Augusto Colón es un anciano de 93 años. Salvo los achaques de la vejez, se le puede ver entero, sólido, endurecido por el trabajo en el campo. Su nieta, Daniela, me cuenta que su salud es una roca.
Desde la década de los 30, Augusto no había vivido un huracán tan devastador como María. Su Puerto Rico quedó en ruinas, su familia lo perdió todo. Formado desde su adolescencia con pensamientos firmes no teme a la muerte, pero apuesta por la vida.
Sentado sobre una silla de metal con una frazada sobre los hombros, se dejó evaluar por un sanitario de la Cruz Roja. Sólo escuchaba quejidos de dolor. Todos corrían de un lado a otro, se amontonaban cajas con insumos.
Añora su campo, su pedacito de tierra y sus cerdos hozando en el barro, se ocultan en sus recuerdos mientras baila una bomba. Y alegre, el jibarito va, cantando así…
Pero no, los boricuas no van a cantar, ahora viven lo más difícil. Daniela, es fuerte, al igual que su abuelo. Se alegra de que, a pesar de las pérdidas materiales, en su familia no hubo pérdida de vidas humanas. Sin embargo, se preocupa por lo que viene para toda la isla de Puerto Rico.
Ella me escribió lo siguiente “supe de sus esfuerzos por difundir un estilo de vida saludable en el año 2015, cuando trajo a Puerto Rico otro tipo de revolución La Revolución Boricua de la Dra. Cocó, una lucha para que los puertorriqueños y latinos en general cuidáramos nuestra alimentación. Hoy quiero preguntarle cómo prevenir los problemas de salud que pueden surgir a causa del huracán María”.
Riesgos sanitarios de los días posteriores a un huracán
El huracán María azotó a la isla de Puerto Rico como huracán categoría 4 en la escala de 5 de Saffir-Simpson. Su paso fue mortal y devastador por el Caribe, dejó 33 muertes, 13 de ellos en Borinquen.
El gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, declaró que María es el huracán más devastador que ha golpeado a Puerto Rico en un siglo. La emergencia sigue en pie, las medidas sanitarias son urgentes, se temen epidemias, hambruna, la contaminación galopa.
Después del paso del huracán, surgen severas complicaciones. Los servicios públicos están colapsados, la electricidad, las comunicaciones y, lo más importante, el agua potable y las aguas servidas.
Todas las tragedias naturales generan emergencias comunes, con alguna variación específica. A continuación, quiero contaros acerca de los problemas de salud más importantes causados por los huracanes y a las que se puede estar enfrentando mi bella gente de Puerto Rico.
1. Infecciones bacterianas
El paso del huracán María dejó en la isla de Puerto Rico numerosos espacios llenos de aguas estancadas. En pocos días, estas aguas se convirtieron en un foco de contaminación. Son un caldo de cultivo de insectos como mosquitos, zancudos y bacterias.
Las infecciones gastrointestinales provocadas por el E. Coli y el Vibrio Vulnificus son las más peligrosas y comunes, en este tipo de situaciones. Ambas atacan el sistema gástrico, ocasionando diarreas violentas que pueden deshidratarte en 24 horas con consecuencias fatales.
La falta de agua potable y la necesidad de beber, impulsada por el instinto de supervivencia, lleva a muchas personas a consumir agua estancada, depositada en cualquier oquedad, agua de lluvia que escurre de canaletas y toldos, pocos recuerdan hervirla.
Infección por Escherichia Coli (E.Coli)
La Escherichia Coli (E.Coli) puede causar diarreas hemorrágicas. Es sumamente agresiva, en muchos países ha causado muertes. Generalmente, es letal en niños entre 1 y 8 años. Se contrae no sólo por beber agua contaminada, también por el consumo de alimentos crudos.
Los alimentos que presentan más riesgo de contaminación con E.Coli son pescados y mariscos. Estos, debido a la cultura gastronómica puertorriqueña, suelen ser consumidos crudos o poco cocidos. Pero también vegetales regados con agua contaminada pueden alojar la bacteria.
Los síntomas de la infección por E. Coli son rápidos de detectar. Se presentan diarreas líquidas abundantes, pueden ser hemorrágicas, siendo éstas las más peligrosas, pues se pierde agua y sangre rápidamente. Si no es hemorrágica las heces son líquidas y blanquecinas.
El paciente presenta fiebre, vómitos y una extrema debilidad. El uso de antibióticos es poco eficaz por lo que casi no se prescriben. El tratamiento que se indica es beber abundante líquido, bebidas isotónicas para evitar la deshidratación y reposo.
Si estás afectado por este padecimiento, lo recomendable es evitar asistir a lugares públicos para no propagar la bacteria y aumentar el contagio.
Infección por Vibrio Vulnificus
El Vibrio Vulnificus es un bacilo del género Vibrio. Es tolerante a la salinidad, por lo que prospera en el agua del mar, sobre todo en las zonas cálidas. Este patógeno provoca infecciones al consumir mariscos o pescados crudos. También a través de heridas.
Un huracán en una isla deja un alto riesgo de contaminación con Vibrio vulnificus. Esto se debe a que las posibilidades de entrar en contacto con agua de mar son altas. De igual manera, las probabilidades de tener alguna herida, superficial o grave. Con un mínimo contacto te puedes contaminar.
Si la persona infectada por Vibrio vulnificus tiene un sistema inmunológico débil, si tiene gripe o un simple resfriado, corre riesgo de sufrir problemas gastrointestinales o septicemia con una mortalidad superior a 50%.
¿Cómo combatir las infecciones bacterianas?
Beber agua de arroz cocido con un poco de sal marina, caldos de plátano verde y agua con bicarbonato de sodio, son algunos de los remedios naturales utilizados para combatir el E.Coli con un mediano porcentaje de éxito.
En el caso de la infección por Vibrio Vulnificus, durante la primera etapa de este padecimiento, los antibióticos pueden ser efectivos. Pero en casos avanzados, la medida inmediata e inevitable es la amputación de la zona afectada.
De allí la importancia de no beber agua sin haberla hervido previamente. Especialmente, si habitas en una zona afectada por eventos naturales como huracanes donde el servicio de distribución de agua potable se vea comprometido.
2. Enfermedades intestinales
Las primeras enfermedades que siguen a los días posteriores a un huracán son las intestinales. La más grave es el cólera, así como la hepatitis, ambas adquiridas al consumir agua y alimentos contaminados.
Los problemas gastrointestinales tienen síntomas específicos. Pero es importante saber reconocerlos para establecer qué padeces. Los síntomas que puedes experimentar si tienes cólera son:
- Dolor abdominal
- Diarrea intensa y líquida
- Nauseas
- Vómitos
- Trastosrno hidroelectrolítico
- Deshidratación
- Letargo
Por su parte, la hepatitis afecta severamente al hígado. Ésta afección se contrae por la ingesta de agua o alimentos contaminados. También por transfusión de sangre contaminada y otros fluidos corporales.
El infectado por hepatitis, en la fase aguda, puede presentar pocos síntomas, entre ellos:
- Coloración amarillenta de ojos y piel
- Fatiga intensa
- Orina oscura
- Dolor abdominal
- Vómitos
¿Cómo prevenir las enfermedades intestinales?
Como veréis, los causantes de estos problemas de salud que suelen surgir luego del paso de un huracán, son los alimentos y agua contaminada. Por ello, la mejor prevención se encuentra en cuidar lo que comemos. Hierve el agua que vas a beber y con la que vas a cocinar. Evita el consumo de alimentos crudos mientras pase la etapa de crisis sanitaria causada por el evento natural.
3. Daños al organismo por consumo de agua contaminada
El consumo de agua contaminada es un foco que puede causar muchos problemas de salud. No tener acceso al agua potable aumenta los riesgos mortales de sufrir alguna enfermedad gastrointestinal, además de la propia deshidratación.
Después del paso del huracán María por Puerto Rico, la producción y distribución de agua potable resultó afectada por el colapso de la represa Guajataca y la ruptura de acueductos, principalmente.
El huracán además arrastró agua salada, fragmentos sólidos, sustancias contaminantes y provocó el colapso de las cloacas. Lo que permitió que las aguas servidas se regaran en muchos lugares, contaminando incluso la tierra.
La medida más efectiva en estos casos es hervir el agua y filtrarla para matar los patógenos dañinos y eliminar sedimentos contaminantes. Pero lo más seguro es tener acceso al agua embotellada, mejor si es proveniente de un lugar fuera de riesgo.
Los envíos de emergencia remitidos por países y organizaciones de ayuda en todo el mundo van encabezados por miles de envases de agua potable segura. Esta es la única medida para evitar contagios por consumo de agua contaminada.
4. Enfermedades respiratorias por contaminación atmosférica
Después de las enfermedades gastrointestinales, se presentan las enfermedades de las vías respiratorias, producto de la contaminación atmosférica que deja el huracán. Son toneladas de polvo y sedimentos sólidos tóxicos que arrastra y deja en el aire este tipo de fenómenos atmosféricos.
Las personas asmáticas y alérgicas son las más sensibles a esta condición. Pero, en realidad, todos están expuestos a contraer dolencias en el sistema respiratorio, mientras el aire está cargado de partículas contaminantes.
Hasta ahora, no se han reportado casos de contaminación atmosférica severa en Puerto Rico. Expertos en el tema investigan si la contaminación es leve o severa, pero la recomendación es mantenerse a resguardo, usando tapabocas o un pañuelo.
5. Contaminación por tóxicos adheridos a las paredes
Una situación que remite un alto riesgo poco conocido es la de las paredes de viviendas, centros públicos y de trabajo. Pero sobre todo en las casas, dos elementos contaminantes están presentes: el asbesto y el moho.
Ciertamente el primer impacto al regresar al hogar es emocional, sobre todo si la estructura fue muy afectada. Pero lo que muchos ya pueden haber empezado a notar es la presencia de moho en las paredes. Éste puede causar:
- Problemas respiratorios
- Erupciones
- Infecciones
El moho puede estar no sólo en las paredes y techos, también en:
- Mobiliario
- Ropa
- Libros
- Alfombras
- Cortinas
Es importante tener cuidado al manipularlos y no tratar de rasparlo sin tener protección adecuada (guantes, tapabocas, lentes de seguridad).
Las casas y cualquier edificio ubicados en las zonas afectadas por el huracán, deben ser debidamente desinfectadas para ser habitadas de nuevo.
En el caso del asbesto, éste se encuentra en las construcciones anteriores a 1978, cuando aún este material no se había prohibido. Aun así, muchas personas, al no contar con los recursos económicos para sustituirlo, simplemente lo ocultaron.
Paredes y techos de asbesto cubiertos con una delgada capa de cemento o mezclilla, pintura e incluso papel para tapizar pueden convertirse en una bomba contaminante al ser removidos. Ten en cuenta que el principal riesgo del contacto con el asbesto es su acción cancerígena.
6. Enfermedades transmitidas por mosquitos
Entre los problemas de salud que surgen a causa de las aguas estancadas, luego del paso de un huracán, se encuentran los contagios por picadura de mosquitos, transmisores por excelencia de varias enfermedades como:
- Paludismo
- Dengue
- Malaria
Pero también sus picaduras, que fácilmente pueden infectarse o causar reacciones alérgicas. Los mosquitos no son quienes producen el patógeno o bacteria, la portan y la transmiten al picar a una persona enferma y luego a una sana. Este procedimiento puede desatar epidemias difíciles de controlar.
Casi todas las enfermedades transmitidas por estos insectos tienen síntomas parecidos como:
- Fiebres muy altas
- Erupciones cutáneas
- Fatigas intensas
- Dolores en los huesos
- Afecciones posteriores en órganos internos
La malaria, el dengue y el paludismo pueden tener finales letales de no tratarse debidamente. Es importante mantener al paciente hidratado, en reposo y administrarle sustancias que fortalezcan su sistema inmunológico.
En los casos de desastres naturales, es necesario tomar medidas preventivas, eliminando y desecando charcas y cualquier espacio donde se estanquen las aguas. También son recomendables las fumigaciones masivas y localizadas, así como tapar las reservas de agua potable es otra opción.
Las picaduras pueden ser peligrosas para las personas alérgicas. Pueden provocar inflamaciones graves en la garganta, lo que impide que respiren. En casos graves, la persona puede morir por asfixia.
Las picaduras, en las condiciones de contaminación en las que se encuentra la isla, tienen muchas posibilidades de infectarse. Estas infecciones son dolorosas si se convierten en abcesos, celulitis, o llagas, complicándose si la infección se convierte en septicemia.
7. Enfermedades eruptivas por contacto contiguo
El hacinamiento en los refugios, muchos de ellos improvisados y sin los elementos adecuados para dar seguridad sanitaria, son un foco de contaminación y propagación de enfermedades, generalmente de tipo cutáneo. Algunos contagios de enfermedades como la escabiosis y tiña son causados por la poca accesibilidad al agua limpia para:
- Aseo personal
- Lavado de ropas (que por necesidad se cambian con poca frecuencia)
- Uso de retretes y baños por muchas personas
Las enfermedades gastrointestinales también son un riesgo, justamente por las pocas medidas sanitarias. Compartir vasos y platos, la calidad de los alimentos y el agua potable es de sumo cuidado en estos momentos.
Las enfermedades de vías respiratorias más frecuentes son la gripe y resfriados. Éstas son fácilmente propagadas al estornudar y toser, por el contacto directo en camas de campaña, colchonetas y otros equipos para dormir.
¿Qué hacer al regresar a casa?
Una vez reducida la emergencia general, las personas ubicadas en refugios tratarán de regresar a sus hogares. De estar éstos en pie, sus propietarios intentarán habitarlos de nuevo. Pero es importante tomar medidas preventivas para evitar accidentes.
- Revisa el sistema eléctrico. Detecta conexiones abiertas y cableados defectuosos.
- Asegúrate de que no hayan fugas de gas doméstico. Revisa las tuberías si el servicio es de gas directo. Evalúa el estado de las botellas de gas y sus conexiones.
- Revisa la estructura de la casa en busca de fisuras, filtraciones, bases afectadas, techos, paredes quebradas, puertas y ventanas.
- Elimina los desechos de alimentos que pudieran haber quedado en la cocina, alacena y refrigeradores.
Daniela me comenta sobre las precarias condiciones de vida de los puertorriqueños después del paso del huracán María. Muchos están desorientados, agotados. Para adquirir alimentos se hacen largas filas, el combustible es un lujo difícil de conseguir.
El abuelo Augusto agradece la solidaridad de muchos con Puerto Rico. Pero también medicinas, agua potable, alimentos, ropa, material de construcción, para que el jibarito vuelva a ir cantando de contento a la ciudad.
Es muy importante destacar que aún muchos necesitan de vuestra ayuda, así que os dejaré una página en la cual podrán unirse a una red de voluntarios con un inmenso corazón ♥ http://www.redcross.org/local/puerto-rico/oficina-de-servicio-voluntario
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Referencias:
https://elpais.com/elpais/2015/10/23/ciencia/1445615464_661237.html
https://www.cdc.gov/es/disasters/hurricanes/index.html
Exhorta Secretaría de Salud a prevenir enfermedades por temporada de huracanes