En estos tiempos modernos, las visitas al supermercado han disminuido, aunque es un disfrute para muchos. Existen opciones donde se envían los alimentos a domicilio. Pero cualquiera de las formas elegidas, deberá contemplar algunas pautas saludables que permitan obtener la mejor relación entre precio y valor.
De este interesante tema hablo porque Dafne, una seguidora de Utah, me comenta en su mensaje, que desde hace tiempo ha sido fanática de los jugos de frutas, en especial de naranja y manzana. Ella acostumbraba siempre a llevarlos para acompañar el almuerzo en su lugar de trabajo. Sin embargo, me comenta que a inicios de otoño comenzó a experimentar una sed inusual y a orinar con más frecuencia. Esto le ocurría, por lo general, luego de ingerir estos jugos. Como la sensación se prolongó algunos días, decidió visitar a su médico familiar, quien le recomendó un análisis hematológico completo. Y sorpresivamente sus niveles de glicemia aparecieron elevados.
Su sorpresa se hizo mayor al descubrir que este efecto lo estaban ocasionando sus jugos de fruta preferidos. Le explique, que existen algunos compuestos que favorecen este desequilibrio del azúcar, ya que al elaborar jugo de frutas se potencia la fructosa. En todo caso siempre es preferible comer la fruta entera.
En vista de que Dafne quería que le mostrara vías más saludables para aprovechar las propiedades de las frutas, le recomendé realizar el zumo de vegetales y agregara una fruta para suavizar el sabor. A sabiendas de que existen una serie de alimentos que pueden alterar algunas funciones del organismo, preparé un material para ella. En él, le hable acerca de los componentes presentes en dichos alimentos, que han sido evaluados como riesgosos. Dado lo fascinante del tema, lo comparto aquí en mi página.
Acerca de los alimentos del supermercado que se deben evitar
En los supermercados abundan muchos alimentos saludables, sin embargo, existen ciertas opciones disfrazadas que acarrean inconvenientes para la salud. Algunos de ellos, posiblemente formen parte de la lista habitual del carrito de compras. Por tal razón, es importante aprender a diferenciar lo nutritivo y natural de lo artificial o con poco valor alimenticio.
Por ello voy a hablar de ciertos alimentos, con la sinceridad que me caracteriza, a fin de que pueda servir en futuras ocasiones. Posiblemente no sea sencillo dejar de adquirir algunos de ellos, siendo importante que tengas tu mente abierta al cambio saludable. Dentro de estos alimentos se mencionan:
1.Jugos de frutas
Es importante saber que, dentro del proceso de producción de los jugos, se requieren ciertas fases de pasteurización y almacenamiento. Por lo general, este almacenamiento tiene lugar en enormes tanques industriales, que varían en función de la capacidad de procesamiento de la empresa. Incluso, estos jugos pueden permanecer en ellos, hasta unos ocho meses antes de ser envasados, incorporándoles grandes cantidades de azúcares. Se ha establecido que, estos azúcares libres se asocian con un incremento de los niveles de energía. Hoy en día, tanto las gaseosas como los jugos de frutas, emplean como edulcorante el jarabe de maíz. El mismo, contiene niveles elevados de fructosa y glucosa. Ello genera un aumento de peso a largo plazo, influyendo notoriamente en el incremento de trastornos metabólicos.
El jarabe de maíz, puede propiciar el aumento de diabetes tipo 2, caries, obesidad, incremento de la tensión arterial, y cáncer. Principalmente, porque genera una carga glicémica excesiva en la dieta. Esto provoca la aparición de procesos inflamatorios y resistencia a la insulina, promoviendo acumulación de grasa visceral y sanguínea.
2. Carnes procesadas
Se ha determinado que, las carnes frías y curadas tales como salami, jamón, salchichas y carne de almuerzo, se elaboran con animales confinados. Todos ellos, reciben dosis muy elevadas de hormonas de crecimiento y antibióticos. Ahora bien, si sumamos a este procedimiento los compuestos que se añaden al procesar estos alimentos, resultan altamente negativos para la salud.
El año 2011, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF), revisó más de 7.000 estudios clínicos. Por medio de ellos, se visualizaron los efectos negativos de las carnes procesadas, en especial el cáncer, Muchos de estos efectos se deben principalmente una serie de compuestos, entre los que destacan:
- Nitrito de sodio: es un conservante químico, además de actuar como un fijador de la coloración de la carne
- Aminas heterocíclicas: denominadas HCA, son compuestos secundarios muy peligrosos. Se producen en los alimentos cocidos a altas temperaturas. Han sido detectados como productores de mutaciones genéticas y cáncer
- Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP): son un conjunto de más de cien sustancias que se forman durante la combustión incompleta de las sustancias orgánicas. En el caso de las carnes, estas sustancias se pueden formar en el proceso de ahumado y en la cocción a la parrilla
- Productos finales de glicación avanzada (AGE): de acuerdo a especialistas de School of Medicine at Mount Sinaí, existe evidencia que indica que los AGE desempeñan un papel importante en predisposición de estados de estrés oxidativo. Esto incluye la inflamación crónica subclínica, un mecanismo muy estudiado por ser el causante de enfermedades crónicas. Entre ellas, las enfermedades renales, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
3. Hamburguesas vegetarianas preenvasadas
Se ha determinado que las hamburguesas vegetarianas listas para comer, contienen ciertos elementos dañinos. En especial las que son realizadas en base a soya. De acuerdo a los expertos, el contenido de sodio es elevado en una hamburguesa de soya (350 mg). Esto con respecto a una de pavo que contiene 70 mg de sodio. Por ello, deben ser evitadas por los quienes sufren de enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
Por otra parte, se ha hecho desde hace tiempo, un seguimiento a la sustancia tóxica empleada en la separación del aceite de la fracción proteica de la soya. Este compuesto se denomina hexano y de acuerdo a la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional, es una neurotoxina, narcótico e irritante para ojos, piel y membranas mucosas. Se han detectado además efectos embriotóxicos y citotoxicidad en pruebas de laboratorio y clínicas. Dentro de estos productos cancerígenos destacan la nitrosamina, un espesante utilizado frecuentemente, y el colorante 4-metilimidazol. Ambas potentes sustancias cancerígenas, cuyos efectos fueron comprobados por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS.
4. Crema para café no láctea
Muchas personas se acostumbran a añadir a su café un compuesto altamente dañino. Se denomina crema no láctea y es elaborada mediante procesos de hidrogenación de aceites. Esto hace que sea portadora de grandes cantidades de grasas trans. De acuerdo a la OMS, se estima que el consumo de grasas trans, produce unas 500.000 muertes anuales. En gran parte debido a enfermedades coronarias, que son inducidas por efecto de dichas grasas. Esto ocasiona el incremento de los niveles de colesterol LDL (malo) y la disminución del colesterol bueno HDL.
El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado lo siguiente: “Nuestro objetivo de eliminar las grasas trans para 2023, no debe retrasarse”.
Estas medidas incluyen el empleo de límites obligatorios del 2% de grasas trans en aceites y grasas utilizados en alimentos. O bien, mediante a prohibición del empleo de aceites parcialmente hidrogenados.
5. Cereales de desayuno
En febrero de 2020 un equipo de expertos mundiales publicó “Un futuro para los niños del mundo”. Dicho informe fue elaborado con la participación de la OMS, UNICEF y The Lancet. El mismo instaba a la realización de “agendas urgentes y viables” para apoyar la salud y el bienestar infantil. Un elemento llamativo de este informe, son las “graves amenazas” que representan para la población infantil, el “marketing comercial perjudicial”.
Este estudio determinó que existe gran variabilidad en el tamaño de las porciones sugeridas. Esto tiende a confundir a los consumidores, observándose además que los fabricantes de cereales no acatan la dosis de menos de 6g de azúcar por porción. Esto acarrea graves consecuencias, en la predisposición temprana a la resistencia a la insulina y el padecimiento de síndrome metabólico.
6. Aderezos
Por lo general, se ha hecho costumbre rociar diversos tipos de salsa sobre las ensaladas, papas fritas y emparedados. Sin embargo, muchos de ellos, contienen una serie de ingredientes que ejercen efectos muy negativos sobre el metabolismo.
Se ha establecido que, la mayoría de los aderezos para ensaladas que se venden en los supermercados, están elaborados con aceites de soya o canola, que según la etiqueta están elaborados principalmente con grasas “buenas” insaturadas. Estos aceites vegetales son sumamente perjudiciales para el organismo. Producen procesos inflamatorios, pero poseen adicionalmente, diversos sabores y colores artificiales, así como químicos conservantes altos en sodio. Muchos contienen incluso, edulcorantes como el jarabe de maíz, con alto contenido de fructosa y hasta grasas trans no saludables. Por ejemplo, en el caso del kétchup, se podría decir que aproximadamente la cuarta parte del contenido de la botella, es azúcar pura. Además de ello, el concentrado de tomate utilizado, no posee todos los nutrientes originales. Todos estos aderezos pueden aumentar el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
7. Alimentos transgénicos
De acuerdo al reconocido catedrático Michael Pollan: “La contaminación biológica será la pesadilla ambiental del siglo XXI”. Y de alguna forma, él nos está alertando sobre una serie de amenazas crecientes sobre el ambiente y la salud, causadas por algunos alimentos modificados genéticamente.
Pues bien, para efectos de los consumidores, es importante destacar que el supermercado es uno de esos sitios donde abunda este tipo de alimentos. Casi todo el maíz y la soya cultivados en los Estados Unidos son transgénicos. Se podría decir entonces, que todos los alimentos conteniendo estos versátiles ingredientes, no cumplirían el estándar de USDA Organic. Y esto acarrearía una serie de consecuencias, algunas ya comprobadas mediante pruebas de laboratorio. Dentro de ellas destacan: infertilidad, cáncer, toxicidad hepática y generación bacteriana de resistencia a los antibióticos. Dentro de estos alimentos destacan: aceite de maíz, soya y canola, papaya hawaiana, calabacín no orgánico, bocadillos y galletas.
8. Pan blanco
A mucha gente le encanta adquirir el pan de molde tipo sándwich, para comer a toda hora en casa. Sin embargo, es bueno mencionar ciertos detalles. En primer lugar, contiene altos niveles de sal, una serie de conservantes y diversas fuentes de azúcar y que inciden en el aumento de peso. Entre ellas destacan una serie de carbohidratos como dextrosa, fructosa, sacarosa glucosa, lactosa y maltosa. Por lo general, el conservante más empleado es el hidroxianisol butilado (BHA). Esta molécula se ha considerado como un disruptor endocrino, se sabe además que induce la aparición de compuestos carcinógenos. De igual forma, se ha asociado con ciertos desequilibrios a nivel de los sistemas inmune, hepático y sanguíneo.
9. Patatas no orgánicas
Posiblemente mucha gente pensará que las papas no engendran peligro alguno. Sin embargo, los datos encontrados por USDA, revelan la presencia de al menos 35 pesticidas en las papas producidas convencionalmente. Dentro de ellos destacan, seis compuestos cancerígenos, doce disruptores del sistema hormonal, siete compuestos neurotóxicos y seis toxinas anti reproductivas. El compuesto con mayor presencia es un controlador de malezas denominado clorprofam, empleado también para retardar la germinación. Dado que la patata es un tubérculo, posee la capacidad de almacenar en sus tejidos muchos productos químicos.
10. Barras bajas en carbohidratos (barras de proteínas)
Mucha gente últimamente ha empezado a consumir este tipo de alimentos, posiblemente influenciados por amigos o compañeros de gimnasio. Pero se debe tomar en cuenta que este tipo de alimentos, aportan grandes cantidades de calorías (entre 3300 y 400). Se ha logrado observar que este alimento incide en un incremento de los picos de insulina. Esto se debe principalmente al alto índice glucémico generado por el jarabe de maíz de alta fructosa. Incluso, se ha determinado que su costo tampoco se ve compensado, pues el huevo y pollo, nos brindan mayor cantidad de proteínas y de mejor calidad.
Cabe destacar, que además posee altos contenidos de eritritol, un alcohol de azúcar que genera efectos negativos. Entre ellos, procesos diarreicos, dolores abdominales y de cabeza, sobre todo en personas que padecen Síndrome de Intestino Irritable.
11. Vegetales clasificados dentro de la “docena sucia”
Desde hace muchos años, el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en inglés) viene realizando investigación acerca de la contaminación en alimentos de origen vegetal. Estos investigadores, realizaron para el 2020, la clasificación de 47 frutas y verduras. Esto arrojó, que las pasas se encuentran en el tope de estos alimentos analizados. Incluyéndose, además: fresas, espinacas, col rizada, nectarinas, manzanas, uvas, melocotones, cerezas, peras, tomates, apio y patatas. Todas las frutas analizadas, contenían residuos de dos o más pesticidas en el 90% de los análisis realizados.
12. Ensaladas no orgánicas empaquetadas
Posiblemente para muchos sea una tentación llevar a casa las ensaladas ya listas para comer. Sin embargo, este tipo de alimentos esconden la posibilidad de desarrollar la peligrosa bacteria Salmonella. De acuerdo a investigaciones realizadas, las hojas cortadas, aumentan la probabilidad de desarrollar salmonela en 2.400 veces más.
Expertos en alimentos de la Universidad de Aberdeen en Escocia, encontraron una gran cantidad de bacterias peligrosas presentes en las hojas de las ensaladas embolsadas. Los científicos han establecido que los alimentos contaminados con patógenos y sustancias químicas nocivas, causan más de doscientos tipos de enfermedades (desde procesos diarreicos hasta cáncer).
Se ha estimado que, anualmente unos 600 millones de personas a nivel mundial, se enferman debido a los alimentos contaminados.
Concluyendo
La intención de este artículo, no busca arruinar la compra de algunos alimentos, que probablemente son consumidos por muchas personas.. Al contrario, se busca dar a conocer lo que realmente contienen y así generar conciencia acerca del daño potencial que podemos causar en nuestra familia. Todos en algún momento han experimentado hábitos erróneos de alimentación y bien vale la pena tener una instrucción en todo momento. Ello permitirá ser más eficientes en la protección consciente del organismo.
Como se pudo apreciar, existen algunos alimentos cuyo consumo probablemente no es de imaginarse que acarrearan consecuencias sobre la salud. Entre ellos destacan, los jugos de frutas, cereales, ensaladas preparadas, barras proteicas y patatas no orgánicas. Además del pan blanco, aderezos, carnes procesadas, hamburguesas vegetarianas y crema no láctea. Vale destacar que se incluyeron ciertos alimentos que han sido causa de polémicas entre diversos investigadores. En este caso me refiero a los alimentos transgénicos, cuyos efectos superan la inmediatez, pero su genotoxicidad se ha evidenciado. A su vez, se incluyeron y vegetales que por la forma en que son cultivados generan altos niveles de riesgo para la salud, por efecto del abuso de los agroquímicos. La patata se encuentra en este listado, pero se resaltó individualmente, por poseer un consumo más generalizado.
Dafne, mi seguidora, consideró muy valioso el material recibido, cuya información ahora comparto en el post. Nuevamente descubro que no hay casualidades. Ella siguió mi recomendación y ahora se ha dedicado a consumir zumos de vegetales por ser más saludables. Incluso, me comentó que de los alimentos que mencioné, ella ingería muchas patatas sin importar su procedencia. Ahora conoce algunos sitios donde puede conseguirlas cultivadas de forma orgánica, y preservar así su salud.
“El zumo nunca va a ser igual que la fruta entera y la razón es porque la fruta guarda su estructura completa (matriz alimentaria). La combinación de sus azúcares con la fibra en una compleja red fibrosa que precisa de la masticación y acompañada del resto de sus fitonutrientes, hacen de la fruta un alimento único, saludable e insustituible en su forma original”
Carlos Ríos
Nutricionista
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6885314/
https://newsinhealth.nih.gov/2017/05/how-your-eating-habits-affect-your-health
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https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/the-best-breads-in-the-grocery-store
https://www.health.harvard.edu/blood-pressure/is-your-salad-dressing-hurting-your-healthy-diet