¿Bajar El Consumo De Sal Reduce La Tensión Arterial?


Mi amiga Anna se me acercó un día para preguntarme si el reducir la sal realmente disminuye la tensión arterial.  Anna se motivó a preguntarme debido a nuevos evidencias científicas que parecen contradecir todo lo que sabíamos hasta ahora.

Por supuesto, yo estaba al tanto de esas investigaciones y las había seguido con bastante interés.  Anna no es hipertensa, pero tenía temor de sufrir hipertensión, así que había reducido su consumo de sal, pero ella no lo hizo por su cuenta ni a la ligera.

De hecho, tomó en cuentas las recomendaciones de The Food and Drug Administration (FDA). Esta institución señala que el consumo máximo de sodio por adulto debe ser de 0,0811 onzas o 2.300 miligramos, esto representa unos seis gramos de sal.

Incluso afirman que disminuir la sal en 40 %, podría salvar 500.000 vidas y ahorrar casi $ 100 mil millones en costos de atención médica.

Importancia del sodio en el organismo

El sodio es una de los minerales y electrolitos fundamentales para la regulación de ciertas funciones corporales. De hecho, sin sodio muchas de las funciones fisiológicas y celulares no podrían llevarse a cabo.

La función más importante del sodio, componente principal de la sal, es regular los fluidos extracelulares, es decir, se encuentra en la sangre y los líquidos que rodean a las células.

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Y, aunque parezca insólito, ayuda a regular la presión arterial alta, también es fundamental en la función nerviosa y muscular. Por esta razón, el cuerpo equilibra, cuidadosamente, las cantidades de sodio que necesita.

Y es que si consumes poco sodio, puedes llegar a padecer una enfermedad llamada hiponatremia.

Aunque es una patología que padecen personas mayores o quienes sufren de problemas cardíacos, realmente no quieres padecerla. Sus síntomas son calambres, dolor de cabeza, irritabilidad, fatiga, náuseas, alucinaciones, pérdida de la conciencia y coma.

Por supuesto, el exceso de sodio también produce problemas de salud.

El organismo regula el sodio

La cantidad total de sodio afecta el volumen de líquidos en la sangre y el cuerpo tiene sus propios mecanismos para evitar que el nivel de este elemento se dispare o caiga.

En este proceso se involucran los riñones, órganos que retienen sodio cuando disminuye y excretan cuando hay en exceso.

Cuando el volumen de líquido o el nivel de sodio aumentan, los riñones actúan y excretan sodio, lo que permite que el volumen de sangre vuelva a la normalidad.

En caso contrario, si disminuyen el sodio y la sangre, las glándulas suprarrenales secretan aldosterona, una hormona que causa que los riñones retengan sodio y excreten potasio. Así se disminuye la orina y aumenta el volumen de sangre de nuevo.

Por supuesto, quienes tienen comprometida la función renal pueden tener picos peligrosos en sus niveles de sodio.  Otra forma de excretar sodio es a través del sudor.

Investigaciones recientes sobre la sal y la tensión arterial

Hay varias investigaciones que apuntan hacia un nuevo descubrimiento: al parecer, el número de muertes entre personas que consumieron poca sal es mayor que entre los que comieron más sal.

Otros resultados también indican la falta de relación entre un mayor consumo de sal y el riesgo de hipertensión.  Te presento acá algunos de estos estudios.

Investigación en la Universidad de Lovaina, Bélgica

El primero es un estudio a cargo de la doctora Katarzyna Stolarz-Skrzypek, MD, Ph.D, y publicado por Revista de la Asociación Médica Estadounidense.

La científica se propuso establecer, junto a su equipo de 13 investigadores, si las tasas de muerte, enfermedad e hipertensión estaban relacionadas con los niveles de sodio en orina.

Partieron del hecho que quienes consumen más sal, tienes mayores niveles de sodio en la orina que quienes consumen poca.

El estudio involucró a 3.681 adultos sin enfermedades cardiovasculares. 2.096 de ellos con tensión arterial normal y duró unos 8 años. Pasado ese tiempo, murieron 50 personas con bajo nivel de sodio urinario.

Esto contrasta con las 24 muertes entre quienes tenían niveles medios de sodio y las 10 muertes entre aquellos con altos niveles de sodio en la orina.  En resumen, el riesgo de mortalidad vascular era mayor entre los que tenían niveles más bajos de sodio en la orina.

En el artículo, los investigadores aseguraron que no encontraron vínculo entre el riesgo de hipertensión y los altos niveles de sodio. Esto quiere decir que quienes comen más sal no tienen un riesgo mayor de desarrollar presión arterial alta.

Sin embargo, hay un detalle en sus resultados. La investigación se realizó entre adultos sanos. Es decir, no pueden negar que disminuir el consumo de sal tenga un efecto reductor de la presión entre hipertensos.

Investigación online de NutriNet-Santé, Francia

La página web NutriNet-Santé realizó un estudio transversal entre voluntarios pertenecientes a esta página.

En el estudio participaron 8.670 voluntarios y fue publicado, posteriormente, en el American Journal of Hypertension.

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¿El descubrimiento? el consumo de sal no estaba asociado con la presión arterial sistólica en hombres o mujeres.

Lo que sí parece influir en los riesgos de hipertensión es la edad, el consumo de alcohol y, sobre todo, el Índice de Masa Corporal (IMC). El IMC es la relación entre el volumen de grasa con la estatura y peso del individuo.

Por otra parte, comer vegetales y frutas con regularidad, se asoció de forma significativa con una caída en la tensión.

Investigación de la Universidad de Boston, Estados Unidos

La doctora Lynn Moore, profesora asociada de Medicina, junto a varios de sus colegas estudiaron a unas 2.600 personas. Ellos les pidieron a las personas un registro de su dieta y midieron la tensión arterial cada cuatro años en 16 años.

El estudio arrojó otro hallazgo significativo:

Quienes siguieron la pauta de comer menos de 2.300 miligramos de sodio al día tuvieron la tensión ligeramente más alta que los que consumieron más sodio.

La doctora Moore aclaró que no quiere decir que el sodio no tenga nada que ver con la hipertensión. Pero es posible que el sodio no sea el único nutriente, ni el más importante, cuando se intenta controlar la presión arterial.

Otro resultado curioso: Aquellos con niveles de potasio más alto, tendían a tener la presión más baja sin importar cuánto sodio comieran.

Un hallazgo parecido ocurrió con el nivel de magnesio, aunque no fue tan significativo como el potasio.

Investigación a nivel mundial

Este es un estudio bastante interesante.  Médicos de 17 países analizaron la excreta de sodio y potasio en la orina en ayunas de 101.945 personas.

El objetivo era examinar la relación entre la excreción estimada de sodio y potasio urinario y el resultado frente a la muerte y eventos cardiovasculares.

La ingesta de 3 y 6 gramos de sal diaria, se asoció con un menor riesgo de muerte y eventos cardiovasculares. En cambio, una estimación mayor o menor en nivel de ingesta sal se vinculó con riesgos de padecer eventos cardíacos.

Dicho de forma más sencilla, los que consumen menos de 1.500 miligramos de sodio tienen más probabilidades de morir.

Esta investigación fue publicada por la revista New England Journal of Medicine en agosto de 2014.

No hay una última palabra sobre el consumo de sal 

Por supuesto, hay muchos médicos y especialistas que critican los métodos de estas investigaciones, también ponen en duda sus resultados.

Uno de los críticos es Graham MacGregor, profesor de medicina cardiovascular de la universidad Queen Mary de Londres.

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MacGregor, quien también es presidente del Consensus Action on Salt and Health, alertó sobre estos resultados.  Otros, aunque aceptaron los estudios con reserva, recomendaron aumentar el consumo de potasio en forma de frutas y vegetales.

Un dato importante es variar las frutas y los vegetales. Mientras más tipos de frutas y vegetales se consuman, más nutrientes se reciben.

También es necesario hidratarse lo suficiente con líquidos en sopas, frutas, jugos sin azúcar y, sobre todo, agua.

Mi recomendación…

Al hablar con Anna, analizamos las indicaciones que existen sobre el consumo de sal y los resultados de estas investigaciones y conversamos sobre la salud y la necesidad de llevar una vida y dieta saludable.

Le recordé que nuestro organismo es un conjunto de células que desarrollan equilibrados procesos para mantener la vida.  Además, estas células necesitan un gran número de vitaminas, minerales, nutrientes, fitonutrientes, antioxidantes, etc.

Todos ellos contribuyen a mantener el equilibrio de esa maravillosa maquinaria del organismo.

Entonces, la mejor manera de prevenir la hipertensión y los eventos vasculares es nutrirse de la forma adecuada y “escuchar” al organismo.

Observa cómo reacciona tu cuerpo ante algunos alimentos. Reconoce cuáles te hacen sentir llena de energía y ánimo. Así mismo, identifica cuáles te restan energía, cuáles te agotan o no te hacen sentir bien.

Ejercitarte sin sobreexigirle a tu cuerpo, ayudará a equilibrar los nutrientes y oxigenar tus células.

Por supuesto, es importante que te realices un examen anual con el que evalúen tus valores y descarten cualquier patología.

Una vida saludable, en la que tu alimentación se convierte en tu medicina, activa y con una buena actitud, te ayuda a prevenir enfermedades y a disminuir los riesgos de padecer muchas de ellas.

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Referencias

http://www.bloodpressureuk.org/BloodPressureandyou/Yourlifestyle/Eatingwell/Salt

https://www.express.co.uk/life-style/health/796356/high-blood-pressure-lower-cutting-salt-intake

https://www.medicalnewstoday.com/articles/224097.php

 

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