☑️ Cómo Curar La Faringitis Crónica Con Remedios Caseros

A muchas personas, la cuarentena impuesta por el COVID-19, les ha acarreado una serie de afecciones de salud. Dentro de las que se han visto con mayor frecuencia, es la faringitis crónica. Se ha visto cómo muchas personas, se someten a cambios bruscos de temperatura en esta época de verano. Momentáneamente, pueden permanecer fuera de casa con altas temperaturas, bajo el sol y en pocos minutos, regresan a la misma. Se pueden encontrar entonces muchas veces, con un shock de temperatura, por efecto del aire acondicionado, lo cual, genera una serie de efectos perjudiciales al organismo.

De este interesante tema, voy a hablar, precisamente por la solicitud de una amiga.  Ella y su esposo, acostumbran caminar por el jardín de su casa, para realizar un poco de ejercicio y tomar el sol. Sin embargo, me comentó, que cada vez que entraban en su casa, luego de estar en el jardín, experimentaban una sensación de sequedad en la garganta. Al comentármelo, enseguida lo asocié con una faringitis crónica y de hecho, ellos, así lo corroboraron, dado que habían visitado un otorrinolaringólogo amigo de la familia.

Pues bien, realmente les felicité por haber tomado la decisión de ir a este especialista, pues en la generalidad de los casos, el diagnóstico de esta enfermedad, se realiza por exclusión. Es decir, una evaluación, como las que hizo el especialista a esta pareja de amigos. Ellos, conociendo mi trayectoria, empleando alternativas naturales, solicitaron que les mostrara algunas vías naturales para combatir esta afección. Así, con sumo placer, me dedique a realizar una recopilación actualizada acerca de la faringitis crónica. En la misma incluí, las causas y consecuencias de este padecimiento, además de una serie de tratamientos alternativos, sin efectos secundarios. Estos interesantes puntos, decidí compartirlos en un artículo, publicado aquí en mi blog.

Conociendo un poco acerca de la faringe

Desde el punto de vista funcional, la faringe es una estructura conductora. Por medio de ella, ingresan los alimentos al esófago, mediante la deglución. Además, es el sitio de ingreso del aire inspirado a los pulmones, permitiendo además, la generación de la voz. En razón de lo cual, se puede decir que posee un papel fundamental en los sistemas respiratorio y digestivo. Está ubicada en la zona media del cuello, justamente debajo de la superficie inferior del cráneo. La ciencia, la ha subdividido, en tres porciones:

• Nasal: se ubica en la zona posterior de las fosas nasales
• Oral: se encuentra en la parte posterior de la cavidad oral
• Laríngea: ubicada detrás de la abertura de la laringe.

La porción denominada faringe nasal, se relaciona con el tracto respiratorio, siendo el sitio por donde pasa el aire proveniente de las fosas nasales. Estas, a su vez, en la parte posterior, poseen dos aberturas, una a cada lado. Las mismas, se denominan tubos auditivos y conectan con el oído medio, permitiendo la facilitación de secreciones y el equilibrio de la presión. A su vez, la faringe oral, se considera una continuación de la boca y permite el paso el bolo alimenticio hacia la zona denominada faringe laríngea.

En el momento, que el bolo alimenticio, alcanza dicha zona, los músculos del paladar blando y la epiglotis se contraen, evitando el ingreso de los alimentos a la cavidad nasal. Simultáneamente, la epiglotis (cartílago único en la parte superior de la laringe) se empuja hacia delante para cerrar la entrada laríngea y evitar que los alimentos entren en las vías respiratorias. De esta forma el bolo alimenticio, continúa hasta el esófago y de allí al estómago para ser digerido.

¿A qué se refiere al decir faringitis crónica?

Lo que se ha podido observar acerca de la faringe, muestra, cuan susceptible es esta porción del cuerpo humano.  La misma, se denomina garganta, de forma coloquial. Y cuando se suceden, ciertas molestias no infecciosas a este nivel,  se estará en presencia de faringitis crónica. Es decir, una serie de patologías irritativas o inflamatorias crónicas, de la mucosa que recubre la faringe.

La ciencia la clasifica en tres tipos: simple, granulosa y seca.

Simple

Clínicamente, es observable la inflamación e irritación de la mucosa. Por lo general, se asocia con la presencia de una tos, que produce irritación y sensación de molestia como de un objeto extraño. Se siente además, mucha incomodidad al tragar los alimentos sólidos o líquidos. Siendo observable, un alto nivel de enrojecimiento

Granulosa

Además de la inflamación e irritación, se observa un aspecto granuloso de la mucosa, debido al efecto del recrecimiento del tejido linfático. Este recrecimiento del tejido, hace que se sienta con mayor intensidad, la sensación de un cuerpo extraño en la garganta incluso como de polvillo. Esto induce a una mayor necesidad de carraspear y una mayor dificultad para deglutir o tragar. Pudiendo ocasionalmente inducir la sensación de náuseas y de vómitos. Es muy frecuente en las personas fumadoras

Seca

Ocasionalmente puede presentar la sintomatología de la granulosa, sin embargo, está asociada frecuentemente a una incómoda sensación de sequedad. Los síntomas anteriores junto con la atrofia de la mucosa de la faringe, hace que la pared posterior de la misma, se vuelva seca y brillante. Pueden presentarse, además, algunos exudados desecados, que causan molestias y obligan a un constante carraspeo que puede inducir la aparición de pequeñas hemorragias. Ocasionalmente pude producir sensación de ahogo, lo cual impide un sueño continuo. Es bastante frecuente en adultos mayores.

Causas más comunes de la aparición de faringitis crónica

• Elementos físicos o químicos: aire acondicionado, calor excesivo, polvo, variaciones bruscas de temperatura, compuestos cauterizantes, humo, corrientes de aire, tabaco, empleo frecuente de vasoconstrictores nasales, alcohol
• Enfermedades preexistentes: reflujo gastroesofágico, sinusitis, hipertrofia de adenoides y amígdalas, diabetes, enfermedades bronquiales y cardiovasculares e insuficiencia renal y pulmonar
• Factores hormonales: hipotiroidismo y menopausia
  

Remedios naturales para tratar la faringitis crónica

1. Menta y miel

Esta propuesta es una antigua receta, utilizada en la medicina tradicional de muchos países de Europa. La planta de menta, comúnmente utilizada, es denominada botánicamente Mentha piperita. Es una planta híbrida, proveniente del cruce entre menta acuática y la menta verde, siendo originaria de los Estados Unidos, Canadá y Europa. Sin embargo, es ampliamente cultivada y utilizada alrededor del mundo.

De acuerdo a los estudios farmacológicos, se sabe que posee propiedades: antialérgicas, analgésicas, antioxidantes, antivirales, antifúngicas y antibacterianas. Es empleada con frecuencia en procesos de indigestión, resfriados, dolor de garganta y nauseas. Estas propiedades, se deben básicamente a la importante cantidad de compuestos fenólicos. A su vez, las conocidas propiedades antisépticas y calmantes de la miel, complementan los beneficios de esta excelente decocción.

Ingredientes

• Una ramita fresca de menta orgánica
• Miel orgánica (una cucharadita)
• Agua filtrada (una taza).

¿Cómo realizarlo?

• Añadir el agua y la rama de menta en un recipiente pequeño
• Llevarlo a fuego lento hasta que comience a hervir
• Retirarlo del fuego y dejar reposar hasta que esté tibio
• Colar en una taza y añadir la miel
• Beber aún tibio
• Realizar este procedimiento tres veces al día para obtener alivio.

2. Cebolla roja, limón y miel

Por mucho tiempo, los cítricos han sido empleados en el alivio de enfermedades del tracto respiratorio. Y el limón, es uno de los frutos que posee mayor contenido de vitamina C (ácido ascórbico) y ácido cítrico. Esta vitamina actúa desinflamando los tejidos y evitando infecciones indeseables.

A su vez, la cebolla, posee un alto contenido de compuestos con azufre y de ciertos flavonoides como la quercetina. Ellos, le confieren efectos antisépticos, antitrombóticos, antiinflamatorios, antiasmáticos y antibióticos.

La miel a su vez, potencia esta infusión con su efecto antiséptico y calmante. Los beneficios de la miel, han sido documentadas en textos muy antiguos. Exhibiendo, además, potentes propiedades antimicrobianas y cicatrizantes. Además de ello, posee efectos inmunomoduladoras, de alta importancia en la cicatrización y reparación de los tejidos. Se sabe incluso que puede liberar pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno.

Ingredientes

• Un litro de agua filtrada
• Tres limones orgánicos medianos
• Una cebolla roja mediana
• Una cucharada de miel.

¿Cómo realizarlo?

• Verter el agua en un envase mediano
• Llevarla al fuego hasta que hierva
• Retirarla del fuego y añadir la cebolla cortada en rodajas finas
• Dejar infundir unos diez minutos y colar
• Agregar el zumo de limón y la miel mezclando hasta homogenizar
• Emplear el contenido total de esta infusión a lo largo del día para hacer gargarismos
• El volumen preparado alcanza fácilmente para realizar este procedimiento unas tres veces por día.

3. Jengibre

Esta milenaria planta, ha sido ampliamente utilizado por diversas medicinas tradicionales, entre ellas, la ayurvédica de la India. Estudios científicos, han permitido corroborar sus excelentes efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antisépticos, antitumorales y antieméticos (prevención de náuseas y vómitos). Incluso, se ha logrado determinar, que posee mejores efectos antieméticos que el fármaco difenhidramina.

Muchas de las propiedades presentes, en gran medida, se deben a una serie de compuestos fenólicos. Dentro de los cuales destacan: gingeroles, shogaoles y gingeronas. Vale destacar, que sus compuestos bioactivos, controlan el reflujo gástrico, mejoran la inflamación de la garganta y ayudan a reparar los tejidos de la mucosa.

Ingredientes

• Una cucharadita de jengibre en polvo o dos cucharaditas de rizoma orgánico fresco rallado
• Una taza de agua filtrada.

 ¿Cómo lo realizo?   

• Verter el agua en un recipiente pequeño y ponerla a hervir
• Tan pronto hierva retirarla del fuego y añadir el jengibre
• Dejar infundir diez minutos, colar y beber aún tibio
• Realizar este procedimiento al menos dos veces al día antes de las comidas para obtener resultados favorables
• Si se desea algún edulcorante emplear ORGANIC LIQUID STEVIA o miel orgánica.

Nota

No debe ser empleado en niños menores de 14 años, mujeres embarazadas, o en etapa de lactancia. Tampoco debe emplearse, en quienes poseen tratamiento con fármacos anticoagulantes o antihipertensivos.

4. Llantén y propóleo

El llantén es una planta medicinal con propiedades antiinflamatorias muy eficaz para aliviar el malestar y la inflamación en la garganta. El propóleo, al igual que la miel, es una sustancia elaborada por las abejas con propiedades antinflamatorias, inmunoestimulantes y antisépticas. Posee además propiedades antifúngicas, antivirales y antibacterianas.

Se ha comprobado además su excelente efecto en la prevención y curación de trastornos y enfermedades de las vías respiratorias superiores e inferiores. Incluso, posee efectos revigorizantes, gracias a su contenido de vitaminas del grupo B, entre ellas B1, B2, B6 y B8. Posee además vitamina E, aminoácidos esenciales y cantidades importantes de ciertos minerales. Entre ellos, silicio, níquel, hierro, cobre, zinc, calcio, estaño, estroncio y magnesio.

Ingredientes

• Treinta gramos de hojas frescas de llantén
• Diez gotas de extracto de propóleo
• Un litro de agua filtrada.

¿Cómo lo realizo?

• Verter el agua en un recipiente mediano y ponerlo a hervir
• Separarlo del fuego al comenzar a hervir
• Agregar el llantén y dejarlo infundir en el agua durante diez minutos
• Agregar el propóleo y utilizar esta solución aún tibia para hacer gárgaras
• Utilizar aproximadamente la cuarta parte del total preparado
• El resto se puede emplear a lo largo del día utilizando porciones iguales, alcanzando perfectamente para efectuar cuatro sesiones de gargarismos diarias.

5. Decocción de tomillo y agrimonia

La agrimonia, ha sido empleada ancestralmente en diversas localidades de Norteamérica y Europa. Específicamente para la mejoría de inflamación a nivel bucal, afecciones respiratorias, tos crónica, afonía, dolor de garganta, bronquitis y estados gripales. Sus principales principios activos son: catequinas, ácido ursólico, resinas de cumarina, ácido nicotínico, colina, luteolina, apigenina y quercetina. Posee además cantidades importantes de vitaminas B1, C y K, además de silicio y hierro.

El tomillo a su vez, posee un amplio poder antibacteriano y antiséptico. Esto permite protegernos, contra posibles complicaciones del tracto respiratorio. Esto es posible, gracias a compuestos bioactivos como el timol y el carvacrol. Se sabe que contiene además cantidades muy importantes de vitamina C y vitamina A, que le confieren además un alto poder antioxidante.

Ingredientes

• Una cucharada de tomillo deshidratado
• Una cucharada de hojas y flores deshidratadas de agrimonia
• Un litro de agua filtrada

¿Cómo lo realizo?

• Poner el agua a hervir en un envase mediano
• Añadir el tomillo y la agrimonia y dejar hervir a fuego lento unos siete minutos
• Dejar reposar por diez minutos y utilizar esta decocción para realizar gargarismos
• Utilizar aproximadamente la cuarta parte del total preparado
• Se debe emplear el resto a lo largo del día utilizando porciones iguales
• De esta forma se conseguirán los resultados esperados

Concluyendo

El empleo de plantas medicinales, para el tratamiento de diversas complicaciones, que involucren las vías respiratorias, cada vez son más extensas. Y en el caso específico de la faringitis crónica, su uso es importante, dado que su origen es muy diverso. Este puede ser un factor externo vinculado a un contaminante, polvo, cigarrillo e incluso la temperatura. De hecho, al ser influenciado además por enfermedades prexistentes, es preferible atacar esta dolencia mediante productos naturales, sin efectos secundarios. Incluso, esto es también importante, pues se evita el desequilibrio del funcionamiento hormonal, uno de los desencadenantes de la faringitis crónica.

Muchas de las plantas empleadas han sido utilizadas, en diversas partes del mundo y desde hace centurias. Uno de los tratamientos más antiguos mostrados, son producidos por las laboriosas abejas, es decir la miel y el propóleo. Sus propiedades antisépticas y regeneradoras han sido muy bien estudiadas por la ciencia. A su vez, la cebolla roja, la agrimonia, la menta, el tomillo, el llantén, el limón y el jengibre, son muy conocidos por todos. Estas propuestas son de fácil acceso y no solo proveen compuestos bioactivos, sino también muchas vitaminas y minerales. Permitiendo así, la prevención de infecciones y el fortalecimiento del sistema inmune.

La información compartida con mi amiga, que es la misma que comparto en el post, fue muy útil para ella. Se dio cuenta inmediatamente, que su rutina de ejercicios estaba sometiendo su organismo a cambios bruscos de temperatura, propiciando así, la faringitis crónica. Realmente, ella y su esposo, apreciaron mucho las propuestas planteadas. Sin embargo, su preferencia se inclinó hacia la infusión de jengibre. Me comentan que ello les ha ayudado muchísimo. Por supuesto, ellos procuran evitar los dañinos cambios de temperatura y mantienen su casa libre de polvo.

“La miel es al menos tan eficaz como esos muchos, muchos, productos que se ven en la farmacia”

Dr. Bud Wiedermann

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