El año 2018, falleció el brillante biofísico alemán Dr. Fritz-Albert Popp. Gracias a él, la ciencia logró profundizar en la naturaleza biofotónica de nuestra fisiología.
Este recordado científico, también determinó que los alimentos más sanos, presentaban la mayor intensidad coherente de emisiones luminosas.
Por ello, es importante conocer en profundidad la importancia de la luz en los organismos, incluyendo los alimentos y nuestro propio cuerpo.
De este tema que muy pocas personas manejan, les voy a hablar a solicitud de Monique, una seguidora de Alabama. Ella es una mujer de mediana edad, administradora de una empresa de transporte donde existen algunas mujeres camioneras.
Ella me comentaba, que el contacto con tantas personas que tienen que desplazarse a todo el territorio estadounidense, le ha dado una visión muy amplia acerca de la salud.
A ella le llamó mucho la atención, el comentario que le hizo una de estas trabajadoras, acerca de algo que escuchó en la radio. Se trataba de la presencia de luz en los alimentos, y su efecto sobre la salud.
Para Monique, esto era algo insólito e insospechado, pues nunca imaginó que la luz pudiera almacenarse en los alimentos. Y por ello decidió contactarme, a fin de que le confirmara si esto que le había dicho su compañera de trabajo era cierto.
Al responder su solicitud, le manifesté que no solo los alimentos pueden emitir luz, sino todas las células presentes en los seres vivos.
Así, a los fines de entregarle una mayor cantidad de puntos educativos, le envié un informe mostrándole acerca de las generalidades sobre los Biofotones y su presencia en los alimentos, en especial los vegetales crudos.
Al tomar en cuenta que este tema es poco conocido, consideré importante compartir este artículo en mi página.
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Generalidades acerca de los biofotones
De acuerdo a estudios, los biofotones son partículas de luz emitidas por los sistemas biológicos. Se cree que representan la energía vital almacenada en las células de los seres vivos.
En el contexto de la alimentación, los alimentos frescos y crudos, especialmente aquellos expuestos directamente a la luz solar, son ricos en biofotones. Consumir estos alimentos puede aportar esta energía luminosa a nuestro organismo.
El máximo exponente de los estudios acerca de los biofotones, fue el Dr. Fritz-Albert Popp. Este notable científico fue catedrático de biofísica y director del Instituto Internacional de Biofísica de Alemania.
A lo largo de su trayectoria, descubrió diversos hallazgos impactantes acerca de la fisiología, basada en la luz de nuestro cuerpo.
Este fenómeno de sinergia cooperativa entre las células, constituye un estado coherente de luz, es originado en el ADN.
Se estableció, que el mismo surge a consecuencia de las interacciones de las ondas electromagnéticas ambientales, a manera de un sintonizador que vibra en resonancia con ellas.
A lo largo de su trayectoria investigativa, el Dr. Popp mostró nuevos horizontes en las comunidades científicas. De hecho, logró demostrar que las células de nuestro cuerpo emiten una radiación de «luz», llamada «biofotones».
Él logró establecer, que esta nube de biofotones o emisión de fotones ultradébiles (UPE), era emitida de forma espontánea por la piel de los seres humanos.
Dicha nube lumínica se emite desde el ADN de las células vivas, lugar responsable de almacenar biofotones de forma natural, que posteriormente son liberados.
Incluso, este notable científico también descubrió que los alimentos más sanos mostraban la mayor intensidad coherente de emisiones luminosas. Y contrariamente a ello, la comida chatarra carecía casi por completo de este tipo de emisiones.
Beneficios de Consumir Alimentos Ricos en Biofotones
Se cree que los biofotones reflejan la vitalidad de los alimentos y que, al ingerirlos, pueden influir en nuestra salud. Aunque la ciencia aún está explorando el impacto exacto de los biofotones en la salud humana, su relación con la frescura, vitalidad y capacidad antioxidante de los alimentos es evidente.
Dentro de las ventajas comprobadas o aun en estudio de los alimentos ricos en biofotones destacan:
- Mayor biodisponibilidad de nutrientes: los alimentos frescos y crudos mantienen mejor su estructura molecular y enzimática. Se ha establecido que, esto puede mejorar la absorción de nutrientes esenciales que podrían perderse durante el proceso de cocción.
- Optimización del metabolismo celular: diversas investigaciones sugieren que los biofotones pueden influir en la comunicación celular. Gracias a ello, se pueden optimizar los procesos metabólicos y favorecer la reducción del estrés oxidativo, además de diversas funciones corporales.
- Efecto antioxidante y regenerativo: las frutas y verduras con alto contenido en biofotones suelen ser ricas en polifenoles, flavonoides y vitaminas antioxidantes (como la C y la E). Estos compuestos bioactivos ayudan a reducir la inflamación y el daño celular. Una forma de recargar tus niveles de estas importantes vitaminas antioxidantes es empleando VITAMIN E 400 IU y VITAMIN C POWDER.
- Mejora del campo electromagnético del cuerpo: algunos estudios en biofísica indican que los biofotones pueden armonizar la energía celular. Este equilibrio favorece la homeostasis y el equilibrio energético del organismo.
- Potencial efecto en la coherencia del ADN: el biofísico Fritz-Albert Popp propuso que el ADN emite y absorbe biofotones. Este proceso regula funciones celulares y procesos de reparación genética.
- Aporte de energía vital: los alimentos crudos y frescos, al estar cargados de biofotones, pueden transmitir esta energía luminosa a nuestras células, potenciando nuestra vitalidad.
Fuentes importantes de biofotones
La cantidad de biofotones en los alimentos varía según su tipo y frescura. Es importante señalar, que la frescura y origen de estos alimentos, influye significativamente en su contenido de biofotones.
Por ello, los productos orgánicos y recién cosechados suelen tener niveles más altos de estas partículas de luz.
A continuación, os presento algunos alimentos con un contenido importante de biofotones:
- Flores comestibles: algunas flores son ricas en biofotones y pueden incorporarse en ensaladas o como decoraciones comestibles. A saber, flores de calabaza, cebollino, albahaca, menta, manzanilla, lilas, rosas, geranio y violetas.
- Frutas y verduras frescas: especialmente las cultivadas orgánicamente y consumidas en su punto óptimo de madurez pueden aportar biofotones.
- Raíces, bulbos y tubérculos: las zanahorias, rábanos y remolachas, consumidos crudos, constituyen una fuente importante de biofotones.
- Hojas verdes y hierbas: ciertas verduras como la espinaca, lechuga y col rizada son especialmente ricas en biofotones. Se incluyen también, la albahaca y la menta.
- Cereales, semillas y legumbres germinados: el proceso de germinación incrementa el contenido de biofotones en estos alimentos. Dentro de estos alimentos destacan, la chía, lino, girasol, alfalfa, lentejas, garbanzos, soya y brócoli.
- Frutos secos y semillas: al consumirlos crudos y sin procesar, logran mantener su contenido de biofotones. Es importante previamente realizar su activación.
Se debe destacar, qué ciertos suplementos realizados con estrictas normas de calidad pueden suplir muchos compuestos bioactivos que pueden favorecer una adecuada salud.
Por ello recomiendo mis fórmulas especiales VITAVERDE GREEN y VITA PROTEÍNA, las cuales puedes conseguir visitando VitaTienda.com.
Activando nuestras semillas y frutos secos
Las semillas activadas son las que ya han pasado por un proceso de remojo y germinación ligera, a los fines de mejorar su biodisponibilidad y digestibilidad.
Mediante esta técnica, se pueden eliminar algunos antinutrientes como los fitatos y taninos, que pueden dificultar la absorción de minerales esenciales como el hierro, el zinc y el magnesio.
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Remojar semillas y frutos secos crudos en agua filtrada en un recipiente los activa fácilmente. Lo ideal es dejarlas de seis a doce horas, dependiendo del tipo de semillas. Es importante cambiar el agua de dos a tres veces, luego se debe enjuagar muy bien, escurrir y consumir.
Algunas personas optan por activar una porción mayor a la que van a consumir. En estos casos, se pueden guardar. Sin embargo, es imprescindible secar muy bien las semillas y frutos secos para evitar que se llenen de hongos.
Una forma de hacerlo es directamente con exposición solar o bien empleando un deshidratador a 40 °C.
Incluso, si deseas germinarlas, puedes dejarlas en un colador o frasco de vidrio cubierto con una tela fina, enjuagando cada 8 a 12 horas hasta que aparezca un pequeño brote.
Ejemplos de semillas que podemos activar en casa
- Chía y lino: aunque no germinan como otras semillas, el remojo las vuelve más digestibles.
- Almendras y nueces: se deben remojar de 8 a 12 horas a fin de ayudar a eliminar los inhibidores enzimáticos. Estas moléculas evitan que se desencadene el proceso de germinación antes de tiempo. En nuestro caso, dichos inhibidores constituyen antinutrientes (por ejemplo, el ácido fítico) que debe eliminarse en el agua de remojo. Esto mejora la digestión de alimentos y la absorción de zinc, calcio, magnesio y hierro.
- Girasol y calabaza: estas semillas se activan luego de seis a ocho horas, incluso puedes germinarlas a fin de potenciar su contenido enzimático.
- Garbanzos, solla y lentejas: estas leguminosas, después de remojadas, se pueden dejar germinar para mejorar su perfil nutricional.
- Brócoli: los germinados de brócoli, poseen elevados niveles de sulforafano, un fitoquímico con propiedades antioxidantes y desintoxicantes.
Este proceso potencia los nutrientes, facilita la digestión y mejora la absorción de minerales. Ello, además de aumentar la energía vital de los alimentos, encaja perfectamente con la idea de los biofotones.
Concluyendo
De acuerdo a lo mostrado, existen ciertas partículas de luz, que emiten todas las células vivas. Incluso, cada vez que nuestro ADN celular se contrae, emite una partícula de luz codificada con información llamada biofotón.
Cada uno de ellos, puede comunicarse con otros biofotones, tanto en nuestro organismo como en la zona que se encuentra a su alrededor.
Dicha luz, posee la capacidad de incrementar la vitalidad, ralentizar el envejecimiento y prevenir enfermedades.
Efectivamente, la carencia de biofotones puede ocasionar fatiga, generando una mayor susceptibilidad a las enfermedades. Incluso, se han realizado pruebas para la detección precoz de cáncer, empleando la medición de biofotones.
Por ello, todas nuestras células, se encuentran conectadas por una red dinámica de luz que el ADN libera y absorbe permanentemente.
Es importante recalcar, que todas las células vivas presentes en nuestro cuerpo, en las plantas y animales, poseen esta luz extremadamente débil e invisible a nuestros ojos.
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De acuerdo al brillante científico Fritz-Albert Popp, se puede distinguir la emisión de biofotones de los vegetales frescos, cultivados con métodos ecológicos y libres de residuos nocivos.
Efectivamente, se logró establecer que los vegetales ecológicos crudos o rallados, pueden aportar la mayor cantidad de biofotones coherentes a nuestro organismo.
Para Monique la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. De hecho, se asombró que lo que mencionara su compañera de trabajo, fuera cierto.
Me comentó muy entusiasmada, que gracias a esta información no solo su familia, sino muchas de sus amigas, decidieron optar por una alimentación más natural. De esta forma, estarían aportando mayor riqueza de biofotones a su organismo.
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