La semana pasada me encontré a César. Suelo coincidir con él en el gimnasio, siempre sale con su toalla al hombro y un bolso deportivo. Se nota que siente bien después de cumplir su rutina de ejercicios.
Pero en esta oportunidad, nos topamos en una farmacia. Yo estaba buscando alcohol absoluto para mantener mi maletín de primeros auxilios al día y él buscaba algún producto para solventar un problema que le está afectando. Me contó que últimamente al caminar siente molestias en los pies, le escuecen terriblemente.
Enfundado en zapatillas deportivas y con calcetines gruesos, sufre lo indecible para evitar caer en la tentación de rascarse en público. Me ha dicho que unos días atrás comenzó a notar los síntomas. Primero empezó una comezón intensa, al llegar a casa del gimnasio, se sacó el calzado y los calcetines y revisó sus pies. Estaban enrojecidos, se vio algunas ampollas y el olor fue totalmente desagradable.
No quería aceptarlo, pero tenía hongos, lo que se conoce comúnmente como pie de atleta. Él supo inmediatamente que debía ir al médico, pero le da vergüenza. Está preocupado porque si el hongo alcanza las uñas podría ser peor.
César estaba por comenzar el Reto #Yo Puedo, siempre habla de la alimentación saludable y está muy interesado en los remedios naturales, pero no sabe qué tan efectivos son. Así que, para salir de la emergencia, pensó en acudir al uso de un fármaco antimicótico. Aunque realmente quería buscar una opción natural efectiva para su problema.
Así que encontrarse conmigo le alegró mucho. Venciendo la vergüenza, me comentó de su situación. Si tienes un problema similar, te invito a continuar leyendo.
¿Qué causa el pie de atleta?
Los hongos en los pies, comúnmente conocidos como pie de atleta, son una infección causada por una limpieza y secado deficiente de los pies. Este problema aparece regularmente entre los dedos y los talones. Puede durar poco o mucho tiempo y reaparecer después del tratamiento convencional.
Los médicos recetan antimicóticos, lavados con soluciones ácidas y secado acucioso. Algunos sugieren usar secadores de cabello para garantizar que la zona quede completamente libre de humedad.
Los hongos en los pies son sumamente contagiosos. Se pueden transmitir por contacto directo al compartir toallas, calcetines o zapatos, e indirectamente al bañarse en duchas públicas o andar descalzo en vestuarios o zonas húmedas.
Caminar por suelos anegados, como bajo la lluvia o mientras haces la limpieza con agua del piso, y dejarte los pies calzados y húmedos también son factores de riesgo para contraer esta infección.
Síntomas del pie de atleta
Para poder identificar si tienes pie de atleta, es importante que prestes atención a los síntomas que puedes experimentar. Entre ellos se encuentran:
- Piel enrojecida
- Comezón
- Ardor
- Ampollas que supuran
- Mal olor
Si el hongo avanza hasta las uñas, éstas se decoloran, se ponen gruesas y se caen.
Como otros hongos, el pie de atleta se desarrolla cuando la zona está húmeda y caliente. El riesgo de infección aumenta cuando:
- Usas zapatos cerrados
- Calcetines de material no absorbente
- Sudas mucho
- Mantienes los pies mojados mucho tiempo
El pie de atleta se manifiesta en estados generales. La infección de los dedos empieza con una piel que se muestra húmeda y pálida, normalmente pica o quema y despide un olor desagradable. Realmente es fácil tratar esta condición. Esta infección generalmente afecta entre el cuarto y quinto dedo. Mientras la infección progresa, la piel entre los dedos desarrolla:
- Grietas
- Escamas
- Comienza a pelarse
En los casos graves, puede aparecer una infección bacteriana. Esta puede extenderse hasta la pantorrilla, creando un problema llamado celulitis, que no es precisamente la piel de naranja que todos solemos llamar celulitis. Se trata de un problema de salud que puede requerir de intervención quirúrgica.
La celulitis es una infección bacteriana que produce una inflamación del tejido que se encuentra bajo la piel. Esta se produce por bacterias presentes en lesiones y que entran en dermis, a través de una herida o ruptura de la piel.
En pocas ocasiones el hongo desaparece por sí solo, al contrario, lo más seguro es que empeore. Lo mejor es tratarlo a tiempo y aprovechar las bondades de la naturaleza para eliminarlo. Por eso le he hablado a César de estos efectivos remedios caseros para curar el pie de atleta de forma natural.
1. Aplica aloe vera
Con este remedio natural, podrás curar el pie de atleta rápida y eficazmente. Extrae la savia de una penca de aloe vera y aplícala en la zona afectada. Hazlo varias veces al día, dejando que seque sola, no te calces hasta que no esté seca.
Entre las propiedades que destacan del aloe vera, se encuentra su poder antifúngico y antiséptico. Y es que al aplicar el aloe directamente en la piel, éste es capaz de controlar el crecimiento de hongos y bacterias.
2. Sumerge los pies en vinagre y agua caliente
En una tina, mezcla 16 onzas de vinagre en 68 onzas de agua caliente. Introduce los pies en esta agua y deja que se enfríe el agua. Sécate bien los pies con una tolla. Recuerda que nadie más debe usarla.
3. Fricciona los dedos con yogurt natural
Toma un poco de yogurt natural y fricciona los dedos de los pies afectados con él. Déjalo actuar una hora y enjuágate con abundante agua. Recuerda secarte bien, luego de hacerlo. Puedes reforzar este tratamiento consumiendo yogurt de manera regular. Dos tazas al día son una buena dosis.
4. Cataplasma de ajo, aceite de almendras y llantén
Tritura un diente de ajo y mézclalo con una cucharada de aceite de almendras y una de llantén fresco picado. Prepara una especie de pasta, triturando todo en un mortero y aplícatela en la zona afectada. Cúbrela con tela de algodón. Deja actuar durante una hora, lávate bien con agua tibia y seca muy bien el área.
5. Solución con sal marina
Puedes usar sal de mesa, pero la sal marina es más efectiva. Prepara una solución con dos cucharadas de sal en 16 onzas de agua caliente. Sumerge los pies en la solución durante 10 minutos. Retíralos y sécalos bien, coloca una gasa y cúbrela con un calcetín. Déjatela toda la noche.
Esto ayuda a que el ambiente donde vive el hongo sea inhóspito y muera. También ayuda a evitar la sudoración excesiva.
6. Aplica bicarbonato de sodio
Mezcla dos cucharadas de agua con una de bicarbonato de sodio y forma una pasta. Frota con ella la zona afectada, déjala por alrededor de 5 minutos, enjuaga y sécate bien.
7. Jengibre
Prepara una infusión con 30 gr de jengibre fresco en 8 onzas de agua hirviendo Deja que repose 5 minutos tapada. Humedece un algodón con esta infusión y aplícatela dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. Deja que se seque solo.
8. Coloca aceite de mirra y lavanda
Frota tus pies con aceite de mirra, mezclado con aceite esencial de lavanda todas las noches. No te enjuagues y déjalo mientras duermes.
9. Pasta de ajo y miel de abejas
Prepara una pasta homogénea con un diente de ajo triturado y una cucharada de miel de abejas. Aplícala en la zona afectada y déjala durante aproximadamente 20 minutos. Enjuaga con agua tibia y seca bien. Puedes combinar cebolla con la miel y aplicarla igual.
10. Infusión de tomillo y manzanilla
Prepara una infusión con un puñado de manzanilla y otro de tomillo en 16 onzas de agua hirviendo. Deja que se enfríe y cuela, viértela en una tina y sumerge los pies en ella, déjalos sumergidos durante 15 minutos. Seguidamente, enjuaga con abundante agua y sécate bien.
Estos tratamientos caseros que te acabo de mencionar, fueron los que le recomendé a César para curar el pie de atleta de forma natural. Se trata de remedios efectivos que eliminarán por completo el problema de hongos en los pies y, combinados con una higiene adecuada, evitarán que regrese.
César está siguiendo el tratamiento y los hongos de sus pies retroceden. Ha mejorado bastante, ahora se cuida mejor cuando va a tomar la ducha en el gimnasio y se seca bien los pies. Además, antes de calzarse se espolvorea los pies con un poco de ácido bórico, ideal para mantener hongos y bacterias lejos de su piel.
También evita estar calzado cuando sus pies están húmedos. El pie de atleta fue uno de los peores enemigos de los soldados norteamericanos en Vietnam. Caminar por los suelos pantanosos, entre arroyos y bajo constantes aguaceros provocó hongos en sus pies, que se infectaron dejándolos sin poder casi caminar.
Muchos sufrieron fiebres, celulitis, inflamación en los ganglios y estados sépticos graves que ameritaron amputación de piernas.
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Referencias
https://www.rd.com/health/conditions/home-remedies-athletes-foot/
https://draxe.com/athletes-foot/
https://www.globalhealingcenter.com/natural-health/athletes-foot-home-remedy/
