☑️ Se Encontraron Sustancias Tóxicas En Alimentos Para Bebés

Numerosas investigaciones han constatado que, la exposición a sustancias tóxicas en las primeras etapas de la vida causan serios problemas. Según Healthy Babies Bright Futures (HBBF), uno de cada seis niños en los Estados Unidos posee una discapacidad del desarrollo.   Muchos de estos procesos indeseables ocurren debido a la ingesta de sustancias químicas, entre las que destacan los metales pesados. A saber el plomo, mercurio, cadmio y arsénico inorgánico.

Este es un tema polémico del cual he recibido inquietudes de seguidoras, que en su mayoría son madres primerizas. Anne de Delaware vive con su esposo y tiene una niña de dos años.  Ella se comunicó conmigo  ya que mostró una seria preocupación por una noticia surgida en los diarios a mediados de febrero.

Me comentaba que estaba muy sorprendida por los titulares de prensa mencionando, que muchos alimentos de bebé contenían compuestos tóxicos. Realmente esta noticia creó mucha incertidumbre en la población, en especial a las madres con bebés y niños pequeños.

Desde hace años muchos investigadores tanto gubernamentales como independientes, realizan un monitoreo de los niveles de compuestos químicos en los alimentos. Esto permite que los organismos competentes (en el caso de los Estados Unidos, la FDA) puedan realizar un seguimiento apropiado y establecer correctivos.

A fin de orientarla y canalizar su solicitud le hice referencia a lo sucedido. Por ello le resalté, que la noticia se hizo más notoria pues partió de un informe elaborado por una comisión del Congreso. Además, le mostré algunas medidas que ciertos organismos con competencia sugieren aplicar. Dada la relevancia de este delicado tema, valoré compartirlo aquí en mi página.

¿Cuáles son los efectos de los metales pesados sobre la salud?

Químicamente los metales pesados son elementos existentes en la naturaleza, encontrándose frecuentemente en la corteza terrestre. Sin embargo, pueden presentarse contaminando el suelo y fuentes de agua, por ello se encuentran en alimentos naturales y procesados.

Vale resaltar, que la mayoría de los metales pesados son altamente tóxicos. De hecho, esto se agudiza debido a que estos metales poseen numerosas vías para ingresar al organismo. Dentro de las más frecuentes destacan: inhalación, absorción a través de la piel e ingestión mediante alimentos y bebidas.

Es importante considerar esto, debido a que la exposición a metales pesados puede ser perjudicial para el cerebro en desarrollo. Su efecto acarrea la pérdida de coeficiente intelectual y crea trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Además de ello, contribuyen al desarrollo de autismo, acarrean problemas de aprendizaje e inducen retrasos cognitivos o del habla.

De acuerda a la Academia Americana de Pediatría los niveles de metales pesados, que se encuentran en los alimentos,  posiblemente representen una fracción del riesgo general de exposición. Sin embargo, es importante minimizar la exposición de los bebés y niños a estas sustancias tóxicas. Incluso, considerar que existen otros factores que determinan el desarrollo saludable del cerebro. Entre ellos, los genéticos, sociales y ambientales.

Los metales pesados generan consecuencias más graves sobre la salud de los niños, que en la de adultos. De hecho, las consecuencias sobre los niños incluyen trastornos neurocognitivos y de comportamiento, enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios y cáncer.

Efectos particulares de los metales pesados

Plomo

Este metal puede ser inhalado, ingerido o absorbido a través del sistema respiratorio y el tracto gastrointestinal. Bien desde la combustión de algunos químicos, como en cubiertas de enlatados y tuberías.

Esto induce la afección de diversos sistemas, dentro de ellos destacan: el cardiovascular, renal, gastrointestinal, neurológico y hematológico. Lo que podría conllevar al padecimiento de nefropatía crónica, disminución de la función renal, hipertensión, enfermedades cerebrovasculares, anemia y cólicos abdominales.

En los niños, el plomo se absorbe en mayor proporción que en adultos, lo cual conlleva impactos subclínicos. No obstante, diversos estudios sobre poblaciones infantiles muestran, que la capacidad cognitiva, la conducta y el crecimiento se afectan en mayor cuantía, en quienes se han expuesto más al plomo.

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Arsénico

Según la CDC, la liberación del arsénico al ambiente se produce como resultado tanto de las actividades humanas como las naturales. De esta forma, el arsénico ingresa al ambiente de manera natural a través del agua subterránea, ciertos minerales o mediante procesos geotérmicos.

Esto incluye su liberación mediante actividad volcánica, la erosión de depósitos minerales contentivos de arsénico y por actividades industriales o comerciales.

Cuando el arsénico inorgánico es ingerido por periodos prolongados, se genera una intoxicación crónica denominada arsenicosis. Sus efectos se presentan principalmente a nivel de la piel y vías respiratorias, pudiendo ocasionar perforación del tabique nasal y cáncer de piel y pulmón.

Cadmio

Este metal es empleado en la elaboración de la batería de níquel-cadmio, en procesos de galvanizado, producción de pinturas y manufactura de plástico. Se sabe además, que está presente  en muchos alimentos, humo del tabaco y polvo doméstico. De hecho, según los investigadoresla exposición al cadmio se inicia a temprana edad, siendo esta las más frecuentes en la edad infantil.

Se ha logrado establecer, que su excreción por parte del organismo es limitada. Así, en estudios recientes realizados en España, se ha encontrado en niños de edad escolar, observándose efectos sobre procesos neurocognitivos. De hecho, dichos estudios logran proporcionar pruebas adicionales del efecto neurotóxico del cadmio postnatal de bajo nivel.

Se ha verificado que, la acumulación de cadmio a nivel renal produce nefrotoxicidad y osteoporosis en la edad adulta. Incluso, la exposición por vía respiratoria, está asociada con la presencia de cáncer pulmonar en la edad adulta.

El cadmio absorbido por la raíz de las plantas se acumula en las porciones comestibles, como granos y semillas. Por ello, al ingerir de forma directa o procesada estos alimentos, se producen una serie de enfermedades. Entre ellas resaltan trastornos renales, osteoporosis, cáncer, disfunción cardiovascular y disminución de las capacidades el sistema inmunitario.

Mercurio

Las investigaciones realizadas sobre este metal han permitido establecer, que el mismo posee diferentes formas químicas. Entre ellas, metálica o elemental, inorgánica y orgánica (metilmercurio y etilmercurio). Se ha logrado observar que, incluso bajos niveles de exposición al mercurio producen intoxicación aguda y crónica.

Es considerado neurotóxico, inmunotóxico y nefrotóxico. Por ello, debe evitarse una exposición aguda o crónica en cualquier periodo del desarrollo del bebé. Este metal tiende a acumularse a lo largo de la cadena alimentaria, representando un riesgo elevado para los niños.

Existen marcadas diferencias en cuanto a la susceptibilidad al mercurio entre niños y adultos. Esto se debe a que en los niños existen importantes órganos y sistemas que se encuentran diferenciándose y desarrollando.

Se ha establecido que el bebé en gestación y el lactante, son muy vulnerables a la exposición al mercurio. Esto se debe, a que en esta etapa, se produce el desarrollo del sistema nervioso central. Por ello, un daño causado en ese momento podría ser irreversible.

Un informe reciente llama la atención de la población estadounidense

El 4 de febrero de 2021, se hizo público un informe realizado por el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos. Dicho informe expresaba que cuatro de los mayores fabricantes estadounidenses de alimentos para bebés, venden productos con altos niveles de metales pesados tóxicos.

Dentro de estos alimentos se mencionan cereales de arroz, zumos, bocadillos dulces y puré de patatas. En ellos, se encontraron los siguientes metales: plomo, arsénico, cadmio y mercurio. Sin embargo, estos resultados son muy superiores a los permitidos por la normativa vigente para otros productos.

A manera de ejemplo se puede mencionar que, en el caso de agua embotellada, la FDA ha fijado ciertos parámetros. De esta forma los niveles máximos permitidos de arsénico son de diez partes por billón (10 ppb). A su vez, se permite un máximo de 5ppb de plomo y 5 ppb de cadmio.

Sin embargo, los resultados de las pruebas de los alimentos para bebés y sus ingredientes superan con creces estos niveles: “incluyen resultados de hasta 91 veces el nivel de arsénico, hasta 177 veces el nivel de plomo, hasta 69 veces el nivel de cadmio y hasta 5 veces el nivel de mercurio”.

El informe expresa, que hasta ahora los alimentos para bebés que contienen metales pesados tóxicos no llevan ninguna etiqueta ni advertencia para los padres. Además de ello, los fabricantes son libres de analizar los ingredientes o de no realizar ninguna prueba. Sin embargo, la FDA sólo ha establecido hasta ahora una norma sobre metales para una categoría limitada de alimentos infantiles.

Su valor máximo es de 100ppb de arsénico inorgánico para cereales de arroz. Un valor muy alto aún, para proteger contra efectos neurológicos a los niños.

Recomendaciones realizadas por Subcomité de Política Económica y del Consumidor de la Cámara de representantes

Para la FDA

  • Exigir pruebas obligatorias para detectar metales pesados tóxicos, tanto en los ingredientes empleados como en el producto final vendido
  • Exigir a los fabricantes que mencionen los niveles de metales pesados tóxicos en las etiquetas de los alimentos
  • Establecer niveles máximos de metales pesados tóxicos permitidos en los alimentos para bebés. Se sugirió el empleo de un nivel para cada metal, aplicado a todos los alimentos para bebés. Esto permitiría proteger a los bebés de efectos neurológicos negativos.

Para los fabricantes

  • Se resaltó que los fabricantes de forma voluntaria deberían encontrar sustitutos para los ingredientes con altos niveles de metales pesados. O en su defecto eliminar los ingredientes con altos contenidos de los mismos, tales como el arroz

Para los padres

  • Se sugirió evitar los alimentos para bebés con altos contenidos de metales pesados tóxicos, como los productos de arroz.

El informe resalta que, si la FDA y los fabricantes acatan las recomendaciones, se proporcionaría a los padres la información que necesitan para tomar decisiones apropiadas para proteger a sus bebés.

La FDA fija su posición respecto a este informe

A los pocos días de la presentación del informe por parte del congreso, la FDA respondió. El organismo alegó, que toma muy en serio la exposición a elementos tóxicos en el suministro de alimentos. En especial, cuando se trata de proteger la salud y seguridad de los más jóvenes y vulnerables de la población.

Ellos resaltan, que el arsénico y el plomo están presentes en el medio ambiente, pudiendo ingresar a los alimentos a través del suelo, el agua o el aire. Por ello, actualmente no pueden evitarse por completo en frutas, verduras o granos empleados para elaborar los alimentos para bebés. Incluso, tampoco pueden evitarse por completo mediante el empleo de prácticas de agricultura ecológica.

La FDA resaltó: “Nuestro objetivo es reducir la exposición a elementos tóxicos en los alimentos en la mayor medida posible y seguir avanzando en este ámbito mediante más investigación y una mayor colaboración entre las partes interesadas”.

La FDA anuncia nuevas medidas para reducir aún más los elementos tóxicos en alimentos

El 5 de marzo de 2021, la FDA, anunció nuevas medidas para prevenir o reducir los riesgos químicos presentes en los alimentos para bebés y niños pequeños.

Ese mismo día enviaron una carta a los fabricantes, en la que se les recuerda las responsabilidades que ellos tienen en el logro de estos esfuerzos. “Apreciamos su atención a la obligación de considerar los peligros químicos potenciales, incluidos los elementos tóxicos, al realizar un análisis de peligros”

Además de ello, la FDA mencionó que en el corto plazo comenzaría a ejecutar un plan a fin de reducir los elementos tóxicos en los alimentos para bebés y niños. La idea es lograr que los elementos tóxicos se reduzcan “a niveles tan bajos como sea razonablemente posible”.

Recomendaciones realizadas por la Academia Americana de Pediatría (AAP)

Al considerar el desasosiego, que implicó para los padres el informe sobre metales pesados, la AAP elaboró ciertas recomendaciones. Dichas ideas, buscan minimizar los riesgos. Entre ellas destacan:

  • Incluya en la dieta de su hijo alimentos variados: verduras y frutas, adecuadamente desinfectadas, proteínas magras y cereales
  • Emplee menos alimentos contentivos de arroz y sustitúyalos por quinoa, farro, avena, cebada, cuscús y bulgur. Evite el uso de leche de arroz y el jarabe de arroz empleado en alimentos procesados como edulcorante

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  • Dado que el arroz integral posee los niveles más altos de arsénico, se recomienda el empleo de arroz basmati blanco o también un arroz de grano corto para sushi. Lo ideal es enjuagar muy bien desde el inicio y cocinar con agua extra, que pueda escurrirse para evitar residuos tóxicos
  • Es importante realizar un análisis de aguas en su casa. Se ha observado que el arsénico puede contaminar el agua de pozos, además de ello las tuberías viejas suelen contener ciertos niveles de plomo
  • Si posee capacidad de amantar, hágalo con confianza pues la lactancia materna, en vez del empleo de fórmula, ayuda a reducir la exposición del bebé a metales pesados. Es recomendable emplear la lactancia materna como fuente única de alimentación durante los primeros seis meses
  • Evite darles jugo a los niños. Ellos poseen niveles elevados de azúcares y metales pesados, ofrézcales pequeños trozos de fruta o puré
  • Evite el empleo de pescados con alto contenido de mercurio. Entre ellos destacan: pez espada, reloj anaranjado, caballa gigante y atún fresco o congelado. De preferencia utilizar pescados como: salmón, bacalao, pez blanco arenque y lenguado
  • Haga todo lo posible por preparar la comida de su bebé en casa

Concluyendo  

Lo que tratamos en este artículo pretende mostrar de forma objetiva, la posición de los diversos entes gubernamentales con competencia en materia de alimentación y salud.

Al analizar los hechos ocurridos, se puede observar, que es muy importante como consumidores manejar la mayor cantidad de información posible. La posición de la FDA al anunciar ciertas medidas concretas en relación a este preocupante informe, es un paso importante para calmar un poco la presión de los consumidores. Sobre todo, porque permite construir una sociedad respetuosa de los roles, que cada quien posee por derecho.

Vale destacar además la valiosa iniciativa de la AAP, que invita precisamente a ser proactivos y hacer lo correcto como padres de familia, ante una situación que es innegable. Por ello, se hace primordial estar consciente de que, los metales pesados como el cadmio, plomo, mercurio y arsénico, son altamente tóxicos.

Asimismo es primordial concienciar, que ellos pueden ocasionar trastornos y desequilibrios en diversos sistemas como el nervioso, respiratorio, excretor y musculo esquelético.

Para Anne, el material recibido fue muy aleccionador, el mismo lo comparto aquí en el post. Ella me comentó que ha comenzado a valorar la importancia de acudir a las fuentes originales de los hechos o acontecimientos. De esta forma ella como consumidora y como madre de familia, puede apreciar integralmente, los esfuerzos realizados por parte de los entes gubernamentales.

Incluso, ella me comentó que ha seguido las directrices de la AAP, brindando una mayor calidad alimenticia a su hija. Esto le ha permitido ocuparse, en vez de preocuparse.

“Ninguna empresa debe lucrarse engañando ilegalmente a los padres sobre productos que realmente ponen en peligro la salud y la seguridad de sus hijos. Queremos poner fin a esta situación y advertir a las empresas de alimentación infantil de que deben proporcionar información veraz y completa sobre sus productos. ”

Karl Racine

Fiscal General del Distrito de Columbia

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