfermedades.
Cada vez que ocurre una situación de estrés, es esencial controlarla para lograr que no afecte todo el organismo. Por eso es necesario estar paciente y suavizar las situaciones. Pensar de una forma optimista y estar alerta. Así de esta forma, prevenir la inflamación celular y las posteriores enfermedades que puedan contraerse producto del estrés.
Concluyendo
Se han realizado numerosas investigaciones para demostrar que el estilo de vida impacta en la incidencia y prevención del cáncer. Por eso es sumamente esencial para prevenir el cáncer. Muchas recomendaciones se han dado para ello, pero es importante saber que “eres lo que comes”. Es una manera de evitar sentirse afectado por esta enfermedad.
Es esencial proporcionar información y realizar campañas sobre cómo prevenir el cáncer. Existe mucha información que puede ser utilizada para comunicar a la ciudadanía. De esta forma se puede mejorar el conocimiento y actitud de las personas en relación a la prevención del cáncer.
La mejor forma de prevenir el cáncer y minimizar sus factores de riesgo incluyen tener un buen estilo de vida. Esto se logra, mejorando el régimen alimenticio con los nutrientes requeridos, mantener un peso adecuado evitando sobrepeso y obesidad. Así mismo, liberarse del uso del tabaco, evitar las comidas ultraprocesadas y ,los azucares refinados. Esto acompañado de una buena calidad de sueño y el manejo efectivo de situaciones de estrés. Todos estos factores inciden en mejorar el estilo de vida a todos. Es la mejor forma de hacerle frente, previniendo este mal crónico, para evitar males mayores.
“La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia” – Francoise Sagan
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