Tiempo atrás, se descubrió que la alimentación que se sigue, con todas las consecuencias que ella acarrea, incide en la salud. Desde el año 2015, las carnes rojas y procesadas fueron catalogadas por la OMS, como alimentos que favorecen el cáncer.
Sin embargo, el año pasado, un estudio sembró muchas dudas con relación a la posición de la OMS. Afortunadamente, la ciencia objetiva alza su voz y corrobora por medio de un estudio, ciertos hallazgos importantes. El consumo de carnes rojas en exceso, se relaciona con una mayor propensión a padecer sobrepeso. Incluso, ciertas enfermedades cardiovasculares. El mismo, fue realizado por científicos de Northwestern Medicine y Cornell University. La principal conclusión arrojó, que la ingesta de dos porciones de carne roja o procesada, incrementaba de un 3 a 7%, el riesgo de enfermedad cardiovascular. Situación, no observada, cuando se consumía pescado y aves de corral.
Hace poco, realice una entrega acerca de los riesgos de los alimentos procesados y el padecimiento de cáncer.Dentro de su contenido, aparecían restricciones para las carnes rojas y las procesadas. Considerando dicho artículo, recibí una solicitud de aclaratoria. Se trata de una seguidora de Florida, cuyo joven hijo, consume frecuentemente grandes cantidades de carne asada a la parrilla. Y claro, ella desea profundizar, hasta qué punto el consumo de carne roja, es riesgoso.
Considerando como siempre, las fuentes científicas reconocidas, elaboré un resumen para esta seguidora de Florida. Incluí en él, algunos elementos generales que han permitido establecer los efectos perniciosos del consumo excesivo de carnes rojas y procesadas. También, mencioné ciertos estudios referenciales, utilizados para establecer alertas por parte de algunos organismos internacionales.
Conociendo que los lectores sienten satisfacción con la sinceridad de mis artículos, decidí redactar uno basado en lo compartido con esta seguidora. El mismo, lo comparto amorosamente en mi blog.
Recordando acerca de las carnes rojas y procesadas
La carne roja es consideradas como la carne del tejido muscular de los mamíferos. Por ello, aquí se incluyen: carne de cerdo, cordero, caballo, cabra, res y ternera. Por lo general, las carnes rojas, han sido promocionadas como fuentes importantes de proteínas. Sin embargo, existen alternativas diferentes que han sido estudiadas.
A su vez, se considera carne procesada, aquella que ha sido sometida a diversos métodos que buscan su preservación o una mejora de su sabor. Entre ellos, se mencionan: salado, ahumado, curado y fermentado. La gran mayoría de las carnes procesadas, se preparan a partir de carne de res o de cerdo. Sin embargo, ocasionalmente, pueden contener otros tipos de carnes rojas, vísceras, sangre o carne de aves.
Alimentos como fuente de proteínas
Las proteínas, forman parte importante de nuestro organismo. Es decir, a nivel del sistema muscular, en nuestra piel, cabello, tejidos y órganos. Esto sin mencionar que las proteínas, forman las importantísimas enzimas, que son responsables de impulsar muchas reacciones de nuestro metabolismo. Cabe destacar que existen una serie de moléculas muy importantes derivadas de los aminoácidos. Dentro de ellas destacan: melanina, creatina, glutatión, óxido nítrico, poliaminas y hormonas tiroideas.
Las proteínas están conformadas por una serie de componentes básicos, denominados aminoácidos. El metabolismo no permite almacenar aminoácidos, por lo tanto, el cuerpo humano los obtiene a partir de los alimentos. Y en el caso de los aminoácidos no esenciales, el organismo los sintetiza a través del hígado. El número total de aminoácidos, incluyendo esenciales y no esenciales, esta en el orden de veinte.
Al tener un exceso de proteína, el nitrógeno con potencial de toxicidad es eliminado y los esqueletos de carbono se conservan. Bien como carbohidratos, o como ácidos grasos. En función de esta diferenciación metabólica, los aminoácidos se pueden clasificar en glucogénicos, cetogénicos o glucogénicos-cetogénicos. A su vez, considerando el número de aminoácidos presentes en la proteína, ella, se puede catalogar como “completa”.
Ya es bien conocido, que los alimentos de origen animal, tienden a ser una excelente fuente de proteínas “completas”. Sin embargo, existen vegetales que poseen proteínas “completas”, tales como quinoa y chía.
¿Es importante la fuente de proteína en la alimentación diaria?
De acuerdo a los científicos y nutricionistas, una persona adulta, requiere un aproximado de 0,8 a 0,9 g de proteína por kg de peso corporal. Este es un valor referencial tomado a nivel mundial como cifra de ingesta Diaria Requerida o IDR. Ahora bien, frente a esta necesidad se tienen varias opciones. Una de ellas, es suplir las fuentes proteicas, partiendo de una opción donde prevalezca una alta ingesta de proteínas provenientes de fuentes animales. Esto, se ubicarían en una posición de altos consumidores de carnes rojas. Otras opciones, se ubicarían en estilos de vida vegano, vegetariano, lacto-ovo vegetariano y flexitariano entre otros.
No son pocos, los estudios realizados con diversos efectos negativos para la salud asociados con las dietas a largo plazo, altas en proteínas cárnicas. Estos efectos causan anualmente, muchos casos de trastornos del equilibrio del calcio en el sistema óseo, propensión al padecimiento de cáncer, disfunción hepática, además de enfermedades cardiovasculares. Incluso se han encontrado patologías asociadas a una función renal disminuida, con el consumo de proteína y grasa animal. Algunos de estos estudios clínicos se llevaron a cabo en la Universidad de Harvard, tomando como universo miles de mujeres sanas durante un periodo mayor a una década. Un hallazgo interesante resultó el hecho, de que no se encontró asociación entre las proteínas vegetales y la disfunción renal.
Atentos al consumo de proteína animal
De acuerdo a los científicos, al ingerir grandes cantidades de proteína animal, se produce un proceso denominado hiperfiltración glomerular. Este proceso, puede durar semanas e incluso meses, si no se disminuye el ritmo de ingestión proteica. Se ha encontrado incluso, que el efecto hemodinámico renal ocurre con mayor énfasis en presencia de la proteína animal. Luego le sigue la proteína láctea y en última instancia la proteína vegetal. De acuerdo a la ciencia, esto puede explicarse por la composición de los aminoácidos presentes en las proteínas, además de su biodisponibilidad para absorberse.
Hasta ahora, se ha logrado establecer, que el metabolismo de las proteínas provenientes de los alimentos, producen urea. Se sabe que ella, es uno de los principales productos de desecho metabólico de las proteínas. Como se ha mencionado en otras ocasiones, el riñón, se encarga de filtrar la sangre en las nefronas. Este efecto de filtrado, permite que se extraiga la urea de la sangre, pues ésta es tóxica en altas concentraciones. Este efecto reiterado de “filtrado”, produce una sobrecarga renal.
Aparte de ello, la ingesta de proteína animal, se ha asociado con la liberación del factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1). Este compuesto, es una hormona de crecimiento capaz de generar cáncer. Diversos estudios, han permitido establecer, que los niveles de esta hormona, por razones de fisiología, aumentan durante la infancia. Esto favorece en el organismo, los procesos de crecimiento y desarrollo. Se sabe, que los niveles de esta hormona, en condiciones normales deben disminuir al alcanzar la edad adulta.
La proteína animal al descubierto
Enlazando con el párrafo anterior, de acuerdo a las observaciones científicas, si la IGF-1, permanece alta, existen riesgos comprobados. Dichos riesgos, se generan, debido a las señales que captan las células por parte de esta hormona. Es decir, el sistema celular recibe la señal de dividirse y continuar creciendo. Por ello, al poseer mayores niveles de IGF-1 en el torrente sanguíneo, se incrementa el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer.
Ciertos estudios han demostrado, que la proteína animal de prácticamente cualquier fuente, estimula la producción de IGF-1. Incluso, ciertos estudios determinaron, que tan solo once días después de reducir la proteína animal, los niveles de IGF-1 pueden disminuir en un 20%.
De hecho, se ha logrado comprobar, que es muy importante la proporción de las fuentes proteicas en la alimientación. Un estudio de grandes dimensiones, realizado sobre el cáncer de vejiga, demostró que un aumento de tan solo el 3% en el consumo de proteína animal, fue asociado con un aumento del 15% de contraer este tipo de cáncer. Y aunque suene increíble, un incremento del 2% en el consumo de proteínas vegetales, permitió establecer una disminución del 23% en el riesgo de cáncer. Este estudio, dentro de sus conclusiones expresó, que una dieta soportada casi exclusivamente en alimentos de origen vegetal, puede permitir una reversión en el desarrollo temprano del cáncer.
Mecanismos que poseen las carnes rojas y procesadas para generar cáncer
Diversos autores reconocidos, han determinado, que las carnes rojas y procesadas, generan procesos cancerígenos mediante tres mecanismos.
En primer lugar, las carnes rojas y procesadas producen un aumento dependiente de la dosis de compuestos N-nitrosos (NOC). Estos compuestos, son carcinógenos reconocidos, capaces de causar un aumento en la formación de aductos de ADN (una porción de ADN enlazado a un químico cancerígeno).
Se está investigando la posibilidad, de que el NOC formado a nivel estomacal o intestinal, se absorba en el torrente sanguíneo y alcance el encéfalo.
Vale destacar, que además de la producción endógena de NOC, realizada por las carnes rojas, los compuestos NOC, pueden formarse en las carnes procesadas. Sobre todo, las que emplean el método de curado. Dentro de estos compuestos, se encuentran, las nitrosaminas, muy frecuentes en los alimentos conservados con nitritos o nitratos.
El segundo mecanismo, se dispara mediante fuentes de calor en carnes rojas y procesadas. Las carnes rojas, asadas a la parrilla, así como las que se fríen, producen aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos. Este mecanismo ocurre también en las carnes procesadas, cuando el nitrito, por efecto del calor, produce las peligrosas nitrosaminas. Todos estos compuestos son cancerígenos.
El tercer mecanismo identificado, corresponde a la trasformación de hierro hemo, presente en las carnes rojas, en NOC endógeno, a nivel del sistema digestivo.
Efectos adicionales de las carnes rojas sobre la salud
En ciertos estudios, se ha logrado demostrar además de los efectos cancerígenos, otros efectos secundarios de los conservantes. Nuevamente, salen a relucir, los nitratos y sus subproductos. Se ha observado, que dichos compuestos afectan la tolerancia a la glucosa y disminuyen la secreción de insulina. Estos desequilibrios, generados sobre el metabolismo de la glucosa y los niveles de insulina se asocian de forma directa con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Desde hace tiempo, los investigadores han logrado establecer, que los cambios en el microbioma intestinal, se correlacionan con patologías como diabetes, obesidad y cáncer. Además de ello, se ha establecido que las dietas altas en carnes rojas o procesadas, propician la aparición de accidentes cerebrovasculares, cáncer de colon, y desequilibrios cardíacos.
Las investigaciones no han sido fáciles, pero se ha logrado establecer un potencial sospechoso. Se trata, de un carbohidrato, llamado ácido N-glicolneuramínico (Neu5Gc) o ácido siálico. Los seres humanos no pueden producirlo debido a que un gen requerido para ello, se perdió evolutivamente hace millones de años. Sin embargo, cuando las personas, ingieren alimentos como las carnes rojas, contentivas de ácido siálico, este carbohidrato, puede incorporarse en las células de su cuerpo.
La razón por la que los investigadores piensan que el ácido siálico puede ser dañino es porque el sistema inmune lo reconoce como extraño y produce anticuerpos contra él. Esto causa inflamación, una respuesta natural del cuerpo para protegerse contra algo dañino. Esta podría ser la razón por la cual las dietas ricas en carnes rojas se relacionan relacionado con enfermedades inflamatorias. Entre algunas de ellas se mencionan el cáncer colorrectal, tumorogénesis y ciertas enfermedades cardiovasculares. El alto contenido de sal en las carnes procesadas, altera los efectos del Helicobacter pylori. Se ha determinado, que ello conduce generalmente, al cáncer gástrico.
Concluyendo
Muchas investigaciones serias y reconocidas, mencionan que el elevado consumo de carnes rojas y procesadas, inciden en la prevalencia de un 30 a 40% de ciertos tipos de cáncer. No hay que olvidar, además, los efectos sobre la salud cardiovascular, renal y cerebral. Ello, es totalmente controlable, de acuerdo a la evidencia científica realizada en los últimos tiempos.
Algo bien importante, es no perder la credibilidad en organismos competentes y de trayectoria como la OMS. Esto lo menciono, por un controvertido estudio que fue publicado a finales del año 2019, en la revista Annals of Internal Medicine por el consorcio NutriRECS. Este estudio contradice la orientación existente de la OMS y el de otros organismos internacionales. Por medio de él, se recomendaba, que no era necesario cambiar la postura en relación al consumo de carnes rojas y procesadas. Ante tal nivel de desinformación, organismos de reconocida trayectoria como World Cancer Research Fund International (WCRF), además del American Institute for Cancer Research y American Society for Preventive Oncology, mostraron su desacuerdo. De hecho, la Universidad de Harvard, también se manifestó.
Lo curioso del caso, es que dicho estudio, fue financiado por el Instituto Internacional de Ciencias de la Vida, o ILSI. Se sabe, que dicho Instituto, posee en gran parte el respaldo de grandes empresas agroindustriales, alimenticias y farmacéuticas. Incluyendo la gigantesca multinacional Cargill, uno de los procesadores de carne más grandes de América del Norte.
La señora de Florida agradeció, todo lo que le envié. Es la misma información, que comparto en el post. Me comenta que su hijo, también leyó todo con atención y ha decidido comenzar por evitar las carnes procesadas. Luego irá avanzando. Esta decisión, viniendo de un joven me asombra y llena de alegría para continuar mi lucha por un mundo más sano.
“La carne roja solía ser un símbolo de clase social alta, pero eso está cambiando. Hoy en día, cuanto más educados son los estadounidenses, menos carne roja comen…”
Dr. Frank Hu
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6413201/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6123610/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2901412/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27597529-potential-health-hazards-of-eating-red-meat/
https://www.nih.gov/news-events/nih-research-matters/gut-microbes-affect-harmful-compound-red-meat
https://www.who.int/features/qa/cancer-red-meat/en/
https://www.sciencedaily.com/releases/2020/02/200203114328.htm
https://www.sciencedirect.com/topics/medicine-and-dentistry/red-meat