Cultiva Tu Propio Huerto Con Estos Prácticos Consejos

Me encanta sembrar y cuidar mis propios vegetales. En mi casa trato de mantener algunas hierbas aromáticas y vegetales porque, además de embellecer con su color, también me dan la oportunidad de observarlos crecer y maravillarme del milagro de la vida. Realmente es muy enriquecedor. Sin embargo, no era totalmente de los beneficios de cultivar mi propio huerto hasta que me visitó mi amiga Sol Elena con su pequeño hijo, Manuel, de 10 años.

Cuando llegaron a casa, yo terminaba de cortar algunas hojas y limpiar el huerto mientras conversaba animadamente con ellos. El pequeño Manuel observaba muy interesado y en silencio lo que realizaba y, en una pausa, aprovechó y preguntó qué hacía. Al explicarle, el niño me repreguntó: “¿Por qué lo haces?”

El cuestionamiento de Manuel hizo que yo reflexionara sobre los beneficios para la salud de cultivar un huerto.

Yo tenía unos tres años haciéndolo por placer y para disfrutar de alimentos orgánicos y naturales. Sin embargo, al meditar para responder a Manuel, me di cuenta que había mucho más que eso.

En ese momento, le di una pequeña respuesta que lo satisfizo, pero decidí que en un momento escribiría sobre la forma en que se pueden prevenir enfermedades al cultivar y cuidar los vegetales.

Beneficios de cultivar tu propio huerto

Diferentes experiencias y estudios han demostrado los beneficios de cultivar las propias verduras.  Por ejemplo, tener una mejor salud, ahorrar dinero, aumentar nuestra propia seguridad alimentaria, contribuir a un ambiente sano y, además, tener una mejor calidad de vida

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Por otra parte, la calidad de los productos que nosotros mismos cosechamos, generalmente es más alta que la que compramos.  Además, cuando sembramos nuestros propios alimentos normalmente terminamos comiendo más comida saludable lo que es bueno para nuestra salud.

Pero es posible prevenir enfermedades al sembrar cultivar nuestro huerto, veamos cómo puedes hacerlo.

1. Consumo de vegetales y frutas

Como te expliqué anteriormente, aumentar la cantidad de frutas y vegetales que comemos mejora nuestra salud.  Y es que gracias a ellos, obtenemos una gran cantidad de micronutrientes y fitonutrientes que ayudan en los procesos de nuestro organismo.

Por ejemplo, consumimos más fibra,  lo que limpia nuestro intestino y nos ayuda a deshacernos de sustancias tóxicas.  También aumentamos el consumo de vitaminas A, B y C además de otros antioxidantes que nos protegen contra los radicales libres,

Otra ventaja de consumir más frutas es que disminuimos el uso de azúcar procesada.

Nuestros sistemas inmunológico, intestinal, gastrointestinal, endocrino y nervioso, así como órganos y células de nuestro cuerpo, se verán directamente beneficiados por los vegetales que cultivemos.

2. Disminución de pesticidas

Cuando sembramos nuestros alimentos nos aseguramos de utilizar la menor cantidad de productos tóxicos posible.  Además, tratamos de utilizar sustancias más amigables con el medio ambiente, porque muchos de los fertilizantes y químicos que se utilizan en la industria agroalimentaria impactan negativamente en nuestra salud,

De hecho, están relacionados con la aparición del cáncer y otras enfermedades.

3. Beneficios del sol

Es cierto que la exposición prolongada al sol puede ser causa de aparición de cáncer de la piel.  Sin embargo, exponernos de forma moderada a la luz solar, especialmente a los a los primeros rayos de luz solar, es bueno para nuestra salud.

Gracias a esta práctica nuestra piel sintetiza la vitamina D, responsable de fortalecer nuestros huesos y dientes.

También mejora el aspecto de la piel, equilibra el colesterol y fortalece nuestro sistema inmunológico.

4. Disminuye el estrés

El contacto con la naturaleza y tener la oportunidad de realizar una actividad física disminuye la ansiedad y nos permite aumentar el consumo de oxígeno.  Y es que el estrés está asociado a diversas enfermedades y males de nuestro organismo.

Por ejemplo, disminuye la actividad del sistema inmunológico lo que nos deja vulnerable ante infecciones, sustancias tóxicas y células defectuosas de nuestro propio cuerpo.

El estrés también afecta nuestros sistemas circulatorio, nervioso, gástrico, entre otros.

También, al aumentar nuestro consumo de oxígeno debido a la actividad física que requiere cultivar un huerto, nuestras células también absorben más oxígeno, así se mantienen activas desarrollando sus funciones celulares que mantienen nuestra vida y nuestra salud.

5. Ahorro de dinero

Aunque ahorrar dinero no parece que previniera enfermedades, sí lo hace de manera indirecta.  Disminuir gastos reduce también nuestro estrés por dinero. Además, ese ahorro podemos invertirlo en cuidar nuestra salud de otras maneras.

Por ejemplo, aumentar la cantidad de vegetales y frutas que comemos, también ahorrar para enfrentar adversidades de la salud, etc.

6. Nuestro cerebro se mantiene activo

La jardinería y la agricultura es un proceso de permanente aprendizaje.  Esto nos obliga a estudiar, analizar y a comprender lo que ocurre en nuestro jardín para poder mejorar la productividad y solventar problemas.

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También hay beneficios psicológicos, por ejemplo, la gran satisfacción que produce poder disfrutar de, lo que con esfuerzo, hemos cultivado. Eso también aumenta nuestra autoestima.

¿Cómo iniciar un huerto?

Quizás pienses que comenzar a sembrar un huerto sea difícil y complicado. En realidad, es más sencillo de lo que parece.  Seguro en tu zona hay algún especialista que podrá orientarte de forma más específica.

Sin embargo, con las ideas que te daré podrás tener más seguridad y sabrás exactamente qué necesitas hacer y aprender para tener tu huerto.

Sustrato

Lo primero que necesitas es un suelo robusto y algunas pocas plantas.  Este sustrato, es decir, el suelo, se alimenta al igual que nosotros. Y esos nutrientes son los que fortalecerán las plantas que cultives allí.

Hay algunos fertilizantes orgánicos, también hay unos químicos que no son tan agresivos con el sustrato.  Particularmente, me gusta alimentar mis suelos con materia orgánica, como por ejemplo, restos de vegetales y hojas secas trituradas.

Hay abonos animales que conseguirás en algunas tiendas, como heces de conejo.  También puedes realizar un compost con todos estos elementos y luego agregarlo a tu huerto.

Recuerda que la materia orgánica es la que le da estructura y fertilidad al sustrato.  Básicamente, porque es una fuente importante de nitrógeno y otros nutrientes que son los que las plantas requieren para crecer sanas y fuertes.

Si vives en apartamento, puedes colocar envases con tierra cerca de las ventanas. Ese sustrato puedes adquirirlo en tiendas especializadas.

Organismos

Si en el suelo en el que vas a sembrar descubres pequeñas lombrices no las retires. Esos anélidos, que quizás puedan causarte un poco de repulsión, son un agente importantísimo para un suelo rico y nutrido.

Son tan importantes que hay quienes se dedican a la lombricultura para satisfacer la demanda de estos gusanos entre los agricultores.

Las lombrices también se alimentan con la materia orgánica que depositas en el suelo. Cuando las lombrices, y otros animales o insectos, descomponen ese material hacen que esos nutrientes estén disponibles para las plantas.

Luz y agua

Ya sea que siembres en tierra o en maceta, debes ubicar tu pequeño huerto cerca de un lugar donde reciban luz solar, especialmente en las horas de la mañana.  Además, es necesario que consideres que tu huerto requerirá agua y protección contra el viento y el frío.

Espacio

¿Se requiere un enorme espacio para sembrar? Pues, no es necesario.  Al contrario, los huertos más fáciles de cuidar son los que aprovechan los pequeños espacios y son más eficientes.

En lo particular, no utilizo colocar las semillas en filas sino más bien aprovechar el espacio disponible sembrando en forma intensiva.  De esta manera, las plantas crecen un poco más unidas por lo que sombrean y enfrían el suelo, así se requiere menos agua y hay menos necesidad de sacar hierbas enemigas.

Qué sembrar

Es difícil recomendarte qué sembrar porque depende de las estaciones y también de la región donde vives.  Por ejemplo, lo que se cultiva en zonas tropicales es distinto a lo que se cultiva en España durante el período de invierno.

Te recomiendo que averigües entre las tiendas especializadas de tu localidad cuáles son las plantas que mejor se dan.

Semillas

Al momento de escoger las semillas puedes obtenerlas de los mismos productos que consumes si son orgánicos.  Esto se debe a que los vegetales y frutas provenientes de la agroindustria producen semillas estériles de manera que no puedan utilizarse.

Si no consumes productos orgánicos, entonces quizás sea mejor opción conseguir semillas certificadas.

Te recomiendo que siembres productos que realmente consumas. Por ejemplo, si en tu familia no son amigos de los betabeles o remolachas, entonces no las siembres.

Puedes sembrar, de acuerdo a tu espacio y posibilidad, tomates, berenjenas, pepinos, pimientos, coles, calabacines o zucchinis, entre otros.  También hierbas como berros, cilantro, perejil, menta, romero, etc.

Aprovechar los vegetales de tu alacena

A pesar de ello, hay cultivos que puedes aprovechar del mismo vegetal que compraste. Por ejemplo, las papas, cebollas, cebollinos y el ajo.  También resiembra las raíces de hierbas como perejil, cilantro y yerbabuena.

Atender problemas

En algunos casos, pequeños insectos y otros animalitos querrán vivir en tus plantas y alimentarse de ellas , sin embargo, es importante que busques recetas de pesticidas naturales. También recoge muestras de estos animalillos o toma la foto y consulta con el especialista de tu preferencia.

Hay pesticidas que se pueden preparar naturalmente, como por ejemplo, los sprays de jabón, ajo o pimiento, pero ten cuidado, el hecho de que se hagan en casa no quiere decir que no sean peligrosos para el suelo.

Antes de utilizar un plaguicida o insecticida casero consulta con especialistas que conozcas en tu ciudad, ellos podrán ayudarte para determinar qué plantas podrás utilizar como insecticida de las que se encuentran en tu localidad, igualmente lo que requieras para eliminar hongos y otras enfermedades.

¡Diviértete!

Sembrar tu propio huerto no solo te ayudará a prevenir enfermedades y a aliviar el estrés del día a día. También es una actividad divertida, agradable y satisfactoria.

Los sentimientos que tendrás por consumir alimentos que surgieron de tu trabajo y esfuerzo, realmente son maravillosos.  No importa si son solo pequeñas hierbas que agregues a tus recetas, igual te invitó a intentar vivir la experiencia de vivir tu propio huerto.

Cuando el pequeño Manuel se fue, le regalé un envase con una pequeña planta de cebollino, ya que me comentó que le gustaba mucho cuando su mamá lo agregaba a las comidas.  Recientemente, me llamó para decirme que ya habían cortado el primer tallo y se escuchaba muy feliz por ello.

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