☑️ Alergia Alimentaria: Causas, Síntomas y Recomendaciones

Durante las últimas décadas se han incrementado los niveles de alergia a los alimentos. Además de ello, sus efectos se han tornado cada vez más severos, provocando procesos negativos en niños y adultos.

De este tema tan importante voy a hablar, debido a la solicitud de Millie, una seguidora de Alabama. Ella decidió comunicarse conmigo, a fin de que le asesore con información acerca de una duda que se le planteó hace poco al consumir algunas bebidas conteniendo lactosa.

Ella durante mucho tiempo, mostró reacciones adversas como dolor de cabeza y dolor abdominal, cuando consumía productos lácteos. Esto lo superó empleando productos sin lactosa, pues siempre fue muy amiga de añadir leche a su café.

Y con los años, fue intentando ocasionalmente ingerir leche no deslactosada, logrando hacerlo sin observar reacciones adversas. Sin embargo, me comenta que desde mediados de junio ha observado que estos productos lácteos, se han convertido nuevamente en un problema para ella.

Millie no logró comprender estas reacciones que observó en su cuerpo, y por ello me solicitó que le aclarase si ella realmente podría superar el rechazo a la lactosa. Yo le recordé, que las intolerancias alimentarias, además de la enfermedad celíaca, pueden causar procesos muy molestos en las personas.

Sin embargo, las alergias alimentarias no solo ocasionan molestias, sino que además pueden originar reacciones de riesgo fatales. Por ello, le hice llegar cierta información, que le permitiera comprender las diferencias entre alergia e intolerancia alimentaria. Asimismo, le incluí información reciente sobre cómo se ha incrementado la intensidad de las alergias alimentarias.

Todos en algún momento, hemos sido testigos o bien hemos experimentado alguna reacción adversa frente a ciertos alimentos. Por ello, consideré fundamental compartir esta información en mi página.

Diferencias entre intolerancia y alergia a los alimentos

Antes de comenzar a desarrollar las ideas acerca de las alergias alimentarias, se hace necesario poner de relieve su diferencia con respecto a la intolerancia.

Por ello, es importante reconocer si la ingesta de ciertos alimentos genera malestar estomacal o dolores de cabeza. Esto es importante tomarlo en cuenta, pues, puede que el problema no se trate de una alergia alimentaria. Generalmente, esto suele indicar que estamos más bien, ante una intolerancia alimentaria.

La mayoría de las veces, las intolerancias alimentarias se producen cuando nuestro organismo presenta inconvenientes para digerir adecuadamente algunos alimentos. Este tipo de patologías son tratadas por gastroenterólogos, que son médicos especializados en salud digestiva.

A su vez, el alergólogo es quien determinaría si el padecimiento se trata de procesos alérgicos o intolerancias alimentarias. Esto permitiría establecer con exactitud, el procedimiento y los cuidados para el alivio y mejora de la salud. Esto puede requerir la realización de pruebas para descartar o confirmar la presencia de alergias alimentarias.

Cuando se padece una intolerancia alimentaria la persona no es capaz de digerir correctamente ciertos alimentos. Además de ello, se pueden producir irritaciones a nivel del sistema digestivo, ocasionadas por algunos alimentos. Esto, suele acarrear ciertos síntomas, entre los que destacan: dolor de cabeza, irritabilidad, dolores abdominales, flatulencia y procesos diarreicos.

A su vez, las alergias alimentarias, ocurren por efecto de la participación de nuestro sistema inmunitario. Esto se produce, debido a una reacción desproporcionada del mismo frente a determinados alimentos. Dicha reacción conlleva a una reacción alérgica, con la consecuente liberación de compuestos químicos denominados histaminas.

Las histaminas suelen producir: urticaria, dolor abdominal, diarrea, vómitos, problemas respiratorios, disminución de la tensión arterial y opresión de garganta. En este proceso juegan un rol preponderante los sistemas inmune y nervioso.

Algunas consideraciones acerca de las alergias alimentarias

Se debe tomar en cuenta, que las reacciones alérgicas deben ser manejadas con mucha cautela. Así, aunque una persona haya experimentado en ocasiones anteriores, manifestaciones leves de alergia, existe mucha probabilidad que sus efectos en próximas ocasiones, conlleven algún nivel de riesgo.

Según los expertos, solo con ingerir minúsculas cantidades (incluso microscópicas) de determinados alimentos, tocarlos o inhalarlos, podría desencadenar reacciones alérgicas.

Es por ello, que cualquier persona afectada por una alergia alimentaria debe procurar evitar ingerir el alimento problemático. Incluso, muchos especialistas sugieren llevar consigo una dosis inyectable de adrenalina (o epinefrina).

En cambio, quienes presentan intolerancia alimentaria, si pueden ingerir cantidades reducidas de alimentos problemáticos, sin llegar a presentar situaciones graves.

Aunque a veces no lleguemos a considerarlo, las alergias a los alimentos constituyen un importante problema de salud pública. El mismo afecta a niños y adultos y su prevalencia ha aumentado en las últimas décadas.

Muchos de los síntomas, que suelen presentarse varían de leves a graves, incluso en casos extremos se puede presentar anafilaxia. Por anafilaxia, se entienden aquellos procesos alérgicos que pueden llegar a causar la muerte.

En la actualidad las alergias no poseen cura, se ha observado que su tratamiento más eficiente, es el evitar el consumo de los alimentos que las detonan. Según la ciencia, los alergenos alimentarios más comunes son: la leche, huevos, frutos secos, pescado, mariscos, soja, cacahuetes y trigo.

Se debe resaltar que, todos estos alimentos son consumidos con mucha frecuencia en los Estados Unidos. De allí la necesidad de que tanto quienes padecen este tipo de alergias como sus familiares, permanezcan siempre atentos.

¿Cómo se producen las alergias alimentarias?

Posiblemente algunas personas suelan confundir las reacciones alimentarias no alérgicas, tales como la intolerancia alimentaria, con procesos de alergias alimentarias.

Por ello se debe aclarar que, la alergia alimentaria constituye una reacción inmunitaria a las proteínas de los alimentos. Dicha reacción puede o no estar influenciada por la inmunoglobulina E (IgE). Por lo general, las alergias alimentarias donde participa la IgE, es considerado un problema de salud mundial.

Se ha comprobado que el mismo, afecta grandemente diversos aspectos de la vida de millones de personas alrededor del mundo. Los efectos secundarios de las reacciones alérgicas alimentarias inciden negativamente sobre la piel y los sistemas respiratorio y gastrointestinal.

Cabe puntualizar, que las proteínas presentes en ciertos vegetales, frutas, nueces y especias, pueden también causar reacciones secundarias. Ello se atribuye a su similitud con las proteínas causantes de alergias, presentes en ciertos tipos de polen. Este efecto es conocido como reactividad cruzada.

Afortunadamente si se cocinan los alimentos, que generan dichos procesos alérgicos sus efectos se pueden minimizar. Hasta los momentos, existe un listado de frutas, vegetales, especias y nueces que pueden causar el síndrome de alergia al polen.

El que les muestro, se basa en las alergias que se presentan con respecto a los siguientes tipos de polen: artemisa, abedul y ambrosía.

• Albaricoque
• Durazno
• Manzana
• Almendra
• Cereza
• Pera
• Ciruela
• Plátanos
• Pepino
• Melón
• Sandía
• Calabacín
• Kiwi
• Naranja
• Tomates
• Pimiento
• Zanahoria
• Apio
• Soja
• Papa blanca
• Brócoli
• Repollo
• Coliflor
• Ajo
• Cebolla
• Ciertas hierbas y especias (anís, alcaravea, cilantro, hinojo, perejil)
• Avellana
• Maní.

¿Cuáles son las causas de las alergias alimentarias?

Por lo general, tal como se mencionó, las alergias alimentarias:

• Se presentan por efecto de un desequilibrio en la tolerancia inmunológica. Básicamente, esto ha sido asociado con la carga genética individual, además del estado de salud de la mucosa intestinal.
• Poseen una influencia importante la edad de la persona, así como el tipo, cantidad y presentación de los alimentos. Se ha logrado visualizar, que cuando se produce esta falla en la tolerancia inmunológica, el sistema inmunológico produce los anticuerpos IgE (inmunoglobulina E).
• Se manifiestan inicialmente a nivel intestinal, sin embargo, puede también producirse en el sistema respiratorio o piel. Como se sabe, a nivel del aparato respiratorio y piel se encuentran ciertas células denominadas mastocitos. Por lo general, los anticuerpos se unen a ellas, cuando se desencadena la respuesta alérgica. Incluso, otras células especializadas presentes en la sangre denominadas basófilos, también sirven como sitio de unión de los anticuerpos.
• Se manifiestan cuando la persona ingiere el alimento que produce la reacción, el alérgeno se vincula a los anticuerpos de la Inmunoglobulina E (IgE) que se encuentra en la superficie de los basófilos y los mastocitos. En ese momento los activa y se produce la liberación de la histamina y de otras sustancias inflamatorias, que son los responsables de que aparezcan las reacciones alérgicas.

¿Cuales son los síntomas de una alergia alimentaria?

Las alergias alimentarias se pueden presentar con síntomas de carácter gastrointestinal en niños, a nivel de piel y de índole respiratorio

• Gastrointestinal:  Afecta a los bebés y niños pequeños.  Presentan vómitos, irritabilidad, diarrea, bajo aumento de peso.
• En la piel:  urticaria, dermatitis atópica o eccema, dermatitis causada por sustancias que se encuentran en la crema dental.
• A nivel respiratorio:  Estas  son poco frecuentes como síntomas aislados.  Se registra que sólo aproximadamente el 10% de los pacientes asmáticos que presentan síntomas respiratorios  a causa de alergias alimentarias.

Alergias alimentarias un problema creciente detectado en diversos países

Durante el mes de mayo se celebra en Argentina una semana dedicada a las alergias alimentarias. Según expertos locales, se estima que en dicho país, existen unos 250.000 niños menores de cinco años con alergias alimentarias. Se ha observado, que las mismas se presentan cada vez con mayor severidad.

En los actuales momentos, el ranking es liderado por la proteína presente en la leche de vaca, seguido por el huevo, soja, trigo, frutos secos, pescados, mariscos y maní. Los investigadores han observado, que este proceso, se caracteriza por una reacción exacerbada del sistema inmunológico.

Según los expertos, una de las grandes problemáticas observadas en esta patología, es su dificultad para ser diagnosticada. Esta demora, en establecer un veredicto acerca de los procesos sufridos por el niño, alteran muchas veces su calidad de vida y el de su entorno.

Esto es muy frecuente que ocurra con la proteína de la leche de vaca, porque su respuesta suele manifestarse de forma tardía. Vale mencionar, que también existen otros subtipos de reacciones alérgicas. Una de ellas, es conocida como de inicio rápido, presentándose inmediatamente después de que la persona se expone al alimento.

Por lo general, se considera que su identificación es más fácil, además de ello, están asociadas con un anticuerpo específico denominado Inmunoglobulina  E (IgE).

También existe otro tipo de reacción denominada mixta. Este nombre obedece a que la reacción alérgica puede presentar dos facetas. Una de ellas, puede manifestarse de forma inmediata, pero también puede presentarse retardadamente, asociada con células específicas.

Cabe destacar que, en países como España los especialistas también han detectado incrementos en casos de alergia alimentaria, durante los últimos años. Así, se han estimado incrementos entre un 4 a 8% en alergias alimentarias infantiles. A su vez, entre el 2 al 3% dentro de la población adulta.

Algunos factores a considerar acerca de las alergias alimentarias

Según la ciencia, las alergias alimentarias poseen un fundamento genético. Aún así existen otros elementos, que también contribuyen o podrían predisponer al desarrollo de alergias alimentarias. Para algunos expertos, una causal podría ser la gran cantidad de nacimientos realizados mediante cesárea.

Este procedimiento, impide que el niño desarrolle una microbiota benéfica, proveniente del canal vaginal en el momento del parto. Otros factores, que han sido también detectados son el empleo temprano de antibióticos en el niño, además de la ausencia de la lactancia materna.

Hasta ahora se ha observado, que las alergias alimentarias se producen con mayor frecuencia en los niños. Sin embargo, pueden manifestarse a cualquier edad. Por ejemplo, alergias como la del huevo o a la proteína de la leche de vaca, se producen en gran medida, durante el primer año de vida.

Incluso se ha logrado establecer, que el 80% de ellas desaparecen antes de los 4 años de edad. Sin embargo, este tipo de alergias son consideradas dentro de las que más problemas generan. Esto se debe a su enorme presencia en los hábitos nutricionales actuales.

De hecho, implementar una dieta de eliminación de estos alimentos no es tan sencillo. Principalmente, por la gran cantidad de productos alimenticios elaborados que los contienen. Dentro de ellos, se incluye también el pescado.

Los especialistas coinciden, en que tan pronto se detecte la alergia se debe excluir de forma absoluta el alimento que la causa. En el caso específico de la alergia causada por la proteína de la leche de vaca, se deben evitar todos los alimentos preparados que la contengan.

Si el que padece esta alergia es un niño amamantado la madre deberá suspender la ingesta de todo producto lácteo o derivado. Pues dicha proteína es transferida al niño mediante la leche materna.

Recomendaciones para ahuyentar las alergias alimentarias

Una recomendación de los expertos a las familias que poseen miembros con alergias alimentarias, es mantenerse bien informados y asesorados. Ello permitiría prevenir a tiempo cualquier reacción que presente algún familiar.

Muchos expertos coinciden, en que una estrategia que genere condiciones que impidan la aparición de este tipo de alergias, sería un logro importante a incluir en el sistema de salud.

Considerando, que no existe una estrategia específica que prevenga la aparición de las alergias alimentarias, se recomiendan ciertas pautas importantes, a saber:

• Favorecer el parto natural
• Emplear lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y complementaria hasta los dos años
• Hacer un uso racional de los antibióticos, evitando el empleo innecesario
• Implementar en la madre una dieta variada y saludable, evitando alimentos alergénicos durante el embarazo y la lactancia.

Cabe destacar, que mantener dietas restrictivas es un proceso difícil de sobrellevar en la primera infancia. Esto se debe a que existen situaciones del entorno que, coloca a la persona alérgica en situaciones embarazosas donde amigos o hermanos, ingieren libremente cualquier alimento.

Por ello es importante, que se involucre a toda la familia, maestros de la escuela, personas de la comunidad y personal de salud. De esta forma se estaría apoyando integral y psicológicamente a la persona con alergia alimentaria.

Concluyendo

De acuerdo a los investigadores y expertos la alergia alimentaria consiste en una respuesta del sistema inmunológico.  Se calcula que la alergia alimentaria afecta entre el 6 y 8% de niños menores de 3 años y hasta al 3% de personas adultas.

No se debe confundir intolerancia con alergias alimentarias. La intolerancia está asociada a procesos digestivos, mientras que la alergia con el sistema inmunológico.

Existen muchos alimentos, que causan procesos de alergias alimentarias. Dentro de los más frecuentes destacan la leche y los huevos. Sin embargo, existen también otros alimentos como los frutos secos, frutas, vegetales, especias y nueces que pueden causar el síndrome de alergia al polen.

La alergia alimentaria es un proceso tan delicado, que incluso una pequeña cantidad del alimento que causa la alergia puede ocasionar signos y síntomas, como problemas digestivos, urticaria o inflamación de las vías respiratorias.

Cabe destacar que, en algunas personas una alergia alimentaria podría producir síntomas graves o reacciones de anafilaxis. Por ello, la mejor arma para evitar las alergias alimentarias, consisten en estimular el parto natural, mediante el cual se estimula el adecuado funcionamiento de la flora benéfica intestinal.

Además de ello, podemos mejorar la salud desde la edad más tierna. Sobre todo, si no exponemos al niño al empleo desmedido de antibióticos y rescatamos la alimentación con leche materna.

Realmente Millie apreció el material recibido, el cual comparto en el post. Ella me comentaba, que haber contado con este material, le permitió evaluar la forma en que estaba cuidando su salud. Para ella no hay vuelta atrás, y fue importante poder tomar en cuenta que posee intolerancia a la lactosa.

Sin embargo, esta feliz, pues ella puede sobrellevarlo con disciplina. Y sentirse agradecida al saber, que lo que ella presenta es más llevadero que la alergia a los alimentos.

“Se ha objetivado un incremento de las asistencias a urgencias por reacciones alérgicas a alimentos. Según estimaciones en España, entre el 4 y el 8% de los niños son alérgicos a algún alimento, mientras que en la edad adulta el porcentaje es de entre un 2 y un 3%”

Dra. Sara Pereiro Fernández

Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP)

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