Acostumbro a comprar mis frutas y hortalizas, por lo menos dos veces a la semana. La semana pasada me encontraba junto con mi esposo, en la tienda que siempre frecuento. Justo a nuestro lado, la madre de una amiga estornudaba y limpiaba su nariz. Detuvimos el carrito de compras para charlar y acto seguido, me acerqué a ella.
A sabiendas que trabajo con salud natural, comenzó a hablar conmigo. Intercambiamos muchas cosas, ahí detecté un detalle, que ella no manejaba. A diferencia de las personas de mi familia, y de muchas otras, ella no era amiga de ninguna fruta cítrica. Esto me impulsó a hablarle en profundidad sobre las bondades de la naranja. No pude menos que recomendarle, una receta que conozco desde niña y ha funcionado desde siempre en mi vida cotidiana.
Citrus sinensis, naranja o naranja dulce (para distinguirlo de especies relacionadas, como naranja agria y mandarina), es un árbol pequeño de las rutáceas (familia de los cítricos). Las naranjas probablemente se cultivaron por primera vez en el sur de China (las referencias a la fruta se pueden encontrar en la literatura de la región desde el año 314 aC). Desde entonces se hicieron híbridos y se alteraron tanto que hay cientos de variedades de naranjas en todo el mundo.
La mayoría de los cultivos comerciales se encuentran en regiones tropicales, semitropicales y templadas cálidas. Se ha convertido en el árbol frutal más plantado en el mundo. Las naranjas son las frutas más populares en todos los continentes, donde su consumo fresco y en jugos, son los más habituales.
Los estudios en animales y humanos indican que el consumo regular de naranjas se asocia con diversos beneficios para la salud. La forma más extendida para alcanzar dichos beneficios, es ingiriendo el fruto fresco o tomando su jugo, aunque al hacerlo jugo puede perder una cantidad de nutrientes y fibra que solo lo consigues consumiendo la fruta .
Dentro de los beneficios más comunes, destacan:
La enfermedad cardíaca es actualmente la causa más común de muerte prematura en el mundo. Las naranjas son una excelente fuente de compuestos fenólicos, especialmente los flavonoides (da la pigmentación amarillo-naranja), que contribuyen a la mayoría de sus propiedades antioxidantes. Estos antioxidantes pueden tener efectos protectores contra la enfermedad cardíaca.
El consumo regular de naranjas pueda ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. El licopeno, es un antioxidante que se encuentra en grandes cantidades en las naranjas de ombligo de pulpa roja (Caracara). Posee varios beneficios para la salud, asociados a la tensión arterial.
Las naranjas están llenas de potasio, un mineral responsable de ayudar al corazón a funcionar bien. Cuando los niveles de potasio bajan demasiado, puede desarrollar un ritmo cardíaco anormal, conocido como arritmia. El alto consumo de potasio puede disminuir la presión arterial en personas con hipertensión y tiene efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular.
Las naranjas son una buena fuente de fibra. Una naranja grande (184 g) contiene alrededor del 18% de la ingesta diaria recomendada. Se ha demostrado que la ingesta de fibras disminuye los niveles de colesterol “malo” (LDL), en la sangre.
Las naranjas, al igual que otros cítricos tienen un alto contenido de ácido cítrico y citratos, que aportan el sabor agrio.
Las investigaciones indican que el ácido cítrico y los citratos de las naranjas pueden ayudar a prevenir la formación de cálculos renales. El citrato de potasio a menudo se prescribe a pacientes con cálculos renales.
La anemia, la disminución en la cantidad de glóbulos rojos o la hemoglobina en la sangre, a menudo es causada por la deficiencia de hierro. Aunque las naranjas no son una buena fuente de hierro, son una fuente excelente de ácidos orgánicos, como la vitamina C (ácido ascórbico) y el ácido cítrico.
Tanto la vitamina C como el ácido cítrico pueden aumentar la absorción de hierro del tracto digestivo. Por lo tanto, cuando consumes alimentos ricos en hierro, las naranjas pueden ayudar a prevenir la anemia. Una naranja grande puede proporcionar más del 100% de la ingesta diaria de vitamina C recomendada.
Las naranjas son ricas en compuestos de carotenoides, que se convierten en vitamina A y ayudan a prevenir la degeneración macular. Todos los cítricos son ricos en carotenoides, una clase de antioxidantes que es responsable de su color naranja. Estos compuestos, el cuerpo los puede transformar en vitamina A.
Los azúcares simples, como la glucosa, la fructosa y la sacarosa, son la forma dominante de carbohidratos en las naranjas. Ellos son responsables del sabor dulce. A pesar de su contenido de azúcar, las naranjas tienen un índice glucémico bajo. Este índice es una medida de la rapidez con que el azúcar ingresa al torrente sanguíneo después de una comida.
Esto significa que siempre y cuando no comas demasiadas naranjas a la vez, no aumentarán tu nivel de azúcar en la sangre ni causarán problemas con la insulina o el aumento de peso. Las naranjas se componen principalmente de carbohidratos y agua, y contienen cantidades muy bajas de proteínas y grasas. También son bajos en calorías.
Una de las funciones de la vitamina C, es la combatir los efectos de la histamina, sustancia que interviene en las reacciones alérgicas. Por lo tanto, un nivel adecuado de vitamina C en sangre, contribuye en la disminución del riesgo de padecer alergias. Esto incluye estados gripales y catarro.
El alto nivel de fibra que posee la naranja mejora la función del sistema digestivo y alimenta las bacterias amistosas que residen en él, provocando un efecto laxante en el intestino. De esta manera evita el estreñimiento y se pueden liberar elementos tóxicos que el cuerpo debe desechar. Por otro lado también alivia las hemorroides.
La presencia de una sustancia llamada Nobiletin, hace que el consumo de naranja nos proteja de los efectos de la obesidad. Esta sustancia previene al organismo de diabetes tipo 2, a menudo asociada con la obesidad. Esta es una gran razón para aumentar el consumo de cítricos. Se ha comprobado además, que la actividad antidiabética de la naranja se debe a los flavonoides como hesperidina y naringina.
Llevo mucho tiempo utilizando la naranja. Desde niña me acostumbré a comer muchas naranjas, en todo momento. Esto me mantenía con muy buenos niveles de vitamina C y gracias a mis abuelos y padres, desde siempre gocé de muy buena salud.
Hoy te entrego un preparado muy antiguo, muy utilizado en mi España natal.
Toma la medida de un vaso para pequeños tragos (aproximadamente 40cc) 4 veces al día. Así lograrás eliminar los síntomas del resfriado. Es una combinación de elementos con propiedades que revitalizarán tu sistema inmunológico.
No hay edad para empezar a rectificar nuestras conductas. Es un error vivir la vida cotidiana, sin considerar que la vitalidad que tenemos es un hermoso regalo del creador. Y en ese hermoso regalo, se incluye toda la hermosura de lo natural que nos rodea.
Cuan hermoso y satisfactorio es conocer cada día en profundidad, cada una de las cosas sencillas que nos rodean. Dentro de estas cosas, se encuentran esos tesoros de uso cotidiano. Una fruta tan honorable como la naranja, ha sido por años empleada por todas las culturas, con múltiples beneficios. Es muy común entre nosotros y en nuestra cultura gastronómica apreciemos su uso. Si logramos hacerlo, potenciaremos en nosotros todos sus beneficios.
La mamá de mi amiga es todo un personaje. Ahora, es fanática de la naranja, no solo porque le hablé, sino además que surtió efecto el jugo revitalizante que le recomendé. Me sorprendió con una cesta de naranjas de Florida. Fue un bello obsequio, pero el más hermoso fue ver el cambio de vida experimentado por ella.
Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro # Yo Puedo con la Dra. Cocó.
Si la página te da un mensaje error es porque no has entrado la dirección bien. Vuelve a intentar, asegurando no haber dejado ningún espacio antes, después o entre las letras de tu dirección.