☑️ Más Del 60% De Los Alimentos Que Consumen Los Niños Son Ultraprocesados

Según los expertos, el consumo de alimentos ultraprocesados se relaciona con la actual epidemia de la obesidad. De acuerdo a un nuevo estudio, más del 60% de los alimentos consumidos por los niños son ultraprocesados.

Cassey, una seguidora de Indiana, es la joven madre de un niño de once años, que le encanta practicar deportes al aire libre. Cassey me comentaba, que se siente preocupada porque su hijo desde hace unos seis meses, comenzó a modificar su alimentación. Este abrupto cambio, le llevó a incrementar unos cinco kilogramos de peso.

De acuerdo a lo que ella me planteaba ello ocurrió a raíz de un cambio de escuela, debido a que ellos se mudaron a otra urbanización. Esto al principio, lo mantuvo un poco alejado de sus actividades deportivas y comenzó a pasar más tiempo en su casa empleando sus dispositivos electrónicos y PC.

Además de este cambio, comenzó a comprar ciertas comidas preparadas y postres en la escuela. De hecho, por un tiempo no quiso llevar la comida preparada por ella.

Cassey decidió contactarme, a los fines de obtener asesoría con relación a los efectos de ciertos alimentos preparados, listos para comer. Ella deseaba conocer un poco más acerca de ellos, porque muchas veces, para ella tampoco resultan muy claras las etiquetas.

Tu estilo de vida en el presente repercute en tu futuro

La Ciencia recomienda que las personas conserven un estilo de vida saludable.  Esto significa que este concepto debe aplicarse a los niños pequeños, articulando similutes y diferencias entre los estilos de vida saludables de los adultos y los de los niños.

El tipo de alimentación y la actividad física impacta en el desarrollo y la salud de los niños, siendo factores importantes para los resultados posteriores en la vida futura.

Según Estudios realizados a lo largo de los años, las personas con estilo de vida menos saludable tendían a mostrarse menos salud en la edad adulta. Eso quiere decir que esos estilos de vida estaban asociados con riesgo cardiovascular al llegar a la adultez.

De la forma como se alimente un niño, predice su contextura en el futuro.  Un niño con sobrepeso tiende a ser un adulto con la misma condición.  Es preciso mantener presente que el sobrepeso y la obesidad son delatores de enfermedades crónicas subyacentes.

El consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados generan daño en el organismo a lo largo de la existencia del ser humano.

Dada la prevalencia de la obesidad y la importancia de tener claridad acerca de los riesgos de los alimentos ultraprocesados, decidí compartirlo en mi página.

Características importantes acerca de los alimentos ultraprocesados

Según la OMS, los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales principalmente a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos. También contienen aditivos y cosméticos que proporcionan sabor, color o textura, para imitar la apariencia de los alimentos.

Para fabricar los alimentos ultraprocesados se necesitan diversos pasos y una serie de procesos industriales. Ello inicia con el fraccionamiento de los alimentos integrales hasta convertirlos en aceites, proteínas, almidones, fibras, grasas y azúcares.

Por lo general, estos productos son obtenidos mayormente a partir de cultivos empleados a nivel industrial por su alto rendimiento.

Entre ellos destacan el trigo, maíz, soja, remolacha azucarera y caña de azúcar. Se emplean además fuentes animales, obtenidas mayormente de la ganadería intensiva.

Muchas de estas sustancias se someten a una serie de procesos químicos, para luego ser moldeados y pre-fritos. Incluso se añaden aromas, emulsionantes, colorantes y una serie de sustancias que permiten que el producto obtenido sea apetecible.

Por lo general los alimentos ultraprocesados emplean dos tipos de ingredientes generales. Ello incluye productos alimenticios de empleo culinario poco frecuente a nivel doméstico y aditivos. Dentro de las sustancias alimenticias poco frecuentes encontramos:

  • Azúcares diversos: jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, “concentrados de zumo de fruta”, maltodextrina, azúcar invertido y lactosa.
  • Aceites modificados: aceites hidrogenados o interesterificados
  • Fuentes proteicas: caseína, proteína de suero de leche, “carne separada mecánicamente”, gluten, proteína de soja y proteínas hidrolizadas.

Dentro de los aditivos encontramos: edulcorantes, espesantes agentes antiespumantes, aromas, potenciadores de sabor, colorantes, emulsionantes, carbonatadores, gelificantes y esmaltados.

Se ha establecido, que el empleo de estos aditivos permite disfrazar las propiedades sensoriales indeseables. Es decir, aquellas ocasionadas por algunos ingredientes, procesos o envasado.

Ello permite obtener un producto que posee propiedades de agradable apariencia, además de ser atractivas al tacto, olfato y paladar.

Efectos de los alimentos ultraprocesados sobre la salud

De acuerdo a un estudio publicado en The BMJ, se examinaron los registros dietéticos de más de 100.000 ciudadanos franceses durante un período de cinco años.

Se logró detectar, que el consumo de alimentos ultraprocesados, producía riesgos elevados de patologías cardiacas y cerebrovasculares.

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Cabe destacar, que estos resultados no perdieron su significancia estadística aún después de ajustar la calidad nutricional de la dieta. Es decir, al tomar en cuenta factores como el contenido de azúcar, fibra dietética, grasas malas y sodio.

Hay que resaltar, que los estudios observacionales como este no prueban causa y efecto. Sin embargo, los resultados obtenidos indican una clara asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y las enfermedades cardiovasculares.

Una revisión publicada en Nutrients en julio de 2020, corroboró acerca de ciertas patologías frecuentes, en niños y adultos.

De esta forma, el consumo de alimentos ultraprocesados en adultos generó: riesgos cardiometabólicos, obesidad, sobrepeso, fragilidad y diabetes tipo 2. Se observó además, la presencia de cáncer, enfermedades cardiovasculares, depresión, síndrome de intestino irritable y mortalidad por todas las causas.

A su vez, en los niños y adolescentes se detectaron  riesgos cardiometabólicos y asma.

Algunos estudios revelan los efectos de los alimentos ultraprocesados

‎A nivel mundial no se había demostrado clínicamente, que los alimentos ultraprocesados produjeran obesidad o condiciones adversas para la salud.

Por ello, los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) realizaron un ensayo a pequeña escala, aleatorio y controlado. Mediante él, se comparó la respuesta frente a dos dietas diferentes.

Los participantes recibieron de forma aleatoria durante dos semanas, alimentos ultraprocesados o mínimamente procesados.

A manera de ejemplo, un desayuno con alimentos ultraprocesados consistía en panecillos con queso crema y tocino de pavo. A su vez, el desayuno con alimentos no procesados incluía avena con plátanos, leche descremada y nueces.

Los investigadores, lograron balancear el contenido de calorías, azúcares, fibra, grasa y carbohidratos, en ambos tipos de dieta. Así, los aportes de ambas dietas eran iguales y se permitía que los participantes comieran  sin restringir cantidades.

Los investigadores notaron que cuando los participantes consumían la dieta ultraprocesada, ingerían unas 500 calorías adicionales. Ello en comparación con la dieta sin procesar.

Incluso, cuando ingerían la dieta ultraprocesada lo hacían más rápidamente, ganando un promedio de 0,9 Kg. A su vez, cuando consumían la dieta sin procesar, perdían cantidades similares de peso.

Para los científicos, este estudio refuerza los beneficios de los alimentos no procesados. Sin embargo, señalan que los alimentos ultraprocesados pueden ser difíciles de restringir. Ellos así lo señalan, porque están conscientes de que se necesita más tiempo y dinero para preparar alimentos menos procesados.

El Dr. Griffin P. Rodgers, director del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK), es muy realista. Por ello plantea: “Limitarse a decirle a la gente que coma más sano puede no ser eficaz para algunas personas si no se mejora el acceso a los alimentos saludables”.

Algunos ejemplos de alimentos ultraprocesados

El consumo frecuente de alimentos ultraprocesados ejerce daños altamente nocivos sobre la salud. Ello conlleva a desafíos complejos para los sistemas de salud pública.

Técnicamente, no son alimentos reales sino más bien una serie de sustancias alimentarias procesadas y modificadas químicamente. Este procesamiento y ensamblaje logra formularlos como “alimentos” de muy buen sabor.

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Es decir,  han sido diseñados por la industria alimentaria con el objeto de desencadenar una mayor respuesta hedónica. Esto implica, que producen a nivel cerebral, una mayor sensación de placer que los alimentos tradicionales.

En su elaboración se emplean altas cantidades de grasas y harinas refinadas, azúcares o edulcorantes y sal. Por ello, son considerados hiperglucídicos, hipercalóricos e hiperlipídicos.

Dentro de estos alimentos se mencionan: alimentos precocidos como patatas fritas, lasaña, croquetas, nuggets, embutidos y pizza. También se incluyen las salsas industriales como mostaza, kétchup y mayonesa además de bebidas energéticas y zumos azucarados.

Destacan asimismo, alimentos de panificación industrial, carnes y pescados procesados, galletas, bombones, donuts y cereales de desayuno.

Estadísticas impactantes acerca del consumo de alimentos ultraprocesados

De acuerdo a los expertos, los alimentos ultraprocesados son difíciles de sustituir. Ello se debe, aparte de la serie de características mencionadas, a su larga vida de anaquel.

Además de ello, su consumo es relativamente seguro desde el punto de vista microbiano. También, ofrecen la ventaja de que por lo general vienen listos para comer o calentar y son relativamente baratos. Por ello, su popularidad a nivel mundial continúa creciendo.

Según los expertos, en el lapso del 2000 al 2012 los productos ultraprocesados contribuyeron con el 61-62% de las calorías. Ello, refiriéndonos a las compras de alimentos envasados, realizadas por las familias en tiendas minoristas de los Estados Unidos.

Esta realidad, no dista mucho de un nuevo hallazgo realizado por científicos del Imperial College de Londres. Mediante este estudio, se logró aportar pruebas interesantes  acerca del daño potencial que ejerce el consumo de alimentos ultraprocesados (FUP).

Sobre todo, al considerar las calorías provenientes de estos alimentos, consumidos por los niños en su dieta diaria.

Este estudio fue publicado en Jama Pediatrics en junio de 2021. En él se plantea que los niños consumen cantidades “excepcionalmente altas” de estos alimentos. Ello conlleva, a elevados incrementos de riesgos de padecer obesidad, aunado a sus efectos negativos sobre la salud.

En este estudio, se descubrió que los FUP suponen más del 40% del peso de la dieta de los niños y más del 60% del promedio de las calorías. Pero además de ello se logró determinar, que al ingerir mayor cantidad de FUP mayores son los riesgos de sufrir sobrepeso u obesidad.

Un riesgo que no se debería correr

Según los especialistas de salud pública británicos, las conclusiones obtenidas por el estudio dirigido por el Imperial College deben considerarse. En el mismo, se analiza de forma objetiva, el impacto que ocasionan los FUP sobre la salud de miles de niños.

El seguimiento a su vez, se realizó a lo largo de diecisiete años y permitió observar ciertas preferencias alimentarias. Entre ellas, el consumo generalizado de bebidas gaseosas, pan envasado, pizzas congeladas y ciertos platos preparados.

Un-riesgo-que-no-se-debería-correr

Este estudio permitió establecer además, que los patrones alimentarios que se fijan durante la infancia pueden prolongarse hasta la adultez. Ello implica, que los niños podrían mantener la obesidad de por vida.

Este efecto altamente riesgoso, produciría diversos resultados negativos llevándolos a padecer patologías como diferentes tipos de cáncer y diabetes. Según los investigadores, este estudio logra aportar pruebas válidas del daño potencial del consumo de alimentos ultraprocesados.

Ellos destacan, que dichos alimentos por lo general son muy baratos, lo cual amplia la posibilidad de adquirirlos. De acuerdo a los expertos, esto debe ser considerado y se debe actuar de forma urgente a fin de reducir el consumo de FUP en la población infantil.

Para los investigadores, los resultados de este estudio ofrecen respuestas acerca de la elevada presencia de obesidad en niños.

De hecho, este estudio corroboró que una proporción elevada de la dieta de los niños, está representada por alimentos ultraprocesados. Incluso los científicos determinaron, que el 78% de las calorías consumidas por uno de cada cinco niños provienen de alimentos ultraprocesados.

Concluyendo

Durante los últimos años se ha incrementado el interés por los efectos del consumo de alimentos ultraprocesados. Dado sus efectos sobre la salud y la alta incidencia de enfermedades crónicas es importante lograr que esta tendencia pueda ser revertida.

Muchos elementos dificultan este proceso, entre ellos su bajo costo de adquisición, disponibilidad y altísima palatabilidad, que puede llegar a ser adictiva.

De allí la importancia de aunar esfuerzos entre investigadores, entes públicos con competencia sobre la regulación de alimentos y consumidores. Ciertos estudios, han permitido desenmascarar los verdaderos efectos de los alimentos ultraprocesados.

Se ha establecido que pueden generar, sobrepeso, riesgos cardiometabólicos, diabetes tipo 2, obesidad y fragilidad. A su vez, producen cáncer, enfermedades cardiovasculares, depresión, síndrome de intestino irritable y mortalidad por todas las causas. En niños y adolescentes se encontró a su vez, que producían  riesgos cardiometabólicos y asma.

De acuerdo a un estudio muy reciente realizado en Gran Bretaña los investigadores determinaron, que  los patrones alimentarios que se adoptan en la infancia se prolongan hasta la edad adulta.

De esta forma, comprobaron que un 78% de las calorías consumidas por uno de cada cinco niños, provienen de los alimentos ultraprocesados. Esto produciría en los niños, una trayectoria de obesidad hasta la adultez, acarreando consecuencias negativas físicas y mentales.

A Cassey le resultó muy útil la información que le envié, la cual comparto en el post. Ella logró detectar con claridad, que los alimentos ultraprocesados poseen efectos negativos de por vida. Cassey me comentó que ella y su esposo, considerando los peligros de estos alimentos, pusieron correctivos a su hijo.

Esto para Cassey resultó muy esperanzador, pues su hijo logró captar el efecto negativo de estos alimentos. Incluso su esposo, acompaña a su hijo a practicar deportes al aire libre.

“Nuestros resultados muestran que una proporción excepcionalmente alta de su dieta está compuesta por alimentos ultraprocesados, ya que uno de cada cinco niños consume el 78% de sus calorías de alimentos ultraprocesados (…) Debido a la falta de regulación y a la facilidad de acceso a estos alimentos, estamos perjudicando la salud de nuestros hijos a largo plazo”

Dr.Christopher Millett

Profesor de Salud Pública, Imperial College de Londres

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