☑️ Cómo Hacer Una Crema Antiinflamatoria Natural

Desde hace mucho tiempo, se tiene muy bien caracterizado el proceso inflamatorio. Se ha establecido, que el mismo funciona como un mecanismo de defensa de nuestro organismo. En especial, frente a los diversos tipos de infecciones, heridas y cualesquiera otras formas de daño. Es decir, es una respuesta biológica de nuestro sistema inmunológico.

Se sabe, que puede ser desencadenado por una variedad de factores, dentro de ellos, podemos citar, algunos patógenos, células dañadas y ciertos compuestos tóxicos. Estos factores, tienen la capacidad de inducir respuestas inflamatorias agudas y/o crónicas. Pero en muchos casos, este mecanismo de defensa puede ser un arma de doble filo. Pudiendo, por lo tanto, conllevar a que la inflamación permanezca por mayor tiempo, ocasionando daños a nivel de los principales órganos de nuestro cuerpo.

Sin embargo, los signos y síntomas son tan sutiles, que pueden pasar desapercibidos durante un período prolongado. Es posible que solo se sienta un poco de fatiga, tal como ocurrió con el padre de una buena amiga. De ella, ya he hablado, es la que, junto a su esposo, logró crear un rincón para quienes buscan llevar un pedacito de naturaleza en casa.

Me comenta que él, sufre de artritis desde hace unos ocho meses. Dentro los medicamentos para el tratamiento, le sugirieron el uso de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Sin embargo, su uso, de forma oral, le ha venido acarreando una serie de molestias a nivel del sistema digestivo. Considerando, el bienestar del padre de mi amiga, elaboré un informe muy sencillo, que le permitiera mostrarle a él, las bondades de un medicamento natural de uso tópico.

Dada la prevalencia de las afecciones inflamatorias, decidí compartir de mil amores, este sencillo artículo aquí en mi blog.

Conociendo acerca de la inflamación

La inflamación, o los procesos inflamatorios, son respuestas que se desencadenan en tejidos vivos, por efecto de daños producidos sobre ellos. Hasta ahora se sabe, que se constituyen en un mecanismo de defensa, que evolucionó en organismos superiores para protegerlos de infecciones y lesiones.

El propósito de dicho mecanismo, es localizar y eliminar el agente dañino. Además de ello, restaurar los componentes afectados del tejido, para que el cuerpo inicie el proceso de sanación. Por lo general, el cuerpo procede a realizar cambios en el flujo de la sangre además de elevar la permeabilidad de los vasos sanguíneos. Esto se realiza con el objeto de permitir la migración de fluidos, proteínas y glóbulos blancos (leucocitos) de la circulación al lugar que experimenta el daño.

Es importante saber, que una respuesta inflamatoria que dura solo unos pocos días se llama inflamación aguda. Por otra parte, si la respuesta posee un mayor tiempo de duración, se conoce como inflamación crónica. Aunque la inflamación aguda suele ser beneficiosa, a menudo suele originar sensaciones desagradables, como lo es el dolor de garganta o escozor intenso por efecto de una picadura de insecto.

Lo más usual, es que el malestar sea temporal y desaparezca cuando la respuesta inflamatoria ha cumplido su función. Sin embargo, en algunos casos la inflamación puede causar daño. Se ha observado, que el tejido puede destruirse, como consecuencia de mecanismos reguladores defectuosos. Además de ello, pueden existir situaciones en las cuales, una respuesta inmune inadecuada puede dar lugar a una respuesta inflamatoria prolongada y perjudicial.

Los ejemplos incluyen reacciones alérgicas o de hipersensibilidad, en las que puede estar involucrado un agente como el polen. El cual, aunque en condiciones normales no represente una amenaza para el individuo, puede ocasionalmente estimular la inflamación y reacciones autoinmunes. Verbigracia la rinitis alérgica.

Causas más comunes de inflamación

Es muy importante tener claro, que existen una serie de factores, que estimulan los procesos inflamatorios. Ellos incluyen:

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  • Microorganismos
  • Agentes físicos
  • Agentes químicos
  • Muerte de los tejidos o células
  • Respuestas inmunológicas inapropiadas
  • Los agentes infecciosos, como los virus y las bacterias, son algunos de los estímulos de inflamación más comunes
  • Los virus dan lugar a la inflamación al entrar y destruir las células del cuerpo
  • Las bacterias liberan sustancias llamadas endotoxinas que pueden iniciar la inflamación
  • Los traumas físicos, las quemaduras, la radiación y la congelación pueden dañar los tejidos y provocar inflamación
  • También, los productos químicos corrosivos, como los ácidos, los álcalis y los agentes oxidantes pueden originar procesos inflamatorios
  • Cuando nuestro cuerpo reacciona de forma inmunológicamente inadecuada, puede generar una respuesta inflamatoria dañina
  • La falta de oxígeno y de nutrientes, puede originar la muerte de las células y consecuentemente de tejidos. Esto es muchas veces, consecuencia de la interrupción o pérdida del flujo sanguíneo a nivel de zonas específicas

¿Cuáles son las respuestas de los órganos frente a los procesos inflamatorios?

Es importante considerar, que la inflamación ha sido reconocida como una de las principales causas mundiales de enfermedades. Se estima que alrededor del 15% de los procesos cancerosos, se asocian con infección crónica e inflamación. De hecho, muchas lesiones de los tejidos, mediada por inflamación aguda y crónica se observa en muchos sistemas orgánicos. Dentro de estos sistemas, se incluye:

1. Corazón

La ciencia, ha definido que la enfermedad cardiovascular y su proceso no visible asociado, la aterosclerosis, es la principal causa de muerte y discapacidad en todo el mundo. Esto es tan cierto, que las proyecciones para 2030, calculan que mueran anualmente casi 23.6 millones de personas por trastornos cardiovasculares.

Se tiene establecido claramente, que los mediadores inflamatorios desempeñan funciones clave en la aterosclerosis. Esto incluye desde la captura de leucocitos a nivel endotelial, hasta la ruptura de la placa aterosclerótica. Además de ello, se ha establecido, que la inflamación también es un evento temprano en el estrés cardíaco.

Eso se ha logrado comprobar, observando elevados niveles de moléculas de adhesión a nivel del endotelio (tejido que recubre la zona interna de los vasos sanguíneos y del corazón). Además de ello, se ha logrado cuantificar una mayor producción y liberación de citoquinas inflamatorias y quimiocinas en los tejidos cardíacos afectados.

2. Páncreas

Es bueno establecer, que la pancreatitis aguda, es una enfermedad inflamatoria del páncreas. Por lo general, es causada por la obstrucción del conducto pancreático, la mutación del gen del tripsinógeno o el alcoholismo. Esta enfermedad, debe alertarnos, pues ella varía de cuatro a cuarenta y cinco por cada 100.000 pacientes por año.

Se sabe además, que se incrementa anualmente a razón de 1,3 a 4% en una gran mayoría de países desarrollados. De hecho, es una de las causas de mayor prevalencia de hospitalización en los Estados Unidos. Durante el proceso de pancreatitis, se activan células que secretan citocinas inflamatorias, las cuales incluyen macrófagos, neutrófilos y granulocitos.

3. Hígado

El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo. Esto lo convierte en una zona vulnerable para afecciones inflamatorias infecciosas y no infecciosas. Está bien documentado, que la inflamación infecciosa del hígado es originada por ciertos microorganismos. Dentro de ellos figuran bacterias, virus de la hepatitis B y virus de la hepatitis C.

Por otra parte, la denominada inflamación estéril, es además, muy importante en la patología de muchas enfermedades hepáticas. A saber, la esteatohepatitis alcohólica o no alcohólica, la lesión hepática inducida por fármacos y la isquemia/reperfusión. Esta última puede sobrevenir, cuando la lesión del hígado se origina por situaciones clínicas tales como: cirugía de resección hepática, estados de shock y trasplante hepático.

Se ha establecido, que las enfermedades crónicas del hígado, se constituyen en una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en los Estados Unidos.

4. Pulmón

Diversas investigaciones clínicas, han podido establecer, que las enfermedades inflamatorias pulmonares conllevan el desarrollo de interacciones complejas entre células estructurales e inmunes. Se ha estudiado, que la inflamación pulmonar se origina principalmente por virus, bacterias y contaminantes ambientales.

Cuando se produce inflamación aguda, puede llegar a producirse una fibrosis pulmonar, la cual puede alterar incluso el intercambio de gases a nivel del aparato respiratorio. Esta lesión pulmonar, además de la inflamación crónica, puede haber sido impulsado por el hábito de fumar. Se ha establecido, que el 90% de los casos de enfermedad obstructiva crónica, tienen su raíz en la inflamación producida por el cigarrillo.

5. Riñón

Es bien sabido, que la inflamación renal, posee un peso muy alto en la presencia de lesiones renales, y esto, contribuye a la lesión renal progresiva. Dicha lesión, puede llevar a padecer glomerulonefritis, enfermedad renal en etapa terminal o enfermedad renal aguda o crónica.

De acuerdo a las estadísticas, el 10 al 12% de la población, padecen de enfermedad renal crónica. También, se ha observado, que aproximadamente un 50% de pacientes ancianos muestran signos de disfunción renal. Esto, lamentablemente, está vinculado con una alta morbilidad y mortalidad. En la gran mayoría de casos conocidos, la inflamación de los riñones, se origina por procesos infectivos, por isquemia y formación de complejos inmunes.

6. Tracto intestinal

A nivel de nuestro sistema digestivo, la presencia de enfermedades inflamatorias agudas y crónicas, pueden desencadenar varios problemas de salud y disminuir la calidad de vida. Se sabe, que las enfermedades inflamatorias del intestino, se caracterizan la mayoría de los casos, por la presencia de respuestas inflamatorias, donde en ocasiones están involucradas las bacterias intestinales. En estas enfermedades, se inscriben principalmente, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

No obstante, se suele incluir la inflamación no infecciosa del intestino. El mal funcionamiento del sistema inmunitario es una causa posible. Se han logrado detectar, una serie de respuestas que ocurren, cuando el sistema inmunitario trata de combatir virus o bacterias invasores. Dichas respuestas, desafortunadamente, provocan que también se realicen peligrosos ataques a las células del sistema digestivo.

Al parecer, esto es producto de una interacción disfuncional entre las bacterias intestinales y el sistema inmunológico de la mucosa. Por otro lado, los factores hereditarios también parecen influir. Esto se menciona, porque se ha observado, que la enfermedad intestinal inflamatoria es más frecuente en personas que poseen familiares que padecen esta enfermedad. No obstante, la mayoría de las personas con enfermedad intestinal inflamatoria no tienen antecedentes familiares.

7. Sistema reproductivo

Es muy frecuente, sobre todo en nosotras las mujeres, observar presencia de inflamación, por efecto de muchos procesos reproductivos normales. Dentro de ellos se incluyen, la menstruación, la ovulación, la implantación y el parto.

Se ha estudiado, además, que las lesiones y la curación causadas por la menstruación, la ovulación y el parto desencadenan la cascada inflamatoria. Sin embargo, la iniciación y el mantenimiento de procesos inflamatorios también son componentes importantes de muchas enfermedades del tracto reproductivo.

Los tejidos dañados liberan localmente interleuquinas inflamatorias, factores de crecimiento, citoquinas y prostaglandinas, que activan las vías de señalización y reclutan células inmunes (por ejemplo, neutrófilos y macrófagos) al sitio de la lesión. Este proceso controla de forma sinérgica la remodelación y reparación de tejidos, pero también puede inducir enfermedades inflamatorias.

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8. Cerebro

Por lo general, a nivel cerebral muchas respuestas inflamatorias, son las responsables de provocar enfermedades neurodegenerativas. Ellas poseen efectos adversos sobre el correcto desempeño de las funciones cerebrales. Dentro de las más comunes, se encuentran: el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la epilepsia. Dichos efectos, conllevan al aumento de la excitabilidad neuronal, el daño directo en las células, además de la permeabilidad de la barrera hematoencefálica a diversas moléculas.

Estos procesos de inflamación también involucran tanto el sistema inmunitario innato como el adaptativo y se asemejan a las respuestas inmunes a la infección sistémica. Las citoquinas y otros componentes, son mediadores inflamatorios importantes en la transición entre lo innato y lo adaptativo.

La inmunidad innata, también conocida como inespecífica, comprende todo un sistema de defensas con el cual todos nacemos. Ella consiste en barreras que impiden que los materiales dañinos ingresen en el cuerpo. Estas barreras forman la primera línea de defensa en la respuesta inmunitaria. Pueden estar conformados por: factores solubles, células y barreras físico-químicas.

Algunos ejemplos importantes de inmunidad innata

  • El acto reflejo de toser
  • Las lisozimas presentes en las lágrimas y en la saliva
  • El moco de los epitelios
  • La espermina del semen
  • La acidosis del estómago
  • Los gérmenes benéficos de la vagina, piel e intestinos
  • Los natural killer (linfocitos granulares)
  • La piel
  • El tapizado ciliar de la tráquea

Medicamentos antiinflamatorios utilizados comúnmente

  • Medicamentos antinflamatorios no esteroideos

Se utilizan por lo general para aliviar el dolor causado por el proceso inflamatorio. Ejemplos cásicos: naproxeno, ibuprofeno y ácido acetilsalicílico

Sus efectos secundarios más comunes: úlceras estomacales, asma, daño renal y riesgos de derrame cerebral o de accidente cerebro vascular.

  • Corticosteroides

Existen principalmente dos grupos: los glucocorticoides y los mineralocorticoides.

Los glucocorticoides se prescriben para una variedad de condiciones, incluyendo: artritis, dermatitis, enfermedad intestinal inflamatoria, lupus sistémico, hepatitis y asma. Sus efectos secundarios, se producen con más frecuencia, cuando se utilizan por vía oral, causando síndrome de Cushing. El mismo, consiste en cambios físicos y mentales, producto de una cantidad excesiva y prolongada de cortisol en la sangre.

  • Mineralocorticoides

Por lo general, se emplean para tratar la pérdida de sal cerebral y para reemplazar hormonas importantes en personas que sufren de insuficiencia suprarrenal.

Por lo general, sus efectos secundarios están vinculados a: tensión arterial alta, niveles bajos de potasio en sangre, debilidad del tejido conectivo y problemas con los niveles de ácidos y álcalis en el tejido corporal.

Elaborando una crema natural antiinflamatoria

Hasta ahora hemos venido dando algunas luces acerca del proceso inflamatorio. Es importante acotar, que la inflamación crónica, al presentarse por debajo del umbral del dolor, puede causar mucho daño a la lista de órganos que ya vimos.

No obstante, dado que muchas veces somos victimas silenciosas de los efectos secundarios de los medicamentos para el tratamiento de la inflamación. Muestro ahora una forma sencilla, con ingredientes que están al alcance de todos para elaborar una crema natural, que es capaz de generar alivio en procesos inflamatorios externos.

La presencia del aceite de coco, en esta fórmula natural, permite aliviar la inflamación y reducir el dolor. Este aceite, al ser rico en ácido láurico, ayuda, además, a combatir muchos procesos infecciosos originados por: hongos, bacterias y virus.

Cabe destacar, que recientemente, ha surgido un enorme interés por las propiedades antimicrobianas de la cera de abejas. Se ha logrado clarificar su excelente papel, en el control de ciertos microbios. Dentro de ellos destacan: Staphylococcus aureus, Salmonella enterica, Candida albicans y Aspergillus niger.

El alcanfor por su parte, es muy empleado en la medicina ayurveda. Posee efectos anestésicos y es un potente coadyuvante del dolor y la inflamación. La presencia de mentol, otorga un excelente poder analgésico y sensación de frescor debido a la estimulación de los “receptores de frío”. Esto también otorga un cierto efecto anestésico, ayuda además a dilatar los vasos sanguíneos y estimular las terminaciones sensoriales.

Un ultimo componente, pero no menos importante es el aceite esencial de eucalipto. Su principal componente, el 1,8-cineol, tienen efectos antimicrobianos contra muchas bacterias. Entre ellas se mencionan Mycobacterium tuberculosis y Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina. Es también un agente potente contra virus y hongos (incluida la Candida). Posee además efectos inmunoestimulantes, antiinflamatorios, antioxidantes, analgésicos y espasmolíticos.

Ingredientes

  • Media taza de aceite de coco virgen extra
  •  Bolitas de cera de abejas (dos cucharaditas)
  • Dos cucharaditas de cristales de alcanfor (o 5 gotas de aceite de alcanfor)
  • Dos cucharaditas de cristales de mentol (o 5 gotas de aceite esencial de menta)
  • Cinco gotas de aceite esencial de eucalipto

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¿Cómo lo realizo?

  • En un recipiente pequeño, añadir el aceite de coco y la cera de abejas
  • Colocarlos en baño de maría y mezclarlos muy bien
  • Separar del fuego y dejar enfriar
  • Seguidamente añadir el alcanfor, la menta y el eucalipto, incorporándolos de forma efectiva en la mezcla
  • Reservar la mezcla en un recipiente con una tapa hermética y dejar que se enfríe por completo
  • Aplicar en capa fina en la zona adolorida, dos veces al día si es necesario

Concluyendo

Afortunadamente, la ciencia nos ayuda hoy en día a desentrañar una serie de situaciones que ante los ojos son difíciles de percibir. Una de ellas, es el proceso de inflamación de nuestros diversos órganos corporales.

Gracias a ello, podemos saber, que el proceso inflamatorio es una interacción compleja de las fases pro y antiinflamatoria. Se sabe que la fase proinflamatoria induce dolor, inflamación, enrojecimiento y sensación de calor. Esto no es más que el indicativo de un proceso peligroso de destrucción de los tejidos del cuerpo.

Ahora bien, es importante destacar que también existe una fase antiinflamatoria, que permite la reparación y regeneración celular. Mi amiga, comprendió este proceso y no vaciló en liberar a su padre del tormento de los efectos de los medicamentos antiinflamatorios. Se puso manos a la obra y realizó la alternativa que planteo en este post.

De hecho, me indicó que, por iniciativa propia, añadió una pequeña cantidad de vitamina E, mejorando mucho más la textura de la crema que le ha servido de mucho a su padre.

Esto es un ejemplo, de que nunca debemos ser conformistas, todo lo contrario. Las personas que estamos en una lucha constante por mantener una salud adecuada, debemos investigar y compartir. De esta forma estaremos construyendo un mundo más sano, menos dependiente de los químicos y más cercanos a la naturaleza. Lo importante es ir saboreando pequeños triunfos, como el del padre de mi buena amiga. Esto nos hará personas con mayor conciencia social y ambiental.

“La naturaleza sostiene la vida universal de todos los seres”

 Tenzin Gyatso (Decimocuarto dalái lama)

Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro #Yo Puedo con la Dra. Cocó.

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