Con este tema quiero aclarar dudas y confusiones sobre la inflamación intestinal. Además, ya he pasado por este desagradable problema y sé cómo manejarlo, prevenirlo y reducir los malestares.
La enfermedad inflamatoria intestinal, para hacerla más corta es IBD en sus siglas en inglés, no es el síndrome del intestino irritable, o IBS. La primera es una enfermedad autoinmune que puede terminar en consecuencias bastante graves.
Muchas personas tienden a confundirlas. Según las últimas estadísticas el IBD afecta alrededor de 3millones de adultos sólo en Estados Unidos. Existen dos tipos de esta enfermedad. La Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn.
Las dos enfermedades producen una inflamación crónica en el sistema gastrointestinal. Sus síntomas incluyen diarreas, fatiga y cólicos abdominales además de aumentar el riesgo de sufrir de cáncer colorrectal.
1. Factores que influyen en la enfermedad
inflamatoria intestinal
Como otros trastornos autoinmunes, el IBD no puede detectarse por una sola causa. Este se encuentra influenciado por varios factores como las exposiciones tóxicas ambientales, alimentación, alteración en el microbioma intestinal, genética y disfunción inmunológica.
De hecho, investigaciones realizadas señalan la probabilidad de que una mayor incidencia de Enfermedad Inflamatoria Intestinal se encuentre relacionada con cambios en la alimentación.
Esto debido a la inclusión desmedida de alimentos procesados, productos químicos y azúcares refinados. También la alta contaminación del aire, la exposición a pesticidas, organismos transgénicos y la excesiva exposición a los antibióticos.
2. Cuidado con los pesticidas, transgénicos y
alimentos procesados
Se asegura que el Roundup, sustancia que se encuentra en herbicidas como principio activo, es seguro y muy poco tóxico para las personas.
Existen investigaciones independientes que sugieren que los residuos de esta sustancia sí puede causar daños a la salud humana. Aumenta los efectos dañinos de otras toxinas yresiduos químicos presentes en los alimentos, alterando las funciones normalesdel cuerpo provocando enfermedades.
Si te interesa profundizar en este punto, te recomiendo leer las publicaciones de Seneff y Samsel. Sus investigaciones aseguran que la exposición al glifosato se vincula con la enfermedad celíaca y la intolerancia al gluten.
Así que elimina los productos de cultivos transgénicos como la soya, la remolacha azucarera y el maíz. Tienen mayores niveles de glifosato pues son fumigados con productos tóxicos.
3. Daños que produce el glifosato
Pues bien, te comento que se ha descubierto que el glifosato es capaz de generar daños al organismo como:
- Inhibe a las enzimas que catalizan la oxidación de sustancias orgánicas.
- Altera el transporte de sulfato sérico en tu cuerpo, relacionado con los trastornos gastrointestinales, la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiacas. De igual manera con el autismo, cáncer, infertilidad, depresión, y enfermedad de Alzheimer.
- Destruye las uniones entre las membranas celulares intestinales, produciendo un intestino permeable y la absorción de alimentos no digeridos.
- Hace que la gliadina del trigo sea sumamente indigerible.
4. Los alimentos populares contienen glifosato
No podemos descuidarnos con la alimentación. Según investigaciones realizadas por firmas responsables y serias, el glifosato se encuentra en niveles alarmantes en muchos alimentos populares procesados.
Entre los alimentos que contienen glifosato se encuentran las carnes enlatadas, los embutidos, las sopas y cremas deshidratadas. De igual forma las golosinas industrializadas y los productos cárnicos de animales procedentes de granjas industriales contienen glifosato.
5. Diferencias entre el IBS y el IBD
Para facilitar la detección de estas enfermedades es bueno saber que el IBS es mucho más común que el IBD, y sus síntomas son:
- Diarreas frecuentes
- Espasmos abdominales
- Flatulencias
- Colon espástico
- Estreñimiento
Como podrás ver, el IBD no produce estreñimiento ni flatulencias, dos síntomas comunes que facilitan la identificación de la enfermedad.
Para prevenirla esta enfermedad es importante evitar el gluten, así como los productos vegetales rociados con pesticidas.
6. Cuidemos la salud
Lo primero que debes hacer para manejar el IBD y librarte de esta enfermedad es cambiar tu alimentación. Elimina por completo el gluten, los productos procesados con azúcar y la soya transgénica.
Los cultivos transgénicos más comunes que llegan a nuestra mesa son el maíz, que se encuentra en los alimentos procesados en forma de jarabe de maíz, almidón de maíz, harina de maíz, entre otros. La soya se esconde como lecitina y almidón, la canola (aceite de colza) y la remolacha azucarera.
Para quienes aún comen carne, asegúraos de que los animales sean criados orgánicamente y alimentados con pastura.
Mucha atención con los ingredientes de los alimentos procesados, ya que pueden causar estragos en el intestino, entre ellos emulsionantes que ayudan a transportar las bacterias a través de las células epiteliales.
7. Hurra por los alimentos orgánicos
Definitivamente, los alimentos orgánicos son los que nos van a ayudar a mantener a raya a los causantes de las enfermedades intestinales. Estas producen las inflamaciones y otros síntomas relacionados con el IBD y el IBS.
Estos alimentos no están contaminados con pesticidas. Contienen menor cantidad de metales pesados como el cadmio y el plomo, así como un mayor nivel de antioxidantes y nutrientes.
No sólo son vegetales los que se producen en las granjas orgánicas. También las granjas orgánicas producen productos lácteos crudos, como quesos, nata y mantequilla. Igualmente, carne de res alimentada con pastura, huevos de gallinas alimentadas con maíz natural y granos, entre otros.
Estos productos pueden encontrarse en tiendas y mercados rurales especializados en productos orgánicos. En las regiones donde se desarrollan estas granjas es frecuente que se realicen ferias campestres. Alli se ofrecen no solo los productos, sino que presentan demostraciones de cómo se crían los animales, cómo los alimentan y cómo se cultivan las legumbres, verduras y frutas.
Miel Orgánica
Otro alimento muy rico, saludable y nutritivo que se produce en estas granjas es la miel. Esta es muy diferente a la procesada que contiene azúcar refinada, melaza y otros componentes para hacerla más viscosa o darle cierto color.
La miel orgánica procede de panales naturales y abejas alimentadas con néctar de flores orgánicas. El proceso del proceso de libación y fermentación es completamente natural.
Así que, ya tienes un buen plan para luchar contra estos males intestinales, tan relacionados con el nuevo estilo de vida pautado por estos tiempos de tanta tecnología.
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