Desde siempre el cabello ha sido un indicador muy apreciado de salud. De hecho, posee un impacto negativo cuando su estructura y aspecto se encuentran alterados. Aunque el cabello, pueda desempeñar un rol de belleza en la mujer, su función es sensorial y de protección.
Cada día surgen cientos de productos para su cuidado, sin embargo, la ciencia ha estado investigando el efecto de ciertos componentes de orígen natural, tal como el aceite de pescado.
De este interesante tema os hablaré debido a la solicitud de una seguidora de California. Su nombre es Adrianne y es una mujer de mediana edad, madre de dos adolescentes. Ella desde siempre ha sido fanática de mantener su cabello largo.
Sin embargo, a inicios del mes de junio se comunicó conmigo para informarme que había comenzado a notar que su cabello se estaba cayendo. Esto le sorprendió, pues incluso notó que el mismo, lucía un poco más delgado.
Ella acudió a mí, para solicitar asesoría sobre algún tratamiento natural que le ayudase a solventar esta desagradable situación. Desde hace algún tiempo conozco las bondades del aceite de pescado y su empleo para la salud del cabello.
Por ello, le hice llegar información a Adrianne, donde le ahondaba acerca de las cualidades y beneficios de este aceite. A sabiendas de la importancia del empleo de opciones naturales, sin efectos secundarios sobre nuestro organismo, decidí compartirlo en mi página.
Recordando algunos elementos acerca del cabello
Biológicamente hablando el cabello es un componente del sistema tegumentario, es decir, un anexo de la piel. Se sabe, que el mismo se extiende hacia abajo en la capa dérmica, y se inserta en el folículo piloso. Desde el punto de vista funcional, se desempeña de forma sensorial, además de proteger de las bajas temperaturas y la radiación ultravioleta.
Si se observamos un cabello en el microscopio, podremos advertir diversas características en cuanto a su diámetro y sección transversal. Precisamente, muchos de estos detalles no visibles a simple vista, favorecen una serie de características que presentan las personas de los diversos grupos étnicos.
De acuerdo a las observaciones se sabe que, el cabello al igual que la piel se forma por la rápida división y diferenciación de las células madre que forman queratinocitos. Dichas células se desplazan, se aplanan y finalmente mueren, dando orígen a un grupo de células queratinizadas. De hecho, la composición principal del cabello es queratina.
Las células madre presentes en el folículo piloso, son las responsables del crecimiento del cabello. De acuerdo a la ciencia, esta es una de las pocas estructuras de los mamíferos con capacidad de regeneración de por vida. Sin embargo se ha logrado determinar, que este crecimiento no es continuo sino que se sucede de forma cíclica.
La salud del cabello depende de diversos factores
La salud general muchas veces se refleja en el cabello. Por ello, quienes poseen niveles adecuados de nutrientes, tienden a gozar de una excelente salud. Sin embargo, existen muchas personas que, por desequilibrios ocasionados por enfermedades, dietas incorrectas para adelgazar, empleo de fármacos, ingesta de alcohol y cigarrillos, presentan algunas deficiencias nutricionales.
Dichas deficiencias pueden acarrear ciertas patologías vinculadas a los sistemas cardiovascular, muscular y nervioso. Incluso, ello puede desencadenar ciertas enfermedades crónicas y cancerosas.
El envejecimiento, es un factor que también posee una alta influencia. Cuando estos procesos se presentan, se producen cambios importantes en la piel y el cabello. Este último puede sufrir cambios de coloración, incluyendo el encanecimiento, además de perder fortaleza y cantidad.
Estas modificaciones negativas sobre la salud del cabello, denotan carencias vitamínicas, minerales y de ciertos compuestos como ácidos grasos esenciales. Incluso, las personas que presentan pérdida del cabello relacionada con deficiencias de vitaminas, pueden experimentar caída de pestañas y cejas.
Así, por ejemplo, bajos niveles de vitamina D inducen en la pérdida de grosor y caída del cabello. A su vez, deficiencias de zinc disminuyen la fortaleza del cabello. Y las de hierro, pueden afectar el crecimiento del mismo, debido a la participación de este mineral en la activación de una importante enzima requerida en la síntesis del ADN.
Estudios muy exhaustivos incluso han logrado establecer que, un inadecuado desempeño de la tiroides, por efecto de ciertas deficiencias, acarrea la pérdida del cabello. Dentro de los compuestos asociados al correcto desempeño de la tiroides destacan yodo, selenio, magnesio y zinc. También influyen en su adecuado desempeño, las vitaminas del complejo B, así como las vitaminas A y D y los ácidos grasos esenciales.
Ácidos grasos esenciales y su importancia
Es importante resaltar, que el descubrimiento de los ácidos grasos esenciales facilitó grandes avances en la investigación de los lípidos. Uno de estos grandes logros, fue desmontar la errónea creencia de que la grasa dietética, solo aportaba energía y vitaminas. De esta forma, se logró establecer que los ácidos grasos eran componentes dietéticos de mucha importancia.
Cabe destacar que, ellos químicamente son compuestos poliinsaturados de cadena larga que participan en múltiples procesos fisiológicos. Dentro de estos ácidos grasos se encuentran dos grupos principales; los ácidos grasos omega-3 y omega-6. Estos importantes compuestos deben ser incorporados en nuestra dieta, porque nuestro organismo no posee los mecanismos enzimáticos apropiados para sintetizarlos.
Cabe recordar, que los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) se encuentran en cantidades importantes en los pescados grasos. Dentro de ellos destacan el atún, jurel, anchoas, sardinas y salmón, en especial en el aceite obtenido de estas especies, empleado actualmente como nutracéutico, un buen ejemplo MARINE OMEGA-3
De acuerdo a las investigaciones, se ha establecido que tanto el EPA como el DHA tan pronto son ingeridos, se incorporan rápidamente a los fosfolípidos de las membranas celulares. Desde allí, pueden ser liberados mediante procesos enzimáticos, dando orígen a diversos productos con elevada capacidad para proteger las células propiedades citoprotectoras y especialmente antiinflamatorias.
La evidencia clínica y epidemiológica de múltiples estudios permite establecer que el consumo de EPA y DHA puede contribuir a la prevención y/o tratamiento de una serie de patologías, especialmente aquellas donde la inflamación juega un papel preponderante en su desarrollo.
Aceite de pescado una fuente importante de EPA y DHA
La ciencia ha establecido, que la suplementación prolongada con ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de fuentes marinas, mejoran el crecimiento del cabello incrementando su densidad y reduciendo su caída.
El consumo de estos ácidos grasos esenciales, de origen marino, ha sido estudiado en algunos desórdenes que producen la pérdida del cabello y provoca una disminución en su densidad. De hecho, la suplementación prolongada con ácidos grasos omega-3, EPA y DHA mejoran el crecimiento del cabello. Además, se ha observado que ayudan a incrementar su densidad y evitan su caída.
Cabe destacar que, desde hace algunas décadas, se ha verificado la eficacia de EPA y DHA. Sobre todo, en el tratamiento y prevención de diversas enfermedades cardiovasculares, inflamatorias intestinales y artritis reumatoidea. Dentro de ellas, se incluye la isquemia o déficit de flujo sanguíneo tisular, que puede ocasionar riesgos de necrosis celular.
Para algunas personas, que siguen regímenes dietéticos vegetarianos estrictos es díficil obtener niveles adecuados de EPA y DHA. Esto se debe a que unas de sus fuentes más importantes como dijimos, se encuentran en pescados grasos.
Se ha logrado comprobar que los ácidos grasos omega-3 ayudan a mantener la función de barrera de la piel. Además de ello, permiten una absorción más eficiente de agua, logrando así, mantener una mayor suavidad en la piel. Esta mayor hidratación y turgencia, se traducen en una piel más sana.
Se sabe además, que los ácidos grasos EPA y DHA, construyen una barrera protectora de la capa hidrolipídica del cabello. Este importante efecto, impide la aparición de hebras de cabello quebradizas, opacas o secas, causadas por la exposición a productos químicos, peinado con calor y exposición solar.
Podríamos decir, que estos ácidos grasos cumplen la función de acondicionadores naturales. La mejor forma de incorporarlos, es incluyendo pescados grasos en la dieta o mediante suplementos.
Propiedades del aceite de pescado
- Antioxidante
- Antiinflamatorio
- Anticancerígeno
- Antiaterosclerotico
- Antidepresivo
- Antitrombótico
- Citoprotector
- Cardioprotector
- Fotoprotector
- Hipolipidémico
- Hipoglicemiante
- Neuroprotector
¿Cuáles son los beneficios del aceite de pescado para el cabello?
1. Reduce la caída del cabello y la inflamación
Ciertas investigaciones han permitido establecer que, los ácidos grasos omega-3 poseen una amplia utilidad sobre la salud del cabello y el cuero cabelludo. Estudios publicados en Advances in Therapy así lo confirman, al estudiar su efecto en mujeres de edades entre 38 y 67 años que habían perdido cabello. Se observó, que estos ácidos grasos lograron reducir de forma significativa la caída del cabello.
Investigaciones adelantadas hasta ahora, han logrado establecer que los aceites esenciales del aceite de pescado inhiben la 5-alfa reductasa. Esta hormona, produce efectos negativos sobre el folículo piloso, provocando la caída del cabello. Además de ello, estos ácidos grasos, exhiben propiedades antiinflamatorias, lo cual otorga volumen y fuerza al cabello, haciéndolo más resistente a las caídas.
2. Induce el incremento de grosor en el cabello
El aceite de pescado dietético aporta ácidos grasos poliinsaturados, los cuales pueden favorecer el grosor del cabello. Un estudio publicado el 2015 en Journal of Cosmetic Dermatology reportó, que los suplementos con ácidos grasos omega-3 podrían ayudar a disminuir el adelgazamiento del cabello.
Según los resultados, las mujeres que tomaron durante seis meses un complemento de aceite de pescado, lograron comprobar una disminución en la pérdida del cabello. Además de ello, se observó un engrosamiento del cabello y el crecimiento de mechones individuales de mayor grosor. Esto demostró el beneficio del aceite de pescado, en la reducción significativa de la pérdida de cabello.
3. Promueve el crecimiento del cabello
De acuerdo a las investigaciones se ha establecido, que el aceite de pescado estimula la longitud de las fibras capilares. Esto se asocia con el efecto de los diversos compuestos bioactivos de este aceite sobre el crecimiento celular. Específicamente sobre las células papilares ubicadas en la dermis y el folículo piloso del cuero cabelludo. Por medio de este proceso, se compensa el crecimiento del cabello.
Así mismo, por efecto del aceite de pescado se logra incrementar el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo. Esto ayuda a que se abran los folículos pilosos y los nutrientes puedan absorberse adecuadamente. A la larga, este efecto podría ayudar a optimizar el ciclo de crecimiento del cabello.
4. Previene la sequedad y la descamación del cuero cabelludo
Cabe destacar, que el aceite de pescado es una forma de grasa saludable que puede ayudar a nutrir y acondicionar el cuero cabelludo seco y escamoso desde dentro. Así, las propiedades antiinflamatorias de estos ácidos grasos permiten calmar e hidratar el cuero cabelludo irritado y seco. Este importante efecto, ayuda a prevenir la descamación.
Se ha logrado comprobar, que el consumo de alimentos o suplementos contentivos de aceites de pescado, permiten una adecuada hidratación. Además de ello, se logra fortalecer la membrana celular, evitando así los daños causados por los radicales libres. Ello favorece el poder disfrutar de un tejido del cuero cabelludo sano, con niveles adecuados de hidratación, sin caspa o su escozor asociado.
5. Protege contra los daños causados por el sol y aporta brillo y elasticidad
De acuerdo a ciertas pruebas realizadas se ha logrado determinar, que los ácidos grasos omega-3 de la dieta pueden favorecer una pronunciada reducción de la sensibilidad a los rayos solares. De esta forma, estos compuestos logran proteger las estructuras vitales de la piel, incluyendo el cuero cabelludo. Esto posee el efecto similar a un escudo de protección frente a los radicales libres generados por la luz ultravioleta A y B.
De acuerdo a los estudios, se ha demostrado el efecto positivo del consumo regular de aceite de pescado. Uno de los efectos de mayor importancia que lograron observarse, fue la reducción de los trastornos de fotosensibilidad. Cabe destacar, además, que los ácidos grasos omega-3, logran restablecer el brillo original del cabello y le confieren mayor elasticidad.
Un cabello brillante refleja más la luz solar y sufre menos daño. Además de ello, un cabello con adecuada elasticidad, posee mayor fortaleza y tiende a caerse menos.
Concluyendo
No cabe duda, que el cabello posee un efecto sobre la interacción humana. Son muchos los recursos económicos, que se invierten en el desarrollo de productos para la salud y apariencia del mismo.
Sin embargo, nada se logra empleando embellecedores provisionales externos, si los niveles nutricionales están deficientes. Por ello, es fundamental, como siempre recalco, caer en cuenta que ciertos nutrientes ingeridos en una dieta equilibrada, pueden marcar una diferencia importante.
De hecho, esto no solo se reflejará en el adecuado desempeño de nuestros sistemas internos, sino también externamente. Como por ejemplo, un cabello lleno de vida y bien fortalecido.
La ventaja de los ácidos grasos omega-3, es que su acción se realiza directamente a través de la dieta. Ello permite aprovechar una serie de propiedades como: antioxidante, antiinflamatorio, anticancerígeno, citoprotector y fotoprotector. Todas estas propiedades, permiten que exhiba una serie de beneficios sobre el cabello.
Dentro de ellos destacan: su efecto sobre la longitud, crecimiento, grosor, brillo y fortaleza del mismo. Además de ello, mantiene adecuados niveles de salud en el folículo piloso, el cuero cabelludo y protege de los impactos negativos de la radiación solar.
Para Adrianne, realmente fue muy sorpresivo conocer todos los beneficios de los ácidos grasos omega 3 del aceite de pescado. Ella conocía los efectos beneficiosos sobre algunos sistemas como el cardiovascular, pero nunca imaginó estos potentes efectos sobre el cabello. La información que le envié, es ahora la que comparto en el post.
Luego de quince días de haber incorporado en su dieta pescados grasos, además de mi suplemento dietético en base a aceites de pescado, ella notó grandes mejorías. Una de las cosas que no me había comentado, era que había empleado un tinte desconocido. Esto posiblemente afectó sus folículos pilosos. Afortunadamente, esta preocupación ya fue revertida empleando aceite de pescado.
“Las propiedades antiinflamatorias del aceite de pescado pueden proteger los folículos pilosos y reducir la sequedad y la irritación. Algunos estudios han demostrado una relación positiva entre los suplementos que contienen ácidos grasos omega-3 y la salud del cabello”
Dr. Richard Firshein
Fundador del Centro Firshein de Medicina Integral
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