¿La Pérdida De La Audición Puede Aumentar El Riesgo De Demencia?

La pérdida de audición, es una afección frecuente en una alta proporción de adultos mayores. Según un informe de la comisión Lancet de 2020, la pérdida de audición es uno de los principales factores de riesgo de demencia, representando el 8% de los casos.

Por ello, la importancia de conocer acerca de las investigaciones más recientes sobre este aspecto.

De este tema, que ha suscitado diversas polémicas, les voy a hablar a solicitud de Martha, una seguidora de Idaho. Ella es una abuela joven de 65 años, que se llena de una inmensa alegría, cuando comparte con sus nietos.

No obstante, desde el año pasado ha estado sumida en algunas preocupaciones, entre ellas, que ahora debe esforzarse más que antes para poder escuchar cuando le hablan a cierta distancia.

Martha me dijo que su esposo, un fanático de los reportes científicos, le bromeaba diciendo que estaba quedando sorda.

De hecho, él le insistía en que a ella le convenía emplear audífonos. Sin embargo, Martha era de la creencia que emplear este tipo de equipos le harían ver anciana y prefería hacerle caso omiso a su esposo.

Pero hace poco su esposo le habló muy seriamente, destacándole que según ciertos estudios, la sordera podría favorecer la demencia.

Este comentario le impactó y por ello, decidió comunicarse conmigo. Ella quería básicamente, que le corroborara la veracidad de lo que argumentaba su esposo.

Yo le respondí que su esposo tenía razón parcialmente, porque se había detectado que la sordera, era un factor de riesgo para padecer demencia.

Así, le envié un dossier destacándole sobre lo que sabe actualmente acerca de esta dolencia. Le incluí además, algunos estudios que señalan la importancia del empleo de audífonos.

Dado que muchas personas desconocen la conexión entre sordera y demencia, decidí compartir esta información en mi página.

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¿Cómo se realiza el proceso de audición?

El proceso de audición es el mecanismo que permite utilizar el sonido para obtener información sobre el mundo. El sonido se crea cuando la materia del mundo vibra y adopta la forma de ondas de presión. Ellas se propagan por el aire y contienen pistas sobre el entorno que nos rodea.

De acuerdo a los expertos, el sistema auditivo consta de varias partes que realizan distintas funciones para procesar el sonido. Ellas son las siguientes:

Sistema auditivo periférico

Esta porción del sistema auditivo, incluye el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído externo está formado por el pabellón auricular y el conducto auditivo externo. Su función consiste en recoger y canalizar las ondas sonoras hacia el tímpano.

El oído medio a su vez, está formado por tres pequeños huesos (el martillo, yunque y estribo). Ellos amplifican y transmiten las vibraciones sonoras a la ventana oval del oído interno.

Por último, el oído interno está conformado por la cóclea. Esta estructura en forma de espiral, se encuentra llena de líquido y recubierta de células ciliadas. Las células ciliadas son receptores sensoriales que convierten las vibraciones sonoras en señales eléctricas.

Cuando la sección de la membrana sobre la que se encuentran vibra, la deformación resultante del cuerpo de la célula ciliada abre canales iónicos mecánicamente activados. Este efecto logra inducir un cambio de voltaje, dentro de la célula.

Sistema auditivo central

La segunda parte es el sistema auditivo central. Ello incluye, diversas estructuras cerebrales que reciben y procesan las señales eléctricas de las células ciliadas. La vía auditiva asciende a través de tres núcleos del tronco encefálico.

Dentro de ellos podemos señalar los núcleos cocleares, núcleos olivares superiores y colículo inferior.

Los núcleos cocleares reciben información de un lado del cuerpo y la transmiten a ambos lados del tronco encefálico. Los núcleos olivares superiores integran la información de ambos oídos y realizan cálculos para la localización del sonido.

Como la estimación de la diferencia de tiempo y la intensidad entre cada oído. El colículo inferior recibe información de diversas fuentes y realiza una mayor integración y análisis de la información auditiva.

A continuación, el camino por el cual viajan los sonidos llega a una parte del cerebro llamada tálamo. Allí, se conecta con unas células neuronales en una zona llamada núcleo geniculado medial.

Estas neuronas del núcleo geniculado medial luego envían señales a una parte especial del cerebro llamada corteza auditiva primaria, ubicada en el lóbulo temporal. Es en esta área cerebral donde ocurre la percepción de los sonidos que escuchamos.

Sistema auditivo cognitivo

La tercera parte es el sistema auditivo cognitivo. Este sistema, implica procesos de nivel superior que interpretan y dan sentido a la información auditiva. Este sistema incluye diversas regiones que integran la corteza cerebral, conectadas a su vez a la corteza auditiva primaria.

La mismas, realizan diversas funciones como, el reconocimiento de sonidos, comprensión del habla, percepción musical, formación de la memoria, regulación de las emociones y el control de la atención.

De acuerdo a los especialistas, el sistema cognitivo auditivo interactúa además con otros sentidos, como la visión y el tacto. Ello permite construir una representación coherente del entorno que nos rodea.

Debemos señalar, que el proceso auditivo es un mecanismo complejo y dinámico, conformado por múltiples niveles de análisis e integración. Ello permite utilizar el sonido como fuente de información sobre el entorno y sobre nosotros mismos.

¿Por qué se pierde la audición?

La pérdida auditiva es considerada la incapacidad parcial o total de escuchar sonidos en uno o ambos oídos. Puede ser leve, moderada, grave o profunda, y afectar a uno o ambos oídos.

La pérdida de audición se produce cuando se dañan las estructuras o funciones del oído externo, medio o interno. Como se mencionó, el oído externo recoge las ondas sonoras y las dirige al tímpano. El oído medio amplifica las vibraciones del tímpano y las transmite al oído interno.

El oído interno contiene la cóclea, un órgano en forma de espiral lleno de líquido y diminutas células ciliadas que convierten las vibraciones sonoras en señales eléctricas. Estas señales se envían al cerebro a través del nervio auditivo.

Dentro de las principales causas de pérdida auditiva destacan:

Envejecimiento

A medida que envejecemos, podemos experimentar un deterioro gradual de las células ciliadas y las fibras nerviosas de la cóclea. Ello provoca, lo denominado presbiacusia o pérdida de audición relacionada con la edad.

No obstante, es importante considerar el empleo de ELIXIR VITA MINERALS. Una fórmula que complementa, con vitaminas y minerales la dieta de quienes corren el riesgo de sufrir deficiencias nutricionales.

Ruidos fuertes

La exposición a sonidos fuertes, como los producidos por maquinarias, armas de fuego, conciertos o dispositivos de audio personales, puede dañar las células ciliadas de la cóclea.

Este efecto puede ocasionar la pérdida de audición inducida por ruido. La misma puede ser temporal o permanente, dependiendo de la intensidad y duración del ruido.

Infecciones

Ciertas infecciones, como la meningitis, sarampión, paperas, rubéola y citomegalovirus, pueden causar inflamación y daños en las estructuras del oído. Estas dolencias pueden ocasionar la pérdida de audición.

Según las investigaciones, se sabe también que las infecciones crónicas del oído medio pueden provocar la perforación del tímpano. Además, pueden inducir la acumulación de líquido o pus en la cavidad del oído medio.

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Cabe destacar, que dichas infecciones pueden incluso erosionar los huesecillos responsables de transmitir las vibraciones sonoras.

Algunos estudios, mencionan que una desmineralización del tejido óseo, podría incluir el hueso temporal. Este importante hueso, contiene la cóclea (oído interno) y el sistema conductor (oído medio).

Por ello, una desmineralización podría afectar en consecuencia a los tres huesos del oído medio (martillo, yunque y estribo). Para prevenirlo, es importante emplear ciertos suplementos como VITAMIN D3 + K2. Lo puedes adquirir en VitaTienda.com.

Factores genéticos

Según la ciencia, algunas personas nacen con pérdida de audición o la desarrollan a una edad temprana. Ello es debido a una serie de mutaciones genéticas que afectan al desarrollo o al funcionamiento del oído.

Algunas formas genéticas de pérdida de audición se heredan de uno o ambos progenitores. Sin embargo, existen otras, que están causadas por nuevas mutaciones que se producen durante el desarrollo fetal.

Fármacos ototóxicos

De acuerdo a las investigaciones, algunos medicamentos y sustancias químicas pueden tener efectos nocivos en el oído interno. Esto puede ocasionar la pérdida de audición. Entre ellos se incluyen algunos antibióticos, antiinflamatorios, diuréticos, quimioterápicos y antipalúdicos.

El riesgo de ototoxicidad depende de la dosis, duración y combinación de los fármacos, así como de la susceptibilidad individual.

¿Es posible anticiparse a la pérdida de audición?

La pérdida de audición puede tener importantes repercusiones en la comunicación, educación, empleo, participación social y calidad de vida. Por ello, es importante prevenir, identificar y tratar la pérdida de audición lo antes posible. Dentro de las estrategias para prevenir o reducir la pérdida de audición destacan:

  • Vacunar a los niños contra las enfermedades infecciosas que pueden causar pérdida de audición.
  • Detectar la pérdida de audición en recién nacidos, lactantes y niños, y realizar las intervenciones adecuadas.
  • Evitar la exposición a ruidos fuertes o utilizar dispositivos de protección como tapones u orejeras.
  • Acudir al médico en caso de infección o dolor de oído.
  • Seguir prácticas seguras cuando se utilicen fármacos ototóxicos.
  • Realizar revisiones auditivas periódicas a los adultos mayores.

ACTIVATED CO-Q10, posee Ubiquinol, la forma activa de CoQ10 que se encuentra dentro de cada una de nuestras células.

La suplementación con ubiquinol puede compararse a suministrarle a nuestras células combustible de alta calidad para mejorar la producción de energía natural y la neutralización de radicales libres. Esto puede ralentizar el envejecimiento y ayudar a envejecer de forma saludable, incluyendo la función auditiva.

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Estudio corroboró la asociación entre la pérdida de audición y la demencia

Según los expertos, la conexión exacta entre la pérdida de audición y la demencia no se conoce a profundidad. No obstante, se han encontrado asociaciones directas ocasionadas por el aislamiento social y la soledad.

De hecho diversos estudios han demostrado, que los adultos socialmente aislados corren un mayor riesgo de padecer enfermedades físicas graves. Además de ello, presentan mayores tasas de hospitalización, que las personas que cuentan con redes sociales sólidas.

Un estudio publicado el 2023, en JAMA, mostró ciertos hallazgos interesantes. Los participantes, constituían una muestra de adultos de Estados Unidos del National Health and Aging Trends Study.

El mismo realiza un seguimiento de los beneficiarios de Medicare. Este, a diferencia de investigaciones realizadas con anterioridad, logró analizar objetivamente la pérdida de audición y la demencia.

Cabe señalar, que investigaciones anteriores habían mostrado que la pérdida de audición era responsable de aproximadamente el 8% de todos los casos de demencia mundial. Aunque debemos señalar, que la mayoría de los estudios amplios que determinaron esta relación se basaban en cuestionarios.

Esto implica que, no se midió realmente la audición de los participantes, a fin de establecer fehacientemente que tenían pérdida de audición o de que su audición era realmente normal.

No obstante, en este nuevo estudio, el equipo de investigadores utilizó un audiómetro electrónico. El mismo, basado en una tableta, permitió evaluar la audición de los participantes en cuatro frecuencias de tonos puros. Dichas frecuencias, son las más importantes para comprender el habla.

De esta forma, por primera vez un estudio a gran escala realiza mediciones objetivas de pérdida de audición. Según los resultados, un 33% de los participantes tenía una audición normal, el 37% tenía pérdida de audición leve y 30% una pérdida de audición de moderada a grave.

¿Puede evitarse el riesgo de demencia al emplear audífonos?

Según los expertos, la pérdida de audición es una parte común del envejecimiento. Afecta a 1/3 de los adultos de 65 a 74 años y al 50% de los mayores de 75 años. Muchos adultos mayores, optan por no querer emplear los audífonos.

No se niega que los audífonos compensen bien la pérdida auditiva, sin embargo, acostumbrarse a ellos exige práctica, tiempo y paciencia. De acuerdo a los expertos, la curva de aprendizaje de estos dispositivos puede llevar de seis meses en adelante.

Este periodo, para ciertas personas mayores, puede ser un reto difícil, desde el punto de vista emocional, físico y mental.

Cuando una persona mayor se niega a emplearlos, pueden presentarse diversos problemas. Entre ellos destacan la incapacidad de seguir o participar plenamente en conversaciones y actividades con amigos y familiares.

Este efecto puede ocasionar el aislamiento social de la persona, desmejorando aspectos importantes de su vida cotidiana. Por ejemplo, responder a ciertos avisos, escuchar timbres o alarmas, conversar con médicos y farmaceutas e interactuar con otras personas.

De acuerdo a los estudios, este tipo de aislamiento se ha relacionado con una mayor propensión a padecer demencia.

Al considerar estudios anteriores, investigadores de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins analizaron los datos sanitarios de 2.400 adultos mayores de 65 años. Un 50% de ellos, tenían 80 años o más.

Estos científicos lograron descubrir una correlación entre la gravedad de la pérdida de audición y el riesgo de desarrollar demencia. Las cifras mostraron, que quienes exhibían una pérdida de audición de moderada a grave, la incidencia de demencia era un 61% mayor que entre las que tenían una buena audición.

No obstante, cuando se incluía el empleo de audífonos a los cálculos, la incidencia de demencia disminuía en un 32%.

¿Por qué los audífonos pueden disminuir el riesgo de demencia?

La pérdida de audición no necesariamente es un indicativo de que la persona llegue a padecer demencia. De hecho, en el estudio mencionado, logró detectarse que quienes tenían pérdida de audición de moderada a severa podían reducir significativamente el riesgo de demencia, tan solo empleando audífonos.

Las asociaciones de este efecto fueron explicadas por los científicos:

  • Estímulo cerebral: la ciencia cada día recopila pruebas que indican la importancia de estimular el cerebro. Es más, a mayor estímulo, disminuyen las probabilidades de desarrollar demencia. Así, cuando hay pérdida de la audición, se reduce la estimulación auditiva y probablemente incida en el riesgo de demencia.
  • Estímulo social: generalmente, cuando alguien sufre pérdida de audición de moderada a grave, tiende a participar menos en actividades sociales. Esto posiblemente ocurre porque se siente avergonzado de su pérdida de audición. Incluso, para muchas personas en esta condición puede resultar incómodo asistir a un evento social y no poder escuchar lo que ocurre a su alrededor.

De acuerdo a la ciencia, las actividades sociales constituyen una de las formas de mayor impacto para estimular el cerebro. Se ha corroborado, que el cerebro evolucionó para facilitar el comportamiento social.

Por ello, diversas investigaciones han mostrado que, la reducción de la actividad social, incide negativamente en el deterioro cognitivo.

Así, este estudio reciente entrega pruebas adicionales que se deben considerar. La principal es que la pérdida de audición puede incrementar el riesgo de demencia, porque se reduce la estimulación cerebral. No solo de forma directa, sino también a través de una menor interacción social.

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Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado, la pérdida de audición es una enfermedad frecuente en muchas personas mayores. Esta afección ocasiona efectos negativos sobre la comunicación, interacción social y la calidad de vida.

Investigadores del Johns Hopkins, descubrieron que las personas con pérdida de audición leve, tenían el doble de probabilidades de desarrollar demencia, con respecto a quienes presentaban una audición normal. Incluso, detectaron que quienes padecían una pérdida de audición grave, quintuplicaban el riesgo.

Sin embargo, la pérdida de audición per se, no es indicativo de que alguien vaya a sufrir demencia. En este caso estamos puntualizando que se trata de un incremento del riesgo de padecer dicha enfermedad.

Afortunadamente la pérdida de audición puede tratarse, y esto puede ayudar a prevenir o retrasar el deterioro cognitivo.

Una forma viable es mejorando la audición de las personas que padecen sordera, empleando audífonos. De hecho, su empleo ha demostrado su capacidad de ayudar a la función cognitiva, estado de ánimo y calidad de vida.

Para Martha la información recibida, la cual comparto en el post, fue un llamado de atención que cambió su vida. De hecho, además de agradecerle a su esposo por su preocupación, acudió a un audiólogo especializado en adultos mayores.

Martha actualmente vive un proceso de adaptación, pues afortunadamente accedió a emplear audífonos para mejorar su calidad de vida. De hecho me comentó jocosamente, que los audífonos modernos son más eficientes y discretos.

“Orientar el debate en torno a las intervenciones auditivas como opciones de estilo de vida saludable (en lugar de estigmatizar las intervenciones centradas en la medicina en el contexto del riesgo de demencia) puede ayudar a dar un giro positivo adecuado a la atención auditiva y fomentar el compromiso y la aceptación de las intervenciones auditivas”.
Piers Dawes
Centro de Investigación Auditiva de la Universidad de Queensland (CHEAR)
Brisbane, Australia

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