La naturaleza es una fuente inagotable de recursos valiosos. Sobre todo porque ofrece una serie de beneficios insospechados, que pueden apoyar el correcto funcionamiento de nuestro metabolismo. Uno de estos recursos, utilizado desde antaño en diversos países asiáticos, es el árbol de moringa.
De ello hablo debido a la solicitud recibida por parte de Isolda, una seguidora de Ecuador. Ella al intercambiar mensajes conmigo, a través de las redes sociales, me expresaba que ha estado sufriendo ciertos bajones de energía. Lo que hizo que se sintiera un poco desconcertada, pues ella considera que se alimenta adecuadamente. De hecho, se realizó recientemente un análisis sanguíneo de hematología completa y todos sus niveles estaban dentro del rango normal.
Estilo de vida, clave para un cuerpo saludable
Le expresé la necesidad de un buen estilo de vida, donde no solo la alimentación juega un papel preponderante, la actividad física también es necesaria, especialmente la cardiovascular. Una caminata diaria puede activar todo el cuerpo y los pensamientos positivos son el complemento de todo un buen estilo de vida.
A raíz de lo que me comentó, le expresé que existen algunas deficiencias que en ocasiones se expresan de esta forma. Sobre todo, la de ciertos microelementos. Para reforzar lo conversado, le hice llegar información acerca de la planta de moringa y ciertos compuestos presentes en ella que han sido caracterizados con mucho rigor científico en los últimos años, en especial ciertos compuestos sulfurados denominados glucosinolatos.
Para Isolda, el material recibido fue una gran noticia, destacando que esta planta abunda mucho en su país. Tan pronto leyó el material que le envié, se dirigió a casa de una tía, quien posee plantas de moringa. Su tía le obsequió hojas y semillas de esta planta, las cuales Isolda empleó en bebidas y ensaladas. Unas dos semanas después de haber empezado a consumir moringa, se comunicó conmigo y se sentía alegre y enérgica. Dada la importancia nutricional y terapéutica de esta planta, decidí realizar un artículo para compartirlo aquí en mi página.
Un ligero recordatorio acerca de la moringa
Esta singular planta, se conoce botánicamente como Moringa oleífera. Los estudiosos ubican su origen al norte de India, específicamente en la zona sur de la cordillera del Himalaya. Sin embargo, en la actualidad se puede encontrar en el Oriente Medio, diversos países africanos y asiáticos. Esto incluye además, países de zonas tropicales y subtropicales, pertenecientes al continente americano.
Se ha logrado determinar, que esta planta ha sido empleada desde hace siglos en su región de procedencia. Sin embargo, fue a finales del siglo XX cuando la comunidad científica comenzó a interesarse en ella. Durante las últimas décadas se han identificado muchos de sus componentes, junto a sus mecanismos de acción. Para muchos investigadores y nutriólogos, la moringa es considerada como un nutracéutico (alimento con acción benéfica sobre la salud).
Es importante puntualizar, que todas las partes de la moringa poseen compuestos fundamentales para la nutrición o la salud. Los mismos se encuentran en la raíz, flor, tronco, corteza, hoja, vaina y semilla. Por ello, la ciencia ha recomendado su estudio de forma individual, para establecer una adecuada caracterización de sus propiedades.
Composición nutricional de las hojas frescas de moringa
100 g de hojas frescas, aportan los siguientes nutrientes:
- Proteína: 9,4 g. 19% de la Ingesta Diaria Requerida (IDR)
- Grasa 1,4 g
- Carbohidratos: 8,3 g (3% IDR)
- Fibra dietética: 2 g (8% IDR)
- Vitamina A: 7564 UI
- Tiamina (Vitamina B1): 0,257 mg (17% IDR)
- Riboflavina (Vitamina B2):0,66 mg (39% IDR)
- Niacina (Vitamina B3): 2,22 mg (11% IDR)
- Piridoxina (Vitamina B6):1,2 mg (60% IDR)
- Vitamina C: 51,7 mg (86% IDR)
- Calcio: 185 mg (19% IDR)
- Hierro:4 mg (22% IDR)
- Magnesio:147 mg (37% IDR)
- Fósforo:112 mg (11% IDR)
- Potasio: 337 mg (10% IDR)
- Sodio: 9 mg (menos de 1% IDR)
- Zinc: 0,6 mg (4% IDR).
Importancia general de la moringa
En muchas partes la moringa es conocida como la planta milagrosa, empleándose como alimento funcional, purificador de aguas residuales e ingrediente terapéutico. Y como se mencionó anteriormente, esta planta presenta una serie de principios activos distribuidos en diversos órganos de la misma.
Muchos de estos singulares compuestos, permiten que esta planta exhiba todo un conglomerado de importantes propiedades. Por esta razón ha sido empleada desde hace siglos, en el tratamiento de enfermedades infecciosas, inflamatorias y problemas gastrointestinales. Además de ello, ha sido utilizada para aliviar los trastornos a nivel cardiovascular, renal, hepático y ciertos tipos de cáncer.
Para muchos países ha representado una alternativa importante como un complemento nutricional, pues posee todos los aminoácidos esenciales y una excelente digestibilidad. Las hojas, flores y vainas verdes son empleadas como hortalizas. Así mismo, la semilla puede consumirse tanto cruda como cocida, pudiendo formar parte de diversos platos. Incluso, la semilla, produce un excelente aceite con características comestibles, pudiendo así mismo emplearse con fines cosméticos. Como hemos observado, esta planta aporta cantidades importantes de micronutrientes, vitaminas y una serie de compuestos bioactivos.
Compuestos bioactivos de la moringa
Como se sabe, las plantas son seres vivos que no pueden desplazarse, por ello desarrollan una serie de mecanismos protectores que les permiten efectuar una serie de ajustes estructurales y bioquímicos. Y en una gran cantidad de ellas, estos mecanismos de defensa inducen la producción de diversos compuestos químicos. Dentro de ellos, destacan una variedad de compuestos orgánicos y gran cantidad de metabolitos secundarios. De acuerdo a los botánicos, existen más de 20.000 metabolitos, siendo clasificados en forma general como nitrogenados y no nitrogenados.
De acuerdo a los estudios realizados en la planta de moringa, se han reportado ciertos metabolitos con importancia terapéutica. Dentro de ellos destacan: vitaminas, flavonoides, antocianinas, cinamatos, proantocianidinas, isotiocianatos y glucosinolatos. Todos estos compuestos son responsables de muchas de las propiedades que se vinculan al empleo de la moringa. Dentro de estas propiedades destacan: efectos antioxidantes, antiinflamatorios, inmunomoduladores, hepatoprotectores, antidiabéticos, hipotensores, protectores oculares, anticancerígenos y neuroprotectores. Dicho efecto neuroprotector incluye ciertas enfermedades neurodegenerativas, tales como Parkinson y Alzheimer.
Conociendo acerca de los glucosinolatos
Estos compuestos han llamado la atención de los científicos desde la década de 1970. Inicialmente fueron detectados en las plantas de la familia Brasicácea. Dentro de las que destacan conocidas hortalizas: col de Bruselas, coliflor, nabo, brócoli y kale.
Los glucosinolatos (GLS) se caracterizan por poseer cantidades importantes de azufre. Ellos de alguna forma son los responsables del sabor característico de estas hortalizas mencionadas. Diversos estudios de laboratorio y clínicos, han generado evidencias muy importantes acerca de sus efectos positivos. Se ha encontrado que ellos, tienen la capacidad de reducir el riesgo de cáncer de colon. De acuerdo a la ciencia, este efecto se realiza mediante la modulación de ciertas enzimas que favorecen la desintoxicación. De esta forma, se logra inducir la prevención de daños a nivel del ADN, impidiendo el desarrollo de células tumorales.
Sin embargo, es importante destacar que el hecho de consumir estas hortalizas, no garantiza la obtención de los glucosinolatos. Sobre todo, porque los GLS para poder activarse y ser incorporados deben ser convertidos en metabolitos individuales. Y esto, según lo estudiado, se logra mediante una transformación que realiza sobre ellos una enzima denominada mirosinasa. Y en muchas ocasiones la cocción de estas hortalizas logra degradar esta enzima, por lo que deberían consumirse preferiblemente crudos.
La revisión de más de treinta estudios epidemiológicos, coordinados por el Instituto Nacional del Cáncer, permitió detectar ciertos hallazgos importantes. Esto llevó a la conclusión de que los glucosinolatos pueden disminuir el riesgo de cáncer entre un 17 a 23%. Entre los que han sido estudiados se incluyen, cáncer colorrectal, de mama, pulmonar, orofaríngeo, de esofágo y renal. Los GLS presentes en hortalizas de la familia Brasicácea, poseen un efecto similar al de los antibióticos. Debido a ello, favorecen la prevención de infecciones producidas por hongos, bacterias y virus.
Glucosinolatos en la moringa
Hasta ahora se ha visto que los GSL son característicos de las plantas Brasicáceas. Sin embargo, la moringa, a pesar de no pertenecer a esta familia también posee glucosinolatos que son únicos. Es importante recordar, que ellos por efecto de una enzima, se transforman en compuestos denominados isotiocianatos. De acuerdo a las investigaciones, ellos pueden ayudar en la mejoría de muchas enfermedades crónicas.
Una investigación internacional, que contó con científicos de los Estados Unidos, México, Pakistán y Kenya, realizó una importante evaluación. La misma, fue realizada el año 2018 y publicada en la revista Scientific Reports. En este interesante estudio, se investigó el contenido de GLS en doce especies del género Moringa. Vale destacar, que muchas de ellas nunca habían sido caracterizadas, logrando determinarse contenidos de GSL en tallos, hojas y semillas.
Hasta donde se ha investigado, se ha logrado determinar que estos compuestos se originan a partir de algunos aminoácidos. Entre ellos, la fenilalanina, la valina y la isoleucina.
Un estudio trascendental
En este estudio, se lograron describir dos GSL que no habían sido identificados anteriormente. Los mismos, se encuentran como componentes principales en seis especies de Moringa. Además de ello, se documentó un interesante poder quimioprotector de los GLS en 11 de 12 especies. Se midió adicionalmente, la actividad citoprotectora de 6 GLS que lograron extraerse de varias líneas celulares. De hecho, la respuesta más alta se obtuvo de la especie Moringa arborea, una especie poco conocida.
Los resultados obtenidos de esta importante investigación, indican que el género Moringa, es un valioso recurso natural. Por ello, de acuerdo a los investigadores, debe ser preservado como un prometedor recurso quimioprotector, conservando su diversidad interespecífica.
En general, la potencia citoprotectora de 11 de los 12 extractos fue muy elevada. De hecho, es comparable a la observada en las semillas de brócoli. Hasta los momentos, esta es la fuente vegetal con el mayor efecto citoprotector conocido.
De esta forma, los resultados documentaron una variación muy amplia en los perfiles de GSL. Estos resultados ilustran la importancia de examinar de forma ampliada diversos vegetales, tanto domésticos como silvestres.
Nuevos glucosinolatos de la Moringa
Hasta ahora, los estudios realizados sobre el género Moringa, mencionaban que el glucosinolato más abundante era la glucomoringina. Sin embargo, el estudio internacional, al que se ha hecho referencia descubrió además un nuevo GLS. Este compuesto, es muy abundante en un tipo silvestre de la zona de donde es originaria la Moringa oleífera.
Se encontró que esta planta crece en un pequeño territorio fronterizo de India con Pakistán, conocido como Punjab-Himachal Pradesh. En ese lugar, sus habitantes le llaman a la planta “soonjna”. Por esta razón, los investigadores asignaron a este nuevo GLS, bajo el nombre de “glucosoonjnain”, cuya forma activa fue denominada “soonjnain”. Es de destacar que Moringa oleífera, contiene adicionalmente 10 GLS, que trabajan en conjunto, proporcionando muchos beneficios para la salud.
Para los científicos, el hecho de encontrar este importante compuesto en la especie más conocida de moringa, es una señal. De alguna forma les indica la necesidad de realizar de ahora en adelante, estudios más exhaustivos. En los que se profundice dentro una misma especie de moringa y entre una especie respecto a otra, tal como se realizó, en este estudio pionero.
Implicaciones de este importante estudio
Para realizar este estudio, los científicos recolectaron muestras de 12 de las 13 especies de Moringa en el campo. Muchas de ellas, crecen en zonas remotas y de difícil acceso, por lo cual debieron colectarse en esos sitios. Sin embargo, algunas se obtuvieron de especímenes cultivados. Todas las muestras fueron debidamente identificadas y preservadas de acuerdo a las técnicas empleadas por los botánicos a nivel internacional.
Además de ello, fueron distribuidas a las diversas colecciones científicas existentes a nivel mundial. Cabe destacar, que es la primera vez que en una investigación se emplea tanto material para estudiar glucosinolatos de moringa.
De hecho, algunas plantas como la Moringa arborea, era la segunda vez que era visualizada por tantos científicos. Cabe destacar que, en estudios realizados previamente a este, no se detectó la presencia del nuevo glucosinolato (glucosoonjnaína). Esto se debió a que el material utilizado en esa ocasión, solo empleó material cultivado, sin considerar el natural (salvaje).
Esta forma novedosa de investigar, ayuda a la ciencia a comprender más ampliamente ciertos elementos vinculados con los compuestos vegetales. Entre ellos, de su importancia como defensa de la planta, su biodisponibilidad y propiedades para la salud humana. Los investigadores dejaron planteada la necesidad de exploraciones adicionales. Por medio de ellas, se espera esclarecer como la moringa fue seleccionada para no solo tener valor comestible y nutricional, sino también medicinal.
Concluyendo
Ciertamente como se ha podido observar, para hablar de la moringa en mayor profundidad, se necesitaría realizar casi un tratado.Nuevamente es importante resaltar los esfuerzos que cada día hace la ciencia para comprender muchos elementos de peso.
Sin escatimar esfuerzos, investigadores de diversos países se pusieron de acuerdo para profundizar en ciertos compuestos con interesantes propiedades. Uno de estos compuestos, denominados glucosinolatos inicialmente fueron descubiertos en el brócoli y coliflor. Sin embargo, se ha establecido que pueden desnaturalizarse por el calor de la cocción.
Y esta es una gran ventaja que ofrece el empleo de los glucosinolatos de la moringa, pues se consume mayormente cruda. Estos compuestos sulfurosos tan especiales, se activan a nivel bucal o intestinal, al liberarse de las células que los contienen.
Y aunque suene un poco científico, es oportuno recordar que para que ellos se hagan biodisponibles, deben activarse con una enzima. Todos estos “secretos” de su forma de acción, así como el descubrimiento de nuevos glucosinolatos, abren muchas ventanas de esperanza. Sobre todo, porque se demuestra que la moringa de empleo tradicional, posee propiedades excepcionales para la salud.
La ciencia, viendo horizontes de planificación a mediano y largo plazo, valoran las especies que la originaron. Por ello, el género Moringa, hoy destaca como una promesa para muchas enfermedades crónicas. Entre ellas diversos tipos de cáncer, además de su efecto quimiopreventivo en procesos terapéuticos.
Isolda mi seguidora, cuando recibió el material que aparece en el post, se sintió emocionada. De hecho, me comentó que obtuvo muchas más respuestas a sus inquietudes de salud, que las originalmente planteadas. Para ella significó mucho, pues nunca imaginó el valor de esta sencilla planta, que para muchos es simplemente de ornato. Incluso me recomendó ingerir las hojas tiernas mezcladas con plátano a manera de un delicioso puré nutricional.
“Creo que la moringa puede ser una herramienta inteligente en nuestra caja de herramientas de estrategias para abordar las necesidades de salud global de una manera ambiental y socialmente consciente”
Dra. Carrie Waterman
Universidad de California
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