De acuerdo a los especialistas, la depresión es un trastorno que afecta el estado de ánimo y genera una sensación persistente de tristeza y pérdida de interés.
Para la Asociación Americana de Psiquiatría, los trastornos depresivos básicamente poseen cinco variantes. Sin embargo, según investigaciones recientes se ha determinado, que despertarse más temprano podría reducir el riesgo de sufrir esta patología.
Pauline, una seguidora de Arkansas decide contactarme, porque notó algunos cambios preocupantes en su hermana mayor, quien es además su vecina y mejor amiga. Ambas desde hace mucho tiempo decidieron adquirir casas contiguas y se han mantenido muy unidas durante años.
Sin embargo, la hija única de su hermana se casó a inicios del verano y a raíz de ello, ha notado algunos cambios en la personalidad de su hermana. Pauline me comentaba, que al comenzar a notar este cambio se había sentido muy angustiada.
Incluso me dijo, que su hermana en muchas ocasiones se notaba irritada. Además de ello, en varias ocasiones iba a buscarla a la hora acostumbrada de hacer sus caminatas matinales y ella aún estaba acostada.
Pauline acudió a mí, a fin de que le mencionara mi punto de vista y si era posible le mostrara alguna forma natural de ayudar a su hermana. Imaginé que probablemente su hermana estaba comenzando a experimentar un cuadro depresivo.
Le aconseje contactar un especialista y además de ello, le envié información relacionada con algunos estudios actuales que mencionan las ventajas de un sueño adecuado para combatir la depresión.
De acuerdo a los expertos, esto permite manejar la depresión mediante formas alternativas. Así, dada la importancia de este tema, decidí compartirlo en mi página.
Una ligera aproximación acerca de la depresión
Posiblemente hayas escuchado, que la depresión se produce debido a un desequilibrio químico. Sin embargo, esta frase no logra transmitir la complejidad que envuelve esta enfermedad. Muchos expertos coinciden en que, la depresión no es el mero resultado de poseer mayor o menor cantidad de sustancias a nivel cerebral.
Así, de acuerdo a una serie de investigaciones se ha logrado establecer, que existen una serie de factores influyentes. Dentro de ellos, destacan la vulnerabilidad genética y la regulación inadecuada del estado de ánimo por parte del cerebro.
También se incluyen diversos procesos que favorecen el estrés, el empleo de ciertos medicamentos y algunos problemas de salud. De esta forma, al interactuar todos estos elementos, se generan finalmente, los procesos depresivos.
Es importante destacar, que ciertamente existen una serie de sustancias químicas que intervienen en este proceso. Aún así, no se explica solo por la mayor o menor cantidad de las mismos. De hecho son muchas las sustancias químicas, que intervienen e incluso se puede decir que entre ellas realizan miles de reacciones dentro y fuera de las células nerviosas.
Dado el nivel de complejidad, aunque dos personas exhiban síntomas similares de depresión, el proceso interno es diferente. Por ello, los tratamientos que funcionarían adecuadamente en cada caso, podrían ser totalmente dispares.
Actualmente se puede afirmar, que la ciencia ha logrado indagar sobre ciertos factores determinantes sobre la biología de la depresión. Ello, ha permitido identificar ciertos genes que inciden sobre la vulnerabilidad del estado de ánimo. También, en la forma que las personas responden a los tratamientos farmacológicos.
En la medida que las investigaciones logren profundizar como el cerebro regula el estado de ánimo, se obtendrán mayores logros. De hecho, estudios recientes han descubierto asociaciones interesantes entre el horario del sueño y la depresión.
Factores que influyen sobre el padecimiento de la depresión
Según antiguos adagios, las emociones afectan el corazón; sin embargo, las mismas se generan en el cerebro. Múltiples estudios coinciden en que algunas zonas específicas del cerebro ayudan a equilibrar el estado de ánimo. En ellas, el acoplamiento de las conexiones de las neuronas, el funcionamiento de los circuitos entre ellas y su crecimiento inciden sobre los procesos depresivos.
La ciencia emplea diversas herramientas para observar con mayor precisión el funcionamiento del cerebro. Entre ellas, destacan tecnologías como la resonancia magnética funcional (fMRI), tomografía por emisión de positrones (PET) y tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT).
Por medio de su empleo es posible realizar mapas del cerebro, donde se ubican los receptores de los neurotransmisores. Además de ello, es posible rastrear en tiempo real los cambios producidos en ciertas zonas cerebrales frente a determinadas tareas.
Al emplear estas novedosas tecnologías se ha logrado establecer exactamente cuáles regiones del cerebro inciden sobre el estado de ánimo. Vale destacar que, las zonas detectadas hasta ahora involucradas en procesos depresivos, son el hipocampo, amígdala y tálamo. Incluso un inadecuado funcionamiento de las mismas, puede llegar a afectar el adecuado desempeño de la memoria.
De acuerdo a un estudio publicado en The Journal of Neuroscience, se estudió un grupo de mujeres con antecedentes de depresión. Así, mediante el empleo de fMRI se detectó, que el hipocampo era más pequeño (9 al 13%) en mujeres deprimidas.
De esta forma, se asoció el tamaño del hipocampo con episodios de depresión. Ello permitió establecer, que mientras más episodios depresivos presentaba la mujer, más pequeño era su hipocampo.
De acuerdo a los expertos, el estrés que acompaña a la depresión influye en la disminución de la producción de nuevas neuronas en esta zona del cerebro.
Importancia de los neurotransmisores en la depresión
Actualmente se sabe que, las células cerebrales en condiciones normales de funcionamiento producen niveles adecuados de ciertas sustancias denominadas neurotransmisores. Estas sustancias logran mantener el correcto desempeño de los diversos sentidos, función cognitiva, movilidad corporal y estado de ánimo.
De acuerdo a diversas investigaciones se ha logrado establecer, que las personas gravemente deprimidas poseen desajustes del funcionamiento neuronal. También puede ocurrir, que las células responsables de producir los neurotransmisores, generen poca cantidad del mismo.
Estos fallos, o cualquier otro vinculados a los receptores y neurotransmisores, afectan significativamente el estado de ánimo. De hecho, este desequilibrio a nivel cerebral podría ser el origen común de enfermedades psiquiátricas. Entre ellas podemos mencionar algunas muy diversas como la ansiedad, esquizofrenia, autismo y depresión.
Principales neurotransmisores que juegan un papel en la depresión
Norepinefrina
Su función principal es la de estimular la contracción de los vasos sanguíneos, ello permite elevar la presión arterial. Funcionalmente parece estar relacionada con un número de procesos psicológicos. A saber, la estabilización del estado de ánimo, regulación del sueño y estado de alerta y activación.
Se cree, que también ayudar a determinar la motivación y la recompensa. Bajos niveles de este neurotransmisor, están relacionados con estado de ánimo depresivo, descenso de la energía, sensación de minusvalía, culpa e indefensión y ansiedad somática.
Dopamina
La reducción de la actividad de la dopamina se ha relacionado con la anhedonia, una menor motivación y la pérdida del interés. Se ha determinado además, que es esencial para el movimiento y desempeña un papel en la forma en que las personas perciben la realidad.
Por ello, un inadecuado desempeño de la dopamina, se asocian a problemas de psicosis (patología mental con pensamientos distorsionados). En este problema, es frecuente la presencia de alucinaciones o delirios. También, la dopamina interviene en el sistema de recompensa del cerebro, vinculándose al consumo abusivo de algunas sustancias.
Acetilcolina
Los niveles adecuados de acetilcolina (ACh), están relacionados con la mejora de la memoria a corto plazo, aprendizaje y recuerdos. Se puede afirmar que la ACh, es un neurotransmisor implicado en el funcionamiento de diversos procesos cognitivos. Los mismos influyen en la atención sostenida, aprendizaje, memoria a corto plazo y toma de decisiones.
Diversos estudios clínicos y de laboratorio han comprobado que, ocurren incrementos de las cantidades de ACh durante episodios depresivos. Esto ha permitido establecer, que cuando los procesos de descomposición de ACh están alterados, se incrementa la ansiedad y depresión.
Glutamato
El glutamato es el principal neurotransmisor excitador a nivel cerebral. Esta sustancia se encarga de activar las comunicaciones entre diferentes regiones del sistema nervioso (corticales y subcorticales).
Cuando este neurotransmisor posee los niveles adecuados facilita una adecuada discriminación de los estímulos ambientales. Esta condición, es necesaria para un buen funcionamiento cognitivo. Sin embargo, un exceso de su acción produce efectos tóxicos a nivel celular, pudiendo desencadenar trastorno bipolar y depresión.
Ácido gamma-aminobutírico (GABA)
Según la ciencia, el GABA es el principal neurotransmisor inhibidor del sistema nervioso central. Su rol principal es el de modular el equilibrio entre la excitación y la inhibición.
El inadecuado funcionamiento de los sitios de acción de este neurotransmisor, puede desencadenar diversos trastornos neuropsiquiátricos, dentro de los que se puede mencionar la depresión. De acuerdo a los investigadores el GABA en proporciones adecuadas a nivel cerebral, ayuda a calmar la ansiedad.
Serotonina
De acuerdo a las investigaciones y estudios se ha determinado, que la serotonina es un neurotransmisor que afecta entre otras cosas al estado de ánimo y emociones. Este neurotransmisor junto a la dopamina y noradrenalina, participa en diversos mecanismos que rigen la angustia, agresividad, miedo y ansiedad.
Según un estudio reciente, las personas que sufren depresión poseen bajas concentraciones cerebrales del transportador de serotonina. El mismo fue publicado en mayo de 2021 en la revista Translational Psychiatry.
La principal observación fue que, quienes sufren episodios depresivos muestran un aumento general de la disponibilidad del transportador cerebral de serotonina a medida que se alivian los síntomas. Este hallazgo, ofrece nuevas perspectivas en la fisiopatología de la depresión.
Estudios recientes detectan reducción del riesgo de depresión y la hora de levantarse
De acuerdo a un estudio publicado el 2019 en Nature Communications se demostró, que la hora de levantarse se relaciona con el ritmo circadiano. Por medio de él se descubrió que, la ubicación de los genes del cronotipo (propensión de las personas a dormir a una hora determinada) se asocian al tiempo de sueño.
Así, se logró establecer el tiempo de sueño medio del 5% de los individuos que llevan la mayoría de los alelos matutinos (variante de una secuencia de ADN). Ello arrojó, que estas personas se levantan en promedio unos 25 minutos antes que el 5% que lleva la menor cantidad. Mediante pruebas aleatorizadas se demostraron que una persona madrugadora posee mejor salud mental.
Un estudio muy reciente publicado en JAMA Psychiatry (mayo de 2021), profundizó aún más las investigaciones genéticas. De esta forma lograron demostrar la posibilidad de reducir la depresión modificando el horario de sueño.
Este estudio, fue realizado por investigadores de la Universidad de Colorado Boulder y el Instituto Broad del MIT y Harvard, en el mismo participaron 850.000 personas. Hasta los momentos este importante estudio, es pionero en demostrar de forma científica ciertas tendencias de orígen genético.
Es decir, se logró demostrar que el cronotipo influye en el riesgo de depresión. Además, es uno de los primeros estudios que cuantifica ciertos elementos que deben cambiarse para incrementar la salud mental.
Ahondando acerca del estudio de 2021
Según los investigadores, desde hace tiempo se conoce la interrelación entre el horario de sueño y el estado de ánimo. Y una duda presente en los científicos, era conocer con exactitud que tan temprano debía levantarse una persona para observar beneficios. Así pudo detectarse, que incluso levantarse una hora antes del horario tradicional, se asocia a menores riesgos de depresión.
De acuerdo a los responsables de este interesante estudio, “Nuestra genética se establece al nacer”. Por ello, los estudios que toman como base los genes, tienden a poseer menos sesgos que otros tipos de investigación epidemiológica.
La ciencia, ha logrado demostrar que más de 340 variantes genéticas comunes, incluidas las del llamado “gen del reloj” influyen en el cronotipo de una persona.
Estas variantes fueron evaluadas en una población de 850.000 personas. Además de ello se tomaron en cuenta los datos de 85.000 personas, que habían llevado rastreadores de sueño portátiles durante una semana. Incluso formaron parte del estudio 250.000 personas adicionales, que habían participado en una encuesta de preferencia de sueño.
Los investigadores mediante el empleo de técnicas novedosas, correlacionaron los genes de las personas madrugadoras y el riesgo de depresión. Esto permitió obtener un valor en el medio entre la hora de acostarse y de levantarse, esto arrojó las 3am (la mayoría se acostaba a la 11pm y se levantaba a las 6am).
Gracias a esta técnica se pudo definir que esto conllevaba a una disminución del 23% de padecer un trastorno depresivo.
Así, si una persona se acuesta normalmente la 1 de la madrugada y decide acostarse una hora antes y duerme el mismo tiempo, podría reducir su riesgo en un 23%. Incluso, de acuerdo a los científicos, si se acuesta a las 11 de la noche, podría reducirlo en un 40%.
Concluyendo
Mediante este artículo pudimos recordar, que existen una serie de elementos que influencian el adecuado desempeño del sistema nervioso. Dentro de ellos se han estudiado los denominados neurotransmisores y su efecto sobre las neuronas. Sin embargo, aún no se tenía todo el panorama completo.
Ahora bien, gracias a la ciencia se ha logrado detectar, que la depresión depende de otros factores que recién comienzan a ser profundizados. Así, se logró establecer que el horario del sueño se vincula con problemas de depresión. Actualmente se conoce, que más de 340 variantes genéticas logran influenciar el cronotipo de las personas. Es decir, la hora a la que se acuesta y se levanta.
De hecho estudios anteriores habían comprobado que, las personas noctámbulas poseen el doble de probabilidad de depresión que los madrugadores. Según investigaciones recientes, los genes pueden explicar alrededor del 12 al 42% de nuestros patrones de sueño y vigilia.
Estos hallazgos pueden explicar muchos de los efectos, que se viven actualmente a causa de los cambios de horario. De acuerdo a ciertas investigaciones se ha sugerido que, la mayor exposición a la luz solar que suelen tener los madrugadores puede inducir una serie de efectos hormonales influyentes en el estado de ánimo.
Pauline se mostró muy agradecida de la información recibida, la cual es la que comparto en el post. Ella comprendió muy bien la importancia de mantener un adecuado equilibrio de las diversas hormonas que integran el sistema nervioso.
Y percibió, que esto se puede lograr solo con disciplina. Por ello, al compartir esto con su hermana logró que ella recapacitara, me comentó emocionada como su hermana decidió estar sana para cuando pudiera reencontrarse con su hija.
De hecho, ahora su hermana se acuesta temprano como antes y aprovecha los primeros rayos de sol para caminar junto a Pauline.
“Descubrimos que incluso dormir una hora antes se asocia con un riesgo significativamente menor de depresión. ”
Dra. Céline Vetter
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK430847/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34037671/
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https://www.nature.com/articles/s41398-021-01376-w
https://www.sciencedaily.com/releases/2021/05/210528114107.htm
https://jamanetwork.com/journals/jamapsychiatry/article-abstract/2780428
https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/what-causes-depression
https://www.sleepfoundation.org/mental-health/depression-and-sleep