Cuando hablamos de cáncer, nos parece que se nos oscurece el panorama. Preferimos evadir el tema o lamentarnos y compadecer a quien lo sufre. En realidad, entramos en pánico sólo de pensar que podemos sufrir de esta enfermedad.
Para vencer el cáncer, lo primero que debemos hacer es vencer el terror que nos inspira. Debemos conocerlo más, saber más sobre él, sobre los factores de riesgo y cómo evitarlos.
Durante años el cáncer ha sido una enfermedad mortal. Lamentablemente, cuando se diagnostica, el paciente recibe una inevitable sentencia de muerte. Y de muerte lenta, atravesando el viacrucis de la quimioterapia, cirugía, radioterapia y los costosos medicamentos.
En la actualidad, eso ha empezado a cambiar. Esto se debe a un estudio de avanzada, el cual revela que el cáncer es, principalmente, una enfermedad metabólica. Mejor aún, indica que no es necesariamente mortal.
Esta investigación demuestra que la terapia metabólica, la cual incluye una dieta cetogénica, trata y previene varios tipos de cáncer, incluyendo a los que están en la etapa terminal.
Los círculos médicos convencionales siguen apegados a la ahora cuestionable teoría genética sobre el cáncer. Por esa razón, no se arriesgan a utilizar la nueva ciencia. Cabe destacar que la ciencia actual expone la disfunción mitocondrial evidente en casi todos los tipos de cáncer.
Se ha demostrado que, incluso un cáncer en etapa 4, ha sido controlado con la estrategia nutricional de esta nueva terapia. Las numerosas muertes por cáncer podrían reducirse dramáticamente si esta terapia se tomara en cuenta masivamente.
Un poco de historia para comenzar: en 1971, el presidente Richard Nixon declaró “La Guerra Contra El Cáncer”. Alrededor de 50 años después, la tasa de mortalidad por cáncer aumentó y aparecieron nuevos tipos de cáncer. La humanidad está perdiendo esta guerra. La lucha contra el cáncer, desde la década de los 50, mantiene las mismas armas y estrategias:
Armas que han arrojado resultados positivos sólo entre 10% y 15%; y no en todos los tipos de cáncer. Estos tratamientos han logrado, en el mejor de los casos, alargar la vida del paciente sin vencer por completo la enfermedad. Las estadísticas señalan un escaso porcentaje de quienes se han librado del cáncer con estas estrategias.
La quimioterapia se desarrolló después de la Segunda Guerra Mundial. Puede parecer inverosímil, pero fue a partir del gas mostaza.
Años después, se descubrió que el tratamiento con gas mostaza y otros tipos de quimioterapia eran cancerígenos. También surgió la nueva era de las inmunoterapias dirigidas, las cuales han resultado un fracaso.
En 2012, Thomas Seyfried escribió el libro “El Cáncer Como Enfermedad Metabólica: Sobre El Origen, el Control y el Tratamiento del Cáncer”. Un texto que se ha convertido en material básico de referencia para oncólogos alternativos.
Seyfried señala que el cáncer es, sobre todo, el resultado de un metabolismo energético anormal en las mitocondrias y su daño celular. Las mutaciones genéticas no son la causa principal del cáncer. Simplemente son un efecto derivado.
Así que, mientras tus mitocondrias estén funcionales y saludables, son pocas las probabilidades de que desarrolles cualquier tipo de cáncer.
La efectividad de la dieta cetogénica y el tratamiento metabólico contra el cáncer continúa dándose a conocer. Son los testimonios de los propios pacientes los que han venido a sorprender al mundo y a sacudir a la medicina tradicional.
El testimonio de un ex paciente de cáncer que se sometió a la terapia de la dieta cetogénica es interesante. Pablo Kelly, de 25 años, fue diagnosticado de cáncer con tumor cerebral inoperable. Él afirma que al dejar los carbohidratos salvó su vida.
Cuenta Kelly, que comenzó a sufrir de migrañas en 2013. Le siguieron mareos, desmayos y, finalmente, convulsiones. Al someterse a estudios médicos, se enteró de que se encontraba en fase 4 de glioblastoma multiforme, un tipo mortal de cáncer cerebral, inoperable. Tenía sólo unos meses de vida.
Le explicaron que, sin quimioterapia, podía tener alrededor de 6 o 9 meses de vida. Pablo tomó una decisión valerosa, rechazó todos los tratamientos convencionales y se arriesgó con la dieta cetogéncia.
En su nuevo plan de alimentación, quedaron excluidos los alimentos procesados, almidones, pan, granos, azúcar refinada e incluso los tubérculos. Dos años después, las tomografías no mostraron crecimiento del tumor.
Pablo atribuye este éxito a su dieta, antiinflamatorios naturales y suplementos nutricionales. Además, hace ayunos y minimiza su consumo de calorías regularmente. Está convencido de que sus cetonas producen combustible a sus células sanas.
Mientras, alimenta a sus células sanas, mata de hambre a las células del cáncer. Esto estabiliza a su tumor. Su último paso, por ahora, fue escribirle a Seyfried para informarle que el tumor, en inicio inoperable, fue operado hace poco. Actualmente se encuentra en franca recuperación.
Otro caso impresionante es el del Dr. Bomar Herrin, de 58 años. Se mantenía activo, entrenaba bastante y poseía un cuerpo atlético y resistente, algo inusual para un hombre de su edad. Pero en 2009, durante su rutina de levantamiento de pesas, sintió un repentino crujido en su hombro derecho. En principio le diagnosticaron fractura patológica, más tarde, una biopsia reveló que la causa fue por un grupo de células plasmáticas cancerosas.
Harrin recibió radiación en el brazo. Luego, una tomografía descubrió que el cáncer estaba lesionando sus costillas, sacro y columna vertebral. Decidido a detener el progreso del cáncer, se internó en un camino alternativo: la terapia metabólica.
Durante 8 años, el médico ha seguido la dieta cetogénica y ayunando. Hace unos meses le informó Seyfried que los marcadores del cáncer se encuentran notablemente bajos.
Entre las ventajas que más resaltan del tratamiento metabólico para los pacientes oncológicos se encuentran las siguientes:
Pero la dieta cetogénica y la terapia metabólica no sólo sirven como métodos efectivos para combatir el cáncer. También pueden ayudar a prevenirlo. Siguiendo estos 5 pasos puedes reducir en gran medida el riesgo de padecer cáncer:
Las mitocondrias defectuosas dentro de la célula no pueden producir normalmente energía. La mitocondria sana, es la que combate el crecimiento del cáncer. Las alteraciones de las células cancerígenas estarían relacionadas con las anormalidades en la función y estructura de las mitocondrias.
El estudio de Seyfried demuestra que la progresión del cáncer se puede manejar con metabolitos fermentables. Estos metabolitos son la glutamina y glucosa, cuerpos cetónicos que se forman con la dieta cetogéncia. Entre las terapias no convencionales que se están aplicando, las que han arrojado resultados positivos son:
El objetivo que persigue esta investigación, es desarrollar tratamientos terapéuticos atóxicos donde se combinen medicamentos y dieta.
Si decides adoptar la dieta cetogéncia, estos son algunos alimentos que debes incluir en tu menú, y los que debes evitar. Consume siempre vegetales orgánicos para evitar intoxicarte con pesticidas y abonos químicos.
Según la dieta cetogénica, lo mejor es evitar el consumo de los siguientes alimentos:
Por el contrario. Si te sometes a una dieta cetogénica, están perfectamente permitidos los siguientes vegetales:
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En el caso de los productos lácteos, lo ideal es que provengan de vacas criadas con pastura en granjas locales. Pero, también debes tener en cuenta lo que puedes comer:
Las propiedades medicinales de los frutos secos son amplias. En la diéta cetogénica para combatir el cáncer, puedes consumir frutos secos, preferiblemente:
Estas son las más bajas en carbohidratos. Te recomiendo evitar exceder su consumo, porque tienen altos niveles de omega 6.
La hidratación es importante. Pero es necesario tener cuidado con lo que tomas. Y es que existen muchas bebidas cargadas de azúcares refinadas o fructosa, sustancias que pueden causar mucho daño al organismo. Las mejores bebidas para la dieta cetogénica son:
Sazonar tus alimentos y darle un toque especial a tus postres no tiene que ser un problema para la dieta cetogénica. Sólo tienes que cuida bien, cuáles son las especias recomendadas en este régimen alimenticio:
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Ten en cuenta que, a la hora de comprar pescados, lo más recomendable y saludable es comprar peces que se hayan criado libremente. Esto quiere decir que se hayan criado en mar abierto o en el río y no en una pequeña granja piscicultora. Los peces de estos ambientes son muy diferentes, nutricionalmente hablando. Te recomiendo:
· Almeja |
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Para la dieta cetogénica puedes comer huevos de:
No tienes por qué convertirte en vegano si te diagnostican cáncer.
Si bien, es mejor aumentar el consumo de vegetales, especialmente los de hoja verde, en este régimen alimenticio es perfectamente factible comer carne:
En cuanto a las aves, las recomendadas son, preferiblemente, las carnes de pato, pollo y pavo.
Opta siempre por los criados en granjas orgánicas.
Es mejor evitar el consumo de batidos proteicos en la dieta cetogénica.
La mayoría de las frutas no entran en la dieta cetogénica porque contienen muchos azúcares.
Evita productos elaborados a base de tomate como la ketchup, pasta de tomate, diversas salsas y aderezos.
Aunque las sodas sugar free y dietéticas digan ser saludables, suelen contener endulzantes artificiales o fructosa. Lo mejor es evitarlas.
Te recomiendo leer la más reciente publicación de Seyfried y sus colegas de investigación. Lo encuentras en la revista de acceso abierto Nutrition and Metabolism. Allí sabrás más acerca de este interesante descubrimiento.
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