5 Alimentos Que Deberían Evitarse Durante la Lactancia


Muchas creencias populares sobre la dieta materna en el proceso de lactancia ejercen un fuerte impacto sobre diversas prácticas realizadas entre las madres.

La lactancia materna posee un rol fundamental como dieta saludable y moduladora de las preferencias de sabor en los niños. Sin embargo, investigaciones recientes han determinado que existen ciertos alimentos que no son convenientes para la madre durante esta etapa.

De este tema, que posee muchas controversias hablaré a solicitud de Gilda, una seguidora de Utah. Ella es una profesional dedicada a la administración de empresas, que tomó la decisión junto a su esposo de disfrutar la dicha de la maternidad.

Esta joven madre comenzó a alimentar a su recién nacido a inicios del mes de septiembre. Sin embargo, sintió que era sometida a mucha presión para modificar algunos hábitos alimenticios.

Gilda me comentaba, que desde que comenzó a amamantar a su hijo, su madre y su abuela realizaron una serie de observaciones acerca de algunos alimentos que debía evitar.

De hecho, fueron muy insistentes y ella tuvo que ceder. Dentro de los alimentos que le recomendaron evitar, destacaban algunos tipos de pescado, café y bebidas alcohólicas.

Ella principalmente quería saber si esta recomendación es válida, sobre todo porque ella como a mucha gente joven le encanta el café y ciertas bebidas con alcohol.

Posiblemente, muchas madres jóvenes se enfrentan al dilema de tener que suprimir algunos alimentos durante la lactancia. Por esta razón, consideré importante compartir esta información en mi página.

Estilo de vida saludable y lactancia materna

Tener un estilo de vida saludable antes , durante y después del embarazo es esencial para la salud del bebé.  La alimentación con los nutrientes requeridos son primordiales para tener una microbiota equilibrada y saludable.

Un estudio publicado por Gabriel Vinderola y Gonzalo Pérez-Marc  afirman que:

Un estudio publicado por Gabriel Vinderola y Gonzalo Pérez-Marc  afirman que:

  • “La leche materna provee microorganismos que colonizan el intestino y programan  el sistema inmunológico para desarrolla su tolerancia.
  • Entre los 6 meses de lactancia materna exclusiva y los 2 años de lactancia prolongada recomendada, la alimentación complementaria conlleva una reducción progresiva en el ingreso de microrganismos vivos al ecosistema intestinal”

De igual manera Gabriel Vinderola en mi podcast de Cómo Curar manifestó que:

  • La microbiota juega un papel importante en el embarazo.
  • La nutrición en el periodo de embarazo es esencial pues prepara la microbiota de la madre. Es importante que el parto sea a término para que la microbiota esté sana.
  • La lactancia materna proporciona calidad de vida al bebé.
  • Los bebés alimentados con leche materna se enferman menos, no sufren condiciones autoinmunes, tienen mayor coeficiente intelectual.

 

Entre mitos y verdades: la alimentación  durante la lactancia

Según los expertos de The Johns Hopkins University, existen algunos mitos relacionados con la dieta a seguir durante la lactancia. Dentro de estos destacan:

  • La producción de leche se incrementará si se consumen determinados alimentos

Muchas mujeres en la etapa de lactancia presentan algunas preocupaciones acerca de cómo incrementar la producción de leche. Incluso, una gran cantidad de ellas incluyen en su dieta lo que algunas personas denominan “alimentos para la lactancia”.

Entre mitos y verdades: la alimentación  durante la lactancia

Entre ellos destacan: calabaza, harina de avena, plátano, levadura de cerveza, cebada, jengibre y albahaca. Sin embargo, no existen pruebas fehacientes que respalden realmente si incrementen la producción de leche.

De acuerdo al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos la leche se produce en los senos como consecuencia de la succión realizada por el bebé. Esto quiere decir, que mientras más amamantes a tu bebé, tus senos producirán una mayor cantidad de leche.

Según los expertos, los alvéolos producen leche por efecto del estímulo que realiza la hormona prolactina. De hecho, el estímulo que ocasiona la succión provoca un aumento de los niveles de prolactina.

Incluso, existe otra hormona denominada oxitocina que también incrementa sus niveles por efecto de la succión del bebé.

Este efecto provoca, que los músculos del seno se contraigan y logren movilizar la leche a través de los conductos. El mismo es denominado “reflejo de bajada de la leche”.

Los alimentos antes mencionados se han empleado de forma tradicional en diversas culturas a lo largo de muchos siglos. Su consumo no causa daños, sin embargo, probablemente no produzcan incrementos significativos en la producción de leche.

  • Ciertos alimentos deben evitarse para que el bebé no tenga gases

En muchas ocasiones, cuando un bebé amamantado llora sin un motivo aparente, por lo general este efecto es atribuido a los gases ocasionados por algún alimento que ingirió la madre. En muchos casos esto no es cierto.

No obstante, existen algunos alimentos que confieren sabores diferentes a la leche, tales como los pimientos picantes y ajo. En algunas ocasiones el bebé puede mostrarse esquivo a probar la leche materna, aunque el sabor no le hará daño.

Ahora bien, esto cambia cuando el bebé presenta alguna alergia o sensibilidad alimentaria, generalmente ocasionada por alergia a los lácteos.

Según las estadísticas esto suele representar tan solo el 3% de los bebés, que son alimentados exclusivamente de leche materna.

De allí la importancia, que la madre esté atenta a ciertos síntomas y signos. A saber vómitos, sangre o mucosidad en las heces, procesos diarreicos, dificultad respiratoria, erupciones cutáneas, inquietud manifiesta y dolor abdominal.

Es importante, que al observar alguno de estos síntomas producidos por efecto de reacciones alérgicas hacer contacto inmediatamente con el pediatra.

Ahora bien, si solo se nota que presenta gases o se torna inquieto luego de que la madre ha comido ciertos alimentos, conviene evitarlos durante algunos días para observar si ello favorece en algo. Muchas veces, eso puede ocurrir cuando la madre ha consumido legumbres, col o brócoli.

  • La lactancia materna provoca pérdida de peso

Dentro de las ideas considerada completamente equivocada, resalta que el peso ganado durante el embarazo puede perderse sin esfuerzo. Sin embargo, esta no es una experiencia experimentada por muchas personas.

De hecho, muchas personas se dan cuenta de que mantienen un poco de peso mientras dan el pecho. Básicamente se cree, que este efecto se debe a que las madres que amamantan experimentan mucha hambre, lo cual ocasiona una mayor ingesta de alimentos.

Según los especialistas, la decisión errónea de querer perder peso al poco tiempo después del parto puede afectar en gran medida la producción de leche.

Para los expertos, deben esperarse al menos un par de meses para que la producción de leche se consolide. Incluso, la sugerencia es que la pérdida activa de peso no sea mayor de 1,5 Kg al mes para no interferir negativamente con la lactancia.

Es importante, que la mujer lactante recuerde que la ganancia de peso se originó a lo largo de nueve meses. Por ello, lo mejor es incluir una dieta con elevados niveles nutricionales e ingerir porciones razonables.

Esto permitirá mantener niveles adecuados de energía y estimulará la pérdida gradual de peso.

Según algunos estudios, las mujeres que amamantan suelen perder en promedio unas veinticinco onzas de líquido diario, al producir leche.

Es importante destacar, que lo importante no es contabilizar la cantidad de líquido que consumes. Sin embargo, procura beber preferiblemente agua cada vez que tengas sed.

Asimismo, es importante prestar atención a ciertos signos de deshidratación. A saber, orina de color amarillo oscuro, boca seca y orinar pocas veces.

Alimentos que deberían evitarse o consumir con moderación durante la lactancia

1. Alimentos con cafeína

Muchas mujeres, que recién han pasado por procesos de parto y duermen poco, tienden a tomar café para mantenerse despiertas.

No obstante, a pesar de que se considere seguro el consumo de cafeína en mujeres lactantes, los especialistas sugieren no ingerir más de 300 mg de cafeína diarios durante esta etapa.

Alimentos que deberían evitarse o consumir con moderación durante la lactancia

De acuerdo a los estudios se ha logrado determinar, que la cafeína puede causar ciertos efectos negativos en algunos bebés.

Ello ocurre porque la leche puede contener trazas de este compuesto, pudiendo variar entre una madre y otra. Incluso, la sensibilidad frente a la cafeína también es variable entre un bebé y otro.

Los especialistas sugieren, que si amamantas y consumes cafeína estés atenta a los siguientes signos que puede presentar tu bebé:

  • Hiperactividad
  • Inquietud e irritabilidad por encima de lo normal
  • Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.

Se ha observado, que los bebés más pequeños suelen ser más sensibles a la cafeína que los mayores.

De acuerdo a la ciencia, la cafeína puede permanecer en un bebé de 6 meses unas dos horas y media. Sin embargo, en un recién nacido podría permanecer durante días.

Importancia de controlar los niveles de cafeína

Algunas investigaciones han determinado, que el consumo de cafeína podría afectar negativamente el perfil nutricional de la leche materna.

De hecho, las madres que ingieren tres tazas de café al día poseen en promedio un 30% menos de hierro en la leche materna que aquellas que no beben café.

Se ha comprobado, que evitando la cafeína se puede optimizar el contenido de hierro de la leche materna.

Existen algunas alternativas, si eres de las madres que se preocupa por la calidad de leche, pero deseas consumir café. De acuerdo a los expertos debes realizar estas recomendaciones:

  • Preferiblemente amamanta al bebé antes de ingerir cualquier tipo de bebida con cafeína
  • Inmediatamente luego de amamantarlo, puedes tomar tu bebida con cafeína y esperar como mínimo tres horas antes de amamantarlo. De esta forma, tu organismo tendría tiempo suficiente para procesar la cafeína, evitando que se transfiera mediante la leche materna
  • Haz un esfuerzo por reducir el consumo de café a una sola taza al día. Es muy importante dejar de consumir cafeína, hasta que dejes de amamantar a tu bebé.

Tal como se mencionó, las madres lactantes pueden consumir hasta 300 miligramos de cafeína diarias.

A manera de referencia podemos destacar, que una taza de café de ocho onzas (236 ml) contiene unos 96 miligramos de cafeína, incluso el café descafeinado puede aportar hasta unos dos miligramos de cafeína.

A su vez, una taza de té negro contiene 47 miligramos y una de té verde, solo contiene 28 miligramos.

El café y el té son las fuentes de cafeína más empleadas. Sin embargo, puede encontrarse en productos como:

  • Ciertos refrescos (especialmente los de cola)
  • Chocolate
  • Guaraná
  • Bebidas deportivas
  • Bebidas energéticas
  • Fármacos con efecto analgésico
  • Suplementos para adelgazar.

2. Alcohol

Siempre se ha mencionado, que el alcohol y la lactancia no son compatibles. Según los CDC, evitar la ingesta de alcohol es la opción más segura para las madres lactantes.

No existen pruebas, que indiquen que el consumo moderado de alcohol (una bebida estándar diaria) por parte de una madre lactante, perjudique al bebé. Sobre todo, si la madre espera al menos dos horas después de ingerir una sola bebida antes de amamantar.

Pero se sabe, que cuando se ingiere alcohol por encima de niveles moderados este podría transferirse mediante la leche materna. Esto podría perjudicar el crecimiento, desarrollo y patrones de sueño del lactante.

Asimismo, la ingesta de alcohol por encima de los niveles moderados podría ocasionar efectos negativos sobre la madre. Entre ellos, su comportamiento y capacidad para cuidar adecuadamente al bebé lactante.

Se ha determinado además, que el alcohol posee la capacidad de inhibir el flujo de leche que se produce en los pechos. Incluso, podría disminuir la producción de leche cuando se consume a diario.

3. Pescados con elevados niveles de mercurio

Según los CDC, a pesar de que el mercurio está presente de forma natural a nivel ambiental, la dieta materna constituye la principal fuente de exposición para el bebé.

Algunos pescados y mariscos suelen contener elevados niveles de mercurio, los mismos al ser consumidos por la madre lactante contaminan la leche materna.

Se sabe, que el pescado es una de las fuentes principales de ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA). Estos ácidos grasos omega-3 han sido muy bien estudiados, por lo que se conoce que son fundamentales para el desarrollo cerebral del bebé.

No obstante, existen algunas especies de peces que no deben ser consumidos por la madre lactante.

Principalmente, porque la exposición a niveles elevados de mercurio podría causar daños irreversibles sobre el sistema nervioso central del bebé. Ello podría ocasionar problemas cognitivos, desarrollo del habla y lenguaje y la motricidad fina, entre otros.

Dentro de estos pescados que deben evitarse destacan:

  • Caballa
  • Marlín
  • Reloj anaranjado
  • Tiburón
  • Pez espada
  • Pez azulejo (Golfo de México)
  • Atún, pez gordo.

A fin de garantizar una ingesta adecuada de omega-3, la FDA recomienda dentro de las mejores opciones la ingesta de :

  • Salmón salvaje
  • Anchoa
  • Corvina del Atlántico
  • Caballa del Atlántico
  • Lubina negra
  • Pez mantequilla
  • Bagre
  • Almeja
  • Bacalao
  • Cangrejo.

4. Alimentos altamente procesados

Los especialistas coinciden, en que los bebés pueden obtener todos los nutrientes necesarios mediante la leche materna. Sin embargo, para ello la madre debe realizar una dieta sana y equilibrada.

Ello implica, que se deben evitar los alimentos muy procesados debido a su carencia de fibra, minerales y vitaminas. Por lo general, estos alimentos contienen cantidades elevadas de grasas poco saludables, azúcares y calorías.

Según estudios realizados hasta ahora, se sabe que el consumo temprano de alimentos procesados afecta negativamente la salud del lactante.

Una investigación publicada en BMC Public Health el 2021 corroboró, que los perjuicios del consumo de dichos alimentos son más evidentes, cuando se ingieren tempranamente. Sus efectos negativos afectan la lactancia y crecimiento del bebé.

Los investigadores sugieren realizar estudios, que exploren las intervenciones capaces de reducir y retrasar el consumo de estos alimentos.

Ello permitiría prevenir situaciones adversas para la salud futura del bebé. De hecho se ha demostrado, que la dieta de la madre lactante influye sobre la alimentación que su hijo adoptará a futuro.

5 Alimentos picantes y con sabor intenso

Un estudio publicado el 2021 en Science News, mostró resultados interesantes acerca de la ingesta de alimentos picantes. En este estudio se demostró, que luego de la ingesta de un plato de curry, la piperina, el compuesto que determina el picor de la pimienta, se traslada a la leche.

Según los científicos responsables de este estudio, este descubrimiento mejora el conocimiento acerca de ciertos mecanismos, que coadyuvan a sustentar nuestras preferencias alimentarias desde la infancia.

De hecho, según análisis exhaustivos de espectrometría de masas se demostró, que después de una hora de ingerir curry, la piperina fue detectada en la leche materna durante varias horas.

Se ha observado además, que ciertos alimentos con sabores pungentes como la cebolla o ajo podrían alterar el sabor y olor de la leche materna.

Sobre todo, cuando se consumen todos los días en grandes cantidades. Por esta razón, es preferible consumir estos alimentos en menor proporción para evitar que el bebé rechace la leche materna.

Concluyendo

Como se pudo observar, la lactancia debe ser considerada una etapa crucial sobre el desarrollo a futuro del bebé. De allí la importancia de tomar muy en cuenta una adecuada nutrición, que permita que el bebé lactante se desarrolle física y mentalmente.

Según la ciencia, existen algunas restricciones acerca de algunos alimentos. Algunos deben eliminarse del todo como los altamente procesados. Otros como el café, debe ser tomado con precaución, al igual que el alcohol.

En el caso de los alimentos picantes o con sabores fuertes, dado que se ha detectado que se trasladan rápidamente a la leche materna, es mejor comerlos en menos proporción.

A su vez, los pescados con alto contenido de mercurio deben dejarse de lado, empleando otros pescados recomendados por los organismos con competencia.

Para Gilda la información recibida, la cual comparto en el post, fue considerada muy oportuna.

Ella me comenta, que gracias a ella, pudo mostrar argumentos a su madre y abuela para comer algunos tipos de pescado, beber café eventualmente.

Todo ello, sin tener preocupaciones acerca de la calidad de su leche y salud de su bebé.

“Los hábitos dietéticos generales de la madre durante la lactancia pueden influir en la composición de la leche humana, lo que sugiere la importancia de una nutrición materna adecuada durante la lactancia, no sólo para la propia madre, sino también para proporcionar al lactante una leche que contenga una cantidad y calidad de nutrientes adecuada para una nutrición equilibrada”

Francesca Bravi, Profesora Asociada

Universidad de Milán, Milán, Italia

Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro #Yo Puedo con la Dra. Cocó.

Sí la página te da un mensaje de error es porque no has entrado la dirección bien. Vuélvelo a intentar, asegurando no haber dejado ningún espacio antes, después o entre las letras de tu dirección.

Compartelo en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

¡Inspirate!

Publicaciones Relacionadas