Hace unas cuantas noches me ha llamado mi amiga Stephanny. Hace años que no la veo y me sorprendió su llamada nocturna.
Me comentó, muy preocupada, que está sufriendo de obesidad tipo 2 y estaba en una verdadera crisis emocional en ese momento. Además, me dijo que el asunto que más le preocupa es que le habían diagnosticado hipertensión y esteatosis hepática.
Luego de su cita médica quedó muy alarmada por lo que le ha dicho su médico de cabecera. Desde ese momento, se le desencadenó una ansiedad terrible, que le ha quitado hasta el sueño.
Luego de escucharla le dije “Calma Stephanny, existen tratamientos naturales para la esteatosis hepática y la hipertensión que pueden coadyuvar a lo prescrito por tu doctor y así recuperar tu salud”
Al finalizar esta frase, aproveché que estaba revisando mi e-mail y le envié una copia de mi e-book #Yo Puedo, para que se animara a empezar con el reto que le permitirá en tan solo 21 días bajar de peso y fortalecer su salud.
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¿Cuándo se acumula la grasa en el hígado?
La esteatosis hepática, padecimiento que le fue diagnosticado a Stephany, no es otra cosa que aquello que conocemos como hígado graso. En otras palabras, el hígado se ve afectado por acumulación de triglicéridos en él.
Este es uno de los padecimientos que suelen presentar las personas con obesidad tipo 2. Ten en cuenta que entre los problemas de salud más comunes causados por la obesidad se encuentran:
- Diabetes
- Hipertensión
- Problemas cardiovasculares
- Hígado graso
- Niveles elevados de colesterol
Pero no te engañes, el hecho de ser delgada no te exime de sufrir de este tipo de problemas que deterioran tu salud. Existe un gran número de personas delgadas que también han sido diagnosticados con hígado graso. Esto se debe, principalmente a una mala alimentación o a problemas de metabolismo.
Cuando se acumulan los triglicéridos en el hígado, éste aumenta notablemente su tamaño. Pero además, en el tejido hepático aparecen gotas de grasa. De allí el nombre de hígado graso.
Otro grupo de riesgo para esta afección es el comprendido por quienes suelen consumir bebidas alcohólicas con alta frecuencia. Aunque no lo parezca, esta enfermedad es muy común en todo el mundo, sólo que la mayoría de las personas suelen ignorar que la padecen.
Los niños no se escapan de este problema, pues ellos también pueden padecerlo, sobre todo aquellos que presentan sobrepeso.
El cuidado que debe darse al organismo para curar esta enfermedad ha de ser constante y debe iniciarse lo antes posibles. Pues, de lo contrario puede desencadenarse una cirrosis o un carcinoma hepático.
Causas del hígado graso
Nuestro hígado podría llegar a fallar sin que nosotros nos percatemos a tiempo, siendo su afección más común la acumulación de grasa. Esto ocurre cuando los ácidos grasos libres se alojan en dicho órgano.
Es importante prestar atención a este padecimiento y atenderlo cuanto antes ya que cuando se vuelve un problema crónico, además de la cirrosis, puede originarse una fibrosis. Una complicación del hígado graso pudiera incluso llegar a ser mortal.
Existen factores que pueden afectar directamente a que tu hígado se vuelva graso. Algunos de ellos son:
- Diabetes mellitus
- Obesidad (Expertos afirman que entre el 70% y el 90% de las personas con sobrepeso, padecen de hígado graso)
- Síndrome metabólico
- Diverticulosis
- Hepatitis C
- Nutrición desbalanceada
- Algunos fármacos
- Hipotiroidismo
- Exposición a agentes tóxicos
- Consumo en exceso de azúcar refinada
- Síndrome de la apnea del sueño
- Embarazo
- Consumo en exceso de fructosa
- Tomar bebidas azucaradas todos los días
Síntomas de que hay grasa acumulada en tu hígado
Al inicio de esta afección, el paciente pudiera no mostrar ningún síntoma, no obstante, a medida que avanza la enfermedad pueden desarrollarse síntomas desagradables. El más común es el dolor abdominal, el cual no suele ser intenso, pero sí persistente.
La molestia se ubica en la región derecha del abdomen y en la boca del estómago. Pero existen otros síntomas que pueden estar indicándote la aparición del hígado graso. Estos son los siguientes:
- Vómitos
- Pérdida de apetito
- Gases
- Diarrea
- Pérdida de peso
- Somnolencia
- Astenia
La aparición de estos síntomas ocurre, especialmente, cuando ya el problema se encuentra en estado avanzado. Existen otras señales menos comunes pero que también pueden aparecer con esta afección son:
- Fibromialgia
- Ansiedad (en especial en horas de la tarde)
- Grasa abdominal
- Niveles altos de colesterol y triglicéridos
- Caída del cabello
- Acné
- Verrugas (sobre todo en la zona del cuello y axilas)
- Fatiga
- Dificultad para concentrarse
¿Es posible curar el hígado graso en 7 días?
En una sociedad como la que vivimos actualmente, donde estamos arropados por un marketing agresivo, nos han hecho creer que con pastillas milagrosas podemos curar el hígado graso en tan sólo una semana.
Lamento decirte que la realidad es que la cura de esta enfermedad de ninguna manera sucederá mágicamente. Los fármacos y fórmulas “milagrosas” sólo sirven para producir alivio a los síntomas en ese corto período de tiempo.
Pero el tratamiento para eliminar el problema por completo va más allá de tomar un brebaje o pastilla durante 7 días. Aunque sí es posible lograr mejoría en una semana y eliminar el problema por completo en poco tiempo y sin necesidad de cirugías, siempre y cuando sea tratado a tiempo.
Ten en cuenta también que la mayoría de los fármacos pueden ayudarte a eliminar el problema, pero a un alto costo. Otros órganos suelen ser afectados y el sistema inmunológico en muchos casos termina debilitado.
Por eso, si bien es cierto que no debemos abandonar el tratamiento prescrito por nuestro médico, es importante poder ayudarnos con lo que la naturaleza nos proporciona. La alimentación es fundamental en ello. Es preciso elegir una dieta balanceada y nutritiva.
Eliminar algunos hábitos que, por mucho disfrute que aporten, ocasionan daños en nuestro organismo. Así que, si tienes hígado graso, evita por todos los medios el consumo de alcohol, grasas trans y cafeína, por ejemplo. Verás cómo tomando las medidas necesarias, podrás recuperar por completo tu salud en muy corto tiempo.
Alimentos para eliminar grasa del hígado
Ahora bien, existen ciertas plantas y alimentos que mejorarán el funcionamiento de tu hígado. Algunos son:
· Alcachofa
Además de ser deliciosa, puedes incorporarla a tu dieta diaria para aprovechar sus beneficios. Este vegetal tiene muy pocas calorías y es un diurético por excelencia.
Esta propiedad la convierte en un gran aliado para personas con diabetes tipo dos. Su poder diurético te ayudará a expulsar la grasa acumulada en el organismo, a través de la orina.
La alcachofa ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol. A su vez, disminuye la absorción de grasas y optimiza la apariencia de tu piel.
En cuanto a su preparación, siempre es más beneficiosa comerla cruda. Pero si la prefieres cocida, te recomiendo que la preparares horneada, pues así podrás aprovechar más sus bondades.
· Rábano
El rábano es otro alimento que suele pasar desapercibido en nuestras vidas. Pero éste contiene grandes propiedades medicinales que te ayudarán a combatir el hígado graso.
Es un excelente depurativo para este órgano y ayuda a desinflamar todo el aparato digestivo. Es ideal para las personas que se encuentran realizando una dieta hipocalórica porque contiene escasas calorías.
Puede consumirse crudo, prueba incluirlo en tus ensaladas.
· Cardo mariano
Esta planta es un excelente coadyuvante del tratamiento del hígado graso. Para ello, deja que sus hojas se sequen y prepara infusiones con ellas.
El té de cardo mariano ayuda a mejorar las funciones del hígado y lo protege. Para aprovechar sus propiedades bastará con tomar una taza antes de cada comida.
· Diente de león
El diente de león es un potente depurativo que limpia y restituye el hígado. Bebe una infusión de flores de diente de león después de cada comida para reducir la grasa en el hígado.
· Tamarindo
Esta fruta es excelente para curar el hígado graso, ya que posee propiedades depurativas. Su consumo diario ayuda a mejorar la digestión y nos libera de los ácidos grasos insaturados dañinos para el organismo.
Es muy usado para tratar la arterioesclerosis y es muy recomendado para quienes desean perder peso.
El tamarindo descongestiona el hígado y a la vez lo protege. Regula la función del aparato digestivo y ataca a los problemas biliares.
Aunado a ello, reduce los niveles del colesterol y de triglicéridos, los cuales tienden a afectar al hígado y otros órganos. Te recomiendo realizar infusiones con la hoja de tamarindo y tomar 2 tazas de esta bebida al día.
¿Tiene cura el hígado graso?
Entre los mitos más comunes relacionados a las enfermedades hepáticas está la afirmación de que el hígado graso no tiene cura.
Por otro lado, están los extremistas que te venden la concepción de que podrás curarte en menos de una semana con remedios milagrosos.
Y lo peor es que en ninguno de los casos, solemos leer la letra pequeña, donde están las contraindicaciones.
Los extremos nunca traen nada bueno y menos si se trata de tu salud. En realidad, el hígado graso sí tiene cura, pero no puede sanarse en menos de 15 días. Su cura definitiva requiere de un tratamiento prolongado. Éste involucra el cambio de hábitos cotidianos de forma radical, así como una buena alimentación.
Llegado a este punto, quisiera contaros que mi amiga Stephanny, quien parecía muy alarmada después de su visita al médico, le ha ido excelente con estos consejos.
De hecho, no sólo mejoró la salud de su hígado, sino que además ha perdido unas cuantas libras en menor tiempo de lo que esperaba.
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