Hoy quiero hablarte del gran desconcierto que hay en relación a los alimentos falsos. ¿Suena raro verdad?, es así. Se dice que los grandes alimentos del mundo no son tan orgánicos como muchos creemos. Es decir, no son en realidad hechos por la naturaleza sino fabricados por la mano del hombre. Esto implica que es importante también saber todo lo que involucra la comida que ingieres. Además cuál ha sido su proceso antes de llegar a tu paladar.
Larry Olmsted, autor del libro “Reales alimentos, falsos alimentos”, afirma que muchas veces comemos alimentos que
pasan como orgánicos y son realmente peligrosos. Este libro contiene una cantidad de información en relación al fraude que se comete con lo que consumimos. Se toma en cuenta que dichos alimentos son sometidos para nuestra degustación como
productos originales legítimos.
¿Por qué se hace este fraude alimenticio y no es penalizado?
La Administración de Alimentos y Medicamentos, llamada FDA en sus siglas de inglés, se encarga de normalizar y vigilar cualquier problema alimentario que se presente. Quizás se encarga de verificar que las etiquetas tengan la cantidad y porcentaje de ingredientes que indica. Pero no tienen la calidad y seguridad de los alimentos que se consumen.
Estos son algunos de los productos de los cuales Olmsted comenta de fraude alimenticio con mucha insistencia: camarones cultivados en piscifactorías, queso parmesano, que ha sufrido miles de imitación, aceite de oliva que no es extra virgen, vinagre balsámico que es producto de imitación, la carne de kobe fabricada por la mano del hombre. Asimismo, muchos tipos de pescado corren el riesgo de que no sean originales del agua.
Camarones
Los camarones son los mariscos que más se consumen e los Estados Unidos. La mayoría son traídos del Sudeste de Asia, donde existen grandes granjas de camarón. Estas granjas no son naturales. Su sistema de filtración es bajo al eliminar los mangles que ayudan al medio ambiente. De esta forma gran cantidad de productos químicos y muchos residuos se descargan en el océano y contaminan los camarones. Esto además de ser perjudiciales, no tienen un buen sabor al paladar.
Unos de los camarones más gustosos que existen son los procedentes de la pesca en el Golfo de México. Sin embargo, también se consigue fraude en estos productos ya que en su etiqueta pueden decir “camarón del Golfo de México” y sencillamente no lo son.
Un punto adicional sumamente dañino es que los antibióticos que son usados para la cría de camarón son considerados cancerígenos y están prohibidos en la producción de alimentos de los Estados Unidos. Esto sucede desde el 2015 cuando la FDA se mantuvo negada a importar camarones, ya que encontraron contaminantes como toxinas y antibióticos prohibidos, por lo que recomiendan evitar pedir camarones en restaurantes, si no están convencidos que pertenecen realmente al Golfo de México.
Aceite de Oliva
Olmsted expone que el aceite de oliva vendido como un aceite extra virgen es falso. La prueba contundente es que cuando se abre una botella de aceite original, se impregna un olor a oliva enseguida. Si no percibes el olor de oliva es porque es un tipo de aceite hecho en un laboratorio con ingredientes adulterados.
Según Olmsted, en pruebas realizadas, se encontró que entre el 50 y 80% del aceite de oliva que compras en el supermercado y que exhiben en restaurantes se les agrega aceite vegetal oxidado (girasol, cacahuate) los cuales son perjudiciales para la salud.
Carne Kobe
La carne Kobe es un tipo de carne que apetecen en el mundo que se consigue en Japón. Es ahora vendida en supermercados y servidas en restaurantes como carne legítima, cuando realmente es una carne fabricada por las manos del hombre.
Queso parmesano
El queso parmesano es muy famoso por su sabor. Proviene de Parma, Italia. Según Olmsted, este queso es estrictamente y saludable. Las vacas las alimentan con pasto puro y en esos lugares no se puede usar fertilizantes. La Ley regula esto. El proceso de elaboración de este queso se inicia dos horas después de ordeñar la vaca.
Luego en el proceso de elaboración del queso parmesano, solo se utiliza la leche recién ordeñada, la sal y el cuajo. Después comienza el proceso de maduración del queso. Todo esto lo controla el ”Reglamento Parmigiano-Reggiano para la elaboración del queso”. Cada una de las bolas de queso la evalúan antes de venderlas, para mantener la alta calidad y la pureza de su elaboración.
Esto sucede en Italia, pero en Estados Unidos la FDA permite vender el queso parmesano no original. Este queso que es vendido en Estados Unidos, se le agrega una fibra de origen vegetal, lo que lo convierte en un queso falso. A demás hay otros tipos de quesos que no son parmesanos y los venden como tales.
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Pargo Rojo
El pargo rojo es una especie muy costosa, su sabor es exquisito y los consumidores lo solicitan mucho. No obsatnte, el pargo es un producto que la mano del hombre manipula. Esto sucede cuando cria productos de piscifactoría y los vende como originales. No solamente es un fraude, sino que daña la salud y credibilidad del consumidor, ya que su sabor es diferente. La gente lo compra porque es más económico sin darse cuenta que están pagando un precio inferior por un pescado criado en condiciones dudosas y además sin garantía de buen consumo.
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Caso de peces pequeños (sardina, anchoas)
En el caso de las sardinas y las anchoas son mucho mejores, más sanas y menos costosas. Son una especie difícil de engañar, ya que estos pescados no se parecen a ningún otro. Por otro lado casi todos vienen enlatados.
Estos productos son menos posibles de falsificar por su bajo costo, por lo tanto, puedes pedir estos pescados con tranquilidad puesto que son originales, económicos y sabrosos.
Algunas recomendaciones para evitar el fraude alimenticio en la medida de lo posible
- Compra el pescado en una pescadería de tu confianza.
- En caso de comprar pescado en supermercados, verifica su calidad revisando las etiquetas, entre ellas consiguieras la de “Consejo de Administración Marítima”, (con las siglas MSC leído en ingles con una marca azul que tiene forma de pez). Este consejo posee auditores para certificar la procedencia del pescado.
- Lee cuidadosamente las etiquetas de los productos que desees comprar.
- Evita la compra de productos con colores artificiales y los que dicen sabores naturales.
- Evita comprar alimentos procesados.
- Trata de comprar mejor para que puedas cocinar más.
Olmsted afirma que la intención no es que dejes de consumir comidas sabrosas, sino que además sepas que muchos alimentos que procesan pueden dañar tu organismo.
¡Si cuidas tu alimentación, cuidarás tu vida!.
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Referencias
- https://www.kirkusreviews.com/book-reviews/larry-olmsted/real-foodfake-food/
- http://news.nationalpost.com/arts/books/book-reviews/seven-takeaways-from-larry-olmsteds-real-foodfake-food-a-guide-to-learning-what-youre-eating
- http://people.com/food/food-myths-real-food-fake-food-larry-olmsted/