Cómo Los Alimentos de Soya Alteran El Metabolismo y Dañan La Tiroides

La semana pasada estuve hablando con una colega y amiga sobre los pros y contras de la publicidad.  Ambas determinamos que teníamos una meta en común.  Queremos que nuestros pacientes y  seguidores,  entiendan que no toda publicidad televisiva o que vemos en las calles es cierta.

Hay personas que estudian y se especializan en hacerles creer a la gente que un producto o servicio es indispensable para ellos.  Mucha de esta gente cae creyendo en las supuestas “propiedades” a algo que está muy lejos de poseerlas.

Por ejemplo a muchos le ha pasado que pide un productor por encargo y lo que recibe no es lo que se le ofreció o lo que esperaba.   Este tipo de cosas ocurren hasta con productos “saludables”.  La publicidad te muestra una supuesta verdad pero hay mucha estrategia detrás que se desconoce.

Pensando en esto, he querido explicarte por qué miles de estudios realizados sobre la soya son preocupantes. Estos estudios demuestran que consumir la soya sin fermentar trae más riesgos que beneficios.  La publicdad  ve a la soya como una supuesta alternativa natural casi milagrosa.

¿Cuál es la verdad sobre la soya?

Con la soya o  soja se desarrollan gran cantidad de productos que según estudios realizados son perjudiciales para la salud.  Esto a excepción de la soya fermentada.

A partir de los años 90 se lanzó al mercado una campaña publicitaria que mostraba la soya con una imagen saludable. Informaban que tenía innumerables beneficios, sin respaldo científico claro. De ahí el tofu y otros productos basados en este grano entraron en el mercado como una alternativa sana aunque en realidad no lo fueran.

Para demostrar la efectividad de dicha campaña puedes realizar tu propia encuesta.  Verás que la mayoría de las personas consideran que los productos a base de soya son un verdadero “milagro”.  Razón por la cual estos productos siguen aumentando sus ganancias y cada día hay más de ellos en el mercado.

El problema con la soya no es la soya en sí.  Esta ha servido de alimento hace mucho tiempo sabiéndola procesar para el consumo.  El problema es la forma en que se trata la soya y como se da origen a los productos comerciales realizados a base de ésta.  Ciertamente. tiene ciertos beneficios pero sólo si se procesa orgánicamente y se deja fermentar correctamente.

Por ejemplo los japoneses llegan a vivir más tiempo y con mejor salud que los estadounidenses.  Sus tasas de cáncer son considerablemente menores y su alimentación es en gran parte a base de soya.  La diferencia es que ellos consumen soya fermentada como lo han hecho desde la antigüedad. La soja o soya que tú y yo compramos en la tienda es totalmente distinta a la que los japoneses comen.

Soya transgénica GMO

Esta modificación genética de la soya se realiza para que ésta resista el ser fumigada con herbicidas. Como consecuencia hace que la planta contenga un gen que nunca ha formado parte de la cadena alimenticia humana.

Con la modificación genética se logra el aumento de la producción y disminuye su costo.  Pero el resultado es que se obtiene un producto cargado con pesticida tóxico.  Por esa razón, la soya genéticamente modificada ha sido relacionada con el aumento de alergias.

Contiene “anti-nutrientes”

Las toxinas naturales conocidas como anti-nutricionales interfieren con las enzimas encargadas de digerir las proteínas.  En pequeñas cantidades la soya no es nociva para la salud,  pero en la actualidad existen personas que consumen grandes cantidades.  Los veganos consumen todo tipo de alimentos pre-fabricados libres de productos animales pero repletos de soya.

Posee Hemaglutinina

Esta es una sustancia que afecta directamente a los glóbulos rojos haciendo que éstos se agrupen o aglutinen lo que los vuelve incapaces de absorber y distribuir de forma correcta el oxígeno.

Aporta bociógenos al organismo

La soya pertenece a la familia de alimentos conocidos como bociógenos que son sustancias que interfieren directamente en la función de la tiroides.  La tiroides se encarga de segregar hormonas que influyen en el metabolismo y el crecimiento; los bociógenos.  Una vez en el organismo bloquean la síntesis de las hormonas tiroideas e interfieren con el metabolismo del yodo.  Esto es perjudicial,  especialmente para aquellas personas que sufren de hipotiroidismo.

Este es un motivo por el cual te animo a que continúes prestando atención a las etiquetas y que evites por completo todo lo que tenga soya en forma entera.  No me estoy refiriendo a la lecitina de soya, ésta es un aceite y no suele tener el mismo efecto que la soya como grano.  Especialmente, evita la leche de soya y otros productos veganos hechos de soya.

Contiene Fitatos

La soya contiene una gran concentración de fitatos que hacen que ciertas vitaminas y minerales estén menos disponibles para ser absorbidos por nuestro cuerpo. El ácido fítico se une a los iones metálicos evitando que ciertos minerales como el calcio, magnesio, hierro y zinc necesarios para el buen funcionamiento del organismo sean absorbidos.

Contienen Purina

Las semillas de la soya también contienen una sustancia natural llamada purina que consumida en grandes cantidades puede empeorar padecimientos como la gota.

Posee Fitoestrógenos

La soya posee gran cantidad de compuestos vegetales cuyas propiedades son similares al estrógeno.  Estos compuestos  pueden bloquear la hormona estrógeno afectando múltiples funciones del cuerpo humano.

Existen algunos estudios realizados al respecto que han demostrado que:

• El alto consumo de productos de soya está vinculado al bajo conteo de esperma.
• Simplemente consumir 2 vasos de leche de soya al día durante un mes proporciona los compuestos suficientes como para alterar el ciclo menstrual.

Por su parte un estudio realizado en Brasil donde las ratas hembras que fueron alimentadas con soya transgénica (la más común a no ser que compres soya orgánica) durante 15 meses sufrieron cambios significativos en su útero y ciclo reproductivo.

Se considera entonces, que los fitoestrógenos pueden provocar problemas de fertilidad, aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama, endometriosis, fibromas uterinos e incluso pueden provocar la disminución del apetito sexual.

Sus niveles de Aluminio y Manganeso Son Tóxicos

Los niveles excesivos de aluminio en los productos a base de soya están relacionados con la forma de procesarla, ya que por lo general se emplean tanques de aluminio, que en muchos casos provoca que el producto final quede cargado de este mineral.

Todos estos componentes se pueden hallar en la soya no fermentada a niveles realmente perjudiciales .  Esta es en sí la principal fuente de productos de soya que salen al mercado.  Por estas razones, el consumo de productos a base de soya no fermentada está totalmente contraindicado para el común de las personas.

¿Cuál es la Solución?

Si has estado consumiendo soja en grano, en forma de leche o como ingrediente en quesos, salchichas u otros productos veganos quizá te sientas un poco decepcionada y te preguntes qué comer.  Bueno, ahora que sabes que la gran mayoría de soja (soya) es transgénica y que en lugar de alimentarte puede causar obesidad e infertilidad en varones y mujeres, eso debería ser suficiente para darte la motivación que necesitas.

Por ejemplo, la leche de soya la puedes substituir por leche de almendras o de coco, el queso y salchichas de soya son un poco más complicados. Salchichas las puedes encontrar veganas, compuestas de muchos ingredientes sanos y sin ingredientes de origen animal. Para el queso te doy aquí una receta de como preparar tu propio queso vegano sin soya ni leche.

Receta Queso Vegano Sin Soya Para Untar 

• Agua  – 1 taza
• Avena – 1 taza
• Batata al vapor – 1 taza
• 1 pimiento rojo ( marinado en vinagre)
• 1/2 taza de levadura nutricional
• 1 cucharada de pimentón ahumado
• 2 1/2 cucharadita de sal marina celta
• 1/2 cucharadita de pimienta blanca
• cebolla en polvo 1 cucharadita
• ajo en polvo 1 cucharadita
• 2 cucharadas de jugo de limón
• 1 taza de agua
•  Introdúcelo todo en una licuadora
• Y listo

Espero que esta información te sea de utilidad para tomar decisiones informadas. Entender que no todo lo que las grandes industrias nos venden como sano por medio de  la publicidad, nos muestra que siempre debemos ser nuestros propios investigadores yendo un paso más adelante.

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