Hace días fui a dar un paseo por un mall cercano a mi casa, realmente salí a distraerme un poco de lo cotidiano del trabajo, y todo lo que a cualquier ser humano puede cargar una cuota de estrés. Una vez allí, llamó mi atención una mujer joven con un niño de al menos 5 años de edad, estaban sentados disfrutando de un helado, ella parecía cansada.
Yo estaba sentada en la mesa de al lado tomando una deliciosa agua de Jamaica. Un juguete del niño cayó al piso y de inmediato me dispuse a recogerlo y entregarlo a la madre. Ella con cara de mucho agotamiento me comentó estar preocupada por su pequeño que se encontraba algo enfermo.
El niño había estado quejándose de dolor en un oído, así que lo llevó al doctor, pero los fármacos que le recetó el galeno escapaban de su presupuesto, sin embargo, por la salud de su hijo hizo el sacrificio de comprarlos, pero habían pasado ya unos días y el pequeño continuaba quejándose de dolor en su oído; esto la tenía desesperada.
De hecho, el nene había comenzado a presentar fiebre junto al dolor de oído, entre otros síntomas. Y luego de comprar la nueva dosis de medicamentos que le recetó el médico, aprovechó que al pequeño no le había subido la temperatura para hacerlo olvidar un poco su malestar con su helado favorito. Ella simplemente se sentó e intentó calmarse pero nuevamente la temperatura corporal de su hijo comenzaba a dar señales de incremento.
Decidí sentarme con ella a hacerles compañía y así intentar ayudarla a encontrar una alternativa natural que eliminara de manera eficaz y rápida la dolencia de su pequeño hijo. Y de eso es que os quiero hablar en esta oportunidad.
Los dolores en los oídos principalmente se producen por alguna infección, siendo el dolor el llamado de atención que da el organismo para indicar que algo no está bien en el cuerpo. Lo delicado de un dolor de oído es que si la infección no es atendida a tiempo puede ser causante de la pérdida de la audición o podría afectar el equilibrio, causando episodios de laberintitis.
Más allá, del problema realmente comenzamos a disfrutar del momento de tranquilidad, el niño parecía contento a pesar de su quebranto, jugando en su mundo de fantasías. Fue un momento hermoso y relajante que habría resultado más alegre de no ser por la preocupación de aquella madre y la enfermedad de su pequeño.
¡Podréis creer que por más que he intentado no logro recordar el nombre de aquella mujer! Es jocoso pero algunas veces pasa; pero nunca olvidaré su rostro y el del pequeño Ricardito. Pensando en ellos, decidí dos cosas, la primera, prepararme un buen remedio natural para la memoria y la otra contaros cómo eliminar el dolor de oído en 5 minutos de forma natural.
1. Aplica aceite de oliva en el oído con dolor
Este remedio es muy sencillo y sólo necesitas un poco de un ingrediente que siempre tienes en casa para aderezar tus ensaladas y platillos con una grasa saludable y deliciosa. Me refiero al aceite de oliva, simplemente aplica 4 gotitas tibias de este aceite, con ayuda de un gotero, en el oído afectado. Coloca un pequeño trozo de algodón en el oído sin llegar a introducirlo en el conducto y déjalo actuar. Notarás rápidamente los resultados.
Te recomiendo hacer esto en la noche para mayor eficacia. El aceite de oliva es un lubricante natural que no sólo funciona para aliviar el dolor de oído sino que ayuda a desinflamar el área afectada, combatirá cualquier infección presente y producirá mejoras en la sensación de zumbidos que algunas veces se presenta con los dolores de oídos.
2. Erradica el dolor de oídos con agua oxigenada
El agua oxigenada es un excelente desinfectante y su eficacia a la hora de eliminar los dolores de oído es muy reconocida. Aplica dos gotas de agua oxigenada en el oído enfermo y el dolor desaparecerá de manera inmediata. Aplica este tratamiento dos veces al día, pero si el dolor persiste, acude al médico para realizar los análisis necesarios.
3. El poder analgésico del ajo aliviará tu dolor de oídos
Las propiedades del ajo como antibiótico son muy famosas a escala mundial, mejor aún, este ingrediente de nuestras comidas es muy reconocido por ser el alivio de muchos padecimientos y el dolor de oídos es uno de ellos. Son sus precisamente sus características antibióticas y analgésicas las que te ayudarán con este problema.
Se trata de un remedio fácil de hacer, sólo debes machacar un ajo y saltearlo con un poco de aceite de sésamo o de oliva, seguidamente lo cuelas y una vez que el aceite resultante se encuentre tibio o a temperatura ambiente, aplica entre dos o tres gotas en el oído con dolor. También puedes frotar un poco de ese aceite en la entrada del oído por alrededor de 5 minutos y de esa manera se eliminará el dolor.
4. Combate las bacterias en tu oído con cebolla
Su poder antiséptico y anti-bacteriano, convierte a la cebolla en un gran aliado contra el dolor de oídos, estas propiedades hacen que su efectividad sea elevada y su acción de gran rapidez. Elimina cualquier bacteria y alivia rápida y eficazmente el dolor colocando sobre el oído una cebolla fresca picada y envuelta en un paño limpio. Debes dejarlo actuar por alrededor de 5 minutos y de ser necesario, repetir la operación varias veces el mismo día.
5. Aplica un par de gotas de gel de aloe vera
Aunque es muy efectivo, lo primero que debes saber es que éste remedio es contraproducente en caso de tímpanos perforados. En el caso de que no esté roto el oído que presenta dolor, entonces puedes aplicar un par de gotas de gel de aloe vera en el conducto oído para eliminar el dolor.
No he vuelto a coincidir con aquella madre, pero hace un par de días en un parque vi a Ricardito, esta vez en compañía de su padre. El niño me vio y me reconoció inmediatamente, se acercó a mí y me dio uno de esos abrazos efusivos y espontáneos que tanto enternecen de los niños, me presente ante su padre y me dijo que los remedios naturales, habían resultado maravillosamente eliminando el dolor de oídos del pequeño ese mismo día.
El padre de Ricardito, se llama Robert y me dijo que el niño llevaba el nombre en honor a su abuelo materno Ricardo. También me recordó el nombre de su esposa, Tanila (un poco diferente y tal vez por eso no lo recordaba). Aun así tomaré mi remedio para la memoria pues nunca está de más.
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