Celidonia mayor: propiedades medicinales y contraindicaciones

Existen muchas plantas, que desde hace milenios han sido empleadas en la medicina tradicional. Una de ellas es la celidonia mayor, una planta conocida y empleada en diversas medicinas tradicionales de Asia y Europa.

Gracias a la ciencia, hoy se conoce un poco más a profundidad acerca de sus propiedades terapéuticas y las limitaciones de su empleo.

De este tema, que a veces es desconocido por las generaciones más actuales, les voy a hablar a solicitud de Marielba una seguidora de España. Ella es una mujer de mediana edad, madre de familia y trabajadora en una fábrica de electrodomésticos.

Marielba me comentó, que en su grupo de trabajo ha hecho muchas amistades. De hecho, hasta algunos de los padres de sus compañeros forman parte de esta bonita relación.

Dado este nivel de confianza, la madre de una de sus amigas, le sugirió emplear una planta para combatir algunas verrugas en un dedo de su mano. Esta recomendación surgió porque Marielba ya había empleado algunos fármacos, pero no poseían mucha efectividad.

Ella me comentó, que la planta se llamaba celidonia mayor y era también empleada por la abuela de su amiga. Su esposo consideraba, que esa planta prácticamente era una maleza y le recomendó no utilizarla.

Y precisamente por ello decidió contactarme, a fin de que le instruyera acerca de la efectividad de esta planta. Yo le expliqué, que la celidonia mayor se ha empleado tradicionalmente de forma tópica con bastante éxito.

Sin embargo, existían algunas restricciones en cuanto a su empleo que era importante conocer. Por ello, le envié un material donde destaqué sus propiedades medicinales y los cuidados que deben tenerse para su empleo.

Considero muy importante contar con fuentes naturales para combatir algunas dolencias comunes, por ello comparto esta información en mi página.

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Generalidades acerca de la celidonia mayor

La celidonia mayor, cuyo nombre botánico es Chelidonium majus, pertenece a la familia Papaverácea, al igual que las adormideras. Es originaria de Europa y Asia occidental, pero se introdujo en Norteamérica y otras regiones como planta ornamental y medicinal.

Esta planta posee una larga historia de empleo que se remonta a la antigüedad. Plinio el Viejo, Dioscórides y Galeno mencionaron la planta en sus escritos.

En la Edad Media se utilizaba como purificador de la sangre y remedio contra la ictericia. Se empleaba además para curar enfermedades oculares, limpiar la garganta, tratar úlceras, eccemas y cólicos.

El nombre celidonia procede de la palabra griega chelidon, que significa golondrina, porque tradicionalmente es conocida como la planta que florece cuando llegan las golondrinas. La planta tiene un látex amarillo anaranjado que es tóxico en grandes dosis, pero se ha utilizado para diversas dolencias.

La celidonia mayor posee una serie de compuestos con un enorme valor terapéutico. Las cantidades más elevadas se encuentran en los frutos inmaduros (2,4%) y en las raíces (4%), mientras que las partes aéreas de la planta contienen alrededor de un 0,5% de compuestos activos.

Compuestos bioactivos presentes en la planta de celidonia mayor

Esta planta posee una gran cantidad de compuestos naturales de gran valor médico. Según los especialistas, las cantidades más elevadas se encuentran en los frutos inmaduros (2,4%) y en las raíces (4%).

A su vez, se ha encontrado que las partes aéreas de la planta contienen un 0,5% de compuestos bioactivos. Dentro de ellos, podemos señalar algunos alcaloides:

  • Dihidroberberina.
  • 8-hidroxiceleritrina.
  • Berberina.
  • Protopina.
  • Coptisina.
  • Sanguinarina.
  • Estilopina.
  • Quelidonina.

Asimismo, contiene un grupo importante de ácidos fenólicos:

  • Ácido cafeico y sus ésteres.
  • Ácido ferúlico.
  • Ácido p-cumárico.
  • Ácido quelidónico.
  • Ácido cafeoil-málico.

Vale destacar, que en el Journal of Molecular Sciences se mencionó un hallazgo importante. Se trató de la descripción e identificación de una nueva proteína principal del látex (CmMLP1) compuesta por 147 aminoácidos.

Las partes aéreas de C. majus contienen diversos compuestos fenólicos. Entre ellos, los flavonoides son el grupo más abundante y diverso, con diferentes estructuras y funciones. Los flavonoides pueden clasificarse en varias subclases, como flavonoles, flavonas, flavanonas, entre otros.

En la planta de celidonia mayor, se han identificado flavonoles como el kaempferol, quercetina e isorhamnetina, ya sea como agliconas libres o como glucósidos.

Además de ello, se detectaron dos flavonoles metoxilados en los tallos, hojas y flores de celidonia mayor. Otro grupo de compuestos fenólicos presentes en esta planta son los ácidos hidroxicinámicos y sus derivados.

Propiedades de la celidonia mayor

De acuerdo a los estudios la celidonia mayor posee diversas propiedades. A saber: antiinflamatorias, antimicóticas, antivirales, antioxidantes, analgésicas, antibacterianas, antiespasmódicas, antineoplásicas, colagogas, inmunomoduladoras, sedantes, anticancerígenas, antioxidantes, hepatoprotectoras, natriuréticas y antidiuréticas.

Estas actividades respaldan algunos de los usos tradicionales de la celidonia mayor como hierba medicinal. Además de ello, se ha logrado comprobar que posee efectos citostáticos (detiene el crecimiento de las células sin destruirlas) y citotóxicos (destruye ciertas células, extrañas, cancerosas e infectadas por virus).

Usos tradicionales de la celidonia mayor

La celidonia mayor se utiliza desde hace siglos en distintas culturas para tratar diversos problemas de salud. Algunos de los usos tradicionales son:

  • Trastornos hepáticos y biliares.
  • Afecciones cutáneas.
  • Úlceras gástricas.
  • Tuberculosis.
  • Procesos infecciosos.
  • Igualmente, en la medicina tradicional china se emplea para aliviar la congestión, dolor, hinchazón e ictericia.

De acuerdo a los estudios, esta planta posee muchos beneficios para la salud. Puede reforzar el sistema inmunitario, reducir los niveles de colesterol, proteger contra los daños de la radiación y prevenir la enfermedad de Alzheimer.

Dichos efectos se deben a la presencia de algunos compuestos químicos en el extracto etanólico de la planta. Dentro de todos los compuestos antes mencionados, destaca la quelidonina. Dicho alcaloide, posee diversas actividades biológicas.

Entre ellas destacan el combate de microbios y células cancerosas, además de impedir que las células de la piel crezcan demasiado. Dicho efecto, es especialmente importante para tratar los cánceres de piel.

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Otro alcaloide de interés en la celidonia mayor, es la sanguinarina. Este también inhibe adecuadamente el crecimiento de las células cutáneas.

Según los especialistas, en los países en los que la celidonia mayor es autóctona, se ha convertido en una de las drogas más extendidas de la medicina botánica popular.

De acuerdo a la ciencia, el alcance de sus aplicaciones en la medicina popular muestra una gran similitud entre muchas regiones de Europa Central y Oriental.

Es importante destacar su empleo frecuente para tratar verrugas, eccemas y otras enfermedades de la piel, parásitos gastrointestinales, ictericia y afecciones hepáticas, infecciones oculares inflamatorias y cáncer.

Empleos más frecuentes de la celidonia mayor

Trastornos digestivos

A nivel interno, uno de los principales empleos de la celidonia mayor es el de los trastornos digestivos. Se sabe, que ha sido empleado como coadyuvante para calmar la distensión abdominal, eructos, náuseas y otras molestias asociadas a la dispepsia.

En la actualidad, compuestos bioactivos de celidonia mayor son aprovechados, mediante el empleo de extractos y compuestos purificados derivados. 

Ello hace posible, incluirlos en fármacos y remedios naturales. Además de ello, como remedio homeopático, aporta beneficios en caso de dispepsia funcional y síndrome del intestino irritable. Sin embargo, se requieren estudios más amplios, para profundizar en todos sus efectos.

No obstante, los especialistas recomiendan no ingerir la planta directamente; solo los complementos fabricados para tal fin.

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Verrugas de origen viral

Uno de los usos más comunes de esta planta era tratar las verrugas, crecimientos de la piel ocasionados por virus. Diferentes partes de la planta, como el zumo, látex, hojas y flores se aplicaban en las zonas afectadas de la piel, directamente o como cataplasma.

Esta práctica se registraba en muchas regiones de Europa, como Polonia, Ucrania, Rusia, los Balcanes, Italia y Gran Bretaña. Se ha comprobado que, el jugo o látex de la celidonia contiene alcaloides con propiedades antivirales y citotóxicas.

Ello podría explicar su eficacia contra las verrugas. Sin embargo, la celidonia también puede causar irritación cutánea y reacciones alérgicas, por lo que debe utilizarse con precaución y bajo supervisión médica. Este líquido lechoso de color anaranjado ha mostrado potencial para eliminar las verrugas de origen viral.

 Un reporte de International Journal of Environmental Research and Public Health, estableció su potencial terapéutico contra las verrugas cutáneas.

Se ha observado, que su empleo de forma externa podría considerarse segura cuando se aplica localizadamente. Aunque aún faltan algunos estudios para profundizar acerca de sus efectos por absorción transdérmica.

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Es importante señalar, que según otra investigación divulgada en International Journal of Molecular Sciences, los alcaloides y proteínas presentes en celidonia mayor le confieren propiedades antivirales. Dicho efecto es capaz de combatir el virus del papiloma humano (VPH), causa frecuente de las verrugas.

Trastornos hepáticos

Otro de los usos más populares de celidonia mayor en la medicina popular es el tratamiento de la ictericia. Ello incluye, otros problemas hepáticos, como la inflamación, los espasmos y los cálculos biliares. Si ya no cuentas con vesícula biliar, puedes ayudar a mejorar tu función digestiva empleando GALL BLADDER.

De acuerdo a las reseñas, esta planta se ha utilizado en distintas regiones de Europa, especialmente en Polonia, Ucrania, Serbia y Albania. El método común de preparación consiste en hacer una infusión o decocción de las hojas jóvenes de la celidonia mayor y beberla como colagogo y digestivo.

La celidonia también se ha empleado para calmar los ataques de cólicos y relajar los conductos biliares. Algunas personas bañaban a los niños con ictericia en agua de celidonia.

Se sabe que la celidonia tiene propiedades hepatoprotectoras y antiinflamatorias, que pueden explicar su uso tradicional para los trastornos hepáticos.

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Otros usos

En Polonia, la planta de celidonia mayor es denominada “glistnik”, que significa hierba de la lombriz intestinal. Ello obedece al empleo tradicional común de esta planta para expulsar lombrices intestinales.

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Se ha utilizado además en diversos países para combatir ciertas dolencias:

  • Fiebre.
  • Asma.
  • Bronquitis.
  • Dolor de cabeza.
  • Tos ferina.
  • Dolor menstrual.
  • Cálculos biliares.
  • Tiña.
  • Herpes.
  • Callosidades.
  • Cálculos biliares.
  • Oftalmias crónicas.

Precauciones y contraindicaciones

Es importante señalar que, la celidonia mayor es potencialmente tóxica y su uso debe ser prudente y supervisado por un profesional. El látex que exuda la planta puede causar irritación cutánea, inflamación y reacciones alérgicas.

Si se ingiere puede causar náuseas, vómitos, diarrea, daños hepáticos e incluso la muerte. Por ello, no se recomienda tomarla internamente ni aplicar sobre heridas abiertas o mucosas.

De acuerdo a algunos expertos es importante acatar estas sugerencias:

  • No tomar celidonia por vía oral. Se considera posiblemente insegura, pudiendo ocasionar daños en el hígado, ictericia, hepatitis y muerte.
  • No aplicar celidonia mayor sobre la piel si tiene vesículas, ampollas, llagas o quemaduras. Podría ocasionar irritación e inflamación de la piel.
  • No se debe emplear si está embarazada o en período de lactancia. Tiene propiedades abortivas y puede dañar al bebé.
  • No debe emplearse en niños menores de 12 años. Puede provocar reacciones alérgicas y toxicidad hepática.
  • No debe tomarse si padece trastornos digestivos, como acidez de estómago, calambres abdominales o diarrea. Puede agravar estos síntomas.
  • No debe tomarse si posee cálculos biliares u obstrucción biliar. Podría aumentar el flujo de bilis y causar complicaciones.
  • No debe emplearse si está tomando medicamentos para el hígado. Puede interactuar con estos medicamentos y aumentar el riesgo de daño hepático.
  • No debe emplearse en personas que poseen enfermedades renales.
  • No es aconsejable utilizar la planta si se posee hipersensibilidad a la misma o a sus componentes.
  • No se recomienda su empleo en personas con enfermedades autoinmunes. Entre ellas destacan, la artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y esclerosis múltiple.
  • Incluso, se ha determinado que puede interactuar con algunos medicamentos, como anticoagulantes, antidepresivos y anticonvulsivos.

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Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado, existen algunas plantas de uso centenario que han sido estudiadas científicamente en mayor profundidad. Una de ellas, es la celidonia mayor, una planta de algunas regiones de Europa y Asia e introducida en América.

Su empleo tradicional estuvo vinculado a problemas de la piel y gastrointestinales.  

Hoy en día, más allá de echar por tierra las bondades de esta planta, se ha profundizado en sus propiedades. Así, la ciencia aún se encuentra explorando muchos de sus principios bioactivos.

De hecho, existen algunos medicamentos estandarizados que emplean ciertos componentes de esta planta. Dichos medicamentos, han demostrado su efectividad e inocuidad en diversos trastornos gastrointestinales.

Dado que la planta no ha dejado de emplearse en la medicina tradicional de muchos países. La ciencia ha optado por recomendar, que se evite su empleo de forma oral, partiendo de la planta cruda. Ello evitaría una serie de efectos adversos, sobre todo en personas más vulnerables como niños, enfermos o adultos mayores.

No obstante, se ha aceptado su empleo de forma externa, pero teniendo cuidado de aplicarla en zonas de la piel muy bien definidas como el caso de las verrugas. Incluso evitar el contacto del látex con los ojos, mucosas o heridas en la piel.

Para Marielba la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran utilidad. Ella me comentó muy entusiasmada, que le mostró la información a su esposo y él realmente se asombró. Sobre todo, porque pensaba que la celidonia mayor era una simple maleza.

Marielba me comentó, que la madre de su amiga le aplicó con mucho cuidado el látex de esta planta. Y efectivamente, al cabo de varias semanas las verrugas fueron cediendo.

“En la actualidad, cuando la humanidad se está quedando sin antibióticos y otros compuestos antimicrobianos, siguen siendo necesarias nuevas terapias contra el cáncer y, para colmo, la escala de resistencia a plagas y microbios está aumentando. Así pues, la exploración de estos ricos depósitos naturales de moléculas activas es una dirección de investigación muy prometedora”.
Joanna Gracz-Bernaciak
Poznán University, Polonia

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