En nuestro organismo interactúan diversos sistemas que operan de forma armoniosa entre sí. Uno de ellos, es el sistema renal, cuya esencia descansa en dos órganos en forma de judía. Estos silenciosos centinelas desempeñan un papel fundamental en nuestro equilibrio.
Por ello, es fundamental comprender cómo funcionan para adoptar hábitos que permitan mantenerlos sanos y funcionales.
De este tema, que probablemente pocas personas consideran, a menos que sufran algún problema renal, les voy a hablar a solicitud de Farah, una seguidora de Virginia.
Ella es una madre de familia recién ingresada en la etapa de la menopausia, que decidió comunicarse conmigo a raíz de una situación con su esposo.
Farah me comentaba que su esposo trabaja en el área de la construcción y debe permanecer sentado en maquinarias pesadas durante largas horas. Ella me comentaba que, por lo general, él tenía la mala costumbre de tomar poca agua y en cierta oportunidad sufrió un susto por la presencia de arenilla renal.
En esa ocasión solo se atrevió a ir al urólogo, porque sintió molestias al orinar, sin embargo, su esposo detesta visitar a los médicos. Desde ese momento hasta ahora, ha transcurrido aproximadamente un año y su esposo, no ha aceptado volver a realizarse chequeos.
Esta situación tenía muy preocupada a Farah, por ello me solicitó que le facilitara información sobre los problemas que podían suscitarse cuando no se cuidan adecuadamente los riñones. Comprendí su preocupación, porque los cálculos renales pueden ocasionar serios problemas.
Así, para brindarle puntos educativos clave a Farah, le envié un dossier sobre la importancia de los riñones, señales de alerta y cómo prevenir su deterioro.
Muchas personas no toman en cuenta la importancia del sistema renal para el adecuado funcionamiento metabólico y de la salud. Por ello, estimé relevante compartir este artículo en mi página.
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Una mirada al interior de los riñones
Es importante recalcar, que más allá de eliminar los residuos tóxicos de la sangre, los riñones poseen la capacidad de mantener el equilibrio de nuestro organismo.
Ellos poseen millones de diminutas fábricas denominadas nefronas. Dichos campeones microscópicos de filtración, procesan a diario nuestra sangre de forma ininterrumpida.
Dado que, nuestra sangre (4,5 a 6 litros promedio en adultos) es filtrada unas 40 veces al día, dicho volumen podría representar unos 130 litros diarios de sangre.
Las investigaciones revelan, que la primera etapa de este proceso de filtración ocurre en una estructura denominada glomérulo.
Luego de esta filtración inicial, el líquido colectado fluye hacia el túbulo, donde células especializadas recuperan componentes vitales como agua, azúcares y sales.
Posteriormente, son devueltos al torrente sanguíneo. A su vez, los productos de desecho y el agua excedente se dirigen hacia los uréteres, transformándose finalmente en orina.
Señales que deben ser consideradas como problemas a nivel renal
Cambios en la orina
Un estudio publicado en Kidney International Reports el 2022, destacó que los cambios en la orina (frecuencia, composición o color) son indicadores precoces de ciertas patologías.
Entre ellas destacan la insuficiencia renal crónica, infección o enfermedades renales graves, como la glomerulonefritis, proteinuria y cáncer.
Fatiga o debilidad
Según las investigaciones, la fatiga puede ocurrir porque los riñones dañados no eliminan adecuadamente toxinas y desechos del cuerpo. Dicho proceso negativo, conlleva a una acumulación de estas sustancias a nivel sanguíneo.
Incluso, la anemia es común en la enfermedad renal crónica y contribuye sustancialmente a la presencia de fatiga. Esto ocurre, por la disminución de una hormona denominada eritropoyetina, necesaria para estimular la producción de glóbulos rojos.
Hinchazón (edema)
La incorrecta eliminación del exceso de líquidos, a nivel renal, puede ocasionar hinchazón a nivel de las extremidades o alrededor de los ojos.
Según un estudio publicado el 2022, en Clinical Journal of the American Society of Nephrology, el edema es un síntoma temprano de insuficiencia renal aguda o crónica. Esto ocurre con mayor frecuencia, en pacientes con nefropatía diabética o hipertensión.
Dolor en la parte baja de la espalda
Ciertas enfermedades renales ocasionan dolor en la región lumbar. Entre ellas podemos señalar las infecciones del tracto urinario que se extienden a los riñones (pielonefritis), o los cálculos renales. Ello incluye también, a pacientes con enfermedades renales poliquísticas.
Problemas con la piel
La acumulación de toxinas debido a la mala función renal puede causar picazón persistente y sequedad de la piel. De acuerdo a un informe publicado el 2023, en Journal of Renal Nutrition, la picazón asociada con la enfermedad renal crónica es una afección debilitante.
Según los especialistas, este problema afecta entre el 40 y el 50% de los pacientes con insuficiencia renal avanzada. Además, está asociado con los desequilibrios de fósforo y calcio y a la acumulación de productos tóxicos en la piel.
Pérdida de apetito o náuseas
La ciencia ha determinado que la acumulación de toxinas puede afectar el sistema digestivo.
Según los estudios, la uremia (acumulación de desechos en la sangre) contribuye a la presencia de síntomas gastrointestinales. Entre ellos destacan las náuseas y pérdida de apetito, lo cual exacerba la desnutrición en pacientes con insuficiencia renal.
Dificultad para concentrarse o mareos
Un estudio realizado el 2023 y publicado en European Journal of Pharmaceutical Sciences, mostró que la disfunción cognitiva es común en pacientes con insuficiencia renal avanzada.
Se observó, que dicho efecto está vinculado a la acumulación de toxinas urémicas que cruzan la barrera hematoencefálica. Ello puede ocasionar dificultad para concentrarse o mareos.
Presión arterial elevada
La hipertensión es tanto una causa como un efecto de los problemas renales. Se ha comprobado, que la hipertensión daña los vasos sanguíneos de los riñones, y estos al no funcionar adecuadamente contribuyen a un mal control de la tensión arterial.
Cómo prevenir problemas renales
Existen diversas prácticas clave para cuidar tus riñones. Dentro de las más efectivas destacan:
Mantener una buena hidratación
La ingesta suficiente de agua ayuda a los riñones a eliminar toxinas y prevenir la formación de cálculos renales. La cantidad de agua ideal varía según las condiciones individuales, pero generalmente entre 1.5 y 2 litros al día es adecuado.
Seguir una dieta equilibrada y saludable
Una dieta baja en sodio, rica en frutas, verduras, y con proteínas de origen vegetal puede reducir la carga de los riñones. La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) ha sido especialmente recomendada para mantener la salud renal.
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Hacer ejercicio regularmente
El ejercicio ayuda a mantener un peso saludable, controlar la tensión arterial y los niveles de glucosa sanguíneo. Ello favorece la reducción del riesgo de enfermedad renal.
Investigaciones recientes demuestran, que realizar actividad física moderada (unos 150 minutos semanales) disminuye el riesgo de desarrollar insuficiencia renal.
Evitar el uso de medicamentos antiinflamatorios (AINEs)
Evitar el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o el naproxeno podría ayudar a reducir el riesgo de daño renal. Considerar alternativas como el Taichí, terapias físicas o técnicas de relajación puede ser útil para el manejo del dolor de manera más segura.
Evitar el alcohol y el tabaco
Diversos compuestos del cigarrillo dañan los vasos sanguíneos, ocasionando una disminución importante del flujo sanguíneo a los riñones. Por ello, dejar de fumar puede mejorar la salud renal y disminuir el riesgo de enfermedad renal crónica.
Por otro lado, el consumo excesivo de alcohol podría relacionarse con diversos problemas de salud y riesgos potenciales. Limitar el consumo de bebidas alcohólicas podría ser una estrategia para favorecer la salud renal, aunque es importante considerar otros factores individuales y consultar con un profesional de la salud.
Monitorear los niveles de colesterol
El colesterol alto puede causar acumulación de placa en las arterias, afectando así el flujo sanguíneo a los riñones. Por ello, es importante mantener niveles adecuados de colesterol bueno (HDL), optando por dietas bajas en grasas saturadas.
Asimismo, el ejercicio y los medicamentos (de ser necesarios) podrían ayudar a preservar la salud renal.
Incluso, el ACEITE OMEGA 3 DE KRILL puede ayudar a los riñones y mejorar la función renal de manera considerable.
Realizar chequeos médicos regulares
Las pruebas de sangre y orina practicadas regularmente pueden detectar problemas renales en etapas tempranas.
En personas con factores de riesgo como diabetes o hipertensión, es esencial hacer estos chequeos con frecuencia. Los estudios recomiendan realizar la medición de los niveles de creatinina, filtrado glomerular y análisis de orina.
Consumir alimentos con bajo índice glucémico
Los alimentos con bajo índice glucémico ayudan a regular los niveles de glucosa sanguínea. Ello permite proteger los riñones de los efectos dañinos de la hiperglucemia.
Por tanto, las legumbres, granos enteros, verduras y algunas frutas (manzanas, peras, kiwi y naranjas, entre otras) ayudan a mantener niveles de azúcar en sangre estables. Ello permite reducir el riesgo de desarrollar daño renal.
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Concluyendo
De acuerdo a lo mostrado, los riñones trabajan incansablemente para mantener un delicado equilibrio de líquidos y electrolitos en nuestro organismo. Este equilibrio es crucial para una salud óptima, ya que influye en todos los aspectos, desde la tensión arterial hasta la función muscular.
Afortunadamente, podemos influir significativamente en la salud de nuestros riñones a través de nuestro estilo de vida. Dentro de los consejos que señalan los expertos destacan, adoptar una dieta equilibrada, mantenerse hidratado y practicar ejercicio con regularidad.
Es también importante mantener un peso saludable, limitar el consumo de alcohol y tabaco, además de realizar chequeos regulares.
Para Farah la información recibida, la cual comparto en el post, fue muy beneficiosa. Su intención fue mostrar a su esposo los problemas derivados de no cuidar los riñones, y afortunadamente lo logró.
Tanto fue su impacto, que decidió acudir al especialista para que le realizaran sus chequeos correspondientes.
Afortunadamente, solo presentó nuevamente pequeños depósitos minerales, lo que coloquialmente algunas personas llaman “arenilla”, y no cálculos renales de mayor tamaño. Esto le llevó a reflexionar, adoptando una disciplina adecuada de hidratación y la práctica regular de ejercicio para contrarrestar las largas horas de trabajo sentado.
Además, decidió nutrirse de forma más adecuada, incorporando mis fórmulas naturales VITAVERDE GREEN y VITA PROTEÍNA.
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