☑️ ¿Cuáles Son Las Diferencias Entre La Distimia y Depresión?

De acuerdo a la OMS, la depresión es considerada la principal causa de discapacidad a nivel mundial. De acuerdo a las estadísticas, anualmente unos dieciséis millones de estadounidenses son afectados por esta patología. Vale destacar, que existe una variante de la depresión denominada distimia que ocasionalmente es confundida con rasgos de la personalidad.

De este trascendental tema hablaré, debido a la solicitud de Frannie, una seguidora de Michigan. Ella se comunicó conmigo para que le aclarase algunas dudas con respecto a su madre, quien desde hace años padece de estados depresivos.

Ella, ya había aprendido a manejar la situación y me comentaba que en infinidad de ocasiones, estos síntomas desaparecían. Sin embargo, a pesar de ello, su madre continuaba mostrando mucha falta de autoestima.

Esta situación le molestaba mucho a Frannie, pues su madre con apenas 63 años, se había vuelto muy dependiente. Le costaba tomar decisiones e incluso mostraba mucha inseguridad para realizar ciertas actividades.

Lo que me planteó Frannie, me hizo sospechar que su madre poseía una variante de la depresión denominada distimia. Por ello le recomendé que acudiera a un especialista, que le permitiera detectar si realmente se trataba de ello. Además, le mencioné la necesidad de un estilo de vida saludable que le permitiera poder superar esta condición que le afecta.  Además existen algunas técnicas como la psicoterapia, que sin emplear fármacos, logra efectos positivos sobre esta patología.

Por supuesto, le envié también información relacionada con la distimia, comparándola con la depresión. Dada la importancia de este tema, decidí compartirlo aquí

¿Qué dicen los expertos acerca de las diferencias entre la depresión y la distimia?

La palabra distimia significa de acuerdo a sus raíces griegas, mal humor. La distimia puede ser considerada como un tipo de trastorno emocional menos severo o más leve que la depresión. En la actualidad, la distimia es considerada desde el punto de vista clínico como un trastorno depresivo persistente.

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Cabe destacar que, a diferencia de la depresión, considerada una enfermedad discapacitante, permite realizar las actividades cotidianas aunque se requiera más gasto energético. A su vez, la depresión posee un inicio repentino y la distimia se presenta de forma paulatina.

Ambas enfermedades se pueden iniciar a cualquier edad, sin embargo, la depresión suele durar meses y la distimia muchos años.

Esto indica que la depresión es perecedera, pero la distimia no, de allí su nombre de trastorno depresivo persistente. La depresión puede conllevar a una incapacidad para trabajar, en cambio la distimia, no siempre es percibida como una enfermedad.

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Por lo general, dentro de los síntomas de la depresión se incluyen:

  • Tristeza prolongada
  • Irritabilidad
  • Fatiga
  • Falta de motivación
  • Problemas de memoria y concentración
  • Dolores a nivel corporal
  • Agresividad
  • Falta de motivación
  • Pensamientos suicidas.

En ocasiones estos síntomas son tan fuertes, que provocan dificultad para salir de la cama en quienes los padecen. Para que una persona sea diagnosticada con depresión, debe presentar al menos cinco de estos síntomas durante un periodo de dos semanas. De acuerdo a las observaciones de los expertos, un episodio de depresión puede tener una duración de semanas o meses.

Es de resaltar, que la distimia es una forma más leve y crónica de depresión que puede durar dos años o más. De acuerdo a las estadísticas, afecta alrededor del 1,5% de los estadounidenses. Los síntomas de la distimia son los mismos que los de la depresión mayor, pero las personas con distimia suelen presentar menos síntomas.

Profundizando acerca de la distimia

De acuerdo a lo que se sabe hasta ahora, para realizar el diagnóstico de la distimia solo se deben presentar tres de los síntomas comunes de la depresión. Los síntomas de la distimia, no poseen una intensidad como los de la depresión mayor. Sin embargo, su efecto persistente provoca que las personas se sientan con bajos niveles de motivación, desconcentradas e infelices.

Se ha llegado a verificar que, es tal la persistencia de estos síntomas que algunas personas suelen creer que los mismos, forman parte de los rasgos de su personalidad. Según la Clínica Mayo, cuando la distimia se produce antes de los 21 años se denomina comienzo temprano. Por el contrario, si se genera a partir de los 21 años, se denomina comienzo tardío.

De hecho, algunas personas no recuerdan como era su vida sin este padecimiento. Incluso, suele suceder que quienes padecen distimia, puedan empeorar y llegar a padecer depresión mayor. Esto suele denominarse depresión doble.

Vale destacar, que quienes solo sufren depresión sin distimia logran sentirse reconfortados cuando no poseen episodios depresivos. En cambio, quienes poseen depresión doble, tienden a mostrar mayor desesperación que las que solo padecen depresión mayor.

Por lo general, presentan un estado de ánimo apagado y persistente, aún no experimentando episodios de depresión. Se dice que para algunas de estas personas, su condición normal, es estar ligeramente deprimidos.

Se ha observado además, que quienes padecen de doble depresión poseen mayor propensión al consumo de alcohol y drogas. Incluso poseen una tendencia mayor al padecimiento de algunas enfermedades no transmisibles, ente ellas, las cardiovasculares.

Fisiopatología de la distimia o cómo cree la ciencia que se produce

La distimia, es un área considerada muy importante para la investigación. Se cree que existe una compleja interacción entre los neurotransmisores y los receptores que afectan a la química cerebral del estado de ánimo.

Hasta los momentos, la serotonina figura como el principal neurotransmisor implicado y por ello el más considerado a efectos farmacológicos. Sin embargo, los científicos han logrado determinar, que otros neurotransmisores también podrían afectar el estado de ánimo. Dentro de ellos podemos señalar el GABA, glutamato, norepinefrina, epinefrina y dopamina.

Como se ha mencionado en otras ocasiones, existen zonas importantes del cerebro que reducen su volumen durante los episodios de depresión.  Muchos estudios han permitido demostrar que, este efecto ocurre en lugares ubicados en ciertas porciones del cerebro. A saber, la corteza orbitofrontal, cíngulo anterior y el hipocampo, en donde se han verificado dichas reducciones (moderadas a grandes).

El manual DSM-5 de la Asociación Americana de Psiquiatría, define muy bien al trastorno depresivo persistente o distimia. Dicho manual, ha sufrido diversas actualizaciones y es empleado para diagnosticar apropiadamente esta enfermedad.

Allí se menciona, que el paciente debe tener un estado de ánimo deprimido durante al menos 2 años. En el caso de niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable en lugar de deprimido. Y dicho estado de ánimo, debe estar presente al menos un año.

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Tanto en el grupo de adultos como en el de niños y adolescentes, los síntomas no deben dejar de presentarse durante más de 2 meses. Además del estado de ánimo (deprimido o irritable) deben estar presentes, dos de los siguientes síntomas:

  • Falta de apetito o ingerir alimentos de forma excesiva
  • Presencia de insomnio o hipersomnia (somnolencia excesiva a lo largo del día)
  • Bajos niveles de energía o fatiga
  • Dificultad para concentrarse y tomar decisiones
  • Baja autoestima
  • Desesperanza.

¿Cómo se trata la distimia?

En general, el tratamiento y manejo del trastorno depresivo persistente es similar al realizado en el trastorno depresivo mayor. Por supuesto, aunque existan algunas diferencias que van asociadas a la especificidad del tratamiento de la persona, existen principios generales empleados en la psicoterapia y la farmacoterapia que son idénticos.

Actualmente, el consenso de especialistas y expertos, se inclina hacia la combinación de terapia con fármacos y psicoterapia. Ellos han detectado, que funcionan de forma más eficiente así, que cada terapia por separado.

Por lo general se ha encontrado que, como primera línea para el tratamiento farmacológico, se indica el empleo de terapia antidepresiva. En este caso, se recomienda un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), que incluso ha demostrado una alta tolerabilidad.

Otros fármacos que han sido empleados con relativo éxito son los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), incluyendo los antidepresivos atípicos. Se ha observado, que algunos antidepresivos tardan varias semanas en hacer efecto. Se debe tener un poco de paciencia, por lo que es de vital importancia, no dejar de tomarlos sin consultar.

Esto se menciona, pues, cuando se saltan las dosis, o bien se dejan de tomar, causan reacciones de abstinencia. Por lo general, esto equivale un retroceso en el avance y puede inducir el empeoramiento de la enfermedad.

En cuanto a la Psicoterapia, es una metodología que ha demostrado bastante efectividad. Dentro de las más conocidas destaca la Terapia Cognitivo Conductual. Mediante este procedimiento, activo, directivo y estructurado, se aprende a identificar y prevenir los pensamientos negativos.

Además de ello, se logran incorporar técnicas para el manejo del estrés y el mejoramiento de las habilidades sociales. Incluso, pueden llegar a superarse problemas y recuerdos dolorosos arrastrados a lo largo del tiempo, modificando la mirada que se tiene del entorno.

Ayudando a una persona que padece distimia

De acuerdo a los expertos, el estilo de vida favorece el manejo de la distimia. Existen algunos cambios que deben partir de la persona, a fin de sobrellevar de forma más integral, el manejo de la distimia.

De acuerdo a los expertos es importante, que se cumplan algunas sugerencias:

  • Procurar mantener una alimentación saludable
  • Dormir un adecuado número de horas
  • Practicar ejercicio de forma regular y disciplinada
  • No ingerir alcohol o drogas
  • Buscar un tiempo para cultivar las aficiones y cualquier actividad que su agrado
  • No encerrarse y buscar el apoyo de familiares y amigos.

Es importante además, que quienes viven con personas que padecen distimia, tomen en cuenta estas sugerencias. Esto puede favorecer el clima de convivencia y ayudar a quienes poseen esta enfermedad.

1. Evita que la persona se sienta culpable

Por lo general, quienes padecen distimia se comportan de forma irritable y tienden a ser poco receptivos. Este comportamiento, no es comprendido por sus familiares y amigos y ocasiona frustración en ellos. Este trastorno sobrepasa la capacidad de quien lo padece, por ello se debe evitar que se sienta culpable.

2. Ayúdale a cumplir su tratamiento

Si la persona que padece distimia posee un tratamiento farmacológico, es importante que te intereses en conocer como lo realiza. En la medida que te involucres cercanamente a este proceso, podrás realizar un seguimiento acertado de su medicación. Debes tener en cuenta que todos los fármacos generan efectos secundarios y mal administrados, podrían agravar la situación.

3. Convéncela de asistir a terapia

En caso de que la persona aún no esté realizando psicoterapia, muéstrale información que le permita apreciar las bondades de estos métodos. Incluso, pueden asistir a algún centro para que observe que existen terapias muy sencillas y eficaces realizadas en familia.

La idea es que pierda el temor y pueda comprender que el proceso terapéutico no encierra ningún peligro. De hecho en la actualidad se emplean excelentes métodos online, realizados desde el computador.

4. Acompáñala en la planificación de sus tareas cotidianas

De acuerdo a los expertos, una persona con distimia puede sobrellevar esta carga, si encuentra algunas actividades que le motiven y estimulen. Una forma sencilla de lograrlo, es planificando algunas tareas sencillas semanales y lograr que se comprometa a cumplirlas. Lo importante, es lograr que no permanezca en una vida sedentaria, que es una condición de salud altamente peligrosa.

5. Facilita su relacionamiento social

Es bastante usual, que las personas con distimia se muestren esquivas y poco interesadas de fomentar relaciones sociales en su tiempo libre. Por ello es importante que le ayudes a relacionarse en entornos diferentes al familiar. Existen muchas agrupaciones de personas que se interesan por la lectura, las manualidades, la jardinería y otras actividades edificantes.

Lo importante es lograr que la persona con distimia, logre disfrutar un tiempo de calidad, en las que pueda desenvolverse naturalmente y sentirse a gusto.

6. Muéstrale la importancia de generar pensamientos positivos

Muchas veces, las personas con distimia llegan a creer que el pesimismo forma parte de su personalidad. Es importante ayudarles a desterrar estas creencias. Una forma sugerida por los expertos, es ayudarle a comprender que muchos de los patrones de pensamiento son causados por la enfermedad.

De allí la importancia que aprenda a diferenciar los patrones de pensamiento que le causan daño o hacen que se sienta mal.

Ello le permitiría poder ir captando que existen mecanismos que actúan por detrás del estado de ánimo, que pueda tener en un momento. Una forma bastante eficaz, es el de tomar nota antes, durante y después de los estados de ánimo que aparecen.

Es decir, cuando ha sentido tristeza, desesperanza o ira. Esto permitirá ir separando su personalidad de los estados de ánimo inducidos por la distimia.

7. Direcciona de forma adecuada su angustia

Según los especialistas en terapias psicológicas, es un error intentar suprimir los pensamientos dolorosos, pues lo que hacen es reforzarlos. Por ello, es importante ayudarles a comprender que es una condición que está presente. Y en vez de luchar contra ellos, sería más productivo reorientar la atención hacia otros aspectos de la realidad. En especial aquellos que causen estímulo y gratificación.

Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado, la distimia según la ciencia es un trastorno depresivo persistente. Esta patología, puede encontrarse también en niños y adolescentes quienes pueden mostrar irritabilidad en lugar de depresión, incluso tristeza.

Así, para realizar el diagnóstico de la distimia, solo se deben detectar tres de los síntomas comunes de la depresión. Dentro de ellos mencionamos a manera de ejemplo, la falta de apetito, ingesta excesiva de alimentos, baja autoestima y fatiga. También se incluyen, la presencia de insomnio, hipersomnia, dificultades para concentrarse o tomar decisiones y sentimientos de desesperanza.

Cabe destacar, que una gran diferencia de la distimia con la depresión es que sus síntomas, poseen menor intensidad como los de la depresión mayor. Esto indica, que esta enfermedad aunque sea permanente, no se considera una patología discapacitante como la depresión. Es decir, permite que se realicen actividades cotidianas, aunque impliquen elevados gastos energéticos.

Además, que la depresión posee un inicio repentino y la distimia se presenta de forma paulatina. Ambas enfermedades se pueden iniciar a cualquier edad, sin embargo, la depresión suele durar meses y la distimia muchos años.

Esto muchas veces produce que la distimia no sea percibida por quienes la padecen como una enfermedad, llegando incluso a creer que los sentimientos de tristeza o infelicidad, forman parte de su personalidad.

Para Frannie la información que le envié que ahora comparto en el post, fue de gran apoyo. Me comentó emocionada que este material le permitió conocer la realidad psicológica que posee su madre.

Ella tomó muy en cuenta las sugerencias planteadas y su madre se encuentra actualmente en psicoterapia. Frannie y su padre la acompañan a ciertas sesiones de terapia familiar. Esto ha permitido mejorar las relaciones, logrando que la madre de Frannie, se sienta actualmente justipreciada y amada por ellos.

“Si cree que puede tener distimia, es esencial que busque ayuda. Acudir a un profesional de la salud mental es el primer paso para la recuperación. Tomarse el tiempo de ir a terapia es una inversión en su salud y bienestar; la enfermedad no desaparecerá por sí sola. Normalmente, una combinación de psicoterapia y medicación es lo que da mejores resultados”

Laura Greenstein

Directora de comunicaciones de National Alliance on Mental Illness (NAMI)

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