Comida Rápida y Salud: ¿Es Posible Encontrar el Balance?

Actualmente la existencia de diversas alternativas de comida rápida, ha ocasionado que muchas personas alrededor del mundo las incluyan a diario en su menú. Muchas veces, ello ocurre por su facilidad, accesibilidad y precios asequibles.

Durante los últimos años, la ciencia no ha dejado de investigar cómo lograr mantener la salud, a sabiendas que un alto porcentaje de la población mundial la consume habitualmente.

Por ello, es importante conocer las investigaciones relacionadas con el balance de dichos alimentos, a efectos de preservar la salud.

De este polémico tema les voy a hablar a solicitud de Keira, una seguidora de Missouri. Ella es una abuelita muy activa y siempre pendiente de su salud y la de su familia.

Keira me comentaba, que toda su familia ha sido muy respetuosa en cuanto a mantener su legado de comer lo más sano y natural posible.

Sin embargo, es precisamente su esposo quien en muchas ocasiones se sale de la fila y ordena comida rápida los fines de semana y a veces casi a diario.

Keira me dijo, que ello por lo general ocurre varias veces al año, de acuerdo a la temporada de deportes que incluye otoño, invierno y primavera.

Y precisamente dada esta situación que la preocupa en gran medida, ella decidió contactarme a los fines de solicitar mi asesoría profesional como experta en nutrición y salud integral.

Así, Keira me solicitó encarecidamente ciertas sugerencias para lograr equilibrar la ingesta de comida rápida y mantener una adecuada salud.

A fin de honrar su loable labor, le envié un dossier mostrándole algunas generalidades sobre la comida rápida, además de ciertas estrategias para apoyar la salud de su esposo.

Dada la elevada ingesta de comida rápida a nivel mundial, consideré importante compartir este artículo en mi página.  

Presentaciones más frecuentes de la comida rápida

En la actualidad, la comida rápida posee diversas presentaciones. Dentro de ellas podemos señalar:

  • Restaurantes de cadenas internacionales: dentro de los más conocidos destacan los que expenden hamburguesas, pizzas, pollo frito y comida mexicana como los tacos. Dentro de su menú, suelen incluirse papas fritas, ensaladas, helados y bebidas azucaradas.
  • Comida rápida asiática: este tipo de menú, es especialmente popular en muchas ciudades del mundo. Dentro de sus opciones se incluyen, el sushi, fideos, pollo teriyaki, arroces fritos o rollos primavera. Aunque algunos de estos platos pueden parecer más saludables, a menudo contienen aderezos, aceites o salsas que pueden aumentar su contenido de sodio y nivel calórico.
  • Comida rápida “saludable”: es importante señalar, que, como una forma de dar respuesta a las preocupaciones sobre la salud, algunas cadenas han comenzado a ofrecer opciones más saludables. Las opciones incluyen ensaladas, wraps, bowls con quinoa, aguacate, proteínas magras y batidos de verduras. Sin embargo, es importante revisar los ingredientes, ya que algunas opciones pueden ser altas en azúcares o aderezos procesados.
  • En los últimos años, los supermercados han incrementado su oferta de alimentos listos para comer. Dentro de ellos destacan, ensaladas preenvasadas, sándwiches, wraps, yogures, productos horneados y batidos energéticos. Si bien pueden parecer convenientes y nutritivos, algunas de estas opciones tienen aditivos y conservantes.
  • Food trucks y carritos callejeros: en muchas ciudades de los Estados Unidos, y a nivel mundial, los camiones de comida o carritos móviles ofrecen versiones rápidas de tacos, brochetas, hot dogs, empanadas, kebabs, pizza y lumpias o rollitos de primavera, entre otras opciones. La presentación varía, pero suelen ser más informales y con una oferta culinaria local.

¿La comida rápida aporta nutrientes?

La comida rápida puede tener varios componentes nutritivos, aunque en general estos alimentos no suelen ser balanceados. Aquí os detallo lo que pueden aportar:

  • Proteínas: ciertos alimentos de comida rápida, como hamburguesas, pollo frito o tacos, pueden ofrecer una cantidad significativa de proteínas. Sin embargo, estas proteínas suelen ser de carnes procesadas o fritas, aumentando grasas saturadas y sodio en el plato.
  • Carbohidratos: los carbohidratos refinados son componentes principales en muchos alimentos rápidos, por ello poseen bajos a nulos niveles de fibra. Dentro de ellos podemos señalar las papas fritas, pan de las hamburguesas, pizzas y diversos productos de panadería.
  • Grasas: las carnes procesadas, aceites utilizados para freír y salsas cremosas pueden aumentar el contenido de grasas no saludables. Sin embargo, algunas opciones más saludables pueden ofrecer grasas insaturadas (como las provenientes de aguacates o aceites vegetales). También os recomiendo emplear MARINE OMEGA -3.
  • Azúcares: muchos productos de comida rápida, especialmente gaseosas, batidos, postres o salsas, pueden ser una fuente importante de azúcares añadidos. Una opción inteligente es preparar bebidas saludables en casa y añadir LIQUID STEVIA.
  • Fibra: es escasa en la comida rápida, especialmente en alimentos refinados como pan blanco, papas fritas y procesados. Sin embargo, las opciones más saludables (como ensaladas o wraps con verduras), pueden aportar fibra al consumirlas con mayor regularidad.
  • Vitaminas y Minerales: dentro de los micronutrientes más comunes aportados por este tipo de comidas, destacan el hierro aportado por las carnes rojas y las vitaminas del grupo B. Sin embargo, la falta de frutas, verduras y granos integrales limita el aporte de micronutrientes.
  • Sodio: uno de los mayores problemas nutricionales de la comida rápida es su alto contenido en sodio. Los alimentos procesados, carnes curadas y salsas elevan el sodio, aumentando el riesgo de hipertensión y problemas cardiovasculares.

Cómo equilibrar el consumo de comida rápida para cuidar la salud

Consumo Consciente

Según los especialistas, al igual que con el mindfulness en la respiración, podemos practicar un enfoque consciente al comer. Se trata de saborear lo que estamos comiendo, concienciando cómo nos hace sentir y de las señales de saciedad que nuestro cuerpo nos envía.

Esto nos puede ayudar a evitar comer en exceso y a tomar decisiones más sabias respecto a qué alimentos elegir en esos momentos de “tentación”.

Evitar los excesos

La comida rápida no debe ser la base de nuestra alimentación. Cuando la comemos con moderación o como un “placer ocasional”, no es probable que cause problemas graves.

Si se vuelve una opción frecuente los problemas se acumulan, afectando tanto el cuerpo como el estado de ánimo.

Equilibrar con alimentos frescos

Es importante equilibrar la comida rápida con opciones más saludables. Por ejemplo, si decides comer una hamburguesa, acompáñala con una ensalada fresca o con alguna fuente de fibra y vegetales.

Los nutrientes de estos alimentos ayudan a contrarrestar el exceso de grasas, sodio y azúcar de las comidas rápidas.

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Controlar las porciones

Muchas veces, el problema no es tanto el tipo de comida, sino la cantidad que consumimos. Los tamaños de las porciones en la comida rápida tienden a ser grandes y ricas en calorías. Optar por porciones más pequeñas o compartir un plato puede ser una forma de disfrutar sin excederse.

Escuchar al cuerpo

En todo este proceso, lo más importante es escuchar las señales de tu cuerpo. Si después de una comida rápida te sientes pesado o sin energía, eso puede ser una señal de que nuestro cuerpo necesita algo diferente.

A medida que prestemos más atención a estas señales, seremos más conscientes de cuándo es el momento adecuado para disfrutar de esos “platos indulgentes”, sin que afecten nuestro bienestar general.

Elegir de forma inteligente

Cada vez más, las cadenas de comida rápida están ofreciendo opciones más saludables, como ensaladas y sándwiches con ingredientes frescos. Otra alternativa es modificar la forma en que preparamos estos alimentos en casa, como usar el air fryer en lugar de freír con aceite, siempre considerando las temperaturas adecuadas para conservar los nutrientes. Elegir opciones que mantengan un buen perfil nutricional es otro paso hacia un equilibrio adecuado.

Autocuidado emocional

En ocasiones, la comida rápida puede convertirse en una forma de consuelo emocional o en una respuesta a la falta de tiempo o estrés. Es importante identificar las razones detrás de nuestras elecciones alimenticias.

En lugar de una hamburguesa, practicar técnicas de relajación o buscar alternativas saludables puede ser más beneficioso.

Concluyendo

Encontrar un balance entre el disfrute y la salud es un proceso continuo, en el que la clave está en la moderación, la conciencia y la adaptabilidad.

Por ello, si evaluamos algunos beneficios que puede ofrecernos la comida rápida, en cuanto a la conveniencia y el contenido de proteínas, observaremos que generalmente no es la opción más nutritiva.

Es importante señalar que, su consumo frecuente puede llevar a un desequilibrio nutricional e incrementar el riesgo de enfermedades crónicas. Especialmente, si no se equilibran adecuadamente con una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y fuentes de grasas saludables.

Lo ideal es evitar este tipo de comidas, pero somos reales, no ideales. Si se van a consumir, es clave hacerlo con moderación, optar por opciones más saludables cuando sea posible y equilibrar con alimentos nutritivos el resto del tiempo.

Este enfoque debe estar acompañado de ciertas estrategias, como crear en casa elecciones informadas y hábitos sostenibles.

MARINE OMEGA-3

Esto podría reforzarse, fomentando el empleo de herramientas tecnológicas para elaborar menús más saludables. Incluso elaborar opciones de comida rápida en casa, pero con ingredientes saludables, puede ser una estrategia educativa muy poderosa.

Para Keira, la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda. De hecho, al mostrársela a su esposo, este comprendió de forma muy sosegada el enorme daño potencial que estaba ocasionando a su organismo.

Dada su intención de cambio, Keira le obsequió dos suplementos que le ayudarán a mejorar sustancialmente su equilibrio nutricional: VITA PROTEÍNA y VITAVERDE GREEN, los mismos puedes conseguirlos visitando VitaTienda.com.

“El consumo de comida chatarra se vuelve peligroso para la salud cuando va acompañado de un estilo de vida sedentario, y se asocia especialmente a otros alimentos hipercalóricos, como las bebidas azucaradas o alcohólicas. La actividad física ayuda a compensar el exceso de calorías, y el consumo regular de productos vegetales y frutas contrarresta la ausencia o deficiencia de nutrientes importantes para el organismo, como fibras, antioxidantes, vitaminas, minerales y grasas insaturadas”.
Magdalena Mititelu
Universidad de Medicina y Farmacia «Carol Davila»
Bucarest, Rumanía

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