Cómo Comprender La Ansiedad En Los Adolescentes Según Estudios

Según la OMS, los adolescentes enfrentan diversos retos durante su transición de la infancia a la edad adulta. Por lo general, dichos retos pueden ser de índole física, social y emocional. Dichos factores negativos pueden repercutir en su salud mental, ocasionando procesos depresivos, ansiedad y trastornos del comportamiento.

De este tema, que muchas veces se enfoca inadecuadamente, voy a hablarles a solicitud de Maggie, una seguidora de Oklahoma. Ella es una ama de casa a tiempo completo y madre de un adolescente, recién ingresado a la universidad.

Sin embargo, los retos de la universidad modificaron algunos hábitos de su hijo con el tiempo. De hecho, en algún momento su brillante desempeño académico le permitió asumir otros retos que le exigían mayor tiempo fuera del hogar. Aunque para Maggie y su esposo, no fue fácil asumir estos cambios que realizaba su hijo.

Ella me comentó, que su hijo luego de un tiempo de aventurarse con estos retos se mostraba ansioso, y había comenzado a disminuir su rendimiento académico. Esto causó que su esposo se estresara mucho, a tal punto de convertirse en un obstáculo para comunicarse asertivamente con su hijo.

En vista de esta situación, ella decidió contactarme para que le instruyera acerca de cómo actuar de forma adecuada para ayudar a su hijo a superar la ansiedad. Le dije que era admirable, porque muchos padres no reconocen su papel en los problemas psicológicos de sus hijos.

Así, para darle mayor peso a lo que le planteé, le envié un informe donde le detallé acerca de algunos cambios que ocurren en la adolescencia. Los mismos, deben ser comprendidos para poder apoyar a los hijos.

Dado que todos los padres en algún momento enfrentaremos la adolescencia de nuestros hijos, consideré importante compartir esta información en mi página.

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Generalidades sobre la ansiedad en los adolescentes

Según los especialistas, la ansiedad es una emoción común y normal que todos experimentamos ocasionalmente. No obstante, para algunos adolescentes la ansiedad puede llegar a ser excesiva, persistente e interferir en su funcionamiento diario.

De acuerdo a la OMS, los adolescentes presentan altas tasas de depresión, ansiedad y trastornos del comportamiento.

La ansiedad constituye el trastorno de salud mental más frecuente en los Estados Unidos, y es considerada una de las afecciones psiquiátricas más frecuentes en niños y adolescentes. De acuerdo a los especialistas, la ansiedad afecta a casi uno de cada cuatro adolescentes entre 13 y 18 años.

Los trastornos de ansiedad incluyen fobias específicas, trastorno de ansiedad social, trastorno de ansiedad por separación, agorafobia, trastorno de pánico y trastorno de ansiedad generalizada.

Conforme a las investigaciones, estos trastornos afectan negativamente el rendimiento y relaciones en diferentes contextos. Esto afecta a casi uno de cada doce niños y uno de cada cuatro adolescentes.

Comúnmente, los trastornos de ansiedad incluyen fobias específicas, ansiedad social, trastorno de pánico, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad por separación y mutismo selectivo.

Según las investigaciones, los adolescentes con trastornos de ansiedad pueden experimentar miedos y preocupaciones recurrentes. Ello incluye diversos aspectos rutinarios de la vida cotidiana, tales como como los estudios, familia, amigos, salud o futuro.

Incluso, pueden manifestar síntomas físicos como dolores abdominales, dolores de cabeza, sudoración, temblores o dificultad para respirar. Diversos estudios han mostrado, que los trastornos de ansiedad pueden repercutir negativamente en el rendimiento académico.

Incluso, pueden afectar las relaciones sociales, la autoestima y el bienestar general de los adolescentes. Afortunadamente, los trastornos de ansiedad son tratables y existen intervenciones eficaces.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de la ansiedad?

Tal como se señaló, la ansiedad es un trastorno mental muy común entre los adolescentes. La ansiedad en los adolescentes puede manifestarse de diferentes formas, como ataques de pánico, fobias, obsesiones, compulsiones, estrés postraumático o ansiedad generalizada.

Los jóvenes con ansiedad necesitan atención profesional y respaldo familiar para afrontar sus problemas y vivir mejor. Según las estimaciones, más del 7% de los adolescentes de 13 a 17 años han sido diagnosticados con ansiedad.

Asimismo, casi el 30% de los niños con problemas de conducta, presentan algún tipo de trastorno de ansiedad. Algunas de las causas más frecuentes de la ansiedad en los adolescentes son las siguientes:

  • Genética: algunos adolescentes pueden heredar una mayor predisposición a la ansiedad de sus padres o familiares.
  • Traumas o abusos: La ansiedad puede ser una respuesta al estrés en adolescentes que han padecido violencia, maltrato o negligencia.
  • Factores ambientales: los adolescentes que viven en entornos hostiles, inestables o conflictivos pueden sentirse ansiosos por su seguridad o bienestar.
  • Modificaciones cerebrales: algunos adolescentes pueden tener alteraciones en el funcionamiento o la estructura de ciertas áreas del cerebro que regulan las emociones, el miedo o la respuesta al estrés.
  • Consumo de sustancias: el uso de alcohol, drogas u otras sustancias puede provocar o agravar la ansiedad en los adolescentes, especialmente si se trata de una forma de automedicación o escape.
  • Estrés por la pubertad: los cambios físicos, hormonales y psicológicos que ocurren durante la adolescencia pueden generar ansiedad en algunos jóvenes, especialmente si se sienten inseguros, presionados o incomprendidos.

Tratamientos frecuentes para tratar la ansiedad en adolescentes

Los trastornos de ansiedad son enfermedades mentales muy frecuentes y a menudo debilitantes, que afectan a niños y adolescentes. Estos problemas pueden afectar su rendimiento y relaciones, predisponiéndolos a otras dificultades psicológicas en el futuro

Una de las mejores medidas para tratar la ansiedad en los adolescentes es la terapia psicológica, como la terapia familiar o la terapia cognitivo-conductual (TCC)

Estas terapias enseñan a reconocer y modificar los pensamientos negativos, manejar situaciones de estrés y adquirir habilidades para solucionar problemas.

La terapia psicológica puede ser presencial o en línea, según las preferencias y la disponibilidad del adolescente y del terapeuta. Según la Academia Americana de Médicos de Familia, la TCC es el pilar del tratamiento de los trastornos de ansiedad en niños y adolescentes, y puede mejorar los síntomas, remisión y funcionamiento.

Afortunadamente, existen tratamientos eficaces no farmacológicos para los trastornos de ansiedad en los jóvenes, como:

Terapia psicológica

Las terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), suelen recomendarse como tratamiento de primera línea para los trastornos de ansiedad. La TCC es un tipo de terapia conversacional que enseña a identificar y cuestionar los pensamientos irracionales.

Les permite además, hacer frente a las emociones negativas y afrontar sus miedos de forma gradual y segura. Ello incluye, aprender habilidades de afrontamiento y técnicas de exposición, además de practicar estrategias de relajación y atención plena.

Un metaanálisis reciente sugiere, que la TCC funciona mejor que las condiciones de control para reducir los síntomas de ansiedad. Incluso, logra incrementar las tasas de remisión entre los adolescentes con trastornos de ansiedad.

El metaanálisis también detectó, que la TCC era superior a las terapias psicológicas sin TCC. A manera de ejemplo podemos señalar, la terapia interpersonal o el asesoramiento de apoyo.

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Algunas formas posibles de mejorar la eficacia de las terapias psicológicas para los trastornos de ansiedad en adolescentes, incluyen la participación de los padres o familiares en el tratamiento. Esto incluye la adaptación de la intervención a la etapa de desarrollo, y necesidades específicas del adolescente.

L-TRYPTOPHAN, puede ayudarte a promover la relajación e inducir el sueño, favoreciendo la reducción de la ansiedad.

Las terapias psicológicas para los trastornos de ansiedad en adolescentes son generalmente seguras y bien toleradas, con pocos o ningún efecto adverso descrito en la mayoría de los estudios.

No obstante, algunos adolescentes pueden experimentar malestar o angustia temporal durante los ejercicios de exposición, que implican enfrentarse a sus situaciones o estímulos temidos.

Por lo tanto, es importante que las terapias psicológicas sean administradas por terapeutas formados y supervisados que puedan controlar el progreso y seguridad de los adolescentes, proporcionándoles el apoyo y la retroalimentación adecuados.

Realizar actividad física con regularidad

La actividad física regular es beneficiosa para la salud mental de los adolescentes, porque mejora su capacidad cardiorrespiratoria. Además de ello, fortalece sus huesos y músculos, controla su peso y reduce los síntomas de ansiedad y depresión.

Se sabe además, que previene el desarrollo de enfermedades como las cardiovascularescáncer, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y osteoporosis.

Asimismo, la actividad física puede favorecer el aprendizaje, pensamiento y juicio de los adolescentes, incluyendo su bienestar general.

La OMS recomienda que los adolescentes hagan 60 minutos de ejercicio diario, con variedad de aeróbicos, fuerza y flexibilidad. Aunque más del 80% de la población adolescente mundial no cumple estas recomendaciones.

Por ello, es importante fomentar el hábito de hacer ejercicio entre los adolescentes, tanto para tratar como para prevenir los trastornos de ansiedad y depresión, que son muy frecuentes en esta etapa de la vida.

La actividad física puede realizarse de diversas formas, como caminar, correr, montar en bicicleta, practicar deportes, jugar o recrearse activamente. Lo importante es que sea divertida, segura y adaptada a las preferencias y capacidades de cada adolescente.

Alimentarse adecuadamente

Los adolescentes pueden evitar la ansiedad con una dieta que aporte los nutrientes necesarios para su crecimiento físico y mental. Los adolescentes suelen padecer ansiedad, lo que puede afectar su rendimiento y felicidad en distintos ámbitos.

Algunos de los factores que pueden contribuir a la ansiedad son los niveles bajos de azúcar sanguíneo, inadecuada hidratación, consumo excesivo de cafeína, alcohol, nicotina y alimentos procesados. 

Los efectos de estas sustancias en el cerebro pueden causar nerviosismo, irritabilidad, cambios de humor y ataques de pánico.

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Para evitar estos efectos, los adolescentes deben tomar comidas y tentempiés regulares que incluyan una variedad de alimentos de los cinco grupos: cereales, verduras, frutas, lácteos y proteínas.

Estos alimentos aportan carbohidratos, fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos esenciales para el buen funcionamiento del cerebro y el organismo.

Comer adecuadamente también puede ayudar a regular los niveles de glucosa sanguínea y prevenir la hipoglucemia, que puede desencadenar ansiedad.

Asimismo, beber suficiente agua y limitar la ingesta de bebidas azucaradas puede ayudar a mantener la hidratación y prevenir la deshidratación, que también puede causar ansiedad. Comer adecuadamente previene la ansiedad y mejora la salud y bienestar de los jóvenes.

Desentrañando el vínculo crítico entre la salud mental de padres y adolescentes

Es importante señalar, que los padres desempeñan un papel vital en el apoyo a la salud mental de sus hijos. Sin embargo, ellos a menudo enfrentan retos y factores de estrés que afectan su propio bienestar.

De acuerdo a las investigaciones se ha determinado, que existe una fuerte conexión entre la salud mental de los padres y la de los adolescentes.

Es relevante mencionar que según un informe del Making Caring Common Project de la Harvard Graduate School of Education, los padres están experimentando altos niveles de ansiedad y depresión.

Ello se agudizó especialmente durante la pandemia de COVID-19. El informe revela, que la pandemia aumentó la ansiedad en 45% de los padres y la depresión en el 28%.

Este informe permitió corroborar, que la salud mental de los padres y sus hijos adolescentes tiene una fuerte conexión. Incluso se detectó, que los padres que declaraban tener una mala salud mental eran más propensos a tener hijos adolescentes con una mala salud mental.

Según este informe, la salud mental de los padres, puede afectar la de los adolescentes de varias maneras. A saber:

  • Los padres que están luchando con sus propias emociones pueden tener menos capacidad para proporcionar apoyo emocional, orientación y retroalimentación positiva a sus hijos adolescentes.
  • Los padres que están ansiosos o deprimidos pueden modelar habilidades de afrontamiento poco saludables o transmitir emociones negativas a sus hijos adolescentes.
  • Los padres que están estresados o abrumados pueden tener dificultades para establecer límites, hacer cumplir las normas o supervisar las actividades y comportamientos de sus hijos adolescentes.

ASHWAGANDHA WITH BLACK PEPPER puede ayudarte a disminuir el estrés, y a tu hijo adolescente a gestionar la ansiedad. Puedes adquirirla en VitaTienda.com.

Estrategias para mejorar la salud mental de los padres y la de sus hijos adolescentes

La relación, el estudio, la sociabilidad y el bienestar de padres y adolescentes pueden mejorar si cuidan su salud mental. Dentro de las estrategias planteadas destacan:

  • Escuchar: Es importante que los padres comprendan a sus hijos adolescentes, sin caer en actitudes de rechazo, juicio o crítica. Escuchar puede ayudar a fomentar la confianza, la empatía y la comunicación entre padres y adolescentes.
  • MARINE OMEGA-3 puede coadyuvar en tu función cardiovascular y cerebral, favoreciendo una mejor disposición para interpretar los sentimientos de tus hijos adolescentes.
  • Buscar ayuda profesional: Si sienten angustia o tristeza, los padres deben consultar a un experto en salud mental. La terapia puede ayudar a los padres a hacer frente a sus emociones, aprender habilidades de afrontamiento saludables y abordar cualquier problema subyacente que pueda estar afectando a su salud mental.
  • Cuidarse: Los padres deben atender sus necesidades físicas y emocionales durmiendo lo suficiente, alimentándose bien, haciendo ejercicio con regularidad y participando en actividades que les aporten alegría y relajación. El autocuidado puede ayudar a los padres a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la energía.

Una forma de lograrlo, es empleando STRESS RELIEF.  Dicha fórmula la realicé especialmente con adaptógenos altamente concentrados. Ellos trabajan para restaurar y equilibrar la reacción del cuerpo al estrés físico o mental a corto y largo plazo.

  • Buscar apoyo social: Para obtener apoyo, ayuda o consejo, los padres pueden recurrir a personas cercanas y de confianza. El apoyo social puede ayudar a los padres a sentirse menos aislados, más conectados y más resistentes.
  • Informarse: La educación puede ayudar a los padres a reconocer cuándo sus hijos adolescentes necesitan ayuda, intervenir a tiempo y acceder a los recursos adecuados.

Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado, el trastorno de ansiedad social es una afección caracterizada por un miedo marcado y persistente a ser humillado o escudriñado por otras personas. Para la ciencia, la adolescencia es un periodo sensible para la aparición de procesos de ansiedad.

De hecho, es considerado un momento en el que el grupo de iguales adquiere cada vez más importancia.

Afortunadamente se puede hacer mucho para prevenir y mitigar la ansiedad y depresión en los padres. Ello permitiría reducir el impacto perjudicial que la depresión y la ansiedad parentales pueden ocasionar en los adolescentes. Esto permitiría evitar dichas dinámicas perjudiciales.

Según la ciencia, existen tratamientos eficaces para los trastornos de ansiedad en los adolescentes. Entre ellos podemos señalar: terapia psicológica, actividad física regular y alimentarse adecuadamente.

De acuerdo a informes recientes de los expertos de Harvard, al mejorar la salud mental de padres y adolescentes, se pueden alcanzar efectos positivos en su relación. Esto mejoraría el rendimiento académico del adolescente, además de sus habilidades sociales y bienestar general.

Para Maggie la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda. De hecho estaba muy alegre porque cuando la compartió con su esposo, este quedó convencido de la importancia de cambiar hábitos erróneos, a fin de evitar la ansiedad de su hijo.

En efecto, retomaron su apoyo con el psicólogo, y de esta forma lograron brindar el apoyo adecuado a su hijo.

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“Existe una estrecha relación entre la salud mental de los padres y la de los adolescentes. Según el estudio, los adolescentes deprimidos tienen unas cinco veces más probabilidades que los no deprimidos de tener un progenitor deprimido, y los adolescentes ansiosos tienen unas tres veces más probabilidades que los no ansiosos de tener un progenitor ansioso”.
Richard Weissbourd
Harvard Graduate School of Education

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