La enfermedad de Graves-Basedow, es en la actualidad, el motivo más frecuente de hipertiroidismo. Solamente en los Estados Unidos, afecta a una de cada doscientas personas. Por lo general, se presenta entre los treinta y cincuenta años.
Y este es precisamente, el motivo por el cual, una seguidora, cuya madre posee esta enfermedad, se comunicara conmigo. Ella presume, que algunos malestares que presenta su madre, son originados por medicamentos utilizados para tratar la enfermedad. Y realmente, no está lejos de la verdad, pues son muchos los efectos adversos causados por algunos fármacos frecuentemente utilizados.
Esta joven de Ohio, necesitaba que le mencionara si existen, ciertas alternativas naturales, que favorezcan el tratamiento de esta enfermedad. Me comenta que su madre, posee actualmente tan solo cincuenta años y presenta la enfermedad de Graves-Basedow, desde hace aproximadamente un año.
De hecho, algunos médicos le habían sugerido que la solución más efectiva, era la cirugía. Afortunadamente, buscó opiniones de otros médicos y no le recomendaron someterse a una cirugía sin tener una evaluación más exhaustiva.
Pues bien, ante esta solicitud, que denota mucha abnegación de la hija por su madre, me sentí bien identificada. Realicé, ciertas revisiones de información que poseo acerca del tema, e hice, algunas actualizaciones. Con ello, pude compilar un material que compartí con esta joven de Ohio.
Al final, este mismo material, me sirvió, para entregar gran parte de esta valiosa información, por medio de mi blog.
Conociendo acerca de la enfermedad de Graves-Basedow
Llamada así en honor a los científicos que describieron esta enfermedad por vez primera. El pionero, fue Sir Robert Graves, de Irlanda quien describió la enfermedad alrededor del año 1835. En Europa Central, se conoce con el nombre de enfermedad de Basedow, en honor a un médico alemán. Este médico logró identificar tres componentes fundamentales en esta enfermedad: taquicardia, bocio y exoftalmos (ojos hinchados). De acuerdo a la ciencia, es una forma de autoinmunidad, que induce que nuestro cuerpo, produzca cantidades muy altas de hormona tiroidea. Esto acarrea, que se produzca por lo tanto la generación de hipertiroidismo, debido a los elevados niveles de hormona tiroidea.
¿Cuáles son sus causas?
Esta enfermedad, podría calificarse como el trastorno tiroideo más común, el cual se padece ocho veces más en mujeres que en hombres. Es detonada por ciertos mecanismos del sistema inmune de nuestro organismo. Es conocido, que nuestro cuerpo, usualmente nos protege contra invasores peligrosos, entre ellos las bacterias y los virus.
El sistema inmunológico los aniquila por medio de sustancias llamadas anticuerpos, los mismos, son generados por las células sanguíneas denominadas linfocitos. Ahora bien, se ha estudiado, que muchas personas heredan un sistema inmune que puede llegar a generar inconvenientes de salud. En la mayoría de los casos, esto se denomina como un proceso autoinmune. Esto debido, a que los linfocitos producen anticuerpos que afectan los propios tejidos, lo cual se expresa o bien estimulándolos o causándoles daño.
En el caso de la enfermedad de Graves-Basedow, los anticuerpos se fijan a la superficie de las células tiroideas. Esto provoca un estímulo, que desemboca en el exceso de producción de hormonas tiroideas, generándose así, una tiroides hiperactiva. De acuerdo a las reseñas encontradas del Dr. Graves, se sabe, que el estrés presentado por algunos de sus pacientes condicionó la enfermedad. Él mencionaba que algunos de ellos, habían experimentado eventos estresantes muchos meses antes del desencadenamiento de la enfermedad. Dentro de estos eventos, se pueden mencionar el embarazo o la pérdida de un ser querido.
Sin embargo, aún falta mucho por descubrir, hasta los momentos, los investigadores creen que la enfermedad de Graves, puede ser causada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Dentro de ellos, destacan los antecedentes familiares y el vicio del cigarrillo. Se ha mencionado también, que el gluten, puede desencadenar anticuerpos en contra de la tiroides en personas susceptibles.
Principales síntomas
- Dificultad para dormir.
- Irritabilidad.
- Fatiga corporal.
- Recrecimiento de la glándula tiroides (presencia de bocio).
- Cambio en los ciclos menstruales.
- Arritmia cardíaca.
- Presencia de ligero temblor en las manos o dedos.
- Temperatura de la piel un poco por encima de lo normal con presencia de humedad.
- Incremento de la transpiración.
- Carácter irritable.
- Ansiedad.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Sensibilidad a las temperaturas elevadas.
- Pérdida de peso inexplicable aun comiendo considerablemente.
- Aumento de la transpiración o piel cálida y húmeda.
- Reducción de la líbido en mujeres e impotencia sexual en hombres.
- Trastornos en el sistema digestivo, deposiciones frecuentes o presencia de diarrea.
- Presencia de Oftalmopatía de Graves: abultamiento de los ojos (exoftalmos), lagrimeo, sequedad, irritación, párpados inflamados, sensibilidad a la luz, visión borrosa y dolor.
- Presencia de dermopatía de Graves: acumulación de mucina que ocasiona enrojecimiento y engrosamiento de la piel generalmente en las espinillas (mixedema pretibial) o la parte superior de los pies.
¿Existen riesgos si no se controla la enfermedad de Graves-Basedow?
Definitivamente si, pues se ha observado, que el hipertiroidismo causado por esta enfermedad, puede originar problemas significativos. Un primer riesgo, está asociado con la salud cardiovascular, pues esta enfermedad descontrola la frecuencia cardíaca. Además de ello, provoca cambios en la estructura del corazón y en su funcionamiento. Por ello, si no es controlado, puede llegar a generar una insuficiencia cardíaca congestiva. Se ha observado, que una mujer que padece esta enfermedad, puede presentar una serie de inconvenientes durante el embarazo. Dentro de estas complicaciones destacan, parto prematuro, problemas de tiroides o crecimiento deficiente del bebé y preeclampsia.
Se sabe, además, que existe una complicación muy seria, influenciada por la enfermedad de Graves, denominada tormenta tiroidea. Esta, es una complicación rara pero peligrosa, que puede conllevar a altísimos riesgos para la vida. Los pacientes con tormenta tiroidea, presentan síntomas exagerados de los usualmente conocidos para el hipertiroidismo. Dentro de ellos, se mencionan, taquicardia con valores que pueden exceder 140 latidos/min. Es también muy común, la hiperpirexia (aumento de la temperatura corporal) de 38º a 40ºC, además la presencia de delirios, psicosis y estupor.
Todos estos síntomas, deben ser considerados como una emergencia médica, requiriéndose de atención inmediata. Otras patologías asociadas a la enfermedad de graves no tratada, incluyen osteoporosis, artritis reumatoide y enfermedad celíaca.
Tratamientos más frecuentes para la enfermedad de Graves-Basedow
Algunos de los tratamientos involucran varios suplementos químicos y radiaciones que tienden a ser muy peligrosos, pues traen consigo varios efectos secundarios. La persona afectada con esta enfermedad siempre debe tener en cuenta que no existe una cura permanente, pero es manejable mediante la reducción de las tasas de secreción hormonal tiroidea. Ciertos remedios caseros naturales seguramente lo ayudarán a mantener el desorden bajo control y también lo ayudarán a llevar una vida relativamente normal.
- Tratamiento convencional: En la medicina tradicional, el uso de fármacos supresores de la tiroides y los betabloqueantes suelen utilizarse como tratamientos iniciales. Se ha logrado determinar, que los medicamentos antitiroideos actúan sobre la capacidad de la tiroides para utilizar el yodo. Como se sabe, el yodo es muy necesario para producir hormona tiroidea, por ello, al interferir sobre él, se reducen los niveles de hormona tiroidea. Un ejemplo muy conocido lo tenemos en el Metimazol o Tiamazol
- A su vez, los betabloqueantes, no afectan los niveles de hormona tiroidea, más bien logran bloquear temporalmente, los efectos del exceso de la hormona a nivel del músculo cardíaco. Sus ejemplos más comunes incluyen: Propranolol, Atenolol, Metoprolol, y Nadolol.
- Extirpación por métodos quirúrgicos
- Destrucción de la tiroides por medio de yodo radiactivo
Efectos secundarios más comunes de medicamentos supresores o antitiroideos
Dentro de los efectos, que ocurren con mayor frecuencia, se mencionan:
- Presencia de fiebre
- Micción dolorosa
- Falta de aliento
- Dolor de garganta
- Ulceraciones y manchas blanquecinas a nivel de los labios
- Sangrado, debilidad y hematomas de forma inusual
- Inflamación de las glándulas
Efectos secundarios más comunes de medicamentos betabloqueantes
- Malestares a nivel abdominal
- Estreñimiento
- Episodios de diarrea
- Presencia de manos frías
- Dolor de cabeza y mareos
Efectos secundarios más comunes de la cirugía
- Daño a las cuerdas vocales
- Daño a las glándulas paratiroides
- Necesidad de hormona de reemplazo tiroidea de por vida, por efecto de la inducción de hipotiroidismo al extirpar la tiroides
Efectos secundarios más comunes del yodo radioactivo
- Puede incrementar los riesgos asociados con la oftalmopatía de Graves o generarlas
- Necesidad de hormona de reemplazo tiroidea de por vida
Tratamientos naturales que ayudan a controlar la enfermedad de Graves-Basedow
Una de las formas que se ha venido empleando para controlar de forma natural esta enfermedad, es mediante la supresión del hipertiroidismo. Es decir, equilibrar la formación de hormona tiroidea. Estos son algunos compuestos que han venido siendo empleados para minimizar la producción de dicha hormona.
1. L-carnitina
Desde hace un tiempo la suplementación con L-carnitina se ha venido utilizando para revertir y prevenir los desordenes vinculados a los niveles elevados de hormona tiroidea. Es propiamente un compuesto generado en nuestro organismo a partir de dos aminoácidos esenciales como son la lisina y la metionina. Se ha logrado establecer, que juega un papel importante en el metabolismo de la energía en células animales y vegetales. De la misma manera, se ha observado que mejora el suministro de energía a nivel de las células cerebrales.
Algunos ensayos clínicos, permitieron obtener resultados interesantes, con la participación de cincuenta mujeres, con hipertiroidismo inducido. Se administraron diferentes dosis de L-carnitina, por diferentes periodos de tiempo, logrando mejoras significativas en algunos síntomas asociados al hipertiroidismo. Dentro de ellos se mencionan: palpitaciones, nerviosismo, insomnio, temblores, falta de aliento, debilidad y fatiga. Entre las fuentes veganas de L-carnitina más importantes encontramos al pan integral, aguacates y espárragos.
2. Selenio
Este elemento, se comenzó a tomar muy en cuenta, a partir de los años cincuenta. Se sabe, que su deficiencia, causa necrosis hepática y miopatía. Aparte de ello, es conocido su papel, como escudo contra el estrés oxidativo, el metabolismo de la vitamina C, vitamina E y la función tiroidea. Su abundancia en la tiroides es mayor, que en cualquier otro órgano del cuerpo. Se han hecho muchas investigaciones acerca del selenio y enfermedades de la tiroides como Hashimoto y Graves-Basedow. Se ha observado que el selenio, puede reducir los anticuerpos asociados con la enfermedad de Graves.
También, se ha observado que los pacientes tratados con yodo radioactivo, así como medicamentos antitiroideos como el Metimazol, estabilizan más rápidamente si reciben adicionalmente selenio. Se ha demostrado que una dosis de 200 mcg por día es efectiva para reducir los síntomas de la enfermedad de Graves, incluida la oftalmopatía. El selenio se puede conseguir de forma natural en los hongos shiitake, pasta de trigo integral, tofu firme, nueces de Brasil, semillas de girasol, plátanos, aguacate y sandía. Pongo a vuestra disposición un complemento desarrollado por mi y un equipo de investigadores SELENIO 200 mcg.
3. Menta de lobo
Esta planta es originaria de Norteamérica y pertenece a la familia lamiácea al igual que la yerbabuena y el romero. Se conoce en inglés como Bugleweed y su nombre botánico es Lycopus virginicus. Existe una planta con las mismas propiedades, denominada pie de lobo o semilla gitana, la cual es originaria de Europa, su nombre es Lycopus europaeus. Para propósitos medicinales, ambas plantas se utilizan de manera intercambiable. Su efecto, es tirosupresor, es decir bloquea la producción de hormonas estimulantes de la tiroides (TSH), logrando además disminuir la desionización de la tiroxina (T4) e inhibir el metabolismo del yodo.
4. Toronjil o melisa
Esta planta, de todos conocida, pertenece también a la familia Lamiácea. De acuerdo a los estudios, se ha observado que es muy eficaz bloqueando la unión de la hormona estimulante de la tiroides (TSH), a su receptor. Sus compuestos activos son: cuadranosido III, ácido salviano A, ácido rosmarínico y luteolina. Es sabido que, por medio de sus efectos, es capaz de inhibir la producción de hormonas estimulantes de la tiroides.
5. Shankhpushpi
Esta es una planta utilizada ancestralmente en la medicina ayurvédica de la India. Su nombre botánico es Convolvulus pluricaulis . Y pertenece a la familia convolvulácea, al igual que la batata y la campanilla de la mañana. Según los estudios, el uso del extracto de la raíz de esta planta, ha tenido excelentes resultados en la disminución de los niveles de la hormona tiroidea triyodotironina. Sus principales compuestos activos son: alcaloides, glucósidos, cumarinas y flavonoides. Dentro de los flavonoides más conocidos se encuentra el Kaempferol. Se sabe además que esta planta actúa sobre algunas enzimas del hígado, ayudando a mejorar los síntomas del hipertiroidismo. Posee además propiedades antiulcerosas.
6. Agripalma
Esta planta denominada botánicamente Leonurus cardiaca. Es originaria de Europa central y Escandinavia. Hace muchos años, se introdujo en Norteamérica y se ha adaptado muy bien, llegando a invadir muchos sitios naturales. Ha sido muy utilizada en el tratamiento de enfermedades autoinmunes. Es excelente combatiendo los procesos inflamatorios e inhibiendo la enzima 5-desiodinasa, es decir la que convierte T4 en T3. Contiene además, compuestos que poseen nitrógeno, aceites volátiles, esteroles, fenilpropanoides, flavonoides taninos y ácidos fenólicos. Ciertos estudios farmacológicos han confirmado sus propiedades analgésicas, antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias. Posee además, importantes efectos sobre el sistema cardiovascular, siendo también sedante e hipotensivo.
7. Anón
Su nombre botánico es Annona squamosa. Pertenece a la familia Anonácea, es un árbol de las regiones tropicales de américa y Asia. Su fruto es muy popular en Centroamérica y zonas del caribe. Crece además en Venezuela, Puerto Rico, Cuba, Haití, México y en ciertos sectores del estado de Florida. Sus semillas, por lo general, se desechan. Sin embargo, de acuerdo a una serie de estudios, se ha determinado que ellas, poseen un efecto regulador muy importante sobre el hipotiroidismo causado por la enfermedad de Graves. Posee altos niveles de quercetina y comparado con el fármaco antitiroideo propiltiouracilo, presentó un mejor desempeño. Se cree, que la quercetina, es uno de los componentes que le otorga su excelente papel antitiroideo al extracto de semilla.
Concluyendo
La enfermedad de Graves-Basedow, es una enfermedad autoinmune causada por una serie de anticuerpos, que atacan los receptores presentes en las células tiroideas. De acuerdo a la ciencia, se ha comprobado, además, que son capaces de atacar la superficie de las células que se encuentran detrás de los ojos. Esta patología que afecta a los ojos, causa muchas molestias a quienes lo padecen, incluso, influye en el comportamiento social de algunas personas. Se sabe además, que esta enfermedad, puede causar trastornos muy diversos. Estos, pueden abarcar incluso, manifestaciones que se presentan en las piernas y manos. Se ha logrado establecer, que la mitad de las personas afectadas con la enfermedad de Graves, pueden desarrollar síntomas oculares.
El selenio es un nutriente que se puede obtener de forma natural de ciertos alimentos. A saber, plátanos, sandías, aguacate, semillas de girasol y atún de aleta amarilla, entre otros. Además de ello,plantas como la menta de lobo y el toronjil, han sido empleadas con éxito durante muchos años. Ambas contienen ácido rosmarínico, un componente bioactivo capaz de inhibir la producción de la hormona tiroidea.
Como siempre lo recalco, no existen las casualidades, la joven de Ohio, tan pronto recibió la información que le envié (la misma que aparece en el post), se puso en marcha. Pues bien, me comenta que ella y su madre se empaparon del material y además se dirigieron a Florida. Allí lograron ubicar el fruto de anón, el cual están utilizando desde hace par de meses. La decocción de estas semillas, así como el consumo de alimentos con L-carnitina y selenio, me comentan que ha marcado una gran diferencia. Esto me otorga satisfacción y alegría por esta noble hija y su madre.
“Creo que las personas suponen que tener una enfermedad de la tiroides significa que eres mayor y que tienes sobrepeso, pero en realidad, puede atacar a todas las edades y afecta a todos los tamaños.”
Gena Lee Nolin
Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro #Yo Puedo con la Dra. Cocó.
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