¡Necesito algo dulce! Es lo que solía decir Natalia cuando el estrés la sobrepasaba o cuando pasaba horas sin hacer nada durante sus días libres. Cuando llegaba al punto de decir necesito, era un claro síntoma de adicción. Y cuando saboreas un dulce, olvidas todo el daño que puede hacerte.
Desde muy pequeña Natalia ha estado rodeada de dulces y, a pesar de que sus padres por un lado le advertían sobre las consecuencias de comer muchos dulces, por otro lado, la premiaban con caramelos y chocolatines cuando se portaba bien.
Su niñez pasó entre paletas, caramelos y pastelillos. La adolescencia, entre sodas, galletas cubiertas y rellenas de chocolate. Hoy son los bombones y helados.
Ahora se preocupa por su figura y piensa en su salud. Quiere perder peso, sentirse bien, pero, siempre tiene una excusa para comer un dulce. Se auto-engaña, se convence de que comer un dulce no le hará daño y luego el remordimiento le atormenta.
Pero finalmente ha entendido que para estar saludable y perder peso, tiene que dejar los dulces. Todos sabemos que es una tarea difícil, especialmente cuando hablamos de adicción. Pero con voluntad, actitud y estas técnicas que voy a daros, estoy segura de que tanto Natalia como muchos de vosotros que tienen un problema similar al suyo, podréis libraros de esta adicción.
¿Por qué nos cuesta eliminar los dulces de nuestra alimentación?
Comer dulces es tradición en casi todas las naciones del mundo. El postre es parte oficial de cualquier menú. Cada país y cada región ofrece al menos cinco dulces tradicionales que son emblemas de su gastronomía.
Y si estamos de visita en otro país o provincia del nuestro, pues probamos todo porque es una forma de hacer turismo. Comer todo lo que ofrece el lugar que visitamos es parte de la ruta turística. De otro modo, sentimos que no conocimos su cultura.
El postre tiene un lugar en el menú y éste es cerrar la comida. Es allí donde comienza la tentación y la excusa de no poder rechazarlo para no ofender al anfitrión. Y si se trata de nuestra propia mesa, bueno, queremos comer el dulce para sentirnos satisfechos.
Es muy común sentir que el azúcar es parte de nuestras vidas. Estamos rodeados por productos que contienen este peligroso ingrediente. Lo encontramos en bebidas, postres, golosinas, helados, productos enlatados y muchos otros que ni imaginamos que la contienen.
Muchas veces queremos perder peso y nos comprometemos con la dieta saludable. Pero la tentación por las golosinas y las cosas dulces, echa por tierra nuestros esfuerzos.
Me han escrito muchos lectores con la preocupación de no poder dejar de comer golosinas ni de endulzar sus jugos y me han asegurado que han encontrado respuestas y orientación al asumir el Reto #Yo Puedo.
7 pasos para controlar la ansiedad de comer dulces
Dejar de comer dulces es una tarea titánica para quienes presentan una adicción al azúcar refinado. También para quienes tienen la costumbre de comer postre después de las comidas.
El estrés y el proceso de desintoxicación pueden causar una gran ansiedad por los dulces. Pero existen técnicas naturales que puedes implementar para lograr este importante objetivo.
Por ello, quiero contarte acerca de esta efectiva técnica para controlar la ansiedad de comer dulces. Se trata de 7 consejos o maneras que te permitirán reducir progresivamente el consumo de azúcares refinados. Estos son:
1. Come 5 veces al día
Si limitas a tu organismo a sólo tres comidas diarias, sentirás hambre entre cada una de esas comidas. Buscarás cualquier cosa para saciar el ansia, empezando con comida chatarra y, especialmente, con algo dulce, como pasteles, helados y golosinas.
Querrás comer golosinas procesadas. Las que además del azúcar refinado, contienen otros ingredientes dañinos para tu salud. Te recomiendo comer 5 veces al día, una entre el desayuno y el almuerzo, la merienda y la cena. Esto reducirá la ansiedad de comer algo entre comidas. Por supuesto, los alimentos que consumas en cada una de esas 5 comidas deben ser saludables.
Podrías aumentar la frecuencia hasta siete comidas diarias, pero en porciones pequeñas. Comiendo varias veces al día, tu cuerpo se mantiene nutrido y tus niveles de azúcar en la sangre en perfecto equilibrio.
2. Evita los desayunos dulces
Una de las primeras cosas que debes evitar para vencer la ansiedad de comer duclces, son los desayunos azucarados como cereales, tostadas con jalea o pudines. Este tipo de desayunos estimula la ansiedad de comer más dulces durante el día.
3. Reduce el consumo de endulzantes artificiales
Los endulzantes artificiales como la splenda, tan solicitados por quienes se encuentran bajo dietas para perder peso y combatir la diabetes, ocasionan efectos secundarios dañinos para la salud. Pero, además, aumenta tus ansias de comer dulces. Por esta razón, lo mejor es reducir al máximo su consumo.
4. Distracción contra la ansiedad
Mantente ocupada física y/o mentalmente. Distráete para que no surja la ansiedad. Cuando te sientas aburrida, evita visitar la cocina en busca de dulces y caminar a la tienda de la esquina. Sigue de largo y da un paseo. También puedes hacer lo siguiente
- Lee un libro o una revista
- Escucha música
- Ve a clases de baile
- Apúntate al gimnasio
- Ejercítate en casa
- Realiza alguna tarea manual
Ten en cuenta que distraerte evita que pienses en los dulces. Si tu mente y cuerpo están ocupados realizando alguna actividad física o intelectual, no sentirás la necesidad de comer golosinas.
5. Toma agua
Regularmente, la deshidratación te induce a beber y a comer. En realidad, no tienes hambre, lo que realmente tienes es sed. Bebe un vaso de agua en lugar de comerte un paquete de dulces y verás cómo se reduce la ansiedad de comer dulces.
6. Cepilla tus dientes
Cuando sientas los primeros síntomas de la ansiedad por dulces, cepilla tus dientes o enjuaga tu boca con enjuague bucal. Al sentir el aliento fresco, pierdes el deseo de comer dulces y cualquier otra cosa.
7. Come frutas
Las frutas contienen azúcar natural con muchos nutrientes. Además, sabe bien y calmará la ansiedad por comer dulces procesados. Cómelas entre comidas y en el desayuno, conviértelas en tu postre saludable de ahora en adelante.
Pero evita excederte en su consumo, especialmente de las que tiene sabor más dulce, pues poseen un alto contenido de fructosa, sustancia que en exceso puede hacer mucho daño al organismo.
La soledad y la tristeza aumentan la ansiedad por los dulces
Las situaciones emocionales nos impulsan a comer dulces. El azúcar produce un rápido golpe de energía que nos anima cuando estamos tristes, deprimidos y sin ánimos. La soledad también es un desencadenante poderoso de la ansiedad.
Creemos que una tableta de chocolate o un tarro de helado son mejor compañía que quien o quienes nos afectaron sentimentalmente. Pero ten en cuenta que es un error buscar la soledad para olvidar, porque sólo recordamos donde están las golosinas.
Si estas triste o deprimida, busca la compañía de amigos o familiares con quien puedas compartir el rato. Los dulces no son la solución.
Evita el consumo de comida chatarra
Es mejor para tu salud evitar las comidas procesadas, éstas contienen azúcares refinados y otros ingredientes altos en azúcar como:
- Jarabe de maíz de alta fructosa
- Endulzante de maíz
- Dextrosa
- Azúcar de malta
- Sacarosa
- Melaza
- Jarabe de arce
La ansiedad de comer dulces surge por la necesidad de energía. Una comida saludable te aportará la energía necesaria para sentirte bien y no te hará falta ese complemento de azúcar. Las proteínas, carbohidratos y fibras te aportan esa energía. Incorpora a tu dieta:
- Pescados
- Carnes rojas magras
- Nueces
- Semillas como las de chía, amaranto, moringa, habas, frijoles, calabaza y girasol
La fibra y los carbohidratos también te aportan sensación de saciedad impidiendo que sigas buscando dulces. El agua sigue jugando un papel importante en esta estrategia, pues te ayuda a eliminar toxinas y te calma la ansiedad. Si te aburre el agua pura, bebe agua saborizada, como el agua de fresas o de avena.
Reemplaza el azúcar refinado por Stevia
Tu ansiedad por el dulce puede responder más a una cuestión gustativa que emocional o de baja energía. Si es así, puedes probar con el extracto de Stevia, sus hojas frescas o secas. Este endulzante natural es una opción dulce saludable para preparar postres sin dañar a tu organismo.
Estudios realizados sobre las propiedades y efectos de la Stevia, revelan que es eficaz para tratar el malestar intestinal y la hipertensión. Pero interactúa con otros medicamentos como los antimicóticos y los antiinflamatorios, por eso es importante que ante dichas afecciones consultes a tu médico.
Para usar las hojas de Stevia, sólo necesitas hervirlas un par de minutos en agua y luego utilizar esa agua para preparar infusiones o jugos. También puedes masticar algunas hojitas. Éstas desprenden un agradable dulzor que calmará tu necesidad de azúcar.
Come verduras con sabor dulce para controlar la ansiedad por las golosinas
La naturaleza e muy sabia y para satisfacer tus deseos por los sabores dulces, nos ofrece, además de las frutas, verduras con cierto dulzor. Éstos pueden saciar tus ganas de comer dulces. Inclúyelos en tu dieta diaria, alternándolos o combinándolos. Entre los más comunes se encuentran los siguientes:
- Zanahoria
- Remolacha
- Calabaza
- Boniato
- Maíz tierno
- Apio
Puedes prepararlos en ensaladas, jugos e infusiones. Cómelos crudos y compra preferiblemente los que procedan de cultivos orgánicos.
¿Cómo deleitarnos con el inevitable postre?
Si el postre está definitivamente enclavado en tus costumbres por razones culturales, tradiciones familiares, religión o situaciones protocolares, entonces elige opciones saludables. Prepara postres a base de frutas frescas o secas, o una combinación de ambas.
El yogurt natural endulzado con Stevia o mezclado con frutas frescas es una opción agradable y saludable.
Otra medida para controlar el postre es esperar alrededor de 15 o 20 minutos después del último plato antes de comer postre. Tu cerebro necesita algo de tiempo para recibir las señales de las hormonas digestivas. Déjalas pasar y el cerebro quizás olvide al azúcar.
Las ganas de comer algo dulce son normales. No excluyas estos sabores por completo de tu dieta, porque el organismo necesita del azúcar natural. Pero evita por todos los medios los azúcares refinados y los dulces procesados. Obtén tu dosis de azúcar de las frutas y quizás, en una cucharadita de miel cruda de abejas.
Esto es lo que ha venido haciendo Natalia, quien ha vencido su adicción por los dulces. Gracias a ello, logró adelgazar las libras que tenía de más y ahora se siente más saludable y llena de vitalidad.
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