Ignorar las causas subyacentes de muchas patologías, sin priorizar las medidas de prevención basadas en el estilo de vida, puede ocasionar daños a la población. De allí la importancia de conocer más a fondo acerca de la Medicina del Estilo de Vida (MEV).
De este tema que llama la atención a muchas personas, voy a hablar a solicitud de Alyson, una seguidora de Colorado. Ella es una mujer de mediana edad, dedicada por completo a la atención de su hogar.
Ella se define como una mujer proactiva, que siempre se mantiene atenta para ayudar a su familia. Ello por supuesto incluye la salud, un tema que desde que se hizo madre, le apasiona.
Y precisamente, en esa búsqueda se topó con una amiga quien le habló acerca de la Medicina del Estilo de Vida. Ella nunca había escuchado acerca de este enfoque terapéutico basado en evidencias y le pareció muy interesante.
Por ello, decidió consultarme a fin de que yo le profundizara acerca de esta forma integral de preservar la salud.
Así, a fin de responder adecuadamente su solicitud, preparé un informe, mostrando las bondades de la medicina del estilo de vida.
Posiblemente, muchas personas desconozcan acerca de esta terapia integral, por ello, consideré importante compartir este artículo en mi blog.
Generalidades acerca de la prevención de la salud
La prevención sanitaria consiste en tomar medidas para evitar o reducir riesgos de desarrollar enfermedades u otros problemas de salud.
Dentro de estas medidas destacan la prevención primaria y la prevención secundaria.
- La prevención primaria se encarga de evitar la aparición de una enfermedad.
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- La prevención secundaria, detecta y trata precozmente la enfermedad antes de que cause complicaciones o se agrave.
La prevención sanitaria, cumple un rol fundamental en el mantenimiento y ayuda a mejorar la salud y el bienestar. Además de ello, coadyuva en la reducción de la carga de la enfermedad sobre las personas, las comunidades y los sistemas sanitarios.
Algunos ejemplos de intervenciones de prevención sanitaria son:
1. Inmunizaciones contra enfermedades infecciosas
Esto comprende el sarampión, la poliomielitis, el tétanos, las gripes y los catarros crónicos. Las inmunizaciones pueden proteger no solo a la persona vacunada, sino también a otras que puedan estar expuestas a enfermedades infecciosas a través de la inmunidad de rebaño. De acuerdo con la OMS, las vacunas evitan entre dos y tres millones de muertes anualmente.
2. Pruebas de detección de enfermedades crónicas
Dentro de ellas destacan, la diabetes, la hipertensión, la hiperlipidemia y el cáncer. Los cribados pueden ayudar a identificar a las personas que corren el riesgo de desarrollar estas enfermedades.
Ello incluye a quienes ya las padecen, pero no son conscientes de ello.
La detección y el tratamiento precoz pueden prevenir o retrasar la aparición de complicaciones, como infarto del miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, ceguera, amputación y muerte.
La OMS recomienda además, realizar el cribado del cáncer de cuello uterino, mamario, colorrectal y prostático, entre otros.
3. Asesoramiento y educación sobre comportamientos y estilos de vida saludables
Esto incluye las campañas para dejar de fumar, hábitos alimentarios equilibrados, actividad física, control del estrés y sexo seguro.
Estos comportamientos pueden influir en el riesgo de desarrollar o empeorar diversas enfermedades y afecciones, como serían las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la obesidad, el cáncer, los trastornos mentales y las infecciones de transmisión sexual.
La OMS promueve la promoción de la salud como un proceso de capacitación de las personas.
Por medio de ello, es posible aumentar el control sobre la salud y sus factores determinantes, a través de esfuerzos de alfabetización sanitaria y acciones multisectoriales para incrementar comportamientos saludables.
Es importante resaltar, que las intervenciones de prevención sanitaria se basan en pruebas científicas y prácticas óptimas.
Dichas pruebas permiten demostrar su eficacia para reducir la incidencia o la gravedad de enfermedades o afecciones.
Generalmente son implementadas por profesionales sanitarios o trabajadores comunitarios formados en diversos entornos: clínicas, escuelas, lugares de trabajo u hogares.
Incluso, las intervenciones de prevención sanitaria también pueden incluir políticas y normativas que creen entornos favorables a las opciones saludables.
Entre ellos destacan los impuestos sobre los productos del tabaco, las prohibiciones de fumar en lugares públicos o las subvenciones para frutas y verduras.
La prevención sanitaria es un componente clave de la atención sanitaria preventiva. Ella se centra en mantener y mejorar la salud, más que en tratar enfermedades o lesiones.
La atención sanitaria preventiva está cubierta por la mayoría de los planes de seguro médico de Estados Unidos.
De hecho, la atención sanitaria preventiva puede ayudar a las personas a tener una vida más larga y saludable que le permie ahorrar dinero en gastos sanitarios a largo plazo.
Medicina del Estilo de Vida: una prevención sanitaria muy especial
Según los expertos, los países avanzados por efecto de estar influenciados por la vida occidental, se encuentran inmersos en una crisis sanitaria provocada en gran medida por un estilo de vida inadecuado.
Los estudios epidemiológicos, ecológicos y de intervención han mostrado que la mayoría de las enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes de tipo 2, son el resultado de estilos de vida ocasionados por diversos factores.
Estos factores pueden están asociados a mala nutrición, falta de actividad física, dificultad para dormir y episodios de estrés, entre los principales.
De hecho, las bases que sustentan la Medicina del Estilo de Vida se encuentran asociadas a facilitar la reversión de la enfermedad basada en el valor y en resultados positivos.
Es oportuno recordar que cuatro de las diez principales causas de muerte en los Estados Unidos (enfermedades cardiovasculares, cáncer, ictus y diabetes) podrían prevenirse. Sin embargo, el número de muertes y las tasas relacionadas con estas enfermedades crónicas continúan incrementándose.
Diversos especialistas, consideran fundamental la legítima toma de conciencia sobre la importancia de la atención preventiva para enfrentar este problema.
Podría decirse, que la Medicina del Estilo de Vida es una práctica basada en la evidencia que pretende mejorar la salud y la calidad de vida de las personas. Uno de los resultados se puede lograr al abordar las causas de las enfermedades crónicas.
Entre esas causas se puede mencionar la alimentación, la actividad física, el sueño, el estrés, el alcohol, el tabaco, además del grado de incomodidad social y emocional.
Según los especialistas, la Medicina del Estilo de Vida no solo considera los factores y marcadores de riesgo, sino también diversos elementos antecedentes de todos los niveles de causalidad.
Se pueden resaltar en concreto: la epigenética, la inflamación, el estrés oxidativo y la disfunción metabólica.
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Consideraciones acerca de la Medicina del Estilo de Vida
La Medicina del Estilo de Vida implica una combinación de intervenciones clínicas y de salud pública dirigidas a los comportamientos de los pacientes y a factores más amplios que repercuten en la salud individual y ecológica, como la pobreza y la desigualdad sanitaria.
La Medicina del Estilo de Vida presenta elevados efectos potenciales sobre la mortalidad, la morbilidad y los costos sanitarios. Ello se debe a que logra prevenir o ayudar a revertir hasta el 80% de las enfermedades crónicas.
Cabe señalar, que la Medicina del Estilo de Vida está respaldada por investigaciones científicas de diversas disciplinas. Entre ellas destacan, la epidemiología, la psicología, la nutrición, la fisiología del ejercicio, la inmunología y la neurobiología.
Si la persona desea comenzar a practicar la Medicina del Estilo de Vida, solo debe procurar seguir unos sencillos pasos. Su realización permitirá ayudar a mejorar su salud y bienestar. Dentro de las recomendaciones destacan:
Adoptar un buen régimen alimenticio
Ello implica poder reducir al máximo la ingesta de alimentos ultraprocesados. Según los expertos, se debe hacer hincapié en los alimentos orgánicos, con predominio de proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos.
Una alimentación equilibrada y nutritiva puede aportar al organismo nutrientes esenciales, antioxidantes, fitoquímicos y fibra que pueden modular la inflamación, el estrés oxidativo, la microbiota intestinal y las vías metabólicas, contribuyendo así a disminuir el riesgo y la progresión de las enfermedades crónicas.
Existen algunos estudios, que respaldan el papel de la nutrición en la Medicina del Estilo de Vida. Dentro de ellos, destaca un metaanálisis de 95 ensayos controlados aleatorizados.
Esta investigación descubrió, que el aumento de la ingesta de frutas, verduras y la reducción de ingesta de comida procesada pueden generar efectos positivos sobre la salud. Dentro de estos efectos destacan la disminución de la presión arterial, los triglicéridos y el riesgo cardiovascular.
Otros estudios amplios mostraron, que la adherencia a una dieta mediterránea lograba aminorar el riesgo de mortalidad por cualquier causa. Incluso se observó una reducción general de la mortalidad cardiovascular y por cáncer, enfermedad de Parkinson y de Alzheimer.
Según otro estudio, se descubrió que una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva extra virgen o frutos secos reducía la incidencia de eventos cardiovasculares graves en un 30%. En el mismo participaron 447 personas con alto riesgo cardiovascular, y fueron comparados con una dieta de control.
Asimismo, un ensayo de 241 personas mostró que una dieta mediterránea baja en carbohidratos simples mejoraba el control glucémico. Los participantes presentaban diabetes tipo 2 y lograron reducir la necesidad de medicación y mejoraron su peso corporal.
Mantenerse físicamente activo
La actividad física es cualquier movimiento corporal que aumenta el gasto energético por encima de un nivel basal. A su vez, el ejercicio es un subconjunto de la actividad física planificada, estructurada, repetitiva y realizada con el objetivo de mejorar la salud o la forma física.
La actividad física y el ejercicio son componentes esenciales de la Medicina del Estilo de Vida. Según los expertos, mantenerse físicamente activo, unos 150 minutos semanales a una intensidad moderada, o 75 minutos a una intensidad vigorosa, ofrece diversos beneficios para la salud y el bienestar.
Dentro de dichos beneficios, puede contribuir a:
- Prevenir y revertir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, los triglicéridos altos, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.
- Incrementar la masa y la fuerza muscular. Ello puede ayudar a prevenir o reducir la sarcopenia, osteoporosis, caídas, fracturas y la discapacidad en los adultos mayores.
- Optimizar el desempeño del sistema cardiovascular, la resistencia, la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación y la movilidad.
- Mejorar la salud mental y estado de ánimo ayudando a reducir el estrés, la ansiedad, la depresión y el deterioro cognitivo.
- Propiciar el mantenimiento de un peso saludable, al ayudar a incrementar el gasto energético y regular el apetito.
- Favorecer la calidad y duración del sueño al facilitar equilibrar los ritmos circadianos y reducir el insomnio.
- Mejorar la calidad de vida e incrementar la longevidad.
Según los expertos, para alcanzar estos beneficios deben incluirse ejercicios aeróbicos, de resistencia, flexibilidad y equilibrio en la rutina semanal. Además, debe reducirse el comportamiento sedentario e incrementar la actividad física rutinaria a lo largo del día.
Vale destacar además, que se debe consultar con un profesional sanitario antes de iniciar o modificar un programa de ejercicio.
Dormir y descansar adecuadamente cada noche
Según los expertos, dormir y descansar bien cada noche contribuye de muchas maneras a afianzar la Medicina del Estilo de Vida.
El sueño es uno de los pilares fundamentales de esta opción terapéutica, porque logra restaurar los niveles de energía y dar al cuerpo el descanso necesario.
Vale destacar que el sueño también ofrece otros beneficios para la salud. Entre ellos destacan, el refuerzo de la inmunidad a largo plazo, mantenimiento de un microbioma sano y el equilibrio metabólico. Además, puede mejorar la función cognitiva y la memoria, reducir el estrés y también los problemas de salud mental.
Incluso, se ha observado que el sueño puede ayudar a prevenir, tratar, gestionar y revertir ciertas enfermedades crónicas. A saber, la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, depresión, ansiedad y procesos inflamatorios.
Diversos estudios han logrado determinar que, para conseguir estos beneficios, los adultos necesitan descansar entre siete y nueve horas cada noche.
La falta de sueño (menos de cinco horas por noche), puede tener efectos nocivos sobre el sistema inmunológico, el microbioma, el metabolismo, la cognición, la salud mental y el bienestar general.
Por lo tanto, dormir y descansar adecuadamente cada noche es vital para apoyar la Medicina del Estilo de Vida, mejorar la salud y la longevidad. Se debe además evitar el consumo de cafeína, alcohol o nicotina, y el uso de equipos electrónicos antes de acostarse.
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Controlar los niveles de estrés
Según la ciencia, los niveles de estrés son considerados de suma importancia para la Medicina del Estilo de Vida. El estrés puede tener efectos negativos en la salud física y mental. Según los estudios, puede aumentar el riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, obesidad, depresión y ansiedad.
El estrés también puede ocasionar daños al sistema inmunológico, alterar el sueño y afectar los hábitos alimentarios. Es esencial aprender a afrontar el estrés de forma saludable para aumentar el bienestar y la capacidad de recuperación. Algunas de las estrategias eficaces para gestionar el estrés son:
- Seguir una alimentación sana y equilibrada que aporte los nutrientes adecuados.
- Evitar el exceso de azúcar, harinas enriquecidas, grasas no saludables, cafeína y alcohol.
- Hacer ejercicio con regularidad. Ello permite liberar endorfinas, puede mejorar la circulación sanguínea, bajar la tensión arterial y reducir la inflamación
- Dormir lo suficiente para recuperar la energía, el estado de ánimo, la memoria y la función inmunológica.
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- Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda. Ello permite ayudar a calmar el sistema nervioso y a reducir las hormonas del estrés.
- Practicar actividades que contribuyan a aportar alegría, satisfacción o significado, como la lectura, jardinería, música, arte o el voluntariado.
- Evitar el tabaco y las drogas ilegales, que pueden empeorar la respuesta al estrés y perjudicar tu salud.
- Buscar el apoyo social de amigos, familiares o profesionales que puedan escuchar, empatizar y ofrecer consejo o ayuda.
Mediante estas técnicas sencillas, se puede ayudar a controlar los niveles de estrés, mejorar la calidad de vida y prevenir diversas enfermedades crónicas. De esta forma, se pueden estar apoyando los objetivos de la Medicina del Estilo de Vida.
Concluyendo
Según lo presentado, la Medicina del Estilo de Vida puede contribuir a preservar la salud utilizando estrategias conductuales.
Pretende prevenir, tratar y ayudar a revertir las enfermedades crónicas. Estas pueden haber sido causadas o influidas por el estilo de vida y factores ambientales. Como condiciones crónicas se pueden mencionar: las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y la obesidad.
Esta especialidad médica requiere educación, formación y certificación para los médicos que quieran aplicarla en su práctica.
La Medicina del Estilo de Vida está basada en pruebas diagnósticas que permiten optimizar diversos aspectos del propio estilo de vida.
Se pueden resaltar aspectos como: nutrición, actividad física, higiene del sueño, gestión del estrés y conexión social. De igual manera enfocar los aspectos de salud sexual, fertilidad y exposición ambiental.
Algunos de los beneficios de la Medicina del Estilo de Vida pueden ayudar a mejorar el bienestar y la calidad de vida. Así mismo, pueden contribuir a reducir el riesgo de complicación y de mortalidad por enfermedades crónicas.
Además de ello, permite mejorar las habilidades de autogestión y la capacitación, para hacerse cargo de la propia salud.
La Medicina del Estilo de Vida también considera la equidad y la sostenibilidad como factores importantes. Estos son altamente funcionales en la promoción de vidas y entornos más saludables.
Para Alyson la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda y se mostró muy agradecida.
Comprendió que existen muchas acciones que pueden contribuir a tener una mejor calidad de vida en los años venideros, proporcionándole longevidad. Ello le permitirá disfrutar de una vejez saludable, sintiéndose útil, amando y apoyando a su familia.
“Este concepto está respaldado literalmente por miles de artículos de investigación. Ha sido incorporado en múltiples directrices basadas en la evidencia para la prevención y/o el tratamiento de enfermedades metabólicas crónicas. El estudio de cómo los hábitos y las acciones afectan tanto a la prevención como al tratamiento de las enfermedades se ha aglutinado en torno al concepto de medicina del estilo de vida”.
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