☑️ Caldo De Huesos: Beneficios y Cómo Prepararlo

En el mundo alimenticio de los últimos tiempos, el caldo de huesos se ha convertido en una tendencia de carácter popular entre las personas que promocionan la salud.   Su popularidad se ha incrementado a través de los medios de comunicación social, tiendas alimenticias y restaurantes.  Todo esto produce mucho bienestar a las personas que lo consumen.

Luisa es una joven de Talahasse, cuya familia hispana acostumbra a saborear los fines de semana un buena sopa de carne, hueso y vegetales. Comenta ella que es una sopa que está en cocción por lo menos 4 horas, hasta que la carne ablande.  El resultado, una sopa con un rico sabor.  Su inquietud es que se habla tanto de caldo de huesos y quería saber cuan beneficioso es.  Yo le comenté que este caldo es muy parecido a la sopa que prepara la familia.  Tiene un rico sabor, pudiendo usarse como una buena base para otros platos alimenticios.  Esta conversación con Luisa me dio la a oportunidad para hablar un poco acerca de esta tema, que ha sido muy tomado en cuenta por ser tan sencillo, beneficioso y rico al paladar.

Caldo de huesos

El caldo de huesos es un plato cuya preparación tiene un largo proceso de cocción que hace que se liberen y desprendan nutrientes como vitaminas, calcio, magnesio, potasio, fósforo, oligoelementos,  colágeno y aminoácidos. El tipo de huesos que sean utilizados y como lo preparen influirá en el valor nutricional de éste. Esa explicación la di a Luisa, quien me decía que no entendía mucho lo que tanto las revistas como las redes sociales pregonaban en relación al caldo de huesos.  Ella había tomado sopa de huesos con vegetales que preparaba su mamá, pero no sabía cuan beneficioso y nutritivo era, quizás porque siempre se cocinó en su casa.

Hasta hace apenas unos años fue cuando se comenzó a evaluar científicamente los efectos del caldo de huesos.  Se puede mencionar que uno de ellos ha sido el efecto curativo del caldo de huesos de pollo contra la infección de las vias respiratorias al aumentar la velocidad de la mucosidad nasal y con efectos antiinflamatorios.   También ha sido recomendado como parte de la alimentación de pacientes que padecen síndrome intestinal, personas con autismo y trastorno por deficit de atención e hiperactividad. (TAAH)..

Caldo de huesos, cultura alimenticia

El caldo de huesos es un alimento que constituye parte importante en muchas culturas tradicionales.  En la cultura greca, es muy utilizado el caldo de pollo como un remedio tradicional para combatir las molestias en el estómago, así como los resfriados. Así sucede con muchos países a nivel mundial donde los huesos son un ingrediente básico en sus comidas.  En la dieta moderna, el caldo de hueso es un medio fácil para obtener la nutrición que las culturas tradicionales tomaban tanto en cuenta y eran muy valoradas.

El caldo de huesos lleva una cocción muy lenta. Su diferencia con el caldo y sopa tradicional es el tiempo de cocción. Se debería cocinar entre 6 y 24 horas para permitir que los huesos, cartílagos y los tendones se descompongan, además que la médula osea sea liberada. Esto ayuda notablemente puesto que aporta gran cantidad de colágeno y aminoácidos.

Contenido nutricional de la sopa de huesos

Consumir el caldo de huesos implica la entrada al organismo de una cantidad de minerales, aminoácidos, colágeno y gelatina.  El contenido nutricional varía de acuerdo a la cantidad de huesos que sean utilizados, así como el tiempo y el método de cocción que se utilice.  Estos nutrientes se encuentran en gran proporción en el caldo de huesos

Colágeno

El colágeno constituye un aproximado del 30 % de la proteína que contiene el cuerpo humano. Es el principal componente de  los cartílagos, huesos, ligamentos, tendones, piel que son tejidos conectivos.

Gelatina

Al hervir el caldo de huesos a fuego lento se va formando la masa gelatinosa.  Es lo que da la consistencia similar a una gelatina cuando el caldo se enfría.

Carbohidratos complejos

Los carbohidratos complejos que contiene el caldo de huesos ayudan a formarse conjuntamente con las proteínas.  Así mismo, los proteoglicanos,  que son parte fundamental del líquido sinovial y del tejido conectivo que rodea la articulación.  El caldo de huesos ofrece las materias primas para formar el hueso, piel y cartílago.

Aminoácidos

La glicina, la prolina y la glutamina son aminoácidos que constituyen una gran porción del colágeno que contienen los caldos de huesos, que ayudan a los sistemas nerviosos y sanguíneos,. En el caso de la glutamina, es el aminoácido más abundante en la sangre y uno de los que con absorbidos por las células del tejido intestinal y las células inmunitarias para obtener energía celular.

Médula ósea

La médula ósea posee factores nutricionales que apoyan al sistema inmunológico, los cuales pueden liberarse en la cocción del caldo de huesos.  Consta de dos tipos que son la roja y amarilla, ambas contienen colágeno.  La médula roja es el sitio donde se producen nuevos glóbulos rojos e inmunes y la médula amarilla la forman grasas saludables.

Minerales

Dentro de los minerales que contiene el caldo de huesos se mencionan:

• Calcio,
• Cobre
• Fósforo
• Hierro
• Magnesio
• Manganeso
• Potasio
• Sodio
• Zinc

Beneficios del caldo de huesos

Se escucha hablar de un dicho en Suramerica que resalta los beneficios del caldo, este dicho expresa “Un buen caldo resucita hasta un muerto”. Por supuesto, que la imaginación y el contenido del dicho es una falacía. Más su significado expresa sus bondades como una sabiduria popular antigua..  Es de consumo mundial  gracias a la gran variedad de beneficios medicinales que ofrece. Desde el control de enfermedades regulares como la gripe, hasta ayudar a bajar de peso, el caldo de huesos es muy útil para la vida diaria. A continuación, muestro algunos de los beneficios que podrías obtener al consumir este plato tan único.

1. Fortalece los huesos

Por lo general, para que los huesos se fortalezcan es necesario una gran cantidad de vitaminas y minerales. embargo, también se requiere de otros nutrientes como el potasio, zinc, fósforo, entre otros. Todos estos minerales pueden hallarse sin problemas en el caldo de huesos. Por esa razón, muchos especialistas afirman que el consumir estos caldos ayuda a fortalecer los huesos y los dientes.

2. Alivia los dolores en las articulaciones

Con el paso de los años, y debido a ciertas actividades, las articulaciones sufren desgastes. El cartílago disminuye por la cantidad de anticuerpos que lo atacan. . Esto puede terminar en una tensión excesiva en esa área que puede generar un dolor bastante molesto y persistente. Algunos estudios explican que, el colágeno que se desprende de los huesos al cocinarlos, puede ser absorbido por el organismo.

Al consumir caldo de huesos, el nivel de colágeno en los tejidos puede aumentar. Esto ayuda a evitar que el desgaste de las articulaciones suceda tan rápido y evita dolores o molestias en el área.  Por otro lado, la gelatina, que es un componente del caldo de huesos ayuda a evitar la fricción entre los huesos,  aliviando la presión de las articulaciones.

3. Mantiene una buena salud de la piel y del cabello

El componente principal de los huesos y que se extrae al cocinarlos con agua es el colágeno. Este elemento es uno de los principales benefactores para mantener una piel tersa y uñas fuertes. Además, funciona como regenerador para mantener un cuero cabelludo resistente y libre de enfermedades. La forma en la que el colágeno es ingerido a través del caldo de pollo no es la forma regular para mejorar la salud de la piel y del cabello. Sin embargo, aún es posible absorber sus propiedades a través del caldo y que nuestro cuerpo las redirija a estas zonas.

4. Puede curar el resfriado

El caldo de huesos es una de las recetas más utilizadas cuando se tiene resfriado. Algunos estudios han demostrado que la calidez del caldo es más eficiente que el agua para deshacer el moco nasal. Además, funciona como antiinflamatorio lo cual reduce las infecciones respiratorias. Desde hace décadas, las madres y abuelas han usado el caldo de huesos como remedio natural para luchar contra el resfriado ya que este plato ayuda a que el cuerpo también mantenga una temperatura adecuada.

5. Mejora el sistema inmunológico

Gracias a todos los nutrientes que el caldo de huesos contiene, es considerado un gran promovedor del sistema inmunológico. Algunos estudios incluso han demostrado que las personas que consumen caldo de huesos son menos propensas a resfriarse. Además, gracias a las propiedades antiinflamatorias que ayudan a mantener un intestino sano, el caldo de huesos logra que se pueda obtener más anticuerpos. Asimismo, ayuda a tener un cuerpo saludable y libre de toxinas al prevenir enfermedades por lo general comunes o virosis.

6. Ayuda a mantener una buena digestión

Algunos estudios han demostrado que, gracias a las propiedades que aporta, el caldo de huesos es bueno para tener una buena digestión. Según los especialistas, el colágeno presente en los huesos se convierte en una especie gelatina al cocinarse la cual está llena de aminoácidos.

Esta gelatina presente en los huesos puede ayudar a proteger el revestimiento de los intestinos. Además, es bueno para controlar el síndrome del intestino permeable o con fugas.  Esta condición es cuando algunas sustancias pasan del intestino a la sangre. Por otra parte, el caldo de huesos tiene propiedades antiinflamatorias que puede evitar enfermedades inflamatorias intestinales.

7. Mejora el sueño

Muchas personas suelen sufrir de problemas para dormir como insomnio. Si bien esta es una condición más complicada a tratar, se ha demostrado que el caldo de huesos puede ayudar. Un estudio realizado en el 2015 estableció que existe un aminoácido llamado glicina y que es una buena opción para mejorar el sueño.

El caldo de huesos contiene este aminoácido, por esa razón es perfecto para aquellas personas que tienen problemas para conciliar el sueño. Solo toma un poco de este plato en la cena y listo.

8. Ayuda con la pérdida de peso

Perder peso puede ser un reto para muchas personas. Por lo general, el problema principal es no saber qué comer para sentirse satisfecho. Algunos alimentos tienen la capacidad de otorgar una gran cantidad de proteínas que hacen que el organismo se sienta lleno al haber comido menos de lo usual. Esto es lo que sucede con el caldo de huesos.

Un estudio realizado en el 2017 señaló que, por lo general, hay mucha más proteína en una taza de caldo de huesos que en una taza de caldo de pollo normal. Consumir un bol de caldo de huesos puede hacer que te sientas lleno por más tiempo sin haber consumido muchas calorías.

¿Cómo preparar el caldo de huesos en casa?

Si bien existen algunos caldos de huesos prefabricados en el supermercado, la forma más natural de consumirlo es si se prepara en casa. Se usan los huesos de pollo o de carne de res, según sean las preerencias.

Asimismo, se le puede agregar hierbas, vegetales y algunas especias para darle mucho más sabor. Lo ideal es usar una olla de cocción lenta para asegurarse de que los huesos se cocinen durante el tiempo necesario para que el agua absorba todos los nutrientes de los huesos. Es recomendable usar una olla grande a fin de resguardar los ingredientes del caldo

Ingredientes

• Huesos de pollo o de res
• Agua suficiente para el caldo
• 2 cucharaditas de vinagre de sidra de manzana
• cebollas
• zanahoria
• Auyama (opcional)
• ají (opcional)
• ramas de cebollín, cilantro, ajoporro

¿Cómo prepararlo?

• Colocar los huesos en una olla grande
• Cubrir con agua la olla, dejando espacio suficiente para cuando el agua hierva
• Añadir dos cucharaditas de vinagre de sidra de manzana al agua, de manera que se puedan liberar los nutrientes esenciales de los huesos.
• Llevar a la estufa la olla y cocinar lentamente
• Dejar a fuego lento por lo menos durante diez horas, extrayendo los sobrantes que salgan a flote del agua.
• Añadir los vegetales para añadir valor nutritivo al caldo.
• Para que los huesos de pollo se cocinen bien y se extraiga todos los nutrientes se cocina alrededor de 24 horas.
• Dejar reposar y retirar la capa de grasa que se endurece.  Esta capa es protectora del caldo que se encuentra debajo. Quitar esta capa cuando se vaya a consumir el caldo.

¿Cómo o dónde usar el caldo de huesos?

Existen muchas formas de usar el caldo de huesos. Es posible utilizarlo como base principal para hacer salsas o como ingrediente complementario en diversas recetas. Todo depende de lo que se desee hacer con él. Aunque no es considerado como un plato principal, es una buena base para hacer platos nutritivos y deliciosos.

Muchas personas lo usan como remedio casero para aliviar el malestar generado por el resfriado común. Al ser caliente, ayuda a relajar el cuerpo, a reducir la mucosidad nasal y a controlar los escalofríos.

Concluyendo

Muchas personas han utilizado por siglos el caldo de huesos, ya que ofrece muchos beneficios medicinales. Es posible prepararlo con huesos de pollo o de res. Eso depende del gusto de cada quien. Es un gran plato que puede servir de base para la creación de salsas u otros platos.

Cuando le comenté a Luisa lo que podía hacer con los huesos, me manifestó que el caldo de huesos es una variante de la sopa de res que acostumbran a preparar sus padres. Ella había escuchado hablar constantemente acerca de lo beneficioso del caldo de huesos pero no había prestado mucha atención a que este caldo es rico en vitaminas, minerales y otros nutrientes necesarios para el organismo. Me comentó que aprovechó de decirle a su madre de preparar un caldo de huesos de pollo para ella que se sentía un poco resfriada. Este le ayudó mucho a controlar los escalofríos y la ayudó a deshacerse del moco nasal que tenía.

El caldo de huesos tiene muchos beneficios que se pueden aprovechar para beneficiar al organismo.  Seguir un buen régimen alimenticio y una rutina de ejercicios diaria es la mejor manera de mantener una vida saludable.

“Limpiando tu cuerpo de manera regular y eliminando tantas toxinas como sea posible de tu entorno, ¡tu cuerpo puede comenzar a curarse a sí mismo, prevenir enfermedades y volverse más fuerte y más resistente de lo que alguna vez hubieras soñado”. Dr. Edward Group III

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