Actualmente la infertilidad afecta al 15% de la población de los países desarrollados, con tendencia a incrementarse. Es importante señalar, que aunque existen factores clave que no pueden modificarse tales como la edad materna, existen ciertos factores modificables que pueden afectar la fertilidad.
Entre ellos destaca la dieta, de allí la importancia de comprender la asociación entre fertilidad y nutrición.
De este tema, que afecta a un porcentaje importante de la población, les voy a hablar a solicitud de Belle, una seguidora de Carolina del Norte. Ella me comentaba que su hija mayor tiene tres años de casada, y aún no le ha dado nietos.
Para Belle esto estaba muy relacionado con el estilo de vida que llevaban su hija y yerno.
Ella me dijo, que ambos trabajan muy duro para lograr alcanzar ciertas metas que trazaron, pero cometían muchos desaciertos en su alimentación. De hecho, su hija en dos ocasiones realizó ciertas dietas estrictas, obteniendo pocos beneficios.
Estos eventos realizados con el fin de adelgazar, le llevó posteriormente a un dietista quien le recomendó alimentarse más balanceadamente.
No obstante, como por lo general la hija de Belle y su yerno tendían a abusar de la comida chatarra, el efecto rebote de su adelgazamiento fue inmediato. Esto provocó que Belle se sintiera muy angustiada, y percibiera que su hija tomara este asunto con seriedad.
Y precisamente por ello, Belle decidió contactarme a fin de que la apoyará enviándole información clave de los efectos de las dietas extremas sobre la fertilidad.
La situación de la hija de Belle, es común en la actualidad. Por esta razón, preparé un dosier que describe cómo las dietas influyen sobre la salud reproductiva.
Al tomar en cuenta la elevada prevalencia de infertilidad por problemas nutricionales, consideré importante compartir este artículo en mi página.
ZINC PICOLINATE
Generalidades acerca de la nutrición y la fertilidad
Cada vez se recopilan más pruebas que confirman que ciertos factores modificables como la dieta pueden influir en la fertilidad.
Según los especialistas, la dieta ha cobrado importancia últimamente por diversas razones. Entre ellas podríamos señalar la actual tendencia hacia un estilo de vida saludable, además de la mayor prevalencia de diversos trastornos vinculados al sistema gastrointestinal.
Se suman asimismo, la falta de tiempo para preparar alimentos saludables, llevando a la gente a consumir más alimentos procesados, aparte de ciertas preferencias como no comer carne, entre otras.
Para muchos estudiosos, la conexión entre nutrición y fertilidad es significativa. De hecho, infinidad de estudios han logrado establecer, que ciertos nutrientes pueden mejorar la fertilidad. En contraposición, una dieta poco saludable podría afectar negativamente la función reproductiva.
Comprender la importancia del papel de la nutrición en la fertilidad, podría orientar a las personas y parejas a tomar decisiones dietéticas adecuadamente sustentadas. Esto podría mejorar sustancialmente las posibilidades de concebir y aumentar la fertilidad en general.
Es importante señalar, que la nutrición afecta a la fertilidad de varias maneras. En primer lugar, posee una asociación directa con la regulación hormonal, dado que determinados nutrientes son fundamentales para la producción, y el equilibrio de las hormonas reproductivas.
En segundo término, se sabe que la nutrición afecta la calidad y producción de óvulos y espermatozoides sanos.
Además, se ha determinado que la nutrición desempeña un papel en el mantenimiento de un sistema reproductor sano. Ello incluye el útero y las trompas de Falopio en las mujeres, y los testículos y próstata en los hombres.
Por ello, es importante considerar ciertos nutrientes clave, adoptar una dieta que favorezca la fertilidad, evitar ciertos alimentos y considerar los factores relacionados con el estilo de vida. De esta forma, puedes emprender con pie firme el viaje hacia la fertilidad.
Efectos de las dietas extremas sobre la salud reproductiva
Las dietas extremas, utilizadas a veces para alcanzar metas rápidas de peso, pueden generar efectos adversos sobre la salud reproductiva. Dentro de las dietas más comúnmente empleadas destacan:
Muy bajas en calorías
- Impacto hormonal: la reducción drástica de calorías puede disminuir los niveles de leptina. Esta hormona regula la energía y la reproducción. Incluso, este efecto podría alterar el ciclo menstrual en mujeres, causando amenorrea (ausencia de menstruación).
- Fertilidad: en los hombres, una ingesta calórica insuficiente puede reducir la producción de testosterona y afectar la calidad del esperma.
Cetogénicas o muy bajas en carbohidratos
- Efecto sobre el ciclo menstrual: la falta de carbohidratos puede alterar la liberación de insulina y afectar otras hormonas como el estrógeno y la progesterona. Esto puede interrumpir la ovulación.
- En hombres: aunque algunos estudios indican que una dieta cetogénica podría mejorar algunos parámetros del esperma, los efectos a largo plazo sobre la fertilidad aún no están claros.
Ricas en proteínas pero bajas en grasas
- Alteración hormonal: las grasas saludables son esenciales para la síntesis de hormonas sexuales. Las dietas que restringen demasiado las grasas pueden afectar la producción de estrógenos, progesterona y testosterona.
Veganas o vegetarianas mal planificadas
- Deficiencias nutricionales: una dieta sin suficiente hierro, zinc, vitamina B12 o ácidos grasos Omega-3 puede impactar negativamente la fertilidad tanto en hombres como en mujeres.
- Disminución de la calidad del esperma: en los hombres, la falta de ciertos nutrientes puede reducir la motilidad y la viabilidad de los espermatozoides.
Restrictivas específicas (como las basadas en solo un grupo de alimentos)
- Desequilibrios hormonales: Las dietas monótonas pueden conducir a deficiencias en micronutrientes esenciales para la reproducción. Dentro de ellos podemos señalar el ácido fólico, vitamina D y selenio.
- Estrés metabólico: la restricción prolongada puede enviar señales al cuerpo de que no hay suficientes recursos para sostener un embarazo o una reproducción saludable.
Efectos comunes en ambos sexos
- Estrés oxidativo: las investigaciones, han logrado detectar que las dietas extremas pueden aumentar la inflamación y el estrés oxidativo, dañando las células reproductivas y los gametos.
- Disminución del deseo sexual: los desequilibrios hormonales y la falta de energía pueden reducir la libido.
¿Qué hay detrás de los desbalances hormonales?
Según la ciencia, dentro de los mecanismos que favorecen los desequilibrios hormonales destacan:
MAGNESIUM CITRATE
VITA PROTEIN ENERGY
Deficiencia de micronutrientes clave
Nuestro organismo requiere diferentes vitaminas y minerales para la síntesis y regulación hormonal. Una dieta basada en poca variedad de alimentos puede carecer de los siguientes nutrientes clave:
- Zinc: es fundamental para la producción de testosterona y la ovulación. Su deficiencia puede reducir la fertilidad en ambos sexos. El ZINC PICOLINATE es una excelente opción para añadir a tu día a día, ya que se absorbe fácilmente y ofrece múltiples beneficios para la salud.
- Hierro: es esencial para la función tiroidea y la ovulación. Una deficiencia de hierro puede provocar desequilibrios en las hormonas reproductivas.
- Magnesio: participa en la regulación de los niveles de cortisol (hormona del estrés), los cuales, al elevarse en exceso, pueden suprimir las hormonas sexuales. El CITRATO DE MAGNESIO es ideal como complemento, ya que se absorbe fácilmente y favorece el bienestar general.
Desequilibrio en macronutrientes
- Carbohidratos insuficientes: la ingesta insuficiente de carbohidratos puede llevar a niveles bajos de insulina, afectando la síntesis de hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona.
- Falta de grasas saludables: las grasas son necesarias para la producción de hormonas esteroides (como estrógeno, progesterona y testosterona). Sin suficientes grasas mono insaturadas y poliinsaturadas que aportan además ácidos grasos esenciales, la producción hormonal disminuye.
- Proteínas en exceso: las dietas que priorizan demasiado las proteínas pueden inhibir la producción de leptina. Esta hormona, aparte de regular la saciedad, influye sobre la función reproductiva.
Es importante mantener un equilibrio en la alimentación y consultar a un médico si hay dudas sobre las cantidades adecuadas.
Estrés metabólico
Una dieta monótona y restrictiva puede generar una percepción de “escasez” en nuestro cuerpo, activando mecanismos de conservación. Esto podría ocasionar la supresión de la función reproductiva, y ocasionar ciertas alteraciones en la tiroides, como hipotiroidismo subclínico.
Inflamación y estrés oxidativo
La baja suplencia de alimentos ricos en antioxidantes (como frutas, verduras y granos integrales), puede aumentar el estrés oxidativo. Se ha logrado establecer, que esto afecta las células productoras de hormonas (como las del ovario o los testículos).
Asimismo, disminuye la eficiencia del funcionamiento de ciertas glándulas endocrinas como la tiroides o suprarrenales.
Alteración del microbioma intestinal
El microbioma intestinal desempeña un papel crucial en la regulación hormonal, al producir metabolitos que influyen en los niveles de estrógeno y otras hormonas.
Por ello, una dieta pobre en fibra y diversidad alimentaria puede reducir la población de bacterias beneficiosas. Este efecto negativo afecta la comunicación entre el intestino y las glándulas endocrinas.
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Recomendaciones generales
Nuestro cuerpo requiere una variedad alimentaria para cubrir los requerimientos de vitaminas, minerales, antioxidantes y macronutrientes. Ello permite el mantenimiento de un sistema hormonal saludable.
Por ello es importante, evitar dietas monótonas que privan al organismo de esta diversidad, creando un terreno propicio para desbalances hormonales y problemas metabólicos.
De esta forma, es importante asegurar una dieta equilibrada que incluya carbohidratos, grasas saludables y proteínas. Además, debemos suplir ciertos micronutrientes esenciales como el zinc, selenio, ácido fólico, hierro y vitaminas C y E.
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Vale destacar, que siempre es mejor diseñar un plan dietético bajo la guía de un nutricionista o médico especializado. Sobre todo, si se busca mejorar la fertilidad o prevenir problemas hormonales.
Concluyendo
De acuerdo a lo mostrado, pudimos verificar que las dietas extremas afectan la salud reproductiva al provocar desequilibrios hormonales.
Ello ocurre porque el hipotálamo, responsable de controlar la mayoría de las hormonas del cuerpo, puede funcionar inadecuadamente cuando hay falta de energía.
Esto puede afectar las hormonas reproductivas. A saber, la hormona foliculoestimulante (FSH), hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) y hormona luteinizante (LH).
Por ello, para optimizar el funcionamiento de nuestro cerebro, además de una adecuada suplencia de energía, es importante consumir alimentos ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes.
Algunos expertos afirman, que una dieta mediterránea puede ayudar a preservar la salud y la fisiología de los ovarios. Otros recomiendan comer proteínas variadas como pescado azul, pescado blanco y marisco.
El pescado azul es rico en ácidos grasos omega-3, importantes para la fertilidad. El pescado blanco es una buena fuente de yodo, y el marisco es una buena fuente de zinc.
Para Belle la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha ayuda. De hecho, cuando la compartió con su hija y su yerno, ambos sintieron una mezcla de vergüenza e insatisfacción.
Este sentimiento logró despertar en ellos el deseo de cambiar radicalmente su calidad de vida, incluyendo su salud reproductiva.
La primera tarea realizada fue esforzarse por hacer a un lado la comida chatarra y mantener la disciplina estricta de preparar comida saludable, variada y nutritiva en casa.
De hecho, Belle, aprovechó la ocasión para inculcarles el empleo de alimentos sanos, naturales y saludables, al alcance de la mano como: VITA PROTEÍNA y VITAVERDE GREEN.
Valencia, España
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