La familia Hernández Sierra se ha quedado sin hogar, perdieron todo. Afortunadamente los miembros de la familia están vivos. Cristian, el hijo mayor, de 23 años, sufrió una herida en la cabeza, fue atendido prontamente, pero la lesión exige más cuidados. Por tanto, es sumamente importante que todos tengamos claros las consecuencias de los sismos.
La abuela, Concha, es una sobreviviente del terremoto de 1985, cuando 20 mil mexicanos perdieron la vida. Paulina me cuenta que su tía siempre recuerda el caos, los cadáveres entre los escombros, el hambre y la desesperación de los sobrevivientes, deambulando por las calles cubiertos de lodo luego de aquel gran terremoto.
Entonces era una mujer fuerte aún. Sobrellevó la carga de haber perdido a su esposo, su hermana y a un hijo. Ella misma quedó marcada por el resto de su vida, una pared le aplastó la pierna y nunca logró recuperar la movilidad total.
Aunque su familia, en esta oportunidad no sufrió de la misma manera que en 1985, vio a varios vecinos y conocidos gritando, algunos sangrando. Los de la Cruz Roja vendaban cabezas, brazos y piernas, colocaban mascarillas de oxígeno, iban y venían con camillas.
Este le pareció tan grave como aquel del 85, lo sintió igual, pero ahora sabía qué hacer. Apenas sintió la primera sacudida tomó a su nieta Charo en brazos, volcó la heladera y se metió bajo el espacio que dejaba ésta con la pared. El triángulo de la vida le dicen.
Cristian fue el que tuvo menos suerte, el techo de su habitación se desplomó y un trozo grande le dio en la cabeza y la espalda. Se quedó allí hasta que los rescatistas lo sacaron con vida. Pensando en lo que siempre le contaba su tía Concha, Paulina se pregunta si este terremoto dejará las mismas secuelas, heridas y cicatrices, en el cuerpo y en el alma.
Efectos sobre la salud después del terremoto
El 19 de septiembre de 2017, un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter golpeó a México. Las ciudades de Guerrero, Morelos, Ciudad de México, Puebla y Oxaca reportaron víctimas fatales, pérdidas totales, caos, servicios colapsados.
Aún no se tiene una cifra exacta de pérdidas. México se enfrenta ahora a la reconstrucción y recuperación de su elemento humano, de la economía, retomar la vida será una tarea ardua. Los efectos del terremoto comienzan a mostrar sus rostros. Las secuelas que afectan la salud, los problemas sanitarios son graves y los psicológicos pueden tardar años en superarse.
Hoy quiero comentaros acerca de los daños en la salud que pueden dejar fenómenos naturales como los movimientos telúricos de gran magnitud como el ocurrido en México. También quiero contaros cómo prevenir y curar padecimientos que suelen surgir como consecuencia de un evento como el mencionado.
1. Fracturas y heridas
Las heridas en la cabeza, el tórax y la espalda son las más numerosas que suelen ocurrir durante un sismo. Son producidas por la caída de revestimientos, mampostería, vigas, ventanales y techos. Los casos más graves son la fractura de cráneo o neumotórax.
El neumotórax es un colapso pulmonar producido por impactos directos en el pecho o la espalda, también por compresión. Puede haber fractura de costillas, mandíbula y huesos de la cara y cuello. Para este tipo de heridas, es imprescindible la atención médica inmediata.
En estos casos, te recomiendo aprovechar en casa las bondades de los alimentos antiinflamatorios como la canela y aquellos que ayudan a fortalecer los huesos y a aliviar el dolor, con el fin de contribuir con tu pronta recuperación.
2. Síndrome de aplastamiento prolongado
Estas lesiones ocurren por aplastamiento. Las estructuras como paredes, techos, vigas o muros caen sobre la persona, aplastando huesos, órganos y músculos.
El tiempo que pasa la víctima sin ser rescatada se traduce en compresión prolongada. Puede producirle la muerte o dejarle graves secuelas como trastornos circulatorios, musculares o edemas. 74% sufre el aplastamiento en la parte superior del cuerpo.
Este tipo de heridas son graves y requieren de la atención médica inmediata, en algunos casos puede llegar a ser amputada la zona afectada.
3. Infecciones secundarias
Las heridas, aun siendo de poca gravedad, producidas por trozos de vidrio, metales y fragmentos varios, corren riesgo de infectarse. Esto, debido a la contaminación ambiental que se genera después del sismo.
La rotura de redes de cloacas y basura son focos de bacterias que entran fácilmente en contacto con las personas heridas. Por eso es importante tomar medidas preventivas para evitar el contagio. Lava constantemente tus manos, usa tapabocas y evita lo más que puedas acercarte a las zonas más afectadas por el terremoto.
4. Infecciones respiratorias y oculares
Al colapsar las edificaciones y derrumbarse, se generan grandes nubes de polvo, mezclado con sedimentos muy tóxicos, como en el caso del asbesto y la fibra de vidrio.
Este polvo puede causar infecciones respiratorias. Sobre todo, a quienes sufren de asma o son alérgicos. Los ojos resultan irritados con riesgo de producirse conjuntivitis y otras infecciones oculares. La medida preventiva más inmediata es colocarte mascarillas y cubrir tus ojos con viseras o las manos.
5. Quemaduras
El colapso de las redes de gas doméstico, depósitos y tuberías de combustibles, circuitos eléctricos entre los más comunes, suelen provocar incendios que pueden llegar a alcanzar magnitudes alarmantes, al entrar en contacto con papeles y madera.
Durante y después del sismo, muchas personas resultan quemadas o afectadas por la inhalación de humo tóxico. Las quemaduras pueden ser fatales o, de ser de menor grado, corren el riesgo de infectarse.
Si has resultado con quemaduras, puedes ayudar a aliviar los síntomas y curar la herida con tratamientos naturales. Pero esto sólo debes hacerlo luego de que la quemadura haya recibido atención médica, salvo con quemaduras muy leves que no ameritan cuidados médicos.
Te recomiendo el gel de aloe vera y consumir alimentos ricos en colágeno, como la gelatina. Esto ayudará a la regeneración de los tejidos, cicatrizando la herida. Pero, ante todo debes tener en cuenta que, si la quemadura es muy severa, la atención médica es necesaria.
Es importante que, ante una quemadura que no presente rupturas en la piel, minimices la gravedad de la quemadura de manera inmediata dejando correr agua fría o en el área afectada. También puedes sumergirla durante cinco minutos en agua fría. La temperatura de agua debe estar fría pero no helada.
El cuidado del área afectada es primordial. Debes prestar atención para evitar que la herida se infecte. Para ello, trata de impedir la formación de grietas y de ampollas en la piel que presenta quemaduras.
6. Problemas intestinales por falta de agua potable
El primer servicio público que se intenta restablecer después de un terremoto es el de agua potable. Esto debido a que la falta del vital líquido obliga a los sobrevivientes a beber cualquier agua que consigan, corriendo el riesgo de enfermarse.
Las diarreas son los males gastrointestinales más comunes. Pero el cólera tiene un alto porcentaje de convertirse en epidemia en estos casos. Por eso, ante el hecho de que la producción de agua potable se haya visto comprometida y el acceso agua limpia se dificulte, lo mejor es hervir el agua con la que cocinas y la que vas a beber.
En estos casos, prefiere el agua embotellada, proveniente de regiones que no resultaron afectadas por el evento natural.
La falta de agua potable, que puede en casos graves convertirse en una escasez total de agua, incluyendo la no potable, presenta el riesgo de la deshidratación. Esta condición puede afectar principalmente a niños y ancianos. Trata de consumir alimentos ricos en agua como la sandía, éstos te ayudarán a mantenerte hidratado.
7. Estrés postraumático
La recuperación emocional después del terremoto es tan ardua como la salud física. El estrés postraumático puede genera, entre otros trastornos psicológicos:
- Infartos
- Depresiones profundas
- Suicidios
- Estados de angustia continua
- Insomnio
Los niños pueden resultar especialmente afectados. Generalmente sufren pesadillas, pánico a cualquier señal que les recuerde la tragedia. Se encierran en sí mismos y temen ir a la escuela, jugar en la calle y llevar una vida normal.
En estos casos, combatir el estrés causado por las situaciones vividas durante el terremoto, es fundamental. Respirar profundamente cuando empieces a entrar en pánico, toma infusiones relajantes como la manzanilla.
Evita la soledad, mantente siempre que puedas, rodeado de personas que contagien ánimo. A los niños, trata de infundirles confianza y seguridad. De ser necesario, acude a un profesional de la psicología para superar este tipo de estado postraumático.
¿Qué hacer durante un terremoto?
Es importante tener el conocimiento básico para poder reaccionar de forma positiva ante un sismo, salvaguardar la vida y la de quienes cuentan contigo. Una reacción a tiempo y tomando las medidas adecuadas puede evitar daños mayores.
Lo primero es dejar los bienes materiales y darle prioridad a la vida. Muchas personas han muerto durante sismos, huracanes, vaguadas y otras tragedias naturales, al tratar de salvar bienes materiales como dinero, joyas o documentos.
Mantén la calma, el pánico no te dejará pensar ni razonar. Entrar en pánico puede dejarte paralizado en momentos en los que necesitas actuar con rapidez, o hacerte cometer acciones erradas como lanzarte por ventanas o balcones, entrar en espacios colapsados como escaleras o pasillos. Ante un movimiento telúrico te recomiendo:
- Conserva la calma.
- Evita el pánico o histeria colectiva.
- Ubícate en lugares seguros que previamente estableciste como zona de seguridad.
- Aléjate de las ventanas.
- Meterte bajo mesas, escritorios o camas no te da una protección completa. Si estos muebles ceden puede ser peor.
- Colócate en el piso de rodillas y de espaldas hacia las ventanas.
- Sujétate ambas manos detrás de la cabeza, así te proteges el cuello.
- Esconde el rostro entre los brazos y cierra los ojos para evitar que sufran heridas por fragmentos desprendidos.
- Si es necesario evacuar desde pisos altos, no utilices el ascensor. Toma las escaleras, pero ve con cuidado.
- Si te encuentras en un espacio abierto, como un patio, estacionamiento o plaza, aléjate de los edificios, ventanas y tendidos eléctricos.
- Si vas en un vehículo, reduce la velocidad y detente en un lugar seguro. Espera a que pase el movimiento.
¿Qué hacer después de un sismo?
Las medidas que se toman durante un movimiento telúrico, son tan importantes como las que se tomen justo después del evento natural. Por ello, lo más recomendable luego de un terremoto es:
- Observar la situación a tu alrededor. Si hay alguien herido, asístelo con primeros auxilios.
- Dirígete a las zonas de protección establecidas y no te alejes de tu grupo.
- No toques cables de energía eléctrica caídos ni cajetines de fusibles.
- Cierra las llaves de gas que encuentres abiertas para evitar fugas.
- Cierra las llaves de agua y no las utilices hasta que te cerciores del estado de las alcantarillas. Las aguas servidas y potable pueden mezclarse.
- Cierra los circuitos de energía eléctrica.
- No regreses a las zonas de desastre hasta que las autoridades no garanticen que están fuera de peligro.
- Usa el teléfono sólo para llamadas de emergencia, no sabes cuándo podrás cargar la batería de nuevo.
- La mejor manera de mantenerte informado sobre las medidas de emergencia que tomen las autoridades es con un radio de baterías. Ten siempre uno en casa o en tu zona de trabajo.
Medidas preventivas
Si habitas en una zona de alto riesgo sísmico, es importante que estés preparado para afrontar la emergencia, así mismo preparar a tu familia.
- Los conocimientos básicos de primeros auxilios son importantes.
- Una medida preventiva imprescindible es tener un botiquín de emergencia. Dótalo además con medicamentos que requieran tú y los miembros de tu familia.
- Desarrolla un plan de seguridad, protección y evacuación
- Asegura muebles y objetos altos como estanterías, roperos, libreros, jarrones, lámparas o adornos. Éstos pueden caer con el movimiento.
- Asegúrate de conocer la ubicación de llaves de agua, gas, fusibles y contactos de electricidad.
- Elimina objetos y muebles que obstaculicen tus rutas de evacuación.
- Ubica y señaliza las rutas de evacuación y las zonas de seguridad.
- Realiza simulacros de evacuación en tu hogar, zona de trabajo y sector donde habitas. Es importante la organización con tus vecinos.
Concha no puede regresar a casa. Pero, a diferencia de muchos, ella y Cristian irán a casa de Paulina, la sobrina de Concha. Son de los que no permanecerán en el refugio improvisado hasta que las autoridades responsables decidan qué hacer con los miles de mexicanos sin hogar, heridos y desesperados que ahora esperan otro milagro.
Hoy más que nunca el hermoso pueblo mexicano necesita de vuestra ayuda, así que os dejaré un enlace a la web de la Cruz Roja Mexicana para todas aquellas personas de buen corazón que deseen colaborar de una u otra forma, y otra para los que quieran aportar sus valiosos donativos.
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