Es frecuente que en algunos momentos sintamos que nuestro corazón late más deprisa o más lento. Esto puede ocurrir a lo largo del día, vinculado con ciertos esfuerzos físicos que realicemos, pero también con algunas emociones.
Por ello, es importante aprender a detectar estos eventos, aprender acerca de su significado y cómo prevenir una anomalía.
De este tema, que suele no tomarse seriamente, les voy a hablar a solicitud de Pamela, una seguidora de Louisiana. Ella es una joven universitaria muy proactiva y con mucha energía.
Pamela me comentaba que, desde niña, siempre le gustó correr y realizar actividades que requerían velocidad en las piernas.
También me dijo que, a pesar de su amor por el ejercicio, le tenía mucho miedo a los chequeos médicos y al monitoreo de los parámetros sanguíneos.
Me compartió que tiene pocas amistades, la mayoría mujeres. Sin embargo, un joven quiso participar con ella en algunas actividades que organizaba.
Con el paso de los días, comenzó a notar ciertos desequilibrios en los latidos de su corazón, los cuales se hacían más evidentes cuando el chico estaba con ellas.
Precisamente, quería mi opinión sobre estas anomalías y saber si estaban relacionadas con el esfuerzo adicional que realizaba. Le comenté que, en ocasiones, pueden presentarse ritmos cardíacos irregulares sin que nos demos cuenta.
Por ello, la invité a acudir sin temor al cardiólogo para un chequeo rutinario. Estaba bastante segura de que esta sensación no tenía ninguna conexión con un problema de salud.
Además, le envié un informe sobre los latidos irregulares con algunos puntos educativos.
Dado que no todas las personas son conscientes de la importancia de cuidar su corazón, decidí compartir este artículo en mi página.
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Generalidades acerca de los latidos irregulares
Según los expertos, los latidos irregulares también conocidos como arritmias, son un trastorno del ritmo o frecuencia cardíaca del corazón, esto puede ocurrir cuando las señales eléctricas del mismo son anormales. Ello ocasiona que nuestro corazón lata de manera descoordinada.
Las arritmias pueden ser benignas o representar un riesgo para la salud. Aquí os muestro un resumen de algunas arritmias comunes y sus posibles consecuencias:
Fibrilación auricular
Este tipo se caracteriza por contracciones rápidas e irregulares de las aurículas. Es una de las arritmias más comunes, y se asocia con un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.
Flutter auricular
Denominado también aleteo auricular, se caracteriza por los latidos acelerados de las cavidades superiores del corazón o aurículas.
Este tipo de arritmia presenta un ritmo cardíaco más ordenado y menos caótico que la fibrilación auricular. Ocasionalmente, un paciente puede presentar episodios coincidentes de aleteo auricular y fibrilación auricular.
Puede ocurrir, que quienes presenten aleteo auricular no tengan síntomas. No obstante, este trastorno podría incrementar el riesgo de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones ocasionadas por coágulos.
Taquicardia supraventricular (TSV)
La TSV es una condición que ocasiona latidos muy rápidos, a un ritmo de al menos 100 latidos por minuto, pudiendo alcanzar hasta 300 latidos por minuto. Este evento puede empezar y terminar de forma rápida, y en ocasiones no presenta síntomas.
Bradicardia
Latido lento, que puede estar relacionado con problemas del nodo sinusal o el sistema de conducción. Este evento podría ocasionar mareos, fatiga o desmayos. En casos severos puede ser necesario un marcapasos.
¿Cuáles son los factores de riesgo de los latidos irregulares?
De acuerdo a los expertos, los factores de riesgo incluyen condiciones como hipertensión, enfermedades coronarias y diabetes. También pueden influir la edad, obesidad y ciertos defectos genéticos o hereditarios.
También se incluyen, ciertas anomalías en los niveles de electrolitos como potasio y magnesio. Es importante señalar que, ellos ayudan a regular los impulsos eléctricos del corazón.
¿Cómo se producen las arritmias?
Como se mencionó inicialmente, nuestro corazón funciona mediante un sistema de “marcapasos natural” conocido como el nodo sinusal. El mismo está ubicado en la aurícula derecha y genera impulsos eléctricos que regulan el ritmo cardíaco. Las arritmias suelen surgir cuando:
- Hay problemas en el nodo sinusal o en las células que transportan los impulsos.
- Existen anormalidades en las estructuras del corazón, como cicatrices por infartos previos.
- Factores externos que afectan los impulsos eléctricos como el consumo de alcohol, cafeína, tabaco y ciertas drogas. También influyen situaciones de alto estrés y falta de sueño.
Efectos de las arritmias sobre la salud
Las arritmias pueden ir desde ser benignas hasta ser potencialmente letales. Las consecuencias dependerán de la gravedad y duración:
- Mareos, desmayos y dificultad para respirar: si el corazón no bombea adecuadamente, el flujo de oxígeno al cerebro y al resto del cuerpo disminuye, ocasionando estos síntomas.
- Riesgo de coágulos sanguíneos: la fibrilación y el aleteo auricular, al ocasionar un flujo irregular, pueden causar la acumulación de sangre en el corazón. Ello favorece la formación de coágulos que pueden viajar a otros órganos y provocar eventos graves como accidentes cerebrovasculares.
- Insuficiencia cardíaca: un ritmo cardíaco alterado durante mucho tiempo puede llevar al debilitamiento del músculo cardíaco, reduciendo su capacidad de bombear sangre eficientemente.
- Paro cardíaco: algunas arritmias graves como la taquicardia ventricular, pueden llevar a un paro cardíaco si no se tratan rápidamente.
- Muerte súbita: en casos extremos, algunas arritmias pueden resultar en la muerte súbita cardíaca, especialmente en personas con enfermedades cardíacas preexistentes.
¿Cuándo estar alerta?
Es importante buscar ayuda médica si experimentas:
- Palpitaciones intensas o irregulares: sensación de un corazón acelerado o saltos de latidos sin razón aparente.
- Mareos o desmayos repentinos: estos síntomas pueden indicar un flujo insuficiente de sangre al cerebro.
- Dolor en el pecho y dificultad para respirar: este tipo de síntomas, suele acompañar a las arritmias graves, como la fibrilación ventricular, que requiere tratamiento inmediato.
- Cansancio extremo sin causa aparente: este es un síntoma frecuente en quienes presentan arritmias persistentes.
¿Es posible reducir el riesgo de padecer arritmias?
Para lograr minimizar el riesgo de arritmias, es clave llevar un estilo de vida que fortalezca la salud cardiovascular. Dentro de las medidas y cuidados sugeridas por los expertos destacan:
Mantener una alimentación balanceada
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Una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables, puede mejorar la función cardíaca. Ciertos alimentos como el pescado, nueces y aguacate son beneficiosos para el ritmo cardíaco, debido a su elevado contenido Omega-3.
Es también fundamental reducir la ingesta de sodio, azúcares y grasas saturadas. Esta medida, igualmente ayuda a controlar la tensión arterial, y reducir la carga sobre el corazón.
Una forma de incrementar el Omega-3, es empleando ACEITE OMEGA 3 DE KRILL. A su vez, puedes reducir la ingesta de azúcares empleando ORGANIC MONK FRUIT, los cuales te invito a conseguir visitando VitaTienda.com.
Evitar sustancias estimulantes
Los excesos de cafeína, alcohol y nicotina pueden desencadenar palpitaciones y favorecer arritmias. La cafeína en dosis moderadas es aceptable para muchas personas, pero es importante observar cómo afecta a cada individuo y realizar ajustes.
Practicar ejercicio
El ejercicio frecuente ayuda a mantener el corazón en buena forma, mejorando la circulación y la oxigenación de los tejidos. La American Heart Association recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
Ello puede combinarse con ejercicios de fortalecimiento. Sin embargo, no debemos excedernos, porque un sobreentrenamiento puede provocar arritmias en personas predispuestas.
Controlar el estrés y practicar técnicas de relajación
El estrés crónico es un desencadenante conocido de arritmias. Por ello, practicar algunas técnicas como: mindfulness, meditación, yoga, Tai Chi y respiración profunda, pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol, optimizando la estabilidad del ritmo cardíaco.
Ello se debe a la reducción de la respuesta de “lucha o huida” que puede alterar el ritmo cardíaco.
Es posible también controlar el estrés empleando STRESS RELIEF.
Controlar condiciones médicas preexistentes
Es esencial tener bajo control ciertos problemas que pueden incrementar el riesgo de arritmias. Entre ellos destacan la hipertensión, diabetes y elevados niveles de colesterol. Las visitas regulares al médico y un seguimiento adecuado de estas condiciones pueden reducir los riesgos.
Mantener los electrolitos en equilibrio
Ciertos electrolitos, como el potasio, magnesio y calcio, son esenciales para el funcionamiento del sistema eléctrico del corazón. De allí la importancia de mantener una dieta equilibrada para evitar deficiencias.
Una forma inteligente de hacerlo es empleando mi fórmula especial VITAVERDE GREEN con 50 superalimentos y plantas de origen orgánico.
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Dormir adecuadamente
La apnea del sueño y la falta de sueño están vinculadas a un mayor riesgo de arritmias, especialmente fibrilación auricular. Dormir entre 7 y 9 horas por noche y tratar cualquier trastorno del sueño podría mejorar el equilibrio hormonal y la salud cardíaca.
Consultar con el médico antes de iniciar medicamentos nuevos
Algunos medicamentos, incluso ciertos antibióticos o descongestionantes, pueden aumentar el riesgo de arritmias. Por ello, es fundamental consultar con el médico si surgen inquietudes sobre los efectos farmacológicos secundarios en el ritmo cardíaco.
Concluyendo
Las arritmias son alteraciones en el ritmo cardíaco, que pueden ocasionar latidos demasiado rápidos (taquicardia), demasiado lentos (bradicardia) o irregulares.
Esto ocurre cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos del corazón no funcionan adecuadamente. Ello ocasiona que el flujo de sangre hacia el cuerpo se vea afectado.
Las arritmias pueden ser breves y casi imperceptibles o, en casos más serios, provocar síntomas graves e incluso comprometer la vida.
Por ello, debemos atender a ciertas señales: palpitaciones intensas, mareos o desmayos, dolor en el pecho y dificultad para respirar. Acudir al médico puede ayudarnos a vivir o a mantener una adecuada calidad de vida.
Es importante no descuidar los cambios en el estilo de vida. Ellos podrían ayudar a minimizar el riesgo de padecer arritmias y fortalecer la salud cardiovascular.
A Pamela la información recibida, la cual comparto en el post, le sirvió para valorar su salud. Ella me comentó, que salió excelente en sus chequeos.
La cardióloga que le atendió le dijo que su problema no era otra cosa, que un síntoma del corazón acelerado por el enamoramiento y el cortisol producido.
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